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Naciones Unidas
ASAMBLEA GENERAL TRlGES/MO PRIMER PERIODO DE SESIONES
Documento,
Oficia~es
SESION PLENARIA
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NUEVA YORK
la intransigencia y el desafío con que ha tropezado por parte de la entidad sionista, no son sino un indicio de su dedicación a los principios de la Carta de las Naciones Unid,as, su preocupación por el papel de esta Or~nización y su insistencia en la necesidad de asegurar la aplicación de sus resoluciones. Estos antecedentes hacen que su t~lección a la Presidencia de este período de sesiones sea fuente de profunda satisfacción y aliento para todos nosotros.
SUMARIO Tema 9 del programa: Debate general (continuación) Discurso del Sr. Hammadi (lraq) ••••.••••••••••• Discurso del Sr. leng Sary (Kampuchea Democrática) •• Discurso del Sr. Borgonovo Pohl (El Salvador) •.••..• Discurso del Sr. Guzzetti (Argentina) ••••••.••••• : Discurso del Sr. Carvajal (Chile) ••• - • • • • • • • • • • • •• Discurso del Sr. Chissano (Mozambique) ••••••••••.
Martes 5 de octubre de 1976, a las 15.25 horas
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4. Quisiera rendir asimismo homenaje al Secretario General por los esfuerzos que ha realizado para garantizar el éxito de la labor de nuestra Organización.
Presidente: Sr. Hamilton Shirley AMERASINGHE (8ri Lanka).
S. La delegación del Iraq ofrece sus más sinceras felicitaciones a la delegación de la República de Seychelles, que ha ingresado en nuestras filas en este período de sesiones para tomar parte en nuestro esfuerzo común por construir un nuevo orden internacional basado en la paz, la justicia y la prosperidad. Al presentar a las SeycheUes nuestra felicitación por su admisión a las Naciones Unidas, quisiera asegurarle que puede contar 'con la amistad del Iraq y con su sincero deseo de establecer los más íntimos vínculos en interés de nuestros dos países.
En ausencia del Presidente, el Sr. Ha")' (Australia), Vicepresidente, ocupa la Presidencia. TEMA 9 DEL PROGRAMA
Debate general (continUllc,'ón) L Sr. HAMMADI (Iraq) (interpretación del árabe): Sr. Presidente, me complazco en transmitir a través de usted, en nombre de la delegación de la República del Iraq, nuestras cordiales felicitaciones al Sr. Hamnton Shirley Amerasinghe por su erección para la Presidencia del trigésimo primer período de sesiones de la Asamblea General, pues representa al grupo de Estados asiáticos, al que el Iraq tiene orgullo en pertenecer. Lo que nos enorgullece aún más en esta feliz oportunidad es el continuo afianzamiento de las relaciones de amistad entre Sri Lanka y el Iraq, especialmente mediante su cooperación mutua en el ámbito del movimiento de los países no alineados.
6. También quisiera hacer constar nuestra condena de la posición tomada por los Estados Unidos de América contra la admisión de la República Socialista de Vaet Nam y de la República Popular de Angola en las Naciones Unidas, . cuando reúnen también todas las condiciones necesarias para desempeílar un papel constructivo en el establecimiento de un nuevo orden internacional.
2. El éxito logrado por la Quinta Conferencia de Jefes de Estado o de Gobierno de los Países no Alineados, celebrada en Colombo hace pocas semanas, del 16 al 19 de agosto, sirvió para poner de relieve el apego del pueblo y del gobierno de Sri Lanka a los principios y objetivos de este movimiento, que el Iraq considera como piedra angular de su política exterior. 3. También me complace aprovechar esta oportunidad para rendir homenaje a las contribuciones positivas que el Sr. Amerasinghe h3 hecho a las diversas esferas de actividad de las Naciones Unidas. Pienso en especial en su presidencia de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, el Comité Especial del Océano Indico y el Comité Especial encargado de examinar las prácticas israelíes que afecten los derechos humanos de la población de los territorios ocúpados. Los esfuerzos que bajo su presidencia sigue haciendo este último Comité para dar cima a las tareas que le fueran confiadas por esta Asamblea, pese a 343
7. Nuestro mundo está atravesando hoy por un período histórico que se caracterÍZlíl por un fenómeno singular; la evolución de las relaciones internacionales en los ¿ltimos aftos ha demostrado, sin lugar a dudas, que los problemas mundiales del último cuarto del siglo XX están tan entrelazados y vinculados entre sí, que ningún Estado o grupo de Estados, por fuerte o capaz que sea, puede resolverlos por sí mismo.· Es imprescindible que esos problemas sean tratados por la comunidad internacional en su totalidad. Esta evolución también ha demostrado que la voluntad de los pueblos que han entrado ahora al escenario internacional constituye un factor del que no puede hacerse caso omiso en la búsqueda de una solución a cualquier problema internacional. Cualquier intento de solución en que se haga caso omiso de la voluntad de loe pueblos no hará sino intensificar la tirantéz internacional y se verá inevitablemente condenado al fracaso. 8. La lógica de estos hechos históricos ha empezado a imponerse cada vez más a la opinión pública mundial hasta tal punto que la transición del orden tradicional al nuevo orden internacional se ha convertido en una necesidad A/31/PV.18
Asamblea General - TrisésimH primer período de lJeSio'l1e5 - Sesiones Plenarias
histórica de la que depende el destino del hombre y su supervivencia. misma. Nos apená, por 10 tanto, ver que existe aún una clara renuencia -a enfrentarse a e!ltos hechos y a tomar las medidas preliminares para sentar las bases de un nuevo orden internacional, especialmente por parte de aquellos Estados que en el pasado solían tener dominio exclusivo sobre los asuntos mundiales. La actitud de estos Estados se debe a su creencia errónea de que lo único que necesita el mundo es unos pocos cambios de menor importancia y, de vez en cuando, el otorgar un mínimo de concesiones inevitables que no tienen ningún efecto sobre la estructura esencial del orden antiguo y lo mantienen así bajo su dominación.
resolución sobre la partición de Palestina [resolución 181 (Il)J, en violación de las disposiciones de la Carta, excediendo así su mandato. Violando el principio del derecho de los pueblos a la libre determinación, aquella resolución hizo caso omiso de los deseos del pueblo árabe de Palestina, que constituía entonces la abrumadora mayoría de la población de Palestina. Si bien encomié la resolución 3236 (XXIX) de la Asamblea General, en que se afirmó el derecho inalienable del pueblo palestino en Palestina, inclusive el derecho a la libre determinación e independencia, a la soberanía y al regreso a sus hogares, de los cuales han sido expulsados, dije que, pese a su importancia, las resoluciones de las Naéiones Unidas
9. El Iraq revolucionario está con aquellos que creen, debido a la lógica de los acontecimientos contemporáneos, que las fuerzas del bien en el mundo entero no pueden sino unirse para sentar las bases nuevas y firmes de las relaciones internacionales y triunfar sobre aquellos sistemas que sólo tratan de oponerse a la historia, en un desesperado intento por obstaculizar su marcha.
"... no han bastado por sí mismas para solucionar este problema, que amenaza la paz y la seguridad internacionales. Estas resoluciones de ben ir acompafiadas de medidas que garanticen su aplicación"l.
10. En el período transcurrido desde el trigésimo período de sesiones de la Asamblea General, se ha observado la continuación y el escalamiento del conflicto entre lo nuevo y lo antiguo, entre las fuerzas que se oponen al colonialismo, la dominación económica y racial y los vestigios de aquellos colonialistas y racistas y sus aliados; el conflicto entre los pueblos que no han de aceptar ningún sustituto para el ejercicio pleno de sus derechos políticos y económicos inalienables y la alianza impía constituida por el colonialismo y el racismo, especialmente en Smiáfrica y Palestina, corazón de la patria árabe, alianza que desesperadamente trata de continuar usurpando aquellos derechos por métodos que han sido condenados por el derecho internacional contemporáneo; el conflicto entre los Estados que propugnan la necesidad de crear un nuevo orden político, social y económico basado en las aspiraciones de los pueblos a una paz auténtica que esté fundada en la justicia y la prosperidad universal, por una parte, y las fuerzas que tenazmente recurren a todos los medios de que disponen para perpeturar su dominación, explotación y esferas de influencia, por la otra. 11. Permítaseme referirme a varios asuntos y acontecimientos como ejemplos de nuestro análisis de los sucesos que están ocurriendo en el escenario de las relaciones internacionales. 12. Hace un afio tuve el honor de dar ante esta estimada Asamblea, desde esta tribuna, un esbozo general de los principios fundamentales de la política que aplica la República del Iraq con respecto a la cuestión de Palestina, que constituye en verdad el más patente ejemplo de racismo~ de colonización, de usurpación de la tierra por la fuerza y de desarraigamiento de todo un pueblo de su patria. También constituye el fondo del conflicto entre la nación árabe y el sionismo y su aliado, el colonialismo. Me referí especialmente a la intransigencia persistente de la entidad sionista y a sus actos de desafío de la voluntad de la comunidad internacional, de los principios que figuran en la Carta y de las resoluciones de las Naciones Unidas. Dije entonces que la responsabilidad por la tragedia palestina corresponde ante todo a esta Organización mundial y~ más particularmente, a esta Asamblea, que en 1947 aprobó la
13. Si pasamos revista, brevemente, a los acontecimientos más importantes en las tierras árabes y dentro de esta Organización, durante el afio que acaba de transcurrir, hallaremos motivos de satisfacción y optimismo, así como otros que confirmarán nuestro pesar y condena. La continuación de la rebelión del pueblo de Palestina en su tierra ocupada, frente a los actos bárbaros de represión cometidos por la entidad sionista usurpadora, y su resistencia exitosa a todas las maniobras tranladas fuera y dentro de Palestina para circunscritJir y eliminar su revolución, han demostrado al mundo, una vez más, el verdadero temple del pueblo árabe, su adhesión al logro de todos sus derechos inalienables y su disposición a hacer todos los sacrificios necesarios rara recobrar esos derechos. 14. En lo que se refiere a la responsabilidad de las Naciones Unidas por 10 que ha ocurrido y está ocurriendo en Palestina, consideramos que las resoluciones 3376 (XXX) y 3379 (XXX) de la Asamblea General constituyen un giro decisivo tanto en lo relativo a la forma de tratar eficazmente esta tragedia como en lo que se refiere a la actitud de la Asamblea General frente al conflicto árabe-sionista en general. Al aprobar la resolución esp,ecífica en la que la Asamblea General determinó que el sionismo era una forma de racismo y de discriminación racial, hi comunidad internacional, pese a todos los actos de desafío y a las amenazas de las fuerzas del sionismo y del colonialismo, encontró suficiente valor para reconocer una verdad simple, que esas fuerzas invariablemente trataron de suprimir. Las abiertas medidas tomadas este afio por el régimen racista de Sudáfrica y los sionistas pára afianzar su alianza impía han eliminado, tal vez, todas las dudas acerca de la verdadera naturaleza de la entidad que actualmente existe en Palestina. 15. Por la resolución 3376 (XXX) la Asamblea General expresó su acuerdo con lo que dñjimos hace un afio; a saber, que la aprobación de resoluciones (l90 en total para fines del afio pasado) no contribuye en absoluto a obligar a la entidad sionista - que cuenta con el apoyo del colonialismo - a respetar la voluntad de los pueblos aquí representados. Por consiguiente, la Asamblea decidió que los principales órganos de las Naciones Unidas debían tomar 1 Véase Documentos Oficiales de la Asamblea Gelleral, trigésimo periodo de sesiones, Sesiones Plenarias, 2359a. sesión.
