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eDITORIALeS | CARTAS
| Sábado 29 de marzo de 2014
Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre
La estanflación está entre nosotros Analistas del sector privado proyectan para este año una caída de la actividad económica, con una baja del consumo, combinada con más inflación
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na economía en estanflación tiene dos rasgos característicos. No crece y además sufre una inflación importante y sostenida. La información disponible dice que la Argentina se encuentra en esa situación. La mayoría de los analistas del sector privado proyectan un decrecimiento del producto bruto interno en el año en curso. Se observa una caída del consumo con tendencias que parecerían acentuarse en las últimas semanas. La producción agrícola tendrá algún efecto compensador, pero no suficiente. Se puede decir que nuestra economía se encuentra estancada, con más signos recesivos que positivos. En el primer bimestre los precios minoristas, medidos por el nuevo índice del Indec, aumentaron un 7,2%. Las mediciones privadas hablan de un incremento algo mayor. Si en los diez meses del año restantes se mantuviera ese ritmo de inflación, se alcanzaría en 2014 un aumento de precios del 52%. Con estos valores estaríamos disputando con Venezuela el primer puesto en el ranking de la mayor inflación en el mundo. También compartimos con ese país el nada grato privilegio de ser los únicos dos de la región que tendrán un decrecimiento de su economía. Estos datos preocupantes se muestran en consonancia con la mala performance fiscal y la caída del superávit comercial. El déficit de las cuentas públicas, después del pago de intereses y sin considerar como ingreso las transferencias del Banco Central y de la Anses, supera ya el 4% del producto bruto interno. La tendencia del déficit es creciente ya que las erogaciones aumentan a mayor ritmo que los ingresos. Más allá de la anunciada reducción de los subsidios a las tarifas de agua y gas, que no impactarían en más de un 15 o 20 por ciento del total de gastos en subsidios, no se están tomando medidas relevantes para achicar las erogaciones del sector público en términos reales. Más aún, esa medida que impactará en muchos hogares debió haber sido tomada en forma progresiva desde hace mucho tiempo. Las políticas populistas y las urgencias del relato oficial condujeron a su postergación a lo largo de muchos años, viéndose el Gobierno en la obligación de adoptarla ahora, probablemente en el peor momento económico del ciclo kirchnerista, caracterizado por un estancamiento en los niveles de consumo, inversión productiva y creación de fuentes de trabajo. Así, una mejora en las cuentas fiscales parece-
ría volver a depender de una nueva devaluación que permita retrasar jubilaciones y salarios estatales. A juzgar por los conflictos policial y docente, ésa no será una tarea fácil. La presión tributaria es la más alta de la historia argentina: mientras que en 1990, era del orden del 25% del PBI, incluida la carga impositiva nacional, provincial y municipal, actualmente ronda el 67%, según un trabajo de Orlando Ferreres. Y si algo puede ocurrir en un marco recesivo, es que la recaudación disminuya en términos reales. La cuestión fiscal se presenta así como la más crítica y comprometida para un gobierno de signo populista que ha hecho del asistencialismo un instrumento electoral. Lo paradójico es que conociendo este crítico cuadro de situación fiscal se decidan gastos adicionales tales como el subsidio a los llamados “ni-ni” o más presupuesto para publicidad oficial y Fútbol para Todos. A pesar de las restricciones para importar, el saldo de la balanza comercial se ha reducido fuertemente en el primer bimestre. La devaluación de enero no ha logrado impulsar las exportaciones y la caída de la demanda de Brasil no ayuda en varios rubros tradicionales del comercio con ese país. El Gobierno no advierte que en muchas actividades industriales las restricciones arbitrarias a la importación de insumos y partes impiden tomar compromisos de venta al exterior. Además, las devaluaciones, ya sean periódicas o continuas, incitan a postergar exportaciones esperando un mejor tipo de cambio. Todas estas distorsiones han alimentado las tendencias recesivas. Las medidas más racionales instrumentadas por el Banco Central a fines de enero detuvieron el drenaje de las reservas y la escapada del dólar paralelo. Evitaron así el abismo que se aproximaba, pero sólo apuntaron a ganar tiempo y no a detener la inflación ni a reactivar la economía. Para esto es necesario trabajar estructuralmente sobre el gasto público, recrear la seguridad jurídica y la confianza. De lo contrario se habrán consumido algunas balas para lograr sólo efectos transitorios. La estanflación incrementa la pobreza, además de generar conflictos sociales. La lucha por no perder posiciones en la carrera entre precios y salarios multiplica los paros laborales, los piquetes y los enfrentamientos. La Argentina tiene experiencia abundante en este fenómeno y sería deseable que no la ampliara.
