Scioli ganó en Buenos Aires con el 53%

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Política

Página 14/LA NACION

ELECCIONES

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Lunes 29 de octubre de 2007

La definición

Scioli ganó en Buenos Aires con el 53% Obtuvo más votos que los que consiguió Cristina Kirchner en la provincia; sacaba un 35% de ventaja sobre Stolbizer, que consiguió el 16,55 por ciento; algunos distritos y las listas colectoras fueron las claves del triunfo; el escrutinio fue muy lento Por Pablo E. Morosi

Festejo moderado y muy breve

Corresponsal en La Plata LA PLATA.– El vicepresidente Daniel Scioli se impuso ayer por una amplia mayoría en territorio provincial y será el próximo gobernador bonaerense durante los siguientes cuatro años. El triunfo de Scioli y de su compañero de fórmula, Alberto Balestrini, superó aún los guarismos obtenidos en la provincia por la candidata presidencial del Frente para la Victoria, Cristina Fernández de Kirchner. Los últimos datos oficiales conocidos al cierre de esta edición indicaban que Scioli obtenía el 53,10 por ciento de los votos y trazaba una diferencia superior al 35 por ciento con su principal contrincante, la candidata de la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer, con el 16,55 por ciento. Más atrás quedaron Francisco de Narváez (10,19%) y Ricardo Alfonsín (10,06%). Varios distritos fueron clave para coronar la victoria del ex motonauta y actual vicepresidente. En La Plata, por ejemplo, el vicepresidente superaba ampliamente el 60 por ciento. En esta localidad se disputaban por lo menos tres candidatos kirchneristas la intendencia y todos apoyaban la fórmula de Scioli y la candidatura presidencial de Cristina Kirchner. Esto se dio, en general, en aquellos distritos donde se multiplicaron las boletas denominadas “colectoras”, que unieron las listas locales a las de los candidatos del oficialismo detrás de la figura de la primera dama. Esa fue la verdadera clave del éxito del oficialismo en las elecciones de ayer. De hecho, en muchos de los distritos donde aún perdía el candidato del Frente para la Victoria, la sumatoria de las otras líneas que apoyaban las candidaturas del oficialismo empujaron a sus postulantes hacia la victoria. Fue una jornada electoral complicada para los 10.055.916 electores, más del 37 por ciento del padrón electoral del país. En efecto, muchas de las 27.064 mesas provinciales habilitadas abrieron más tarde de lo previsto ante la falta de autoridades. Luego, la complejidad de la oferta electoral y el gran nivel de corte de boleta también provocaron demoras de, como mínimo, una hora más allá del horario del cierre. Por eso, hubo escuelas de la provincia que cerraron la votación pasadas las 20. Fueron, según explicaron las autoridades nacionales, estos retrasos los que prolongaron también la espera de los datos oficiales del comicio, y cerca de la medianoche las mesas escrutadas apenas superaba el 10 por ciento. Scioli votó en la escuela N° 16 del partido de Tigre. Llegó acompañado por su esposa, Karina Rabolini, y su hija Lorena y, mientras esperaba su turno, compartió unos mates con las autoridades de la mesa en la que le tocó votar. En un breve diálogo con la prensa dijo estar confiado en su suerte en los comicios y consideró que “es un día especial desde lo humano y lo político”.

El vicepresidente llamó a la oposición Por Daniel Gallo De la Redacción de LA NACION

Scioli, tras un contundente triunfo, dio un mensaje conciliador EMILIANO LASALVIA

Cerca de las 21, Scioli y Balestrini se presentaron en el salón del hotel NH, en la zona de Plaza de Mayo, para hacer su discurso breve (de lo que se informa por separado). Scioli dijo: “Que sepa cada familia que vamos a poner lo mejor para cumplir las expectativas y que haya más seguridad, más trabajo, más salud”. Y convocó a sus “adversarios” para “luchar y poner lo mejor de cada uno. Los necesito a todos para poder ser un buen gobernador”.