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18a. sesión - S de octubre de 1976
medidas específicas y obligatorias para obligar a la entidad sionista a aplicar esas resoluciones.
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16. Quisiera rendir tributo en esta oportunidad a la seriedad y objetividad con que el Comité para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino, establecido por la Asamblea General en virtud de dicha resolución, cumplió las tareas específicas que le fueron confiadas. Las recomendaciones presentadas por este Comité en su primer informe al Consejo de Seguridad [ A/31/35, segunda parte] , e§pccialmente las medidas y el calendario vinculado con la r~tirada de las fuerzas sionistas de ocupación de los territorios árabes, así como el programa de aplicación del ejercicio por el pueblo de Palestina de su derecho a regresar a sus hogares y su derecho a la libre determinación, independencia nacional y soberanía, constituyen un importante jalón en el cumplimiento por las Naciones Unidas de su papel principal para resolver la cuestión de Palestina. Aunque el Comité trató de que sólo un mínimo aceptable de sus recomendaciones tropezaron con el veto norteamericano. Corresponde ahora a nuestra Asamblea asumir su responsabilidad para hacer frente a este abuso y a los males e injusticias que acarrea. 17. Los planes sionistas han tenido y siguen teniendo por meta esencial la eliminación, por todos los medios posibles, de la nación árabe. Aparte de su incesante actividad encaminada a ampliar la zona correspondiente a la entidad sionista, el sionismo se esfuerza por fragmentar al mundo árabe. Lo que ocurrió y sigue ocurriendo en el Líbano no es sino el ejemplo vivo de estos inicuos empeños fomentados y aplicados por el sionismo mundial, que es responsable del intento de desmembrar y destruir totalmente el Líbano, empleando para ese fm todos los medios y arbitrios posibles.
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18. Como país árabe progresista, el Iraq no puede permanecer callado ante las conspiraciones que se están llevando a cabo en el Líbano, con miras. a destruir o debilitar la resistdrtcia palestina, así como el movimiento nacional del pueblo' del Líbano. El Iraq, por lo tanto, seguirá firme en su lucha 1I0r impedir este resultado y preservar la unidad e indepe'ndencia del Líbano contra cualquier intervención exted\)r en sus asuntos internos.
19. El Iraq y Palestina son dos partes integrantes de la Nación árabe, que ha sufrido y sigue sufriendo más que ¿üalquier otra nación de la fragmentación, la agresión, la ~bupación y la explotación. A ello se debe nuestra premisa de que la cuestión de Palestina es el fondo del problema y que la liberación de la tierra árabe de la ocupación sionista, el ejercicio por el pueblo palestino de sus derechos inalienables, constituyen los más importantes requisitos previos para el logro de la unidad árabe. El Iraq reafirma una vez más su creencia en la unidad de la nación árabe, en la continuaciÓn de la lucha y en el empleo de todos los recursos de que dispone para lograr la unión deseada y para crear una sociedad árabe que desempeñe un papel activo en la edificación de esa sociedad humana más grande a la que aspiramos todos.
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20. La República del Iraq considera que el movimiento. no alineado es una de las piedras angulares de su política extranjera. Defiende los principios de ese movimiento y. atribuye la mayor importancia a su capacidad efectiva de
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fomentar la seguridad y la paz en el mundo. El Iraq ha contribuido con celo a todos los esfuerzos encaminados a establecer firmemente estos principios en las relaciones internacionales desde el comienzo del movimiento, cuando centró su atención en el logro de la libertad y la independencia económica y política para todos los pueblos y trató de evitar a esos pueblos las trampas de las aHanzas militares y los ejes de polarización. El movimiento se ha convertido así en un importante instrumento que permite a los Estados no alineados hacer frente a los acontecimientos y a las tendencias internacionales. El movimiento no alineado ha podido salvar muchos de los obstáculos que se han opuesto a su ctesarrollo. Por consiguiente, ha hecho una útil contribución al logro de la independencia cabal de muchos pueblos del tercer mundo y evitarles los estragos de la guerra al alejarlos de los bloques y ejes y de los peligros de las bases militares. Esta aetividad fue acompañada por la lUllpliación y la expansión del movimiento, que así ha podido cumplir sus responsabilidades cada vez con mayor efi~cia y desempeñar un importante papel en forjar la polítÍca. intermdonal, demostrando al mismo tiempo la falsedad de la afirmación de que no es más que una agrupación internacional provisional y afirmándose como representante de la voluntad de los pueblos y de su aspiración a una vida libre e independiente en un marco de justicia y paz. 21. La República del Iraq siente un auténtico placer en encontrarse a la vanguardia de aquellos Estados que han contribuido a este cambio de actitud radical en las relaciones internacionales. 'También tengo el agrado de rendir homenaje a la Conferencia de Jefes ce Estado o de Gobierno de los Países no Alineados, celebrada en Colombo, que fue la coronación de la buena voluntad de los Estados del movimiento. El éxito de la Conferencia, tal como quedó demostrado por el gran número de resoluciones y su declaración final {véase A/31/197J, que apoyamos y defendemos en las esferas política y económica, es la realización más bella de la clara visi6n y la resolución de los dirigentes de los pueblos y gobiernos de los Estados Miembros. Sus aspiraciones coinciden con las metas y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y el empeño y las actividades de los Estados Miembros del movimiento sirven pará complementar el empeño y las actividades de esta Organización. 22. El Iraq destaca una vez más que acoge eon satisfacción la política de distensión internacional que ha reemplazado a la política de enfrentamiento y guerra fría. Sin embargo, quisiéramos destacar al mismo tiempo que queremos que esta distensión sea universal, permanente y basada en la justicia y el respeto por los derechos de los pueblos a la independencia, a la soberanía y al progreso. No debe basarse en la polarización ni en la distribución de esferas de influencia, ni queremos que se logre a expensas de los Estados pequeños y débiles. A este respecto, apoyamos plenamente el contenido de la ación por la llí, y por la ación de Luosteriormente ados, y a las nblea General las Potencias le que algunas rianzando sus :onstituye una os ribereños y antez internalad de que se 1 del Océano , a acelerar la la Asamblea que estarían IS y los princin la necesidad de navegación ción científica
30. Desde que los países en desarrollo logran su independencia política han estado luchando por resolver los problemas del subdesarrollo heredados' de los largos períodos de explotación y lograr un decoroso ritmo de crecimiento, que les permita desarrollar sus economías en forma tal que disminuya la brecha que los separa de los países desarrollados. Sin embargo, estos intensos esfuerzos han tropezado invariablemente contra las realidades del injusto orden económico internacional actual, qué actúa en desmedro de los intereses de los Estados en desarrollo. 31. El Iraq ha participado activamente, junto con otros Estados en desarrollo, en las diversas conferencias económicas internacionales celebradas con miras a lograr relaciones económicas internacionales equitativas y a crear un nuevo orden económico internacional que permita a los países en desarrollo tratar en condiciones de iguald~d con los países desarrollados y que los ayude a realizar sus aspiraciones 'legítimas de elevar el nivel de vida de sus pueblos y liberarlos de la explotación. Con este fin se convocaron los períodos extraordinarios de sesiones sexto y séptimo de la Asamblea General. El Iraq fue en aquel momento uno de los Estados que expresaron su optimismo por el resultado de esos dos períodos de se~iones,
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32. Señalé, al terminar mi declaración hecha en el séptimo período extraordinario de sesiones, ellO de septiembre de 1975 4 , que el Iraq cree que una solución radical a" los problemas económicas internacionales residen en corregir el equilibrio de fuerzas en las relaciones económicas, y que el mérito de las propuestas positivas y los planes constructivos tendientes a lograr este fin debe evaluarse en cada caso por separado y con objetividad, tomando sólo en cuenta los beneficios que podría acarrear Ciada propuesta o plan a la causa de la justicia económica entre los Estados y de su soberanía sobre sus asuntos económicos. Esta evaluación debe hacerse sin tener etl cuenta el origen de la propuesta, y siempre que se aplique de buena fe y sin ningún precio político. 33. Ahora, sin embargo, cuando nuestra delegación examina el resultado de un año entero de negociaciones, nos invad~ un profundo sentimiento de desilusión. Al comienzo de mJ. declaración me referí al conflicto entre las fuerzas que tratan de crear un nuevo orden internacional y las que se aferran al orden antiguo. Este conflicto se manifiesta en la forma más evidente en las relaciones económicas interna,lidaridad ,endencia, ~eid, y su 'aciales. A extinción le existan 10 sistema ~id -, que ~ilizaciÓn , erte. Las ,rzos por so de la liables las nente se
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118. Desea El Salvador, por mi medio, dejar cOflstancia, una vez más, de su apoyo firme a la causa panameña por alcanzar el ejercicio de la plena so1?eranía sobre su principal recurso económico-geográfico, el canal interoceánico. Sobre los hombros de esta república ceontroamericana pesa el oneroso gravamen de un tratado suscrito en 1903 1 6, en el cual se desconocieron derechos que inalienablemente le corresponden. Me refiero, entre otros, a la consignación de la cláusula de perpetuidad en la administración de la Zona, en favor del socio preponderante, los Estados Unidos de América. El reloj de la historia está marcando para Panamá la iiOra del resarcimiento de sus intereses lesionados. En efecto, el mundo actual ha manifestado su repulsa a los enclaves coloniales y por ello favorece el esfuerzo encomiable de Panamá por satisfacer la legítima pretensión de eliminar toda cláusula que contraríe la soberanía sobre la totalidad de su territorio. 119. Cuando en 1973 se reunió el Consejo de Seguridad en Panamá, se llegó a prever, como resultado de las deliberaciones y amplio respaldo recibido por este país, que en un tiempo prudencial las negociaciones con el Gobierno norteamericano arribarían a la finalización de un honroso acuerdo. Empero, se produjo en ellas un estancamiento. Este año observamos que una conocida campaña política electoral ha afectado en forma desfavorable el proceso negociador, provocando un retraso en el camino del acuerdo. Expresiones proferidas han sido vistas como un nubarrón que se ciernet amenazador, inclusive sobre las buenas relaciones existentes en el hemisferio. El Salvador, como país solidario de Panamá, se mantiene deseoso de que renovados vientos de cordura soplen en la dirección que el tiempo y la equidad apuntan, a efe,cto de que en breve plazp se, concluya la revisión del tratado en términos tales que respondan a las justas aspiraciones del pueblo panameño.