Carnes: ¿dejaremos de exportar? Si la Argentina no aumenta su producción vacuna, pronto se verá obligada a perder las escasas exportaciones que todavía realiza en la actualidad
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a carne vacuna ha sido y seguirá siendo el alimento más preciado de la dieta argentina y al mismo tiempo, aunque cada vez más pálidamente, protagonista del comercio de exportación. Pero en tal confrontación ha primado finalmente el consumo doméstico. Esta situación ha tenido expresión reciente con motivo del aumento del precio de la carne y de la inmediata intervención estatal, como si de ello pudiera surgir una mágica solución. La realidad demuestra que esto no se logró. En cada eslabón de la cadena de la formación del precio, existe una numerosa participación de empresas. Por ejemplo, en la faena de ganado, hay 658 plantas, de las cuales 458 están activas, en tanto operan en ellas 1113 matarifes y 2465 matarifes carniceros. En otro eslabón, un estudio del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina asigna 2616 puestos de venta de carnes en esta capital y 11.892 en el Gran Buenos Aires. Estos ejemplos, aplicados al reconocido Índice de Concentración Herfindahl-Hirschman, utilizado universalmente, proveen resultados que revelan la inexistencia de una indeseable concentración en algún eslabón. El elemento indeseable en la comercialización de la carne es la venta mayorista de 20 piezas en una sola res. Afortunadamente, ello está cambiando con mayor dinamismo. Atribuir responsabilidades por el aumento de la carne ya sea a ganaderos e industriales como a carniceros, supermercados y otros tantos eslabones de la cadena supone en principio desconocer la realidad del sector. El precio del ganado y de la carne tiene, en primer lugar, un componente macroeconómico que es nada menos que la inflación, nacida en 1946 y vigente hasta hoy con altibajos.
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No pueden desconocerse otros elementos, como el factor cíclico, determinante de dos etapas, una de retención de ganado, principalmente de hembras y ganado joven, que da lugar a escasez de oferta de carne y aumento de precios, y otra de liquidación de existencias y disminución de precios. La realidad actual parece indicar que la ganadería está ingresando lentamente en un período de menores ventas y mayores precios, que de afirmarse contribuiría a reconstruir el inventario ganadero. Sin embargo, la Argentina no deja de cometer errores. Como la subutilización de la Cuota Hilton y la mora en acceder a una nueva cuota europea exenta de aranceles de importación. Y por si ello fuera poco, no se logró la apertura de mercados de la dimensión de los Estados Unidos, Canadá, México y Corea del Sur, todos ellos abiertos para las carnes uruguayas y próximamente para las brasileñas. Toda aspiración al crecimiento de la producción debe inexorablemente eliminar las retenciones a las exportaciones, recurso fiscal que generalizadamente no aplica ningún país del mundo. En tal contexto, las exportaciones argentinas de carnes han continuado descendiendo hasta alcanzar sólo el 7 por ciento de la producción, muy por debajo del 20%, una proporción que fue usual en el pasado. Los argentinos asistimos a un estancamiento de la producción de carne vacuna, con una disminución que se juzga temporaria. A eso se suma un aumento de la población del orden del uno por ciento anual, un consumo sin crecimiento a la vista y una exportación en caída. Así las cosas, si no aumentamos la producción, dejaremos de exportar.
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Bajan subsidios y suben tarifas Se perdió el objetivo Cuando se comenzó a hablar de suspender los subsidios a los servicios públicos, originalmente el plan era: 1) reducir gastos para bajar el déficit y evitar una catástrofe económica; 2) racionalizar los subsidios, recortándolos a quienes pueden pagar más, levemente a la clase media y manteniéndolos a los sectores bajos, para minimizar el impacto en los ingresos; 3) minimizar el impacto en la actividad económica. Pero el resultado fue: 1) corte casi total de los subsidios a todos menos los que reciben planes sociales o logren consumir cada vez menos servicios; 2) lo que se deje de gastar en subsidios será destinado inmediatamente a planes sociales; 3) incertidumbre ante la posibilidad de un impacto en las paritarias, a pesar de que les cortamos el subsidio a las clases media y baja. Es decir que, en lugar de implementar una racionalización de los subsidios (¿cuánto le afecta a un millonario que no le subsidien más el gas, el agua y la luz?), se implementó un ajuste al mejor estilo de Cavallo, Rodríguez y Alsogaray e, inmediatamente después, todo lo que se podría haber ahorrado (cerca de $ 13.000 millones), lo cual por lo menos hubiese servido para evitarnos un colapso a futuro, será destinado a subsidios sociales (me pregunto si los subsidiados, recordando estos aumentos, perdonarán al Gobierno por recortarles a ellos la asistencia cuando no haya más plata). Evidentemente se perdió el objetivo original. Diego Salvati
