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Declaración hecha por el Sr. Mohamed Habib Gherab, Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de Energía Nuevas.
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A/C.2/34/15 21 noviembre 1979 ESPAÑOL ORIGINAL: "FRANCES

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Trigésimo cuarto período de sesiones SEGUNDA COMISION Tema 71 del programa CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE FUENTES DE ENERGIA NUEVAS Y RENOVABLES Declaración hecha por el Sr. Mohamed Habib Gherab, Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de Energía Nuevas y Renovables, en la Segunda Comisión el 19 de noviembre de 1979* Hace once meses, la Asamblea General, mediante su resolución 33/148, decidió convocar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de Energía Nuevas y Renovables e inició el proceso de preparación de dicha Conferencia. La Asamblea definió el campo de acción de la Conferencia en relación con las fuentes de energía que se deberían examinar en ella y en relación con los principales medios técnicos que permitirían evaluar las perspectivas ofrecidas por dichas fuentes. Para ello, se decidió establecer ocho grupos técnicos integrados por expertos, a quienes el Secretario General designaría sobre la base de recomendaciones hechas por los gobiernos. Los nombramientos que haría el Secretario General debían basarse en los conocimientos técnicos de los expertos, así como en consideraciones relativas a la distribución geográfica. En su resolución 33/148, la Asamblea solicitó la cooperación y el apoyo de otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas. Me complace poder informar a la Comisión de que he obtenido las seguridades más firmes con respecto a tal cooperación y a tal apoyo. En marzo y octubre de este afio, celebramos dos reuniones de trabajo entre organismos, a nivel de especialistas, y además iniciamos conversaciones bilaterales muy útiles con varias de las organizaciones más interesadas en el tema de la Conferencia. Por mi parte, durante el verano último, tuve ocasión de visitar a los Directores Generales de la Organización Meteorológica Mundial, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y he podido determinar su real voluntad de cooperación. * Distribuida de conformidad con la decisión adoptada por la Comisión en su 44a. sesión, celebrada el 19 de noviembre de 1979. 79-31651

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A/C.2/34/l5 Español Página 2 En este sentido, es necesario admitir que una conferencia como la que estamos preparando no puede de ninguna manera ser una empresa unilateral, sino que debe basarse indudablemente en el apoyo de las organizaciones del sistema y debe tener plenamente en cuenta su experiencia y sus esferas de competencia, así como sus programas de trabajo en marcha. En vista de ello, se ha recurrido, por ejemplo, a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación a fin de que prepare para la Conferencia el estudio sobre la energía de los animales de tiro, así como la celebración, en Roma, de la reunión del grupo técnico de expertos que se ocupará de la le~a y el carbón vegetal; por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, aparte de haber organizado en su sede la reunión del grupo técnico de expertos al que acabo de referirme, se prepara a hacer lo propio, el año próximo, con la segunda reunión del grupo técnico de expertos sobre energía solar y prevé aportar una contribución significativa a los estudios especiales sobre la información, por un lado, y a la capacitación y la formación de personal calificado en el examen de las cuestiones energéticas, por otro. Aprovecho esta ocasión para dejar clara constancia de que todo el sistema de las Naciones Unidas, incluido el Banco Mundial por ejemplo, y los organismos de las Naciones Unidas propiamente dichos, tales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat) , el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones y, por supuesto, también las comisiones regionales, han manifestado en forma tangible su voluntad de cooperación y apoyo. Estoy seguro de que el proceso preparatorio de esta Conferencia proporcionará una ocasión para desplegar un esfuerzo colectivo importante en todo el sistema y que se resolverán muchos de los problemas tradicionales de coordinación que a veces han sido motivo de preocupación en el funcionamiento del sistema. En este contexto, y en el marco más estricto del párrafo 6 de la parte dispositiva de la resolución 33/148, corresponde que rinda homenaje al Director General de Desarrollo y Cooperación Económica Internacional por el asesoramiento que nos ha brindado en el curso del proceso preparatorio. En los