SILICONA Por Rogelio Erasmo Pérez Díaz Usado con permiso El hombre es un ser que tiene la capacidad de razonar, que es inteligente. Cada día nos enteramos por los medios de comunicación de un nuevo descubrimiento científico, un nuevo invento, un nuevo producto... “creados” por éste. Hace algunos años el mundo conoció la gran noticia del invento de los plásticos, que son un producto fabricado a partir de hidrocarburos fósiles y han revolucionado el mundo, sustituyendo la madera, el metal, y no se sabe cuantas materias primas tradicionales más. Después, siempre “desarrollándose”, surgió un derivado de éste que recibió el nombre de silicona. La silicona sustituye los pegamentos tradicionales, el plástico, la madera... ¡hasta la piel humana! De este material se pueden hacer innumerables cosas necesarias e innecesarias para facilitar la vida de las personas. Desde un automóvil hasta una... ¡mujer! Hace unos días cayó en mis manos un documental, el cual, si no me hubiera llamado a referirme a él lo hubiera eliminado de inmediato, porque provoca un sentimiento de repulsa tan grande, por el tema que aborda y en la manera que lo hace, que no le sugiero que lo vea. Su título: “Real sex muñecas”. Si usted domina el inglés, imagina inmediatamente de qué se trata, si no conoce esta lengua, con sólo decirle que “sex” es sexo, usted se va a percatar enseguida de qué aborda. Efectivamente, “Real sex muñecas” hace referencia a un nuevo y lucrativo “negocio”. El propietario de dicha industria se dedica a modelar muñecas de silicona de tamaño natural que pueden sustituir a una mujer en el disfrute de la “relación sexual”. Son el tipo de “mujer ideal” para todo hombre que no desea verse comprometido en formar una pareja, un hogar, con los consiguientes compromisos que ello implica. ¡Imagine una “mujer” que no le pide nada, que no se alimenta, que no necesita ropa, que no se altera, que siempre acepta en forma callada y silenciosa el más caprichoso, extravagante o pervertido de sus deseos! Piense que además, no va a darle una familia que lo cargue más de preocupaciones y necesidades a usted, que tantos problemas tiene ya. ¡Tremendo!... Si “tremendo” invento diabólico. Imagino un pervertido que siente placer haciéndole sexo a un cadáver (he oído historias al respecto). Se trata de algo parecido. Mire, si alguien siente placer al realizar el acto sexual con un “objeto” que no piensa, no siente, no se mueve, es frío... En conclusión, no reacciona de manera alguna, entonces, semejante persona lo menos que puede imaginar es eso: que se trata de un cadáver. Dios nos lo ha dicho y a veces no prestamos la atención debida a su palabra: “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfría” (Mateo 24:12). ¿Quiere acaso mejor prueba de lo que es “enfriarse el amor”? Formar una pareja (matrimonio), procrear hijos (familia), son oportunidades que hemos recibido de Dios. Cuando el hombre no tiene una naturaleza perversa y pecaminosa siente gozo infinito en tener esposa e hijos y es una bendición el deber de atender sus necesidades. ¿Qué gozo puede sentirse al tener relaciones de afinidad (sexo) con un simple muñeco de plástico? No queremos entrar en detalles, ni sugerirle que vea el referido video... sencillamente porque da nauseas. Por mi parte, que tuve la osadía de verlo, para constatar hasta qué punto llegaba la suciedad que contenía, le aseguro que no voy a poder borrar en largo tiempo esa sensación de asco de mi conciencia.

Sólo me queda, a la manera de un conocido actor cómico secular de nuestro país, mirarme al espejo y decirme: “Mi mismo, no tomes tan a pecho semejantes actos, sólo trata de mantenerte tú y tu familia alejados de ellos, porque todavía los científicos y empresarios que a todo le sacan dinero, no han inventado corazones de silicona.” (¡COSAS PEORES SE HAN VISTO EN EL MUNDO!) Este escrito es una contribución de la agrupación para eclesiástica cubana: Ministerio CRISTIANOS UNIDOS. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.