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Belgrano, hombres ejemplares en la carrera pública. Ninguno de los dos murió rodeado de riquezas. Como buenos padres de la patria, ofrecieron su esfuerzo y sacrificio para forjar los destinos de nuestra nación. Andrea C. Testa DNI 16.559.434
Adolfo Suárez Durante la emotiva ceremonia de sepultura del ex presidente del gobierno español Adolfo Suárez, los ciudadanos se reunieron al paso del féretro para manifestar su profundo pesar, sin exhibir banderías políticas o estruendosas declaraciones. Entre la multitud surgieron algunos vivas, la palabra “presidente”, voceada con gran emoción, y para toda la clase política que asistía a la ceremonia, un ciudadano expresó un deseo: “¡Tomad ejemplo!” Estas dos palabras encierran en su simplicidad un mensaje sobrecogedor. ¿Llegará esta recomendación a los representantes del pueblo, cualquiera que sea éste? ¿Podrá tan conmovedor llamamiento inmutar a nuestros propios políticos? ¿Serán capaces de hacer ostentación de honradez, dignidad y respeto por las leyes republicanas, quienes sean elegidos para conducir al país en los próximos tiempos? María del Carmen Giay Levra DNI 5.599.202
Imputación arbitraria En las arriesgadas misiones que cumplían las fuerzas especiales argentinas en Malvinas, una de las funciones más peligrosas era la del entonces teniente primero Enrique Stel. Como estaba encargado de las radiocomunicaciones, se convertía en el blanco predilecto de
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Eufemismos “No es un tarifazo, es una reducción de subsidios diferencial”, explicó el ministro Kicillof en referencia a la baja de subsidios a varios servicios básicos. Yo sugiero, tratando de imitar los eufemismos oficiales, “reacomodar los porcentajes gravados a los salarios, de manera que los ingresos de los asalariados se vean en posibilidad de comprar algo para su subsistencia”. En criollo: subir el mínimo no imponible y contener la inflación. Si no, más que tarifazo, esto es un saqueo al bolsillo. Espero que a la hora de votar tengamos verdadera y completa memoria. Santiago de Achával DNI 14.043.957
Madre Escuché a la Presidenta afirmar por cadena nacional que se siente la madre de los argentinos, lo cual me hizo pensar en todo lo que implica ser madre. Una madre enseña a sus hijos el apego a la verdad y el rechazo a la mentira y el engaño. La Presidenta sostiene y protege a funcionarios sospechados de corrupción, y repitió como si fueran verdaderos los índices de inflación, crecimiento, ocupación, entre otros. Una madre acompaña en el dolor. La Presidenta jamás pisó el andén de la estación Once, se subió a un tren subsidiado por su gobierno. Una madre promueve la austeridad y el cuidado de los recursos económicos de su familia, ganados con esfuerzo y con trabajo. La Presidenta cultiva el perfil alto y poco austero, y usa los recursos de la Anses como si fueran propios, de manera pródiga y descontrolada, mantiene las pérdidas millonarias de Aerolíneas y la obra pública en manos de los amigos. Una madre da el ejemplo enseñando respeto, tolerancia y buenos modales. La Presidenta descalifica a menudo a quienes no coinciden con ella. Una madre cuida a sus hijos del peligro, intenta protegerlos y les enseña a enfrentar los riesgos de la vida cotidiana. La Presidenta niega la inseguridad, actitud que conlleva negar el narcotráfico, la violencia y la laxitud de los controles estatales. Una madre busca la superación personal de sus hijos, mientras la Presidenta profundiza el modelo clientelar. Una madre enseña a pedir perdón, a reconocer los errores, a acrecentar los valores morales de sus hijos. La Presidenta gobierna tomando revancha y descalificando. Vayan como ejemplo la resolución 125, la ley de medios, la ley de democratización de la Justicia, por citar algunos casos. Que me disculpe, entonces, pero en sus acciones estoy lejos de ver a una madre. En los libros de historia encontramos, acompañados del calificativo de padres de la patria, a José de San Martín y también a Manuel
En la Red Renombran la calle Inglaterra Facebook
“¿Y si mejor reconocen a los veteranos que están en la plaza hace años?” Marce Díaz Nielsen
“Con gente sentada en el pasado, nunca conoceremos el futuro de un país desarrollado: el nuestro” Miguel Chasco
“Menos mal que no le pusieron Néstor” Julio J. Vicharra
“Qué patriotismo más barato, seguro que de estar en condiciones visitarían Londres” Susana María Sánchez
