Publicado en el Diario Gestión el lunes 10 de diciembre de 2012.
“De niño soñaba con casas, hoy hago edificios” Entrevista a Ricardo Arbulú – Gerente General de Ciudaris Egresado MEDEX 2006
Ricardo Arbulú, gerente general de Ciudaris se reúne con su gente a las 8: 29 am. Dice que la disciplina es su debilidad. ¿Cómo inició Ciudaris? Cuando fundé Ciudaris habían muy pocos créditos de Mi vivienda. Inmediatamente vendí una casa que tenía en La Molina, compré un departamento en Monterrico, y con la diferencia, a las justas me alcanzó para comprar un terreno en Miraflores. Mi primer proyectito fue de apenas ocho departamentos. Si crees en tu proyecto serás capaz de vender tu casa por la fe que le tienes. ¿El CEO de una inmobiliaria tiene una súper casa? En mi caso, yo me dedico realmente a trabajar y disfrutar de la familia. ¿Cómo es mi casa? Eso lo ve mi esposa, ella se encarga de esos detalles.
¿Alguna vez pensó terminar en este sector? Siempre de pequeño construía con legos. Cuando era niño soñaba con hacer casas, ahora de grande hago edificios y condominios. ¿Recuerda cómo llegó al sector inmobiliario? Siempre me gustó el negocio inmobiliario. Incluso, cuando terminé la carrera de Arquitectura, le dije a mi padre: Vendamos la casa que tenemos en Surco y empecemos una empresa constructora. Mi padre aceptó. Él tuvo mucha fe en mí, a pesar que tenía solo 26 años. Y así empezamos la empresa familiar, luego yo creé mi constructora. Vender su casa ¿Siempre se arriesga? No todo es instintivo, también se debe investigar. Yo estaba convencido que en el mercado había potencial Tuvo mucho apoyo familiar. ¿Hubo alguien que dijo: “no”? Yo soy una persona con bastante ímpetu y voluntad y lo transmito. Cuando creo en algo no doy el 90%, sino el 100%. Mi familia siempre me ha apoyado para lograr lo que quiero. ¿Esa mezcla entre voluntad e instinto funciona? Sí, porque le sumas la investigación. No debes tratar de inventar la pólvora cuando hay algo ya inventado. ¿Usted se considera un gerente de puertas abiertas? Sí, incluso, lo que hice fue achicar mi oficina para darles más espacio a las personas. Ahora me pueden ver las personas y pueden entrar.
¿No tiene miedo que se invada su privacidad? No, porque a la larga hay una política de planta libre para que los empleados puedan tener contacto con todos los colaboradores. ¿Qué no puede faltar cuando llega a su centro de trabajo? Las personas. Una cosa que valoro mucho es la puntualidad, incluso nuestras reuniones en la oficina son a las 8.29. También nos gusta mucho el tema de la iniciativa; empleados y gerentes que no esperen que les digan qué hacer. Además, me gusta el dinamismo. El mercado de por sí es dinámico, este cambia cada tres meses. Hay mucha precisión con el tema del horario. ¿En su s venas corre sangre militar? Lo que pasa es que en mi familia mi padre y abuelo eran militares. Influyó en mí para que mantenga el orden. Por eso, cuando llego a la oficina no quiero ninguna cosa, solo tienen que estar las personas que quiero que estén. Máximo a las 8.30. ¿Qué pasa si alguien no está a las 8:29 am? Cuando alguien no llega, nos preocupamos, lo llamamos y le ayudamos si ha tenido un problema. Pero, son casos muy extraños.