Próximos anuncios Antes de retirarse para participar del acto de celebración del triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en el Hotel Intercontinental, adelantó que, en los próximos días, anunciará los nombres de quienes integrarán el futuro gabinete provincial que lo acompañará en su gobierno. A su turno, el hombre de La Matan-

Blumberg ■ LA PLATA.– “Estoy muy desilusionado porque la elección estuvo plagada de hechos graves e irregularidades”, dijo anoche Juan Carlos Blumberg. De todas formas, señaló: “Vamos a seguir adelante, luchando para que esto cambie”. Blumberg, que no llegaba al 1% de los votos, denunció que hubo un “robo generalizado” de boletas y que existieron problemas con los fiscales en Florencio Varela y en Lomas de Zamora.

za calificó el triunfo de “fenomenal” y se lo agradeció al movimiento nacional justicialista. Por su parte, el diputado Alberto Pérez, el jefe de la campaña, agradeció el “acompañamiento rotundo de la ciudadanía porque nos da fuerza para gobernar”. Al electo gobernador bonaerense le tocará embarcarse en una misión complicada. La provincia cuenta con el segundo presupuesto más importante de la Nación, 29.000 millones, pero suma carencias en el área social: más del 10 por ciento de su población es indigente, la desocupación trepa al 11,9 por ciento y el Estado provincial exhibe un déficit superior a los 1600 millones de pesos. Asimismo, la inseguridad, la irresuelta situación de la basura y la crisis vial son temas candentes por resolver. Al emitir su voto en Mercedes, el gobernador Felipe Solá –que ayer se consagró diputado nacional– aseguró que “comienza el período de transición” en el que el nuevo mandatario provincial tendrá “más influencia en la gestión. Le vamos a dejar una provincia de pie”, destacó. Anoche, Solá reconoció que el futuro mandatario provincial deberá trabajar para una educación de mayor calidad y “corregir” ciertos aspectos de la política de seguridad. Solá aseguró que “le desea lo mejor” a su sucesor, Daniel Scioli, y afirmó que “en estos 40 días que faltan para la asunción, haremos una transición plena”.

Las cifras de la Pcia. de Bs. As. CANDIDATOS

VOTOS (%)

DANIEL SCIOLI 325.097 ALBERTO BALESTRINI (51,50%)

Alianza Fte. Para la Victoria

CANDIDATOS

JORGE SARGGHINI CARLOS BROWN

UNA L. PATTI-A. TOMAZ

PAUFE M. STOLBIZER JAIME LINARES

Coalición Cívica

105.588 (16,73%)

L. BRUNATI-J.RICCI

Proyecto Sur J. BLUMBERG-P. CASELLI

F. DE NARVAEZ JORGE MACRI

Unión Pro

Vamos Vamos

75.420 (11,95%)

S. NAHABETIAN-H. TUNINI

RECREAR D. RAPANELLI-N. BIAGGIO

RICARDO ALFONSIN LUIS BRANDONI

UCR

ALIETO GUADAGNI G. FERNÁNDEZ

51.318 (8,13%)

Partido Obrero C. TINIRELLO-G. GIMÉNEZ

MST-Nueva Izquierda 16.628 (2,63%)

BLANCOS

VOTOS (%)

13.943 (2,21%) 9.644 (1,53%) 7.080 (1,12%) 5.596 (0,89%) 4.253 (0,67%) 3.714 (0,59%) 3.686 (0,58%) 79.017 (11,05%)

UCeDe NULOS

MESAS

4.395 (0,61%)