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120. Deseo ahora referirme a la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, cuyo quinto períod,o de sesiones 1 7, acaba de concluir en esta ciudad. Está previsto un sexto período para 1977, y se vislumbra el séptimo para 1978. Será ésta probablemente la conferencia más larga del siglo. Pese al tiempo y los esfuerzos que ha demandado, y a los progresos que se han hecho en buena cantidad de cuestiones críticas, todavía sus resultados son inciertos, pues nadie puede dar por seguro si en los próximos años habrá una convención generalmente aceptada que regule el aprovechamiento de los mares.
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121. A diferencia de períodos de sesiones anteriores - cada uno de los cuales quedó singularizado por un producto tangible, a saber: los textos de las principales tendencias del segundo período de sesiones, celebrado en 16 Convención del Canal Istmico, turnada el 18 de noviembre de 1903. Para una tradúcción al español, véase Castillero Pimentel, E., Panamá y los Estados Unidos (Panamá, Editora Panamá América, 8. A., 1953), pág. XLIX. 17 Celebrado del 2 de agosto al 17 de septiembre de 1976.
71, trigésimo documento
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Caracas1 8; el texto único para finels de negociación del tercer período de sesiones, celebrado ~m Ginebra 19 , el texto único revisado del cuarto período de sesiones, celebrado en Nueva York2 o -, el 17 de septiembre recién pasado se pudo solamente señalar fecha, lugar y duración del sexto período de sesiones; o sea, se produjo el mínimo indispensable para mantener viva la Conferencia. 122. Un puñado de cuestiones altamente conflictivas retienen la marcha de la Conferencia. En las comisiones segunda y tercera las materias objeto de discordia no parecen imposibles de superar. Cuestiones otrora tan controvertidas como el derecho de acceso al mar y desde el mar para los países carentes de litoral se van acercando al consenso. La pugna radical sobre la naturaleza de una zona económica como parte de la alta mar o como una zonasui generis tiene mucho de preciosismo jurídico y podría concluirse por medio del tratamiento pormenorizado de las reglas de uso y aprovechamiento, aún en medida mayor de 10 qu~ ya se ha hecho, con lo cual los riesgos que las Potencias marítimas ven en la conformación de una zona sui gener,is desaparecerían. Todo el desarrollo del derecho del mar en los últimos años apunta necesariamente en una sola dirección: la zona económica . como tercera zona tendida entre la alta mar y el mar territorial tradicional, con su propio régimen jurídico. 123. Otras cuestiones están todavía bajo fuerte disputa, particularmente los límites exteriores de la' plataforma continental, los derechos de los Estados carentes de litoral en las zonas económicas de los Estados vecinos y las reglas sobre la investigación científica en la zona económica. Con todo, parecería difícil que estal> materias pudiesen impedir la aprobación de la convención del mar. Por el contrario, las posiciones están total y absolutamente polarizadas en 10 relativo al régimen de exploración y explotación de la zona internacional de los fondos marinos, que estudia la primera comisión. El 'enfrentamiento de grupos en esta materia, que obedece a posiciones ftlosóficas básicas, amenaza derrumbar la Conferencia, no obstante que, en el plano abstracto, puede concebirse la coordinación de intereses de los países que tienen la tecnología y de los países que cautelan el traslado a la Convención del principio del patrimonio común de la humanidad, que la Asamblea General aprobó por abrumadora mayoría en 1970 [resolución 2749 (XXV)}. 124. Posiciones que podrían ser llamadas monistas y dualistas disputan sobre el régimen de la zona internacional de los fondos marinos. La posición dualista - que comúnmente se ha identificado como un paralelismo de acción, bajo reglas objetivas, de la empresa multinacional de derecho público y de las empresas privadas - ha sido objeto de comentarios durante el quinto período de sesiones que han provocado ciertas ideas avanzadas con carácter general, para salir del impasse, al indicarse la voluntad de dar 18 Véase Documentos Oficiales de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecht;> del Mar, vol. III (publicación de
las Naciones Unidas, No. de venta: 8.7S.V.S), documento Al
CONF.62/L.8/Rev.1, anexo 11, apéndice l. 19 ¡bid., vol. IV (publicación de las Naciones Unidas, No. de venta: 8.7S.V.10), documento A/CONF.62/WP.8. 20 ¡bid., vol. V (publicación de las Naciones Unidas, No. de venta: 8.76.V.8), documentos A/CONF.62/wp.8/Rev.1 y A/CONF.6'-1 WP.9/Rev.1.
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Alamblea General - Trigésimo primer período de sesiones - Sesiones Plenarias
tecnología y capital a la empresa multinacional de derecho público para que pueda, operar con las mismas oportunidades que i~s empresas privadas. Valdría examinar cómo podría concebirse el esquema de esta!.' oportunidades iguales~ para decidir con conocimiento de causa, respecto de la aceptabilidad de dichas propuestas. La interesante propuesta de tipo general tendría que ser complementada con los detalles para ser objeto de análisis detenido. Lo que no debería hacerse es tomar posición a priori, a base de prejuicio. 125. Pedimos a los participantes en la Conferencia que adopten respecto de este punto capital y decisivo una actitud realmente constructiva: a los unos que precisen la operación del fmanciamiento y la dotación tecnológica aludidos, y a los otros que retengan el juicio y la decisión hasta conocer los detalles de las propuestas, para que, sobre esa base, puedan expresar críticas, compromisos aceptaciones. Habría que abandonar la actitud de rechazo del todo por hallarle puntós inconvenientes y descomponer el todo en partes, cada una de las cuales se sometería a escrutinio, acomodo y reelaboración. Si falta un enfoque constructivo respecto a este problema, en el sexto período de sesiones, la Conferencia podría fracasar, y para ocultar el fracaso, decidir su suspensión por algunos años. Es el más vivo deseo de mi delegación, que para evitar esta consecuencia no querida nos esforcemos en obtener progresos considerables en el período de sesiones por venir. 126. Por último, al reiterar el respeto de El Salvador por el objetivo de universalidad a que aspira nuestra Organización, expreso nuestra esperanza de que en un futuro no lejano puedan incorporarse a la misma los Estados que por una u otra circunstancia no han podido acompañarnos en esta Asamblea. 127. Sr. GUZZETTI (Argentina): Séame permitido iniciar esta exposición extendiendo mis más calurosos saludos al Embajador Amerasinghe por su elección unánime para la Presidencia del trigésimo primer período de sesiones de la Asamblea General. Su extensa y fructífera actividad, no sólo como Representante Permanente de Sri Lanka en nuestra Organización, sino también al frente de las delicadas tareas de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, constituyen títulos muy relevantes para el difícil cargo que desempeña. 128. Vaya también mi agradecimiento al Presidente saliente, el Primer Ministro de Luxemburgo, Sr. Gaston Thorn, por el eficaz y constructivo desempeño durante el pasado período de sesiones. 129. La Argentina se complace con el ingreso de la República de SeycheIles a nuestra Organización, anticipándole los deseos más sinceros de cooperación. 130. El Gobierno argentino asigna a las Naciones Unidas
un papel de trascendental importancia en el sistema internacional. EIlo, porque la Carta ha recogido, desarrollado y llevado a la práctica principios que son postulados básicos e irrenunciables de la política exterior argentina. Ello, también, porque en los últimos años nuestra Organización ha consagrado otros que no por novedosos resultan menos importantes, ya que configuran bases sobre las que la Argentina espera se edifique un marco jurídico que per-
mitirá encarar con posibilidades de éxito la solución de problemas que a todos nos resultan vitales.
