LA TENTACIÓN Por Arlina Cantú Lectura bíblica:- Salmo 1 Texto clave:- “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”. Mateo 6:13 Uno de los placeres que más disfrutamos las mujeres, es, sin duda, el ir de compras. Recorrer centros comerciales, admirar aparadores, probarnos ropas diferentes y comprar artículos que nos hacen falta, proporcionan a cualquier mujer una alegría muy especial. Nos habíamos reunido cuatro mujeres para pasar la tarde haciendo compras. Caminamos hasta el cansancio y al llegar a una tienda importante decidimos que sería la última y regresaríamos a casa. Invertimos bastante tiempo revisando las ofertas de temporada; hubo quien se probó la ropa y quien la compró sin probársela. Y por fin, salimos del centro comercial. Ya con el coche encendido y a punto de sacarnos los zapatos, la que iba conduciendo le preguntó a la que iba a su lado la razón por la que había pagado sus compras en efectivo en lugar de utilizar los certificados de regalo que traía guardados hacía tiempo. Para quienes no lo sepan, en los Estados Unidos los certificados de regalo son unas tarjetas de plástico –parecidas a las tarjetas de crédito- que se obsequian por Navidad o cumpleaños o cualquier otro motivo especial, que tienen un valor determinado y que se utilizan como efectivo para pagar las compras. Las que íbamos en el asiento trasero guardamos silencio y sin quitarnos los zapatos esperamos pacientemente a que terminara aquella conversación. El resultado fue que decidieron que regresáramos a la tienda para pedir la devolución del efectivo y entregar aquellos certificados de regalo. Mientras ellas iban a hacer el cambio, nosotras dimos otra mirada por allí cerca. Pero, de pronto, nuestra conductora se acercó a nosotras y en voz baja nos apremió a salir de la tienda. Salimos rápidamente al coche, y ya por el camino nos explicó que no sabía por qué la empleada le había dado el dinero en efectivo y la ropa también. ¡Ella pensó que había estafado a la empleada de la tienda! Y lo único que se le ocurrió fue salir a toda prisa sin decir nada. Dios me dio la capacidad de recapacitar en esos momentos sobre lo frágil que es nuestra naturaleza humana para caer en la tentación de aprovechar cualquier oportunidad de obtener una ganancia ilícita, poniendo en peligro nuestra salvación. Claro está que ellas dos no son creyentes, pero es evidente que la tentación nos rodea a todos. Les aclaré que no habían obtenido ninguna ganancia deshonesta puesto que la compra se cubrió con los certificados de regalo y ambas lo entendieron, pero la enseñanza de parte de Dios fue muy clara para mí.

ORACIÓN:- Dios bondadoso, te rogamos que nos guardes para no caer en la tentación de obtener alguna ganancia ilícita. Por Cristo el Señor. Amén. Oremos por todas las mujeres que están de compras este día. Usado con permiso

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