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OPINION
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Viernes 14 de enero de 2011
Cartas Buenos Aires, viernes 14 de enero de 2011
“LA NACION será una tribuna de doctrina” (Núm. 1, Año 1)
Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Director: BARTOLOMÉ MITRE
Falta de billetes y de sentido común La imprevisión oficial y la negación de la realidad inflacionaria ocasionaron angustia y preocupación en la sociedad UANDO parecía que los argentinos ya habíamos conocido todas las clases de escasez y desabastecimiento posibles, el Gobierno desafió nuevamente nuestra capacidad de asombro. La notoria falta de billetes que se hizo notar con fuerza a partir de mediados de diciembre afectó la vida cotidiana de la población, especialmente la de los sectores más vulnerables, como los jubilados y beneficiarios de planes sociales, que dependen crucialmente del efectivo, y llevó angustia y preocupación a la sociedad en su conjunto. El faltante de billetes fue el resultado de una combinación de los perversos efectos de la inflación con una alta dosis de negligencia y de la habitual práctica de negación de la realidad a la que el Gobierno nos tiene acostumbrados. Ha sido habitual observar a lo largo de las últimas semanas largas colas en entidades financieras responsables de efectuar pagos a jubilados, a empleados públicos y a beneficiarios de la asignación universal por hijo. Se han verificado casos de ciudadanos que han debido volver dos y hasta tres veces a los bancos para hacerse de efectivo, a la vez que se han producido faltantes sistemáticos en algunas redes de cajeros automáticos. La inflación y la política monetaria altamente expansiva del Gobierno requieren un esfuerzo de previsión y logística muy aceitada para lograr que el crecimiento en las cantidades de dinero que la economía requiere para funcionar normalmente sean satisfechas en forma eficiente. Una economía cuyos precios crecen a un ritmo del 25 por ciento anual requerirá aproximadamente un incremento similar en la disponibilidad de efectivo. Ya desde septiembre, estaba claro que el aumento estacional en la demanda de billetes que se produce hacia fines de año iba a requerir un crecimiento de al menos el 15 por ciento en los billetes y monedas en circulación respecto de los montos que circulaban hasta ese momento. La escasa capacidad de la Casa de Moneda y la imprevisión oficial derivaron en la necesidad de importar billetes desde el exterior, para lo cual debió efectuarse una cuantiosa adquisición de papel moneda que demoró más de lo prudente. Es curioso que aun cuando ya desde comienzos de 2010 la mayor parte de los analistas económicos estimaban que la proyección de la inflación anual se situaría cerca del 25 por ciento, el Gobierno no previera las mayores necesidades de efectivo que dicha inflación traería aparejada. Sólo la negación del problema o la utilización de los índices de inflación oficiales pueden explicar que el
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Gobierno no haya analizado esta cuestión desde hace ya muchos meses. Es notorio por lo anacrónico el hecho de que la Argentina mantiene como billete de máxima denominación el de 100 pesos, sin cambios desde hace ya dos décadas, a pesar de que desde 2002 se ha acumulado una inflación real cercana al 300 por ciento. La disminución en el poder de compra de nuestro billete de máxima denominación es notoria. Mientras que en la Argentina, nuestro billete más “poderoso” equivale a unos 25 dólares, en Uruguay alcanza a los 100 dólares; en Brasil, a los 60 dólares; en Perú equivale a 70 dólares y en Chile, a 40. El problema de la baja denominación de la moneda dificulta aún más las soluciones, ya que, para satisfacer el aumento en la demanda de efectivo, se deben imprimir muchos más billetes que si se introdujeran otros con denominaciones más elevadas, como podría ser el de 200 pesos. Adicionalmente, los cajeros automáticos podrían abastecer al público de montos mayores de efectivo, de adoptarse una solución de este tipo. Pero ¿cómo justificar la introducción de un billete de esas características en un país donde el Gobierno se niega tan siquiera a reconocer la existencia de un fenómeno inflacionario que cada vez alcanza mayores proporciones? Una vez que la negligencia generó los primeros síntomas de faltante de efectivo, el temor de los clientes de los bancos hizo el resto. La demanda de billetes aumentó por motivos precautorios, lo que a su vez provocó la necesidad de los bancos de contar con más efectivo. El Gobierno, explicando que el problema se solucionaría en breve mediante la llegada de “aviones con diez mil millones de pesos” provenientes del Brasil, no hizo sino completar las fantasías en los ciudadanos comunes de una apoteosis de emisión y de descontrol inflacionario que en nada ayudarán a mantener un adecuado clima para las expectativas inflacionarias durante el año recién iniciado. Las cuestiones monetarias son demasiado delicadas para ser dejadas en manos de funcionarios negligentes o inexpertos. Este Gobierno ha decidido llevar adelante una política económica que se apoya en gran medida en la inflación como forma de financiamiento del gasto público. Esa inflación, que permite generar recursos que luego se gastan a discreción del Poder Ejecutivo, es a su vez negada en las estadísticas oficiales. La combinación es letal. Una vez desatada la inflación, haría bien el Gobierno en prestar atención a todos los efectos nocivos que ésta crea. Desde los más profundos, como el aumento en la pobreza y la ausencia de créditos a mediano y largo plazo, hasta los problemas de logística en el manejo de la demanda de efectivo de la población que hemos apreciado con crudeza en este verano.
