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PERDIENDO EN EL CAMINO. Por Yoandys López Pérez. Usado con permiso. Alguien dijo: Ganar una reputación tarda toda la vida, perderla solo un minuto.
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PERDIENDO EN EL CAMINO Por Yoandys López Pérez. Usado con permiso Alguien dijo: Ganar una reputación tarda toda la vida, perderla solo un minuto. Pero hay algo más penoso que perder la reputación y es perder los principios. La reputación es lo que las personas creen de ti, los principios hacen quien eres en realidad. Cuando nos detenemos a pensar e investigar sobre los cristianos de los primeros siglos y nos comparamos (sin exagerar) nos sentimos descorazonados, podemos notar que desde entonces hemos perdido mucho en el camino. Hoy nos preguntamos cuál fue el secreto del impacto del cristianismo en los primeros siglos de la iglesia. Yo diría que los principios y el coliseo romano lo sabe. Se ha calculado que debido a las persecuciones imperiales murieron alrededor de 5 millones de cristianos, unos siendo espectáculo al ser devorados por los leones o asesinados en manos de gladiadores; otros siendo acechados en las calles, pero todos culpables de mismo delito: vivir para Jesús y estar dispuestos a morir por él. Escuché una historia de aquel entonces que me hizo reflexionar. Se cuenta que veinte cristianos fueron llevados a morir. La tortura consistía en dar vueltas en un lago congelado hasta morir de hipotermia. Mientras eran vigilados, en el grupo habían mujeres, hombres y niños, el soldado que los custodiaba desde una choza cercana, quizás compadeciéndose de ellos, les animaba a dejar su tarea, inútil para él, y buscar refugio en la vivienda donde les esperaba comida caliente y abrigo. Su “insignificante demanda” era que dejaran su fe y negaran el nombre de su Señor. Días después llegaron al lugar un grupo de soldados para saber de la suerte de los prisioneros. Los encontraron completamente congelados. Pero cuánto más no fue su sorpresa al descubrir que sobre las aguas ya no habían veinte personas sino veintiuna. ¿Qué había sucedido? Pues el verdugo fue impactado por los principios y la esperanza de estos fieles y había decidido morir por la fe que había aceptado antes que vivir sin ella. Muchos, sí, muchos murieron en Roma, pero mientras más morían más se levantaban, pues como alguien dijo: El fertilizante del evangelio es la sangre de sus mártires. Sí, sí que hemos perdido. Ha mermado en nosotros el valor de la esperanza plena de la vida venidera. El apóstol Pablo dijo: Teniendo sustento y abrigo con esto nos basta. Pero hoy vivimos llenándonos de cosas y tratando de disfrutar la vida. Pues, como algunos piensan, “Es mejor pájaro en mano que cientos volando”. Nos ocupamos más de nuestra vida presente que en la maravillosa y plena que Dios nos ha prometido. Hemos perdido de nuestro ideal. Formar el carácter de Cristo puede ser para muchos hoy una opción y no una necesidad, tanto así que dejamos nuestras vidas y la de nuestros hijos andar sobre una cuerda floja entre el cristianismo y el mundo. No, no es justificación decir que los tiempos han cambiado, Pues no tiene nada que ver la época con nuestros principios. ¿No será que en la actualidad somos más tolerantes que nunca antes? Hemos perdido de esta verdad. Olvidamos las palabras de Jesús: En el mundo tendréis aflicción… En nuestras reuniones hablamos de gozo pero pocas veces de sufrimiento, esperamos bendiciones pero difícilmente dificultades. ¿Qué ha sucedido? Será que hasta el cristianismo actual está patas arriba. ¿Qué haremos sino mirarnos en el espejo de estos y dejarnos motivar por su ejemplo? ¿Qué haremos sino hacer como dijo el profeta: Regresad a la senda antigua; a ser fieles, a vivir confiando en el porvenir pues nuestra patria y reino no es de este mundo? Creo que debemos despertar, como escribió el apóstol Pablo: Y esto conociendo el tiempo, que ya es hora de levantarse del suelo, porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando

creísteis. Quizás hoy no tengamos que dejar nuestros principios escritos con sangre, pero podemos hacerlo con el ejemplo de nuestras vidas. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.