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Aprendiendo a envejecer Por Arlina Cantú Estos son 10 ... - ObreroFiel

Entonces, la cabeza gacha, la espalda encorvada y los pies arrastrando no se verán nunca en tí; al contrario, que la gente diga un piropo cuando pases. 5.
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Aprendiendo a envejecer Por Arlina Cantú Estos son 10 consejos muy útiles que nos ayudarán a recorrer nuestra edad madura y a aprender a envejecer conforme a la enseñanza Bíblica. Alguien dijo por ahí que la diferencia entre un viejo y un anciano es que el viejo siempre se está lamentando de lo que vivió o dejó de vivir, y el anciano es el que siempre está agradeciendo a Dios todo lo que vivió o dejó de vivir. Así pues, los consejos son: 1. Cuidarás tu presentación todos los días. Dice la Biblia en Proverbios 15:13 "El corazón alegre hermosea el rostro". Entonces, vístete bien y arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida! 2. No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación; nada de jugar al enclaustrado ni al preso voluntario. Saldrás a la calle o al campo de paseo. Recuerda que Eclesiastés 3:11 dice que: "Dios todo lo hizo hermoso"., entonces, debemos disfrutar todo eso que Dios hizo para nosotros. No olvides que el agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece. 3. Amarás el ejercicio físico como a tí mismo. La gimnasia es para el cuerpo lo que la fe para el alma; le da fuerzas y vigor. La Biblia dice en 1Corintios 3:16 que nuestro cuerpo es "templo del Espíritu Santo"; por tanto, para mantenerlo en forma, un rato de gimnasia o una caminata razonable - dentro o fuera de la casa - te ayudará bastante. 4. Evitarás actitudes y gestos de persona derribada; dice Eclesiastés 5:20 "No pensará mucho en los días de su vida, es decir, en su edad, porque Dios le llenará de alegría el corazón". Entonces, la cabeza gacha, la espalda encorvada y los pies arrastrando no se verán nunca en tí; al contrario, que la gente diga un piropo cuando pases. 5. No hablarás de tu vejez ni te quejarás de tus achaques. Acabarás por creerte más vieja y más enferma de lo que en realidad estás, y te verán vacía. Nadie quiere estar oyendo de hospitales y medicinas. Dice Proverbios 20:29, "La hermosura de los ancianos es su vejez". 6. Cultívate en el optimismo sobre todas las cosas. En 1Crónicas 16:10 dice: "Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová". Recuerda; al mal tiempo buena cara; sé positiva en tus juicios, de buen humor en tus palabras, siempre con el rostro alegre, amable con los demás; la vejez no es cuestión de edad, sino de ánimo. 7. Tratarás de ser útil a ti mismo y a los demás. Dice Eclesiastés 9:10 "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas". No debes ser un parásito ni una rama desgajada voluntariamente del árbol de la vida. Bástate a ti misma hasta donde te sea posible y ayuda con una sonrisa, con un consejo, con un servicio. 8. Trabajarás con tus manos y con tu mente; el trabajo es la terapia infalible. Cualquier actitud laboral, intelectual o artística, es medicina para todos los males. El trabajo es una bendición y el Señor Jesucristo nos da el ejemplo en Juan 5:17 "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo".

9. Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas, desde luego las que anidan dentro del hogar, integrando a todos los miembros de la familia; ahí tienes la oportunidad de convivir con todas las edades: niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida y tienes también la oportunidad de ser como dice el profeta Isaías 58:11 "Serás como huerto de riego y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan". Luego ensancharás tu corazón a los amigos, con tal de que los amigos no sean exclusivamente personas de tu edad. Huye del bazar de antigüedades. 10. Dejarás de pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Deja de estar lamentando tu mundo y maldiciendo tu momento, porque dice Proverbios 15:13 que "Por el dolor del corazón, el espíritu se abate". Alégrate entonces de que entre las espinas florezcan las rosas. Sé positiva, positiva siempre. Negativa, jamás. Debes ser como la luna: Un cuerpo opaco destinado a dar luz. Y por último, piensa en la promesa dada por Dios en Isaías 40:30-31 que dice: "Los muchachos se fatigan y se cansan. Los jóvenes flaquean y se caen. Pero los que esperan en Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán". Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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