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Últimamente quiere justicia dando buen servicio y recibiendo el precio acordado. ... Miguel quiere justicia, pagando un precio justo por un servicio bien hecho.
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Negociando asuntos, posturas e intereses Por Rogelio Oliver

Pablo regaño fuertemente a los Corintios en 1 Corintios 6:1-8 por su dependencia del sistema de justicia del gobierno para resolver sus desacuerdos en vez de buscar ayuda en la iglesia local. Todavía tenemos el mismo problema. En la negociación, la Biblia nos llama a una norma más allá de sólo llegar a un acuerdo aceptable a todos. El deber es resolver los asuntos sustantivos y reconciliar las relaciones interpersonales. “No hagáis nada por rivalidad ni por vanagloria, sino estimad humildemente a los demás como superiores a vosotros mismos; no considerando cada cual solamente los intereses propios, sino considerando cada uno también los intereses de los demás.” Filipenses 2:3,4. ¿Qué es un interes? Conviene pensar en tres elementos de una negociación: un asunto, una postura y un interes. Un asunto es el problema o desacuerdo bajo consideración. Lo expresamos en forma de una pregunta. Un ejemplo. Jorge es un hermano en la iglesia y es mecáncio. Arregló el coche de otro hermano Miguel, pero al criterio de Miguel no lo arreglo muy bien. Miguel no quiere pagar. Jorge insiste en que pague. El asunto en forma de pregunta es, “¿Debe Miguel pagar la cuenta a Jorge? Una postura es la posición de cada parte en el conflicto en cuanto al asunto. Jorge dice que sí, Miguel debe pagar. Miguel dice que no debe dinero a Jorge por un trabajo mal hecho. Un interés es la motivación atrás de las posturas. Jorge quiere recivir el pago por lo que hizo. Últimamente quiere justicia dando buen servicio y recibiendo el precio acordado. Miguel quiere un auto en buenas condiciones, cosa que fue esperada de acuerdo con su trato con Jorge. Últimamente, también Miguel quiere justicia, pagando un precio justo por un servicio bien hecho. Parece que tienen unos intereses en común. Cuando negociamos sólo los deseos de cada uno, uno gana y otro pierde. Si negociamos intereses, todos ganan. Resuelvan el problema, se quedan amigos, salen con la conciencia limpia porque hiceron lo justo y Dios recibe la gloria. Adaptado de El Pacificador, una guia bíblica a la solución de conflictos personales, Ken Sande, (RDM, 1ª edición, 2000 1ª impresión en español). ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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