El Sr. Moreno Martínez (República Dominicana), Vicepresidente, ocupa la Presidencia. 131. Con la incorporación de nuevos Estados en el curso
del actual período de sesiones, las Naciones Unidas han dado uno de los últimos pasos hacia la consecución del tan anhelado objetivo de su universalidad. A no dudarlo, esta circunstancia marca el fin de una etapa y el comienzo de otra tanto o más trascendental. Porque la universalidad no es ni pudo ser nunca un fin en sí mismo, sino el medio indispensable para llevar a cabo, en todos sus alcances y plenitud, los propósitos e ideales que determinaron la creación de las Naciones Unidas hace 31 años. 132. El momento es propicio, pues, para hacer un alto y examinar con objetividadel camino recorrido. Pero más fundamental todavía para echar una mirada inquisitoria al que juntos tendremos que recorrer si queremos hacer de un futuro peligrosamente incierto una promisoria realidad. , 133. Es innegable que' en 103 últimos tiempos y por los motivos más variados, la Organización ha sido objeto de críticas y juicios negativos, ya sea por su proceder en algunos casos o por su falta de acción en otros. Estos juicios no han sido patrimonio exclusivo de algún grupo o sector, y en algunos casos se han debido a excesos de escepticismo frente a las profundas mutaciones de todo tipo registradas desde 1945. En otros casos, por no percibir o aceptar la realidad del momento y los cambios producidos en el mundo. 134. Es probable que dichas frustraciones tengan en parte como origen común el haber depositado erróneas o exageradas expectivas en lo que debe hacer la Organización para responder a sus particulares aspiraciones. Pero si aceptamos el axioma de que, en definitiva, eIla será lo que sus Miembros quieran, es obvio que mediando la voluntad política de compatibilizar los intereses individuales en aras del interés general podremos conseguir que sea un instrumento efectivo de cooperación para resolver los acu6iantes problemas que debemos afrontar. Es ésta una tarea iinpostergable. 135. La diversidad de enfoques que estas cuestiones suscitan, lejos de desalentarnos, constituye un desafío· adicional para superar una situación transitorialmente di~ fícil, cuyo mejor aliado es la inmovilidad. 136. Se ha afirmarlo - y con razón - que las Naciones Unidas son el espejo del mundo. Con sus defectos y virtudes, configuran el marco institucional que refleja la realidad de una sociedad dinámica, en constante evolución. Más aún, debemos felicitarnos de que no sólo fue sensible a dichos cambios, sino que también, en muchos casos, los impulsó resueltamente legitimando su advenimiento.
137. Tal ha sido, por ejemplo, su trayectoria en tod. \ lo referente a la descolonización. En un ciclo que pasará a la posteridad como uno de sus logros más positivos, la Organización fue factor decisivo para precipitar el fm de la rlominación colonial. La resolución 1514 (XV) de la Asamblea General - una de las conquistas más significativas de la
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138. Es dentro de este último contexto que la Argelntina espera ha de hallarse pronta solución al problema de las Islas Malvinas, vestigio de la expansión colonial en América, que por tanto tiempo ha entorpecido las relaciones entre mi país y el Reino Unido. La justicia de nuestra reivindicación, tantas veces reconocida por la abrumadora mayoría de Estados Miembros de esta Organización, con la solidaridad de los países de la América latina, reafirmada por la Declaración del Comité Jurídico Interamericano del 16 de enero de 1976 [véase A/31/23/Rev.l, cap. XXX, anexo //1 y más recientemente por los Cancilleres y Jefes de Estado o de Gobierno de 85 países en Colombo [véase A/31/197, anexo J, pá". 119J, ha merecido una nueva ratificación por parte del Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, en su resolución del 17 de septiembre de 1976 [véase A/31/23/Rev.l, cap. XXX, pá" 81, que reiteró la solicitud a mi Gobierno y al del Reino Unido de que se apresurara la solución de la disputa de soberanía. 139. Ello nos estimula a perseverar en nuestra acción por , medio de negociaciones bilaterales, tal como lo ha recomendado insistentemente la Asamblea General en sus resoluciones 2065 (XX) y 3160 (XXVIII). En ese contexto la República Argentina tiene pennanentemente en cuenta los intereses de los actuales pobladores de las islas, a los que garantiza y garantizará su bienestar, habiendo dado ya evidencias concretas de esta preocupación, que por otra parte han sido reconocidas por esta Organización. Pero va de suyo que la nuestra no puede ser una actitud unilateral. Requiere igual determinación por parte británica, a fin de que entre ambos arbitremos los medios para poner ténnino a esta' controversia y cimentar así la amistad que ha predominado en nuestra tradicional vinculación.
140. I~ediante la plena aplicación de la Carta, las Naciones Unidas en pocos años coadyuvaron a la transición, ordenada y pacífica, del estado de dependencia a que durante siglos habían sido sometidos numerosos pueblos y territorios, al de naciones libres y soberanas. La composición misma de ~~~a Asamblea es el mejor tributo pennanente a lo hecho hasta ahora en ese campo. 141. El acceso a la independencia de casi un centenar de países trajo aparejadas otras consecuencias fundamentales a las que tampoco _es ajena nuestra Organización. Por una parte, promovió la democratización de las relaciones internacionales al posibilitar que todos los Estados, cualquiera sea su potencialidad política, económica o militar, puedan sustentar sus puntos de vista y aspiraciones. Por otro lado, pennitió a los nuevos miembros participar en un pie de igualdad en la toma de decisiones susceptibles de influir decididamente en los acontecimientos mundiales. Tanto más importante todavía, provocó la formación de nuevas comunidades de interese!!, creando las condiciones para una más justa y equilibrada distribución del poder. Por último, el mejor y más amplio conocimiento de las posiciones .
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Asamblea - fue el elemento catalizador que centrali.7.ó la acción descolonizadora. En su articulado tienen cabidll. los pdncipios rectores que deben aplicarse a las distintas !¡ituaciones, adecuándolos a cada caracteHstica particular, ya se trate de observar la autodetenninación o de mantener incólume la integridad territorial de un país.
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recíprocas ha ido creando gradualmente la conciencia de que la cooperación y el entendimiento son las únicas alternativas viables para mantener la paz. '
142. En el cumplimiento de esta responsabilidad primordial que le asigna la Carta -la del mantenimiento de la paz - la trayectoria de las Naciones Unidas no es unifonne. Aunque r:,1) pudo poner en práctica el mecanismo de seguridad colectiva, basado en la colaboración ,armónica de las grandes Potencias, sin ningún margen de duda puede aseverarse que, directa o indirectamente, contribuyó a evitar una tercera conflagración mundial que hubiera puesto en peligro la supervivencia del hombre. Es cierto que en no pocas ocasiones fue-impotente para impedir el estallido de guerras locales, pero aun así, en muchos casos, su intervención sirvió para limitar los alcances o la duración del conflicto. Al ofrecer un foro para ventilar agravios y pasiones, en medida no desdeñable logró conjurar situaciones que en el pasado hubieran inevitablemente conducido a enfrentamientos armados. 143.' ta presencia de fuerzas de las Naciones Unidas en distintas zonas del mundo donde existen serias posibilidades de conflicto, aparte de constituir una de las experiencias más aleccionadoras de 10 que "puede significar la cooperación internacional, fue y sigue siendo un elemento vital para asegurar la paz. Aquietados los espíritus ante el convencimiento de que una guerra nuclear aparejaría la destrucción mutua y de todo vestigio de civilización, propició y acogió con esperanza la instauración de un nuevo clima de entendimiento entre las grandes Potencias. Desde luego, falta todavía mucho 'por hacer para que el ideal consagrado en San Francisco de "preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra" tenga plena aplicación. Los trágicos sucesos del Medio Oriente y la crítica conyuntura en el Africa meridional son un constante recordatorio de que no puede haber tregua ni descanso en esa empresa.
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144. No obstante, sigue siendo desalentador qJe los valores del espíritu no logren encauzar al muncll0 por un camino que permita erradicar el hambre, la violencia y la injusticia. 145. Con la declinación del colonialismo en su ,fonna tradicional, la problemática del desarrollo pasó a ser una de las preocupaciones centrales del sistema de las Naciones Unidas. Respondiendo a necesidades impostergables como a los propios dictados d,e la Cartas que en su preámbulo se compromete a "emplear un mecanismo internacional para promover el progreso económico y social de todos los pueblos", las Naciones Unidas están dedicando crecientes esfuerzos a esa tarea. Una primera etapa, cuya característica básica consistió en la identificación de los problemas y la defmición de la estrategia a seguir para superarlos, ha quedado atrás luego de haber cumplido la trascendental función de despertar la conciencia mundial a las cuestiones inherentes al desarrollo y a su importancia en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
146. Ahora, tal como se desprend.e claramente de las conclusiones de los períodos extraordinarios de sesiones sexto y séptimo de la Asamblea General, hemos entrado de lleno en otra etapa que debe estar signada por la acción conjunta, para lograr un más equitativo equilibrio entre los
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General - TrigéÁmo primer período de seaiones - Sesiones Plenarias
países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo. Es aquí donde se abren las posibilid.ades más concretas a la tan mentada cooperación entre los gobiernos y los pueblos. Es aquí donde las Naciones Unidas pueden asimismo desempenar un rol crucial para conciliar y conjugar los legítimos intereses y requerimientos de unos y otros, antes que la brecha que los separa adquiera contornos peligrosos. Es a(~uí, fmalmente, donde será puesta a dura prueba la capacidad real de la Organización para concertar y aplicar acuerdos integrales alcanzados en virtud de un auténtico proceso negociador.
fuerza, coerción o cualquier forma de injerencia exterior. La interdependencia supone la igualdad soberana de todos los Estados y su derecho a participar en la adopción de decisione~ que pueden afectar sus intereses. Interdependencia significa, también, la necesidad de conservar los bienes de este planeta, para asegurar a nuestros hijos ya los de nuestros vecinos, un mundo que sea digno de ser vivido. Interdependencia es, asimismo, la obligación de todos los Estados a no comprometer unilateralmente el equilibrio biológico y natural de un ecosistema mediante acciones que pudier.'" afectar a otros países.