Últimos meses, después de haber sido nombrado Secretario General de la Conferencia, he podido apreciar en qué medida me resulta útil poder utilizar su asesoramiento y contar con su apoyo. La Secretaría ha tratado de aprovechar los conocimientos técnicos disponibles en distintos países con respecto a las diferentes esferas de que debemos ocuparnos. Se ha recurrido a unos 30 consultores de diversas nacionalidades para que preparasen estudios básicos que permitiesen a los grupos técnicos de expertos comenzar sus trabajos. En este sentido, deseo mencionar la invalorable contribución recibida, durante esta primera etapa, del Departamento de Cooperación Técnica para el Desarrollo y, en particular, del Centro de Recursos Naturales, Energía y Transportes. No es necesario destacar acá un hecho perfectamente conocido, a saber, que los principales trabajos de investigación, explotación y desarrollo de las diversas fuentes de energía nuevas y renovables de las que debe ocuparse la Conferencia se realizan en los países desarrollados. Sin duda, ello ofrece una ocasión muy particular para aprovechar los conocimientos técnicos disponibles en los países desarrollados en beneficio de los países en desarrollo. Sin embargo, también es

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A/C. 2/34/15 Español Página 3 menester destacar que esta concentración considerable de medios en los países desarrollados refleja la importancia vital que para sus economías representan las soluciones adoptadas en esta materia. Para ser totalmente franco debo admitir que, en el curso de este primer año, nuestros trabajos han tropezado con varios obstáculos. Muchos de ustedes tendrán presete sin duda el informe que presenté al Consejo Económico y Social en el mes de julio lj, oportunidad en la cual indiqué que, después de dos llamamientos hechos por el Secretario General, se habían recibido de los Estados Miembros los nombres de sólo 44 candidatos para integrar los grupos técnicos de expertos. Esa cantidad aumentó luego a 70, pero debo decir que algunas respuestas se recibieron sólo la semana Última. Además, a pesar de los notables esfuerzos hechos por la Secretaría, no se han recibido las respuestas que esperábamos de países conocidos por su experiencia en algunos campos que nos interesan. Quizás, la razón sea que los gobiernos aún no han prestado atención a esta iniciativa especial de las Naciones Unidas, preocupados corno están por los problemas cotidianos a los que deben hacer frente en el terreno de la energía. Me complace anunciar que dos de los grupos técnicos de expertos se han reunido en la última quincena. El primero de ellos, el grupo sobre la energía del mar, se reunió en la Sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en París, del S al 9 de noviembre, y el segundo, sobre la energía eólica, en la sede de la Organización Meteorológica Mundial, en Ginebra, del 12 al 16 de noviembre. Es motivo de satisfacción señalar que esos dos grupos confirmaron todas nuestras esperanzas, por el alto grado de capacidad técnica de sus miembros, por el invalorable intercambio de informaciones y de ideas entre los participantes y por sus conclusiones preliminares en relación con lo que resulta técnicamente viable en la actualidad y con lo que sólo podría preverse en forma práctica para el decenio de 1990 o para después del año 2000. Debo decir que los resultados obtenidos en estas dos primeras reuniones de grupos técnicos de expertos me han reconfortado y llenado de optimismo. Me siento reconfortado porque la preparación de esas reuniones exigió relativamente mucho tiempo. Mi optimismo se basa en el hecho de que la labor efectuada por esos dos grupos de expertos estuvo a la altura de nuestras mejores esperanzas en relación con el funcionamiento del mecanismo preparatorio elegido. Esos dos grupos de expertos delimitaron las esferas que merecen estudiarse en forma prioritaria y en las que deben tornarse medidas de aplicación práctica, con su adecuada adaptación a las condiciones de los países en desarrollo. También lograron definir las tareas que pueden y deben emprenderse antes de su segunda reunión, además de haber fijado los parámetros de acuerdo con los cuales, cuando vuelvan a reunirse dentro de un año, formularán sus conclusiones finales con base en las informaciones que se reúnan hasta entonces. El grupo técnico de expertos sobre la energía del mar, por ejemplo, examinó no sólo las principales fuentes de energía que, como el gradiente térmico del mar, aparecían mencionadas expresamente en la resolución 33/148, sino también otras fuentes conexas, tales como las relativas a las corrientes oceánicas y a la

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Véase E/1979/C.l/SR.lS.