La cuestión de las Malvinas A 178 años de la ocupación ilegal de nuestras islas, el gobierno británico sigue violando las resoluciones de la ONU ADA comienzo de año, al conmemorarse el triste aniversario de la ocupación inglesa por la fuerza de las islas Malvinas, acaecida en 1833, nuestro país recuerda insistentemente la subsistencia de su largo y justo reclamo de soberanía sobre todos sus territorios del Atlántico Sur, demanda frente a la cual Gran Bretaña, violando la obligación de actuar de buena fe que también impera en el mundo de las relaciones internacionales, mantiene una actitud de muy poco cordial sordera. Hace de cuenta el gobierno británico que ese reclamo simplemente no existe, pese a la meridiana claridad de lo dispuesto por resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que instan inequívocamente a todas las partes al diálogo. No obstante, la cuestión de la soberanía se mantiene abierta en sede de las Naciones Unidas (ONU), particularmente en el ámbito natural, el de su Comité de Descolonización. Este año, cuando se cumplen 178 largos años de ese episodio, nuestra cancillería recordó que los actos unilaterales del Reino Unido son un “obstáculo insalvable” para la continuidad de la cooperación bilateral, que desde hace rato está interrumpida. Posteriormente, el canciller Héctor Timerman apuntó que la población “importada” por la potencia colonial que habita las islas Malvinas no
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tiene derecho alguno a la autodeterminación, ya que no es originaria de las islas. Es más, podría hasta sostenerse que la prohibición que por años impidió a los ciudadanos argentinos poder residir en las islas, luego de su masiva expulsión por parte de los británicos, es una forma, sutil quizás, de lo que hoy llamamos limpieza étnica y, por lo tanto, es política, ética y jurídicamente tan inaceptable como condenable. Mientras tanto, el cargo de embajador argentino en Londres sigue estando vacante, en señal de silenciosa pero constante protesta por la intransigente actitud británica. La candidatura de José Nun para cubrir ese cargo fue, por esto, también abandonada. En materia de pesca e hidrocarburos, el diálogo bilateral está roto o al menos interrumpido. Los británicos parecen haber avanzado muy poco en ambas cuestiones en su intento por tratar de generar hechos unilaterales consumados, lo que también contradice abiertamente la letra y el espíritu de la resolución 31/49 de la Asamblea General de la ONU. Al referirnos a este tema, que nos aleja de Gran Bretaña, es valioso recordar muy especialmente a quien fue un gran diplomático argentino fallecido recientemente. Un hombre que trabajó incansablemente por tratar de encontrar fórmulas para poder solucionar este delicado tema: Lucio García del Solar. Sus frecuentes contribuciones, incluyendo las realizadas desde las columnas de este diario, fueron prueba evidente de su constante lucidez, madura prudencia y profunda sensatez. Vaya, por todo ello, nuestro homenaje.
de lectores
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Nadie ve nada Señor Director: “¿Cómo pueden pasearse orondos por la playa, haciendo alarde de qué ejemplo? “No hay plata para pagar los sueldos, te cortan la luz, te roban la caja de seguridad, nadie vio un helicóptero naranja, nadie vio 940 kilos de cocaína, nadie las valijas, nadie los pobres, nadie la desidia, nadie la patota de Moyano, nadie que mantenga una continuidad política, nadie la inflación, nadie la inseguridad, nadie los niñitos desnutridos, nadie el dengue, nadie la escasez de billetes y monedas. Nadie. “¿Nadie vio el paquete que envié el 7/12/10 a USA por el Correo Argentino certificado, que aún no ha salido del país? “¡Nos piden paciencia, pero si somos samuráis gobernados por adolescentes!”
María Andrea Rizzo Vast
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hace 47 años. Afortunadamente pude agradecérselo. Diez años atrás, en una feria del libro, pude estrechar su mano y decirle gracias. “Hoy le digo adiós con un fragmento de su canción «Barco quieto»: «No te vayas, te lo pido...».