147. Todo éxito en este empefio estará marcando rumbos significativos que bien pueden estimular las tratativas en otras esferas, como el desarme, que continúa reclamando urgentes y categóricas decisiones. A pesar de las numerosas resoluciones adoptadas y de la ;ncesante exhortación de la gran mayoría de los países, la carrera armamentista ha seguido aumentando tanto en los presupuestos siderales que a eUa se dedican como en la peligrosidad y sofisticación de los instruman tos bélicos. Las Naciones Unidas han efectuado ingentéS esfuerzos para detener, por todos los medios a su alcance, el ritmo de la competencia armamentista entablada entre las grandes Potencias. Son ellas entonces las que deben asumir la responsabilidad esencial de realizar mayores esfuerzos tendientes a acordar medidas efectivas de desarme, a partir de la prioridad nuclear.
151. i)entro de este contexto me permito destacar la persistente y' eficaz acción de diversos organismos pertenecien'tes al sistema de las Naciones Unidas tendientes a asegurar la vigencia de normas consuetudinarias y positivas relativas al medio ambiente, así como a su constante perfeccionamiento.
148. El proceso negociador ineludible que debe encararse y profundizarse en materia de relaciones económicas y de desarme tiene por objeto el llegar a soluciones prácticas en los problemas globales que hoy enfrenta la comunidad internacional, tales como el asegurar la subsistencia del hombre y garantizar su dignidad y el respeto por sus derechos esenciales, la producción y distribución de alimentos, la protección del medio ambiente, el uso racional y armónico de sus recursos, el crecimiento demográfico, el estal.lecimiento de un régimen legal para el mar, la utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos y en beneficio de toda la humanidad, la aplicación de la ciencia y la tecnología al desarroUo, el comercio y el sistema monetario internacional; todas estas cuestiones deben ser encaradas y resueltas no por una nación o grupos de naciones, por poderosas que ellas sean, sino por toda la comunidad organizada. 149. Esto nos lleva a un aspecto que concita creciente atención: el de la interdependencia. Hace relativamente poco tiempo era un tema que merecía un tratamiento académico, de la misma manera que se analiza cualquier hipótesis de t['abajo. las circunstancias a las que me he referido han alterado radicalmente ese estado de cosas. Hoy en día la interdependencia de las naciones y de los pueblos es un hecho que no admite discusión. Lo que puede y debe debatirse son las formas de encauzarla, de determinar la comunidad de intereses que ella involucra y de revitalizar los mecanismos que harán posible una mejor cooperación internacional, respetando y armonizando las identidades propias de cada uno de los países. 150. Porque la interdependencia supone, en primer término, reconocer la existencia de distintas culturas, polí· ticas, ideologías y estructuras jurídicas y económicas. Por sobre todo, implica la obligación de no pretender hacer prevalecer ningún sistema a expensas de otro, ya ~a por la
152. Es indiscutible que la actitud de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad influyó categóricamente en las decisiones adoptadas en San Francisco y, por ende, en la fisonomía que habría de tomar la Organización. Lo mismo puede decirse. actualmente en 10 que hace a las cuestiones vitales de la ~paz o la guerra. Pero en forma singularmente notable, se advierte cada vez más el peso que ejercen todos los demás pa '"~s, grandes o pequefios, fuertes o débiles, en la configUl ;ión de los acontecimientos mundiales. Esa fuerza creciente que ha ido adquiriendo la mayoría de los Estados por su activa presencia en el escenario internacional, debe ir acompafiada de un paralelo grado de responsabilidad y madurez, porque en definitiva es a ella que las Naciones UpJdas pueden rendir mayores beneficios para hacer progresar sus justas reivindicaciones. No es aventurado afirmar que la subsistencia misma de la Organización depende en gran medida de este hecho. 153. La sensible disminución de las tensiones registradas en los últimos tiempos entre las superpotencias, la crisis del colonialismo y su consecuenda inmediata, la irrupción de nuevos países independientes en el marco internacional, son factores coadyuvantes que deben redundar en la revitalización de las Naciones Unidas, para que, con renovado espíritu, sean la forja donde han de modelarse las nuevas fórmulas de entendimiento. Dicho con 61 lenguaje de la Carta, para que sirvan "de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes". 154. Cumplir con ese difícil mandato es urgente y posible. Como presupuesto básico se requiere el convencimiento de que con la confrontación nadie ha de ganar y todos saldrán perjudicados; de que ningún sector puede prosperar separadamente, ignorando las legítimas demandas de los demás; de que para reconciliar intereses dispares y obtener beneficios compartidos es ineludible actuar con realismo y hacer concesiones mutuas, en especial por parte de aquellos que están en mejores condiciones de otorgarlas. 155. En ciertos casos es absolutamente indispensable definir con exactitud el sentir de la comunidad internacional en cuestiones que encierran la defensa de elevados valores morales o de principios fundamentales para las naciones y los pueblos. En la adopción de resoluciones de ese carácter no se puede ni debe transigir. ¿Es que acaso
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injerencia exterior. soberana de todos en la adopción de ereses. Interdepen1 de conservar los uestros hijos y a los digno de ser vivido. :ación de todos los nente el equilibrio diante acciones que
estaría justificado suavizar las condenas que merece el apartheid y toda forma de discriminación racial, con el objeto de obtener el apoyo de unos pocos países más a un proyecto de resolución? Hacerlo sería eludir una solemne responsabilidad y desvirtuar el espíritu de la Carta. 156. Existen áreas en que las mayorías - desde luego, también las minorías - deben evidenciar mayor flexibilidad e inclinación por el compromiso. Son aquellas orientadas hacia la acción, en donde el éxito o el fracaso de una decisión depende de la voluntad general para ejecutarla. NI" se puede pretender que determinados sectores acaten dócilmente resoluciones de ese carácter, si sus opiniones no han sido consultadas o debidamente reflejadas en los textos que se elaboran.
ermito destacar la lrganismos pertene'nidas tendientes a ldinarias y positivas no a su constante
157. Para fortalecer el rol de las Naciones Unidas como instrumento de cooperación en indispensable revertir ciertas tendencias que conspiran contra su autoridad, prestigio y eficiencia. Para resaltar la singular importancia de la tarea, enunciaré algunas de esas tendencias adversas, sin asignar prioridades: realizar tratativas y acuerdos al margen de la Organización, sobre aspectos esenciales como la paz, la seguridad y el desarrollo, cuando estén en juego los intereses de todos los Estados Miembros; dejar de lado el examen de determinadas cuestiones que son de estricta competencia de las Naciones Unidas, a cuyo respecto es altamente ilustrativa la pasividad demostrada hasta ahorá frente a la grave crisis que afecta al Líbano; utilizar criterios . selectivos y parciales, con inocultables finalidades políticas, al juzgar acciones u omisiones de algunos problemas? pasando por alto iguales situaciones en otros países; sustituir el estricto cumplimiento de las disposiciones de la Carta con recursos procesales de muy dudosa legalidad; ignorar las decisiones adoptadas por los órganos del sistema, gran número de las cuales no tienen siquiera principio de ejecución: trabar el nonrtal funcionamiento de otros órganos del sistema o de conferencias internacionales convocadas para tratar temas específicos, planteando controversias, políticas que sólo pueden ser analizadas y resueltas por esta Asamblea Generala' el Consejo de Seguridad; soslayar la importancia de problemas .·d~ incuestionable actualidad y de vigencia real o potencial para todos los países~! permitiendo que interpretaciones sectoriales se interpongan en la búsqueda de las soluciones.
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158. [,ebo aquí hacer un alto para referirme bajo este rubro a un dramático flagelo que asola al mun.do entero, al margen de ideologías y sistemas económicos. Se trata del terrorismo internacional.