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A/C.2/34/15 Espaf'íol Página 4 salinidad. Los miembros del grupo llegaron a la conclusión de que era posible hacer y de que debían hacerse recomendaciones para ayudar a los gobiernos a evaluar las fuentes de energía de los mares y a localizarlas. Todos los expertos integrantes del grupo se comprometieron a hacer lo necesario para que los conocimientos adquiridos mediante las investigaciones y las experiencias prácticas efectuadas en la materia por sus respectivos gobiernos se pongan a diposición de los organismos encargados de preparar la Conferencia. Por último, el grupo logró definir las cuestiones más generales, tales como la financiación o el intercambio de información, que han de estudiarse en forma integrada, y formuló observaciones preliminares sobre dichos asuntos. En este sentido, deseo destacar que, si los miembros de la Comisión lo consideran útil, será posible facilitarles el informe del grupo técnico de expertos sobre la energía del mar, que está disponible en inglés. Por el contrario, la Secretaría no podrá distribuir a las delegaciones en este período de sesiones el informe del grupo técnico de expertos sobre la energía eólica, que terminó sus trabajos el viernes 16 de noviembre por la noche. Este informe, aunque es definitivo, todavía debe ser objeto de ajustes de redacción. Sé que muchas delegaciones están preocupadas por la situación del proceso preparatorio y han comenzado a pensar que se justifica su impresión de que es poco lo que se ha hecho hasta el momento. En cierta medida, nosotros, en la Secretaría, somos responsables de este estado de cosas, que en parte obedece a la falta de información. Sin embargo, también pienso que las delegaciones de los Estados Miembros comparten con nosotros esa responsabilidad. A nuestro juicio, una de las posibles explicaciones de la situación es la falta de un programa amplio de información acerca de la Conferencia. Sin duda, las delegaciones recordarán que el afio pasado la Asamblea rechazó una solicitud preliminar hecha por la Secretaría. Por consiguiente, me tranquiliza observar que, en el párrafo 12 de la parte dispositiva del proyecto de resolución A/C.2/34/L.l8, presentado recientemente en la Comisión 2/ por el representante de la India en nombre del Grupo de los 77, se hace hincapié e~ la cuestión de la información. En efecto, entiendo que si no logramos que los gobiernos y la opinión pÚblica de los Estados Miembros tengan conciencia de lo que estamos haciendo y de lo que esperamos hacer, y si no logramos su apoyo a nuestros esfuerzos, no habremos hecho frente a uno de los principales desafíos de esta Conferencia. Otro inconveniente ha sido que no hemos contado con las opiniones de los gobiernos con respecto al proceso preparatorio durante los Últimos meses, cuando procuramos explorar y aclarar las ramificaciones del mandato general que nos confió la Asamblea General en su resolución 33/148. Sé que ha habido problemas políticos que han desviado gran parte de la atención de todos hacia otras cuestiones y otros aspectos de la Conferencia, tanto en el último período de sesiones de la Asamblea General como en el actual. Sin duda, para mis colegas y para mí será un alivio contar con un comité preparatorio al que podamos presentar nuestras ideas y con el cual podamos examinar en forma detallada las dificultades o los obstáculos que a nuestro juicio se plantean y del que podamos solicitar y obtener asesoramiento con respecto a las opciones y a los procesos de que debemos ocuparnos. A título de ejemplo, se puede sef'íalar que varios órganos regionales han manifestado interés en la celebración de reuniones preparatorias regionales pero, careciéndose de instrucciones precisas de la Asamblea General o del Consejo Económico y Social, a ~

Véase A/C.2/34/SR.33.