Gustavo Di Bella
[email protected] DNI 16.823.617
“Voraz recaudación” Señor Director, “Me dirijo a usted totalmente indignado con el sistema de insaciable voracidad de recaudación implementado por nuestro jefe de gobierno. “No sólo intenta subir nuestros impuestos en zonas que fueron residenciales y ahora son tierra de nadie, nos llena la ciudad de máquinas fotográficas con cambios de velocidad imposibles de cumplir, sino que ahora no es suficiente llevar en el auto la póliza del seguro vigente sino que la guardia urbana exige el comprobante de pago de ese seguro, novedad ésta
Billetes Señor Director: “En la encuesta que realiza la nacion.com, dice: «¿Tuvo inconvenientes en los últimos días para conseguir billetes?». Si bien no respondí, debo admitir que por ser jornalero, no solamente tengo problemas para obtenerlos, sino también para retenerlos.”
Daniel E. Chávez Pje. Benjamín Paz 308 S. M. de Tucumán
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Esclavos de la soja Señor Director: “El viernes pasado, a las 5 de la tarde, un canal de cable titulaba en su informativo: «Los esclavos de la soja». El sábado, en el mismo canal, los títulos son: «Los esclavos del maíz», pero muestran como fondo un cultivo de soja. “Primero, recién me entero de que un cultivo de soja necesita tres cuadrillas de personas para su mantenimiento, por grande que el predio sea. Honestidad y vergüenza profesional también tienen que tener, y demostrar a diario quienes tienen la misión de informar para ser creíbles por nosotros, los ciudadanos. “No sé quiénes son los dueños del canal, ni su color político. Lo que sí sé es que una vez más se trata de confundir a la población de las ciudades con mensajes anticampo, y mal intencionados, que coadyuvan para que el país siga plagado de enfrentamientos entre hermanos.”
Pedro C. Matteucci La Chumbada Ctel. General Lamadrid (Bs. As.)
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Elecciones 2011 Señor Director: “Dentro de unos meses se realizarán elecciones en las que, como es habitual, «votarán» muchas personas fallecidas. Aunque ya es tarde para impedir que ello ocurra, considero que una manera sencilla de ayudar a evitar que ello se siga repitiendo sería que en los hospitales y clínicas cuando muere una persona se inutilice su DNI con un sello que simplemente diga «fallecido».”
Gustavo Pablo Font LE 8.319.281
María Elena Walsh Señor Director: “Gracias por ayudarme a criar a mis hijas en la magia y la ilusión sana, por entender que son niños, pero sobre todo son personas inteligentes. Yo sólo fui el hilo que entregó tus libros y canciones, sobre las canciones de programas «infantiles» de moda. “Fue una tarea a veces titánica, pero cuando días pasados sobre el escritorio de mi hija mayor, de 21 años, vi que estaba releyendo Dailan Kifki me remonté al día en que con sus ahorros lo compró, tenía 7 años, sentí un orgullo y una sensación de tranquilidad interior, sabiendo que había elegido lo mejor para ellas.”
Gladys Giacometto
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María Elena Walsh (II) Señor Director: “María Elena Walsh se fue. En lo personal tengo una enorme deuda con ella: haber sido mí compañía desde
que se complica al tener el seguro en débito automático con la tarjeta de crédito, y contraria a la ley. “Siendo ésta la situación, se le retira al conductor el registro y se lo hace comparecer pasadas las 48 horas frente al Tribunal de Faltas, donde se le informa que para recuperar el registro de conducir debe pagar una multa de 90 pesos, de lo contrario deberá pedir un turno con el controlador (cosa que demoraría seis meses), y retirarse sin el registro. “Yo lo voté. Considero que son importantes el orden y la disciplina, pero también pienso que todo debe ser dentro de lo razonable y no sé dónde está la ley que exige que además del seguro vigente haya que llevar el comprobante de pago. “Que la Guardia Urbana con su disfraz de Playmobil ordene el tránsito, cumpla y haga cumplir las ordenanzas está bien, pero cuando exhibiendo poder exige lo absurdo deja de ser útiles a la sociedad.”
Ernesto G. Vacarezza DNI 7.595.105
Teatro Colón Señor Director: “Como si fuesen pocos los inconvenientes que hemos sufrido este año como abonados a la temporada lírica del Teatro Colón, he tenido la desagradable sorpresa de que, al ir el 6 de enero a recuperar el importe de la función cancelada de Falstaff, me encontré con una respuesta, encima poco amable, que en boletería no tenían dinero para concretar la devolución y no sabían cuándo iban a disponer de los fondos. “Cabe destacar que el Teatro se tomó su tiempo y notificó que los importes estarían disponibles a partir del 3 de enero. Para mayor seguridad, corroboré telefónicamente el día anterior la viabilidad del cobro. Por lo tanto, no sólo hemos tenido que soportar la cancelación de dos de las funciones, sino la poca consideración y respeto por el tiempo y las molestias que esta gestión acarrea. ¿Qué podremos esperar de la temporada 2011?”