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159. A modo de contribución a esta honorable Asamblea, quiero referirme a nuestra indeseada experiencia. Alimentado por su inspiración nihilista y sus objetivos disociantes, comenzó a infIltrarse en nuestro país por los intersticios que el libre juego de la democracia desprevenida deja abiertos. Es así que al Gobierno argentino le ha tocado enfrentar una intensa y fuertemente enquistada actividad terrorista. La crueldad con que actúa y los sufrimientos que ha causado y causa en el país son bien conocidos. Las seguridades individuales y los derechos humanos más elementales son amenazados constantemente por la acción indiscriminada del terrorismo. Es evidente que la finalidad última de los grupos terroristas es la destrucción del Estado y la quiebra de las instituciones políticas. Mi Gobierno está '
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empeñado, con decisión y firmeza, a adoptar todas las medidas que la realidad haga necesarias para que la paz y la seguridad tengan plena vigencia. 160. Ultil'namente se ha advertido que algunas instancias de la comunidad internacional muestran una dedicada preocupación por la vigencia de los derechos humanos en la Argentina. Olvidan esas instancias que la República tiene tradición y bien ganada reputación como país respetuoso de los derechos y libertades fundamentale~ de la persona humana, y ha sido pionera en el desarrollo del derecho de asilo. Su pueblo está formado por todos aquellos que vinieron de otros continentes en busca de una paz y libertad que les asegurase su'progreso personal al amparo del sistema y organización política que su suelo generoso y abierto les ofreció sin distinciones de nacionalidad, raza o credo. Este es el mismo sistema político que el terrorismo internacional pretende destruir en la Argentina, invocando para ello pretendidas reivindicaciones socio-políticas y la vigencia de los derechos humanos. ,
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161. Los argentin0s sabemos que habitamos una tierra de esperanza para el mundo, conocemos los derechos que nos asisten y no eludiremos nuestros deberes ante las causas justas de la humanidad. Mi Gobierno formula un llamamiento en esta honorable Asamblea para que lar. países Miembros tomen conciencia de los peligl~)S que este ..1agelo del mundo contemporáneo ha de causar a la humanidad, de las múltiples y complejas formas con que se presenta y actúa- en las distintas regiollles del globo. Comprendemos que la distancia puede diQcultar 11;\ apreciación de la realidad, y esto particularmr.mte cuando la información no la refleja de manera objetiva.. 162. En esta tarea, los medios de difusión, que son parte indisoluble de la comunidad ~nternacional y participan por ello de las responsabilidades que a todos competen en el esfuerzo por crear un mundo Em constante mejora, están llamados a desempeñar un papel fundamental p~ra el esclarecimiento sincero de la realidad cotidiana, a fin de mostrar al mundo la verdadera imagen y dimensión de los problemas y contribuir por esa vía a darles solución. 163. En su intervención hace unos días ante esta Asamblea
{7a. sesión!, el Ministro de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania sugirió que nos aboquemos a un estudio parcial del asunto, como es el de la toma de
rehenes con fines extorsivos. Aunque apoyamos esta idea, somos de la opinión que ella no abarca, .ni mucho menos agota, todos los aspectos cOqlplejos con que el terrorismo internadonal se manifiesta en nuestros días. Por lo tanto, estimamos que debemos retomar las tareas iniciadas por el Comité Especial sobre el Terrorismo Internacional establecido por la resolución 3034 (XXVII), de 18 de diciembre de 1972, y buscar un entendimiento sobre el contexto amplio y general con que, regular y trágicamente, se evidencia el terrorismo, con vistas a decidir, en base a la concertación, sobre la acción internacional que conviene emprender a fin de dar solUCión global al problema. Esto lo decimos con toda la honda convicción de quienes experinlentan sus efectos y consecuencias indiscriminados en carne propia. Por ello no podemos sino unir nuestra voluntad a la del Secretario General para que de una vez por todas las Naciones Unidas encaren resueltamente la solución de este dramático flagelo que es el terrorismo internacional.
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Aambte. Cenera' - TriJétirno primer período de eesiones - Sesiones Plenarias
164. La política exterior argeQtina a más de su carácter universalista ha tenido t ti~ne y tendrá siempre un objetivo indeclinable e intransferible; ese objetivo se llama América. Hace 11 la esencia misma de nuestra conducta internacional una preponderancia de 10 americano sin otros límites que 10:1 que impone el respeto al principio de las soberanías nacionaleS t resguardo este que no implica restricciones, sino todo lo contrario - clara premisa para poder transitar con solide~ hacia 1~ unión continental. wG
165. Sobre tal propósito, la República Argentina viene obrando consecuelítemente, adhiriendo en forma racional a un esquema geográfico e histórico que le inpone graduar su accionar desde el intensivo intercambio con los países que comparten sus fronteras hasta la búsqueda permanente de circunstancias favorables, que afiancen los lazos bilaterales y multilaterales en la región. j
166. Somos defenSOres absolutos de la paz continental basada en el mutuo acuerdo con miras al progreso y entendemos que nuestra contribución para tal fin es concreta y específica, Sabemos que no estamos solos en esta emp~esa, que la solidaridad americana es una realidad en constante evolución perfectible y que no está lejano el día en que nuestra continuidad geográfica resulte plasmada por una línea de pensamiento basada en la libertad, la democracia y el desarrollo del hómbre y de la comunidad.
167. Deseo reiterar también en este foro el renovado compromiso de mí país con los objetivos de cooperación e integración física que animaron, y siguen animando, el programa com(m de la Cuenca Jel Plata. En esta región, definida por su pertenencia a una misma cuenca .hidrográfica, tal vez una de !as más dcas del universo, Bolívia Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina continúan desarroUando proyectos y emprendirnientos comunes, tanto en el campo de la hidroelectricídad como en el trazado de puentes, caminos, interconexiones viales y de comunicaciones. Se nCrecientan así los vínculos trazados por una geografía compartida. j
168. Si bien aún subsisten criterios no coincidentes res-
pecto al mejor aprovechamiento de l/)s recursos campart~dos de la l'epJ!"Q, confiamos en que un nuevo espíritu de cooperación )rirá pronto camino a fin da afrontar la realización de todos los emprendimientos programados sobre una base de equidad y racionalidad. En ese sentido, mi Gobierno dará todos los pasos que sean necesarios pata despejar el horizonte con la seg\lridad de que todas las otras naciones de la Cuenca del Plata participan de una similar voluntad de realización en común. Nuestro país ha asignado especiül prioridad, en su política exterior, ai desarrollo integra'cI~~ y mancomunado con los demás países de la Cuenca ~1,~1 Plata, y considera que la cooperación en la región pu('de nlcanzar una magnitud y ejemplaridad cuya irradiación podrá proyectarse también a otras áreas del mundo. 169. Con esta conciencia, y convencida de la universalidad de los problemas hídricos que hoy enfrenta, oportunamente la Argentina ofreció ser sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, para cuya realización en Mar del Plata, en mano de 1977, se ha comprometido nuestro Gobierno. Deseo, en ese sentido, adehmtar a todos los países y organizacion~s aquí presentes la más cálida
bienvenida a la Argentina. Estoy seguro de que ese primer encuentro mundial sobre uno de los más importantes recursos del planeta permitirá renovar nuestra conciencia crítica y al mismo tiempo esperanzada sobre las posibilidades de cooperación internacional. 170. Las reflexiones que he tenido el privilegio de someter precedentemente están inspiradas en el ferviente deseo de hacer un aporte constructivo para la marcha de ~a Organización. 171. El Gobierno argentino quiere reafirmar así, por mi intermedio, su más profunda fe en la Organización de las Naciones Unidas. Porque tiene el absoluto convencimiento que ella configura la tentativa más completa hecha por el hombre para labrar un porvenir de paz y de concordia; porque en su larga lista de aciertos y desaciertos sigue siendo la (mica alternativa válida para establecer normas civilizadas de (~onvivencia entre los pueblos; porque en ella y por ella, sobre la base del respeto recíproco, la Argentina ha podido extenteder sus relaciones de amistad a todos los países del mundo, concretando uno de los postulados básicos en que se funda su política exterior; porque el triunfo de los ideales que motivaron su creación, con los cuales nos sentimos totalmente identificados, no constituye una opción, sino el imperativo más categórico pa:ca que prevalezca la razón en vez de la fuerza, el entendimiento en vez de la confrontación y la cooperación por sobre el egoísmo.
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172. Sr. CARVAJAL (Chile): Chile inicia su exposición en este trigésimo primer período de sesiones de la Asambiea General felicitando al Sr. Amerasinghe por su elección para presidir los debates.
173. Damos nuestra bienvenida al nuevo Estado Miembro de las Naciones Unidas, la República de Seycheller., país con el cual Clúle acaba de establecer relacione~ diplomáticas.
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174... Bxpresamos, una vez más, nuestras esperanzas de que
en el seno de esta Organización se ~ncuentren los ll1ecanismos apropiddos para dar satisfacción a las justas aspiraciones de paz, seguridad, libertad y bienestar que reclama, cada vez con más urgencia, la humanidad. Durante un prolongado período, el mundo tendrá puestos sus qios en esta Asamblea General. Tiene razón en pedirle una respuesta alentadora que permita disipar ias tensiones, o, por lo menos, señales de una búsqueda seria de la misma. El diálogo que emprendemos, para ser positivo, requiere, en primer lugar, una sinceridad con nosotros mismos y con el mandato que nos han dado nuestros pueblos. Requiere, también, el respeto a la persf'",alidad, dignidad, inde.pendencia y modo de pensar de cada Estado Miembro sin diferenciarlos, ni en el hecho ni en el pensamiento, por su mayor o menor capacidad de gravitar en el concierto mundial.
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175. ~e oyen muchas veces crítiC~3 a las Naciones Unidas ,; no f _La quienes, abiertamente, insinúan a sus gobiernos la
dismlllución de su participación 0, simp\emente, su retiro de ellas, por los problemas que hemos Josquejado. Participamos de las críticas, pero rechazamos categóricamente que el remedio para corregir los deff'ctos de nuestra Organización sea el restarle la colab(, "ón que precisamente ahora necesita, más que nunca, de wdos nosotros. Chile ha
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prestado y seguirá prestando toda su colaboración a las Naciones Unidas y a todos y a cada uno de sus organismos dependientes, como ha sido su tradición invariable.