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A/C.2/34/15 Español Página 5 la Secretaría le ha resultado imposible tener en cuenta tal propuesta. Las opiniones son divergentes cuando se trata de saber si, en esta esfera, conviene seguir o no el ejemplo de las conferencias celebradas en el pasado. Lo cierto es que, no habiendo un Órgano preparatorio intergubernamental con el cual podamos intercambiar ideas, nosotros, en la Secretaría, no podemos estudiar con seriedad las fórmulas utilizadas en el pasado. Además, en el mandato que fijó el año último, la Asamblea General estableció un marco general en el que debíamos trabajar, pero sin darnos instrucciones claras o concretas en relación con una amplia gama de consecuencias importantes que se derivan de la cuestión general que nos ocupa. Así, en el párrafo 4 de la parte dispositiva de la resolución 33/148, se solicita que concentremos nuestros trabajos en cuestiones relativas a la elaboración y transferencia de tecnología, el intercambio de información y la financiación~ en las nuevas propuestas presupuestarias, me propongo solicitar fondos a fin de contratar personal para la secretaría de la Conferencia, así como consultores, y hacer frente a los gastos de los grupos de expertos, todo ello con el fin de poder ocuparnos de cuestiones tan vastas y complejas. Sin embargo, y habida cuenta de que la Asamblea, en el quinto párrafo del preámbulo de la resolución 33/148, señala estar "Consciente de la importancia de aumentar la capacidad industrial de los países en desarrollo", es legítimo preguntarse hasta qué punto la Asamblea quiere que avancemos en la definición de las necesidades energéticas de los países en desarrollo que se prevé en la Declaración de Lima en materia de desarrollo industrial y cooperación 3/. ¿Cuánto tiempo y cuántos esfuerzos y recursos debemos consagrar, en el marco de los preparativos de la Conferencia, al examen de esta cuestión al nivel nacional, subregional, regional o mundial? He~os mantenido conversaciones con nuestros colegas de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial sobre este tema y en estos momentos prevemos la celebración de una gran reunión de expertos sobre la importancia que las fuentes de energía nuevas y renovables tienen para el desarrollo industrial. De todos modos, nuestra tarea se vería notablemente facilitada si un órgano intergubernamental nos ayudara a definirla. También es evidente que los aspectos ambientales de las diversas fuentes de energía nuevas y renovables deben tenerse seriamente en cuenta, por ejemplo, en el uso generalizado de los esquistos bituminosos y de las arenas alquitranadas o la turba. Además, sabemos que se trata de cuestiones políticas respecto de las cuales no hay acuerdo y que dan lugar a tomas de posición cargadas de un fuerte tono emocional, sea a favor del máximo incremento posible de la autosuficiencia mediante el aprovechamiento de las fuentes locales de energía, o a favor de una evaluación estricta del costo ambiental que implica la determinación de los objetivos que han de ser objeto de medidas prioritarias. Felizmente, en esta materia podemos aprovechar la labor del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. En efecto, dentro de pocas semanas, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente debe suministrar a la secretaría de la Conferencia un documento de trabajo sobre la relación entre las fuentes de energía nuevas y renovables y el medio ambiente, documento que será examinado por un grupo técnico de expertos que se reunirá en la sede de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico, en Bangkok, en enero de 1980.

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Véase A/10112, cap. IV.