Beatriz Jungmann
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Muertos y memoria Señor Director: “El artículo de Mary O’Grady y las cartas de lectores sobre el tema me recordaron el que escribió Pilar Rahola en diciembre de 2007, después de entrevistar a Victoria Villaruel, titulado «Todos los muertos merecen tener un lugar en la memoria». “En esta Argentina torturada, cuya dictadura sangrienta, malvada y feroz dejó un reguero de sangre, dolor y rabia, existieron víctimas distintas de las víctimas oficiales, víctimas que no tienen lugar en la memoria, ni reciben el aplauso oficial ni valor en las lágrimas públicas. “Nadie dio permiso a los militares
Atención al lector 5199-4777 Impresión y distribución: Zepita 3251, Capital Federal U Las ventas de LA NACION son auditadas por el IVC. U © Año 2011, S.A. LA NACION, Dirección Nacional del Derecho de Autor, expediente renovación Nº 819.059. Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido del presente diario.
a secuestrar, torturar y asesinar a centenares de personas. Sin embargo, ¿por qué es tan difícil afirmar que tampoco un grupo de iluminados (juventud maravillosa) tuvo derecho de secuestrar y asesinar a centenares de personas, en su búsqueda de la conquista del poder? “La justicia incompleta es injusticia, y es injusto que los criminales terroristas estén en libertad. En nuestro país se ampara a los terroristas de izquierda a tal punto que no se condena, entre tantos, a un Mario Eduardo Firmenich y se da asilo a Sergio Apablaza, acusado del asesinato de un legislador chileno.”
Mino Covo
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Medicamentos Señor Director: “¿Los quioscos y los supermercados cuentan con habilitación, regulación, fiscalización y vigilancia tanto por el Ministerio de Salud como por la Anmat? No. ¿Funcionan bajo la responsabilidad del farmacéutico, único profesional de la salud que posee incumbencias reservadas para la dispensa de medicamentos? No. “Debemos informar que todos los medicamentos tienen riesgos asociados, precauciones, efectos adversos, interacciones y contraindicaciones; si no son bien usados pueden provocar daños y hasta la muerte. No nos confundamos, no puede prevalecer un mayor volumen de ventas por cualquier canal comercial sobre Salud Pública. “Debemos tomar acciones sanitarias para prevenir la presencia de medicamentos adulterados, alterados, ilegales, robados, no íntegros, sin número de lote ni fecha de vencimiento, sin una adecuada trazabilidad, conservación y asesoramiento profesional. Resguardemos el derecho a la salud.”
Nicolás Ballester DNI 33.868.408
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Ochenta y cinco años Señor Director: “En su carta del 6/1/11, el arquitecto Jorge Gómez Alais hace un balance de los sucesos que ha podido rescatar durante sus 85 años de vida. Señala la alternancia de «remedios militares a los desatinos de gobiernos civiles» y refiriéndose a la Década Infame de los años 30, sostiene que las siguientes «no merecieron un apelativo mejor», al comprobar, que como saldo de aquel balance, la República hoy casi no existe y los vaticinios no son francamente optimistas. “Estos casi ocho decenios, particularmente desde mediados de 1940, estuvieron marcados por uno de esos movimientos que para entronizarse, priorizan la adhesión y sometimiento de las multitudes por sobre una real mejoría de sus vidas. “Esa doctrina –casi mito– y el culto a su mentor siguen vigentes. Lo demuestra el invariable telón de fondo que la mayoría de las fracciones políticas considera necesario exhibir para sus éxitos electorales. Como bien lo señaló el recientemente galardonado premio Nobel de Literatura, la vigencia de aquel oscuro movimiento « no permitirá despegar a la Argentina». El mito también es poderoso caballero.”
Arq. Osvaldo M. Helman DNI 4.474.486
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Adoquines y pavimento Señor Director: “Tengo la suerte de vivir en el barrio de Villa Devoto, característico por sus calles de adoquines y árboles añosos. “Reconozco que estas calles se han deteriorado y es deber del gobierno de la ciudad arreglarlas. Pero también debo decir que no encuentro justificación alguna a la pavimentación de calles por las cuales circulan, como mucho, 20 autos por día y su estado es bueno. “La semana pasada y con una velocidad digna del primer mundo han pavimentado la calle Pareja, entre Emilio Lamarca y San Nicolás, una cuadra residencial con circulación vehicular casi nula. ¿Cómo justifica el gobierno del señor Macri este gasto? ¿Quién controla este tipo de obras? ¿No hay algo mejor donde gastar nuestro dinero? ¿Escuelas, hospitales, seguridad?”
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