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176. A pesar de la injusticia de tantas palabras y resoluciones, hemos demostrado, en la delicada e importante materia de los derechos humanos, que nuestra intención de colaborar es permanente y sólida. A este respecto, sólo quiero recordar que el año pasado mi Gobierno tomó la iniciativa de proponer el establecimiento de las normas jurídicas indispensables de la(i Naciones Unidas 21 • Estas normas deben reconocer, por una parte, las atribuciones de los organismos internacionales y, por otra parte, respetar la dignidad y los derechos propios de un Estado soberano. No estamos dispuestos a ver disminuidos o mal apreciados todos los derechos que nos corresponden como Estado libre Miembro de esta Organización. Creemos que cuando se trata a un país en forma discriminatoria, se está atentando contra su dignidad y contra su calidad intrínseca de Estado soberano, ya que no se está respetando el principio de la igualdad jurídica de los Estados. 177. Después de la segunda guerra mundial hemos vivido sucesivamente períodos de "guerra fría", de "coexistencia pacífica") y ho~' estamos viviendo lo que se denomina período de "distensión". Chile, al igual que las demás naciones, ha debido desarrollar su vida de relación en la' comunidad internacional dentro de las circunstancias aptes señaladas. Coincidimos plenamente en reconocer el éxito de la distensión al mantener la paz internacional, evitando el uso de la fuerza nuclear que nos ilevaría al suicidio colectivo. La "distensión" ha alejado la amenaza de una guerra mundial, pero al mismo tiempo ha significado que en la práctica una de las grandes Potencias no ha respetado el prir cipio esencial de la distensión. Al contrario, ha usado y :"'etende seguir usando lot resultados de la misma como medio propicio para continuar su política expansionista. Con su amoralidad habitual, la Unión Soviética no vacila en calificar como enemigos de la l'az a quienes denuncian sus actitudes y a quienes tratan de impedir su continua expansión imperialista y política, y su afán de predominio mundial. Como ha dicho Akxander SolzhenUsyn en su entrevista por televisión en Gran Bretaña, "La 'distensión' es necesaria, pero con las manos abiertas. ¡Hay que mostrar que no se tienen piedras en las manos! Pero los socios de ustedes, aquellos con quienes ustedes están conduciendo la 'distensión', tienen una piedra en sus manos y es tan pesada que podría matar a ustedes de un solo golpe. La 'distensión' se convierte en un autoengaño. Sólo se trata de eso". 178. Reiteramos desde esta alta tribuna que si bien es cierto que el enfrentamiento global ha sido alejado, esta ausencia de conflicto sólo se ha aplicado a la prevención de la guerra universal, pero subsiste una agresión expansionista del comunismo soviético ayudada por su penetración ideológica con el objeto de ganar posiciones geoestratégicas en todos aquellos lugares del mundo en que la buena fe o la debilidad de los países libres se lo han permitido o tolerado. Aun cuando la acciéij ".l la penetración soviética adopta 21 Véase Documentos Oficiales de la Asamblea General, trigésimo período de sesiones, Anexos, tema 73 del programa, documento
A/10404, párr. 9.
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distintas .modalidades para adecuarse a. diferentes situaciones políticas o geográficas, tiene en todas partes una característica común. En primer lugar, aprovecha cualquier doctrina, opinión o actitud que exprese la creencia de que la actual sociedad cristiana-occidental se encuentra sumida en fatal o inexorable decadencia. Por su parte, por todos los medios a su alcance, ataca a la religión, a la familia, a los sistemas políticos de libertad y a las virtudes flue han hecho posible el desarrollo de la civilización. Con el pretexto de defender la igualdad y la justicia social, se ofreée a sí misma como alternativa frente a las imperfecciones del mundo. Para lograr sus propósitos hace ingentes esfuer~os para crear, ya menudo con éxito, una sensación de "no peligro", y afirmando reiteradamente la rectitud de sus intenciones, pretende hacer creer que respetará íntegramente a las democracias liberales y los fundamentos básicos de la nacionalidad de cada uno de 'los países en los cuales se presenta como alternativa. 179. Nosotf'JS tenemos una dolorosa experiencia a este respftcto; Chile no olvidará jamás que el comunismo chileno, obediente al comunismo. soviético, se disfrazó con ropaje democrático y llr,gó a aceptar y promulgar un Acta de- Garantías Constitucionales, compromiso que posteriormente sus lideres dec:, raron en forma pública era sólo una táctica para alcanzar el poder y que por lo tanto no cumplieron ni tuvieron jamás la intención de hacerlo. 180. Por su pretensión de alcanzar el poder en los países libres, el comunismo soviético establece como principio fundamental la lucha de clases y, a través de él, hace del odio la herramienta más útil de su acción en el interior de los países. Pretende evitar y desprestigiar cualquier intento de acción solidaria entre los distintos sectores que forman los conglomerados nacionales, para impedir su unidad y para facilitar de esta manera las etapas posteriores de violencia, subversión, terrorismo y agresión armada. Mientras los países hacen esfuerzos para alcanzar un grado de tranquilidad que les permita afrontar sus propios problemas, el comunismo soviético sigue buscando el quiebre interno de las naciones alentando toda acción extremista. 181. Como lo señalara én su reciente mensaje anual Su Excelencia el Presidente de la República de Chile, General . Augusto Pinochet, el comunismo, en su intento de controlar los Estados desde dentro, utiliza dos tácticas simultáneamente: "Por una parte, infiltra los núcleos vitales de las libres, tales como los centros universitarios e intelectuales, los medios de comunicación social, los sindicatos laborales, los organismos internacionales y, como incluso lo hemos visto, en Chile, los propios sectores eclesiásticos. Por otro lado, promueve el desorden en todas sus formas. Desorden material, con agitaciones callejeras. Desorden económico, con presiones demagógicas e inflacionarias. Desor
233. En cuanto a Mozambique, esta conducta ha quedado sobradamente demostrada con las constantes agresiones contra nuestro territorio, con las violaciones sistemáticas de nuestras fronteras hechas con el fin de sembrar la muerte entre ..poblaciones no protegidas; no pasa una semana sin que las fuerzas racistas violen nuestro territorio o nuestro espacio aéreo. Estos actos nos han forzado a la vigilancia constante, porque las acciones del enemigo constituyen en nuestro país un quebrantamiento de la paz, violan nuestra soberanía e igualmente plantean una amenaza a la paz y la seguridad de la región. 234. Así sucedió en Mapai; en una acción en que se empleó todo tipo de equipo militar~ las fuerzas reaccionarias invadieron nuestro territorio, destruyendo objetivos no militares, asesinando docenas de mozabiqueñ08 indefensos. Así sucedió también en Nyazonia, un campo de refugiados de Zimbabwe bajo los auspicios del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados; en una acción que duró varias horas, los racistas de Rhodesia asesinaron a sangre fría a 675 refugiados de Zimbabwe, hombres, mujeres y niños. Esta brutalidad de la acción ha quedado descrita claramente por el representante en Mozambique del Alto Comisionado, quien visitó el lugar.
231. !.;as victorias de los combatientes por ia libertad de Zimbabwe, Namibia y Sudáfrica aumentan cada dí~: están cercando a las fuerzas racistas y aislando a las fuerzas inten#cioilales que apoyan a los regímenes minorit~!ios de Smit~'y Vorster. El progreso de nuestra lucha de liperación mediante la intensificación de la acción militar, lapcción ipternacional coordinada de solidaridad en apoyó de la fucha y, como parte de ella, la intensificación de sanciones ~ontra Rhodesia, han logrado que la situación empeore en todos los niveles. Esta a su vez ha traído aparejadas condiciones cada vez más desfavorables para el imperialismo, y 10 ha forzado a reconsiderar su posición. Objetivamente, en estos momentos el imperialismo reconoce 10 inevitable de la derrota de los regímenes minoritarios en el Africa meridional. Por consiguiente, está muy claio que toda solución que pueda hallarse es resultado de la lucha armada, de su Últensificación y de sus triunfos. Todas y cada una de las soluciones negociadas tendrán que basarse en las condiciones presentadas por los auténticos representantes de los pueblos en lucha.
235. Tenemos que expresar nuestro gran asombro cuando ciertos países deciden limitar su preocupación a las víctimas del terrorismo aéreo o del terrorismo practicado por grupos pequeños, al tiempo que ignoran completamente el terrorismo que practican en el Afriea meridional los regímenes minoritarios racistas. Hemos oído hablar aquí sólo de las 270 víctimas de acciones terroristas perpetradas desde nuestra última reunión. ¿Y qué decir de los 675 refugiados de Zimbabwe asesinados en Nyazonia por los terroristas del régimen de Smith? ¿O de los naturales de Mozambique muertos en Mapai? ¿Y por qué se guarda silencio sobre los miles de jóvenes asesinados brutalmente en Soweto y en otros lugares de Sudáfrica por las tropas racistas? ¿Fue simplemente un error de cálculo matemático o debemos entender que las vidas de miles de seres humanos, víctimas del terrorismo, no tienen el mismo valor que las vidas de las 270 personas que se mencionaron el otro día como únicas víctimas de las acciones del terrorismo?
232. En Zimbabv.e se intensificó la lucha el año pasado; la intensificación de la acción militar unida a la solidaridad activa de varios Estados africanos ha colocado al régimen de Ian Smith en una posición insostenible. El desarrollo de la acción diplomática y militar, la censura y oposición de la
236. Quiero dejar en claro que la República Popular de Mozambique en ningún caso acepta forma alguna de terrorismo. He mencionado los ejemplos anteriores simplemente para llamar la atención de la Asamblea General sobre la situación de terror vigente en el Afríca meridional.