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A/C.2/34/15 Español Página 6 La situación no es tan clara en lo que se refiere a las consideraciones sociales. Habrá que estudiar el problema de las repercusiones sociales de las distintas opciones, pues además de los cambios en los hábitos sociales y en el uso del tiempo que ocasionará el empleo, por ejemplo, de cocinas solares, habrá que tener en cuenta, en el otro extremo de la escala, las reacciones psicológicas del empleo de la energía de los animales de tiro o incluso la energía de los molinos de viento, si se perciben como un retroceso. Hay otros aspectos sociales que son menos complejos. Hemos acordado con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura que habría que examinar en el marco de la Conferencia el problema de la educación y la capacitación de personal calificado, pues es evidente que uno de los mayores obstáculos al aprovechamiento óptimo de las técnicas disponibles en materia de fuentes de energía nuevas y renovables en los países en desarrollo reside y residirá en la falta de personal calificado en los sectores pertinentes, ya sea en lo relativo a la energía geotérmica, la explotación de los recursos de la turba o la energía hidráulica en pequefia escala. ¿Pero cuáles son exactamente los datos del problema? ¿Hasta qué punto representa esto un obstáculo, en particular en los países en desarrollo, que sufren actualmente en medida considerable la crisis de la energía, en su marcha hacia la autosuficiencia energética utilizando recursos locales e importando la tecnología necesaria? Nada sabemos de eso y dudo que hay~ muchos países que sepan a ciencia cierta cuál es la importancia de ese factor. En consecuencia ¿qué grado de atención debemos conceder a ese problema en el proceso preparatorio de la Conferencia? Si no lo tenemos suficientemente en cuenta, todas las evaluaciones técnicas de viabilidad relativas a la explotación de las diversas fuentes disponibles ¿no pasarían a ser insuficientes, desde un punto de vista práctico, para ayudar a los distintos países a avanzar efectivamente hacia la satisfacción de sus necesidades sobre la base de estas fuentes nuevas y renovables? Espero que no dejen ustedes de brindarnos su asesoramiento sobre este tema en el transcurso de este debate y posteriormente en el Comité Preparatorio a fin de que podamos ver las cosas con más claridad. ¿Hasta qué punto debemos ocuparnos de la cuestión de la población rural como objetivo separado cuyas necesidades pueden satisfacerse mediante una combinación de fuentes de energía descentralizadas tales como la energía eólica, solar, hidráulica en pequeña escala, de la biomasa y de los animales de tiro? ¿No se plantean, indudablemente, problemas diferentes de los que plantea el examen de las fuentes de energía apropiadas para la industrialización, para el transporte urbano o a larga distancia o para los sistemas nacionales de energía? Esta es una cuestión de principio respecto de la cual las opiniones están divididas. El año pasado se determinó que había dos fuentes de energía que debían ser objeto de examen por un grupo técnico. En el caso de la turba, el Gobierno de Finlandia se ha comprometido generosamente a iniciar un estudio para la Conferencia sobre este tema consultando para tal fin a los principales usuarios de la turba, en particular, la Unión Soviética, Irlanda, los Estados Unidos de América, el Canadá y el Reino Unido. Quisiera aprovechar la oportunidad para dar las gracias públicamente a la delegación finlandesa por las iniciativas de su país en esta esfera. En cuanto a la energía de los animales de tiro ¿le asignamos en nuestra evaluación del año pasado la importancia adecuada y comprendimos su complejidad? ¿Hasta qué punto son diferentes las experiencias y las posibilidades de los países y las regiones a este respecto? ¿Existe, sin que lo sepamos, un fondo común de investigaciones, conocimientos e ideas sobre cómo proceder para llevar a su máxima