los ingleses, que lo detectaban tan pronto comenzaba a transmitir y le destinaban una lluvia de proyectiles. Tanto es así que era el único comando que se veía obligado a usar casco y no boina como el resto de sus camaradas. Tuve el honor de conocerlo y tratarlo durante la guerra austral. Me impresionó particularmente su religiosidad, su rectitud, su sentido del honor. Un hombre así jamás hubiera obedecido una orden aberrante. Y, sin embargo, acaba de ser detenido en Tucumán por supuesta violación de los derechos humanos. Justamente él, quien después de la Guerra de Malvinas se especializó en derecho humanitario y llegó a ser profesor titular de esa materia. Stel ha sido imputado por el mero hecho de haber estado destinado en una unidad militar durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, cuando tenía apenas 20 años. Cabe subrayar que para ascender a los grados de mayor, teniente coronel y coronel, la trayectoria de Enrique Stel fue analizada por todos los organismos defensores de los derechos humanos en 1991, 1995 y 2002, y ninguno formuló objeción alguna para que fuera promovido. Y su ascenso al grado de coronel también requirió la aprobación de la Co-
misión de Acuerdos del Senado de la Nación, cuyos integrantes solicitaron información al CELS, Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo y a la Organización HIJOS, entre otras organizaciones de parecida naturaleza: ninguna formuló objeciones de ningún tipo. Por lo tanto, es absolutamente arbitrario que hoy sea imputado en calidad de coautor mediato de hechos que ocurrieron en 1976 por el simple y único hecho de estar destinado en una unidad militar, en cuya jurisdicción aparentemente ocurrieron hechos ilegales, de los cuales él no tuvo conocimiento alguno hasta que le leyeron las imputaciones el 14 de marzo de 2014. Una vez más vemos que se realizan imputaciones por presuntos delitos de lesa humanidad sin fundamentos reales. Con la agravante de que en este caso el perjudicado es uno de nuestros héroes de Malvinas. Nicolás Kasanzew
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Humo en la ciudad Muy interesante carta del señor Daniel Gastón Rigou publicada el jueves, referida a la congestión vehicular y sus deletéreos efectos sobre la población. Al respecto, quiero agregar que diariamente observo que los choferes de los camiones de reparto, sin importar el tiempo que dure la carga o descarga, dejan el motor encendido. Deberían indicarles que apaguen el motor mientras el vehículo está detenido. Esto ayudaría a disminuir un poco el nivel de humo que nos enferma a diario. Silvia Marmolejo DNI 6.484.747
Aeroparque He leído que la Presidenta, al reivindicar la estatización de Aerolíneas, expresó que conoció el Aeroparque en 1975 y que “era una oficinita, o un sucucho, una casucha al lado de lo que hoy tenemos”. Tal vez porque soy bastante mayor que la señora Presidenta y porque antes que ella volé desde Aeroparque, quisiera recordar que esa estación aérea comenzó a operar en 1947 y en ese entonces se llamaba 17 de Octubre. Según algunos datos era considerada la terminal aérea más importante de América latina. A partir de 1955 comenzaron a operar, además de Aerolíneas, algunas líneas privadas, como Ala, Austral y la uruguaya Pluna. Es verdad que su estructura original era de madera, pero en 1957 se ampliaron y modernizaron sus instalaciones, especialmente para facilitar el movimiento de los primeros aviones a reacción. En 1959 recuerdo haber volado a Santiago (Chile) en el Comet 4 de Aerolíneas, donde nos sirvieron un lunch que incluía champagne. En 1960 se habilitó la torre de control que es la misma que aún está en servicio. También se mejoraron los sanitarios, se estableció la primera confitería y se adoptó el sistema de buses para llevar los pasajeros a los aviones. En 1970 comenzaron las habilitaciones de las instalaciones para carga, catering y oficinas administrativas. Todo esto existía antes de 1975. Es lógico que, con el tiempo, el Aeroparque se haya modernizado por los desarrollos tecnológicos que hubo en los aeropuertos. Pero no es menos cierto que los sucesivos gobiernos lo fueron adaptando. Bienvenida, entonces, la mejora recientemente concretada. Horacio Doval CI 2.851.727
Maltrato En la delegación de PAMI de Lomas de Zamora someten a los jubilados a largas colas para poder acceder a la mesa de informes. Allí los orientan o les entregan un número y por fin pueden acceder al gran salón. El viernes 21 yo estaba en esa cola y recién al llegar al mostrador pude ver que en el mencionado espacio había por lo menos cien asientos vacíos. Le manifesté mi indignación a la empleada y le sugerí que dieran números para que los ancianos pudieran ingresar y sentarse. Su respuesta fue que recibía órdenes. Me dirigí al oficial de policía que se encontraba allí: no obtuve respuesta. Al ingresar hablé con el responsable de la delegación, que me pidió que me callara. ¿Cómo se llama esta actitud? ¿Desidia?, ¿inoperancia?, ¿abuso de poder? ¿Desprecio por nuestros ancianos, o simplemente, maldad? Es difícil construir una sociedad más justa si se vulnera el derecho que todos tenemos al buen trato. Marta López DNI 12.000.617