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AIImblea Genall - Triaéaimo primer período de sesiones - Sesiones Plenarias
237. Frente a estos ejemplos, la.comunidad internacional, que apoyó nuestra lucha contra el colt.nialismo portugués, no puede permanecer· indiferente; resulta claro que la continuación del régimen minoritario en Zimbabwe conneva la perpetuación del colonialismo con todo su séquito de males, incluidas las matanzas sistemáticas de los habitantes autóctonos. Al mismo tiempo, constituye una amenaza permanente para la integridad territorial y la independencia de la República Popular de Mozambique. 238. POli" lo tanto, no es suficiente condenar el régimen racista e ilegal de Ian Smith. Es imperativo tomar medidas concretas con el propósito de poner fm a esta situación anómala. Al respecto, confiamos en que la comunidad internacional ofrecerá mayor apoyo a los combatientes de la libertad, cuya victoria inevitable reconocemos todos nosotros. 239. Como resultado de la lucha sin cuartel iniciada en el campo de batalla por los combatientes de la libertad, el régimen de Smith ha aceptado finalmente el principio del gobierno de la mayoría. En esta oportunidad, quiero sefíalar los esfuerzos significativos del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Sr. Kissinger, ...1 tratar de persuadir a Ian Smith para que reconozca la realidad. Esta aceptación por sí misma podría constituir un factor positivo en vista de la evolución de la lucha en Zimbabwe y del futuro avance hacia una victoria total. ¿Pero qué tipo de aceptación es ésta? Desearíamos ver que se la pusiera en práctica. Al mismo tiempo, resulta necesario decir aquí claramente a Smith y a sus aliados que el problema de Zimbabwe no tiene nada que ver con los intereses de esta o aquella Potencia extranjera. El gobierno de la mayoría (lignifica, precisamente, que corresponde al pueblo de Zimbabwe decidir su propio destino sin ninguna injerencia extranjera. 240. El objetivo de los combatientes de la libertad es establecer un gobierno de la mayoría que permita la creación de un orden político, económico y social justo, en e! cual todos tengan los mismos derechos. ¿Cómo lograr este gobierno de la mayoría? Con este propósito declaramos que sólo la posición del movimiento de liberación, el verdadero defensor de los intereses del pueblo de Zimbabwe, debe prevalecer. 241. Mucho se ha dicho últimamente sobre las minorías, sobre las "garantías de los intereses ~e las minorías" y sobre la "indemnización" que debe darse a la minoría blanca. Este es un intento de apartarnos del verdadero núcleo del problema, de tergiversar los objetivos de la lucha y de introducir el espectro de una lucha entre las razas, en un intento de confundir la definición del verdadero enemigo contra el que han luchado los combatientes de la libertad. El problema de Zimbabwe, como dijimos, es el del establecimiento de un orden justo, en el cual no haya lugar para minorías privilegiadas. El problema se trataría correctamente si en lugar de preocuparse en exceso de las llamadas garantías de los derechos de la minoría, la comunidad internacional se preocupara principalmente de las necesidades de Zimbabwe en su empefío de reconstrucción nacional una vez alcanzada la victoria por parte de la~ fuerzas libertadoras. 242. Resulta interesante ver cuán fácil ha sido para el mundo occidental aceptar la propuesta de la creaci5n de Un
fondo de 1.500 millones de dólares para la indemnización de la minoría blanca al tiempo que aún ha sido imposible cubdr siquiera el mínimo necesario para compensar a los países que decidieron aplicar las sanciones para apoyar la justa causa de la mayoría de Zimbabwe. A este respecto es conveniente recordar que las pérdidas de Zambia debidas a su aplicación de las sanciones obligatorias contra Rhodesia eran de cerca de 500 millones de dólares, y las de Mozambique de aproximadamente 300 millones. No nos oponemos a que se dé apoyo a los colonialistas que decidan abandonar el Zimbabwe independiente, donde por otra parte no podrían ser de ninguna utilidad. Pero deseamos sefíalar el contraste que existe no sólo entre las cifras, sino en el interés y la buena disposición de que se ha dado muestra en ambos casos. 243. Con el propósito de fomentar la causa de la solución inmediata del problema de Zimbabwe, la República Popular de Mozambique apoya la convocación por parte del Reino Unido de una conferencia constitucional que se celebre fuera de Rhodesia, con la participación de los auténticos representantes de las fuerzas nacionalistz.- . Para nosotros, el Reino Unido es la Potencia colonial en Rhodesia y por ello debe asumir la plena responsabilidad que le incumbe en la solución del problema. Corresponderá a esta conferencia constitucional establecer el proceso de la transferencia del poder así como definir la cuestión del cese del fuego. Estamos convencidos de que el gobierno de transición debe ser un gobierno de la mayoría con poder real con el propósito de garantizar a los nacionalistas el ejercicio eficaz del poder. 244. Deseamos declarar en forma categórica que no habrá posibilidad alguna de levantar las sanciones mientras la conferencia constitucional no haya producido resultados considerados satisfactorios por los combatientes por la libertad. En forma análoga, mientras no se logren estos objetivos, nosotros continuaremos apoyando incondicional· mente la lucha armada. 245. Mi Gobierno felicita nuevamente 'al Secretario Gene· ral por sus esfuerzos en la búsqueda de soluciones para este problema, y por el papel activo que desempefíó, tanto él como el grupo que nombró dirigido por el Subsecretario General de Cuestiones Políticas Especiales, Sr. Abdulrahim Farah, al tratar de buscar apoyo de la comunidad interna·; cioDal para Mozambique a raíz de nuestra aplicación de las sanciones contra Rhodesia. Mi Gobierno también expresa sU~, aprecio a aquellos países que contribuyeron a compensar las dificultades resultantes de nuestro cierre de la frontera con Rhodesia. 246. En Namibia, la lucha se ha intensificado, y allí también la ocupación ilegal por parte de· Sudáfrica se ha hecho insoportable. Encarando una situación cada vez más adversa, los racistas de Sudáfrica lanzaron una ofensiva en dos frentes. 247. Desde el punto de vista militar, el régimen ilegal de Sudáfrica últimamente ha aumentado su capacidad bélica en las fronteras con la República Popular de Angola, creando una zona tapón que por una parte se usa como base para agresiones sucesivas contra Angola y Zambia y por otra parte se utiliza para reprimir en una forma más violenta la lucha de liberación del pueblo de Namibia. Sin embargo, a \
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259. A este respecto reiteramos el llamamiento hecho por el Presidente de la República Popular de Mozambique, el Sr. Samara Moisés Machel, en la Conferencia de Colombo, instando al Gobierno de Indonesia r que retirara su fuerzas de ocupación de la República Democrática de Timar Oriental. Pedimos a todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas que se sumen a este llamamiento y que c()ndenen ula persistente negativa del Gobierno de Indonesia a aceptar las disposiciones de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General y Jel Consejo de Seguridad". Condenamos Ula supuesta integración oficial de Timor Oriental efectuada por el Gobierno de Indonesia". Reconocemos que el FRETILIN es "el único representante auténtico del pueblo de ese país". Por último, queremos "llamar la atención del Consejo de Seguridad hacia la necesidad urgente de tomar todas las meiidas necesarias para aplicar sus resoluciones". 260. Igualmente sumamos nuestras voces a las denuncias de la ocupación por la fuerza y la partición del territorio dr la República del Sáhara. Saludamos la lucha heroica del pueblo de Puerto Rico y del pueblo de la llamada Somalia Francesa (Djibouti) y saludamos a todos los pueblos que en todo el mundo luchan por su libertad e independencia. Exigimos la liberación de Luis Corvalán y el respeto de los derechos humanos en Chile. También expresamos nuestra indignación por el asesinato del ex Ministro y Embajador de Chile en los Estados Unidos, Sr. Orlando 1..etelier, perpetrado en Washington hace dos semanas. 261. Al pueblo de Pa~estina y al mundo árabe deseamos expresarle nuestra preocupación por la agravación de la situación en el Oriente Medio. Estamos convencidos de que, para una solución justa y duradera del problema, la comunidad internacional debe tener en cuenta los principios enunciados en la declaración política de la Conferencia de Colombo, es decir, retiro total de Israel de todos los territorios árabes ocupados y ejercicio por el pueblo palestino de todos sus derechos inalienables; apoyo total y asistencia material, militar y moral a los países árabes y al pueblo palestino, representado por la Organización de 1.... ~ración de Palestina, en su lucha contra la agresión israel.; todos los Estados deben abstenerse de tomar medidas que puedan contribuir al apoyo material, militar o moral de las políticas israelíes; todos los Estados deben condenar la complicidad entre Sudáfrica e Israel, encaminada a constituir un eje racista y expansionista para combatir contra los pueblos y despojarlos de sus derechos nacionales. 262. Respecto de la cuestión de Corea, sólo el retiro de las tropas extranjeras y la reunificación pacífica de este país sin injerencia externa podrá ser la base para lograr una situación estable. 263. La admisión de la República de Seychelles como 1450 Miembro de esta Organización nos colma de felicidad. Deseamos felicitar al pueblo y al Gobierno de ese Estado hermano y asegurarles nuestra cooperación. 264. Con la misma profundidad con que nos asociamos a quienes nos precedieron en celebrar la admisión de un
nuevo Miembro de las Naciones Unidas, no podemos sino condenar vigorosamente la forma como uno de los Miem· bros permanentes del Consejo de Seguridad utilizó su derecho de veto para impedir que la República Popular de Angola pudiese ingresar a la Organización, lo mismo que la República Socialista de Viet Nam. 265. La participación de la República Popular de Angola en reuniones internacionales tales como el último período de sesiones de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar ha contribuido en forma significativa a promover un clima de cooperación y amistad entre los países de la comunidad internacional. Angola, por lo tanto, debe ser admitida en las Naciones Unidas sin demora. 266. La contribución decisiva de Viet Nam a la lucha de los pueblos oprimidos nos hizo aprobar la resolución 3366 (XXX), en la cual, por 123 votos a favor y ninguno en contra, la Asamblea pidió al Consejo l1e Seguridad que reconsiderara en forma favorable el ingreso de la República Democrática de Viet Nam y de la República de Viet Nam del Sur. Pero los Estados llnidos de América vetaron luego la admisión de Viet Nam. El 2 de agosto de 1976, un Viet Nam unificado presentó una nueva petición de admisión. Mi delegación apoya plenamente la admisión de Viet Narn como Miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas y rechaza inequívocamente cualquier pretexto extraño que tenga por objeto frustrar su admisión. Esperamos sinceramente que los Estados Unidos de América reconsideren su posición de modo que tanto Angola como Viet Nam sean admitidos en la Organización antes de que concluya el actual período de sesiones de la Asamblea General. 267. No puedo concluir sin felicitar al Sr. Amerasinghe por su elección para la Presidencia de este período de sesiones de la Asamblea General. Nos complace tener como Presidente de nuestra Asamblea a un diplomático ilustre del país que fue anfitrión de la Quinta Conferencia de los países no alineados y que la recibió con tan notable hospita . -1 Mi delegación está convencida de que, bajo su direcció.' 'l