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A/C. 2/34/15 Español Página 7 expres1on la producción a partir de esta fuente de energía ampliamente disponible, pero que durante mucho tiempo las políticas gubernamentales han dejado de lado como sector tradicional de la economía? Hemos comenzado a revisar nuestras ideas sobre la cuestión en consulta con un destacado experto indio y con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, que llevarán a cabo la supervisión a fondo de este proyecto. Pero evidentemente sería muy útil para nosotros poder aprovechar el asesoramiento del comité intergubernamental. Puedo asegurar que no planteo estas cuestiones con miras a desviar las críticas legítimas que se hacen a la Secretaría por sus propias insuficiencias, sino simplemente para señalar a la atención de las delegaciones algunas de las dificultades con que se ha tropezado en la etapa inicial del proceso preparatorio. Me ocuparé de otros problemas más tarde, pero en este momento quisiera hacer las siguientes observaciones. La secretaría de la Conferencia está muy consciente de que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de Energía Nuevas y Renovables debe tratar de satisfacer las necesidades de los países desarrollados y de los países en desarrollo. Para lograr este objetivo trataremos, por ejemplo, de crear un volumen de información basado en trabajos realizados en los países desarrollados y en los países en desarrollo y de obtener un consenso de la opinión pública sobre el tema de lo que es técnicamente viable, económicamente factible y socialmente aceptable. Los resultados de las investigaciones y los estudios amplios que se están iniciando en el contexto del proceso preparatorio serán evidentemente útiles para ayudar a los países industrializados y a los países en desarrollo a resolver los problemas inmediatos. Es probable que lo técnicamente posible para países altamente industrializados, con una fuerte base de personal calificado y medios de investigación y de acción adecuados, no lo sea para un pequeño país en desarrollo. Pero muchos de nosotros, que vivimos en los países donde están situadas las sedes de diversas organizaciones de las Naciones Unidas, sabemos muy bien que los problemas que se han de tratar en la Conferencia son problemas que preocupan considerablemente a los países del hemisferio norte. Me refiero particularmente a esto porque la resolución 33/148 hace hincapié en las necesidades de los países en desarrollo y nosotros, en nuestros debates y nuestras declaraciones, tendemos a ocuparnos más de las necesidades de esos países porque son potencialmente muy críticas, habida cuenta de sus circunstancias económicas. Su situación en materia de energía es muy grave, ya sea que la consideremos desde el punto de vista del comercio exterior y la balanza de pagos, desde el punto de vista de sus esfuerzos por establecer condiciones de bienestar económico y social para beneficio de una mayor proporción de la población, o incluso desde el punto de vista de sus esfuerzos por liberarse del yugo insostenible del subdesarrollo por medio de la industrialización, de una mejor producción agrícola o de cualquier otra forma que pueda adoptar la batalla por el desarrollo. Sabemos que el desarrollo rápido de fuentes de energía nuevas y renovables es de importancia crucial para la realización de las esperanzas de un gran número de países en desarrollo. Quiero asegurar sin embargo a los miembros de esta Comisión que a lo largo de todo este proceso preparatorio la Secretaría tendrá presente la magnitud total de los problemas tanto de los países desarrollados como de los países en desarrollo, problemas a los que esta Conferencia está destinada a aportar respuestas.

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A/C.2/34/15 Espafiol Página 8 Sefior Presidente, usted indicó que la introducción tan pronta del proyecto de resolución ante esta Comisión en el marco del tema del programa que se examina tiende a orientar el debate de la Comisión hacia las cuestiones planteadas en el proyecto de manera de facilitar la labor de la Comisión si estuviera dispuesta a adoptar ya decisiones al respecto. Espero que el informe del Secretario General {A/34/585) , que no se había publicado aún al presentarse el proyecto de resolución, así como las cuestiones a las que me referí en mi declaración, sean objeto de comentario de las delegaciones de manera que podamos aprovechar las aclaraciones que puedan aportarse respecto de algunas cuestiones de principio, evidentemente en la medida en que ello sea posible en esta etapa. Quiero abordar ahora algunos problemas que, aunque meramente prácticos, tienen importantes consecuencias para nuestra capacidad de preparar adecuadamente una Conferencia de tan grande alcance. El afio pasado la Asamblea General autorizó además la creación de un puesto de alta categoría para dirigir la Secretaría de la Conferencia, de un D-1, de cuatro P-5 y de un editor técnico de categoría P-3. La columna vertebral de este equipo debía estar constituida por los cuatro P-5, que debían dedicarse a las diferentes fuentes de energía y a los grupos técnicos correspondientes. En gran parte debido a la naturaleza altamente técnica de estos puestos sólo ha sido posible contratar un P-5 y ello desde hace sólo un mes {se trata de un experto en biomasa). Otros dos expertos, uno en energía solar y otro en hidrología, rechazaron en definitiva nuestra oferta en los últimos dos meses. El Comité Consultivo en Asuntos Administrativos y de Presupuesto, al examinar la solicitud preliminar de ocho especialistas de categoría P-5, consideró que los expertos con que contaba el Centro de Recursos Naturales, Energía y Transportes debería bastar para satisfacer la mitad de esas necesidades. Al igual que en el pa·sado seguiremos apoyándonos en la capacidad sustantiva del Centro en materia de energía. Pero la realidad es que el personal técnico del Centro ya está plenamente ocupado, ya sea en tareas como la preparación de un importante simposio sobre la hulla que acaba de tener lugar en Polonia, la preparación de informes para el Comité de Recursos Naturales, o incluso el apoyo técnico y la ejecución de proyectos de cooperación técnica. Esto quiere decir que de hecho la tarea queda encomendada a algunos funcionarios que han debido trabajar por las noches y durante los fines de semana. Por grandes que sean la devoción y el talento que aporten estos funcionarios, creo que ustedes reconocerán como yo que esta práctica de la doble función no puede constituir un sistema adecuado y duradero en este largo proceso que constituye la preparación de la Conferencia. Es posible que las burocracias se parezcan a las máquinas, pero sigue siendo cierto que los individuos sometidos continuamente a un exceso de trabajo terminan por desplomarse o por producir un trabajo de calidad inferior. Ninguna de estas alternativas me parece aceptable. Permítanme agregar con toda franqueza que la idea ampliamente difundida de que todo lo que necesita la Secretaría es trabajar un poco más resulta falsa, al menos en este caso. En lo que respecta al futuro, estoy seriamente preocupado por algunas normas y procedimientos que amenazan con trabar el proceso preparatorio. Por ejemplo, la Asamblea tiende a disminuir automáticamente a la mitad los créditos presupuestarios para los puestos nuevos a fin de tener en cuenta el retraso en la contratación; así se considera que por término medio la mayor parte de los puestos previstos respecto de un año determinado no se llenarán antes del 1" de julio. Nuestra experiencia de este afio y la experiencia general de las Naciones Unidas indica en efecto que no

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A/C.2/34/15 Español Página 9 sería sorprendente que algunos puestos requirieran nueve meses para llenarse. Desde luego que haremos todo lo que podamos para desmentir estos retrasos, pero no nos hacemos ilusiones. Si en efecto se producen estos retrasos, tendrán las consecuencias más graves para el calendario que debemos respetar y que prevé que los documentos para la Conferencia estén presentados para su reproducción a más tardar el 31 de mayo de 1981. Señor Presidente, he hablado del uso que hacemos de los conocimientos técnicos disponibles en los Estados Miembros y les he hablado asimismo de las actividades de cooperación realizadas por el sistema de las Naciones Unidas. Hay sin embargo otras dos redes importantes de conocimiento técnico que la Asamblea General nos ha pedido que tengamos en consideración en el párrafo 10 de la parte dispositiva de su resolución 33/148. Se trata evidentemente, por una parte, de las organizaciones no gubernamentales interesadas reconocidas como entidades consultivas por el Consejo Económico y Social y, por otra parte, de las organizaciones intergubernamentales. Cabe subrayar a este respecto que el párrafo 9 de la parte dispositiva del proyecto de resolución A/C.2/34/L.l8 precisa que se debería solicitar la contribución de las organizaciones intergubernamentales regionales interesadas. La secretaría de la Conferencia participó ya este año en reuniones de organizaciones intergubernamentales sobre la energía solar, la turba y la energía geotérmica, y esperamos seguir beneficiándonos con esta fuente de investigación y conocimientos. Nos proponemos reforzar y dar un carácter sistemático a nuestras relaciones con la comunidad de las organizaciones no gubernamentales activas en esta esfera, ya que ello constituiría una forma muy preciosa de contactos con la comunidad de expertos. En lo que se refiere a las organizaciones intergubernamentales, mis colegas de la Secretaría y yo mismo estamos muy conscientes de la importancia del aporte que el proceso preparatorio de la Conferencia podría obtener del trabajo de estas organizaciones. Yo mismo visité el año pasado la secretaría de la Comunidad Económica Europea en Bruselas y, si la organización de los trabajos de la Asamblea General relativas a la cuestión objeto de nuestro debate lo permite, espero participar en la reunión de los ministros latinoamericanos de energía que se organizará en el marco de la Organización Latinoamericana de Energía y que debe celebrarse en Panamá del 10 al 12 de diciembre de 1979 para discutir un plan regional de acción relativa a las fuentes de energía nuevas y renovables. Se nos ha preguntado con frecuencia cómo vemos la coordinación de nuestra labor con la que están realizando las organizaciones intergubernamentales, cuyas formas son múltiples. Estamos al tanto, por ejemplo, de la labor que se realiza dentro del marco de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, así como del Consejo Científico del Commonwealth. Estamos igualmente al tanto de los trabajos que se realizan en diversas organizaciones intergubernamentales, mundiales, regionales o subregionales. Sabemos muy bien que estos trabajos se enriquecen con contribuciones nacionales hechas por algunos de los países más altamente adelantados en esta esfera en un marco de relaciones muy fecundas entre los países. La tarea que nos espera en este campo es tan grande, si se quiere hacer frente al reto, que la Secretaría de la Conferencia está convencida de la necesidad de echar las bases de arreglos adecuados para poder mantenerse al tanto de todo lo que se hace con los auspicios

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A/C. 2/34/15 Espaf'iol Página 10 de las diversas organizaciones intergubernamentales activas en esta esfera con el fin de coordinar nuestros respectivos esfuerzos para el bien óptimo de los Estados Miembros. Quiero dar seguridades a la Comisión de que asigno gran importancia a esta cuestión, y la Comisión ha de saber que he recibido las seguridades necesarias de parte de muchas organizaciones intergubernamentales en cuanto a su voluntad de cooperación con la Conferencia. Los problemas que debE~mos enfrentar para cumplir la gran tarea que nos encomendó la Asamblea General en su resolución 33/148 son enormes y numerosos, como lo he indicado. Pero quiero que ustedes conozcan la decisión de mis colegas, de la Secretaría y de mí mismo para enfrentarlos, resolverlos y superarlos. Sé que en esta tarea puedo contar con la plena cooperación de las organizaciones de las Naciones Unidas. Muchas delegaciones, por otra parte, nos han dado a conocer su pleno apoyo a nuestros esfuerzos para hacer frente al reto. Todo ello me confirma nuestras posibilidades de éxito, ya que estoy convencido de que con el apoyo de todos lograremos superar todos los problemas que nos esperan en el camino de la realización de los objetivos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de Energía Nuevas y Renovables. La Comisión tiene antE~ sí el proyecto de resolución A/C.2/34/L.l8, que se le presentó en el marco del tema del programa que constituye el objeto de nuestros debates. Si se estima conveniente, estaría dispuesto a hacer los comentarios necesarios acerca de los elementos pertinentes del proyecto en una etapa posterior de los trabajos de la Comisión teniendo en cuenta, desde luego, todos los acontecimientos susceptibles de ocurrir durante el proceso de consultas oficiosas actualmente en marcha.