TOTAL: 27.653

ESCRUTADAS: 3.160 (11,43%) Fuente: Ministerio del Interior

LA NACION

El triunfo fue consecuente con su línea de política. Sin desbordes pese a demoler a la oposición; tranquilo en los gestos, natural en el discurso, con la palabra “sacrificio” como su tótem, Daniel Scioli en sólo cuatro minutos dio su mensaje como gobernador electo de Buenos Aires, de ese enorme distrito electoral donde se consolidó el éxito nacional del Frente para la Victoria. “Saludo a nuestros adversarios políticos y a aquellos que no nos votaron. Los invito a todos ahora para poder ser un buen gobernador”, dijo Scioli a las 20.40, en el cuarto piso del NH Hotel, a pocos metros de la Plaza de Mayo, donde se instaló el comité de campaña. En dos ocasiones, en su corto mensaje, saludó también el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner. También dedicó palabras a su vicegobernador electo, Alberto Balestrini, y, especialmente, agradeció el apoyo de su esposa, Karina Rabolini, y de su hija, Lorena. Apenas finalizó el discurso, Scioli partió hacia el hotel Intercontinental para compartir el festejo del Gobierno. En el búnker quedaron otras señales importantes sobre su futura administración. Cuando dejó el séptimo piso, donde instaló un sector reservado a allegados, Scioli fue escoltado por los candidatos a ocupar ministerios bonaerenses. Tras él se encolumnaron el fiscal Carlos Stornelli (futuro ministro de Seguridad); el viceministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo (Desarrollo Humano); la ministra de Producción bonaerense, Débora Giorgi (mantendrá su cargo); Claudio Zinn (Salud); Carlos Bilardo (Deportes), y Mario “Pacho” O’Donnell (Cultura), a quien le cantaron el feliz cumpleaños. También estaba su futuro jefe de gabinete Alberto Pérez. En la primera fila entre los invitados aplaudieron a Scioli la actual vicegobernadora, Graciela Giannetasio, y el diputado Alfredo Atanasoff. Los intendentes bonaerenses no estuvieron presentes porque en ese momento aún se disputaba voto a voto el poder en cada municipio. Sí compartieron el momento del festejo el empresario Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa; el publicista Fernando Braga Menéndez; el consultor Julio Aurelio; el diputado nacional Carlos Kunkel, y deportistas, como Marcelo Garrafo, figura del hockey cuando Scioli era estrella de la motonáutica. En diálogo con los periodistas, Scioli indicó que sus primeras medidas apuntarán a reforzar la seguridad, con lucha contra los desarmaderos ilegales y el consumo de “paco”.

El personaje en la noticia

Un peronista pragmático que habla con todos y no se pelea con nadie Por Martín Dinatale De la Redacción de LA NACION Como un latiguillo constante Daniel Scioli dice: “Yo hablo con todos y no me peleo con nadie”. La frase se convirtió en su estilo de vida y hasta ahora le dio buenos resultados en la política: desde 1997 fue dos veces diputado; luego fue vicepresidente; hoy ganó la gobernación bonaerense y es muy probable, aunque no lo diga en público, que intente ser candidato a presidente en 2011, siempre que la suerte lo acompañe. Y a Scioli la suerte parece acompañarlo en su zigzagueo político. Sobrevivió al menemismo, al duhaldismo y cuando todos pensaban que los Kirchner lo abandonaban se le aferró para sostener la candidatura de Cristina Fernández desde Buenos Aires. El electo gobernador bonaerense, que nació en 1957 en un hogar de clase media porteño, tuvo la misma suerte en el deporte hasta que sufrió un accidente. Desde 1986 practicó motonáutica y ganó 8 campeonatos mundiales. Pero en 1989, cuando corría en el río Paraná, tuvo un accidente y perdió su brazo derecho. Desde allí, su vida cambió. Comenzó a trabajar como asesor de negocios de la

compañía suiza Electrolux. Su empresa familiar de electrodomésticos Scioli Internacional había quebrado. Dicen quienes lo conocen que el accidente lo convirtió, tras varias sesiones de psicoterapia, en una persona desafiante y optimista. Su primer desafío fue saltar a la política cuando en 1997 Menem lo convocó para ser diputado. Scioli fue un ferviente menemista. Pasó a formar parte de la farándula y a figurar en un semanario político y en revistas de chismes, sobre todo si de comentarios sobre su esposa y modelo, Karina Rabolini, se trataba. Le costó adaptarse a la liturgia peronista. Al principio no conocía ni la letra de la marcha. Pero se aggiornó rápido e incorporó un discurso que roza lo superficial y evita la confrontación, como anoche, que habló llanamente y con tono optimista. Adoptó también el pragmatismo del PJ con una visión empresarial que lo ayudó a presentarse como eficiente y a hacer de los cargos una plataforma de marketing político. En Diputados entabló una gran amistad con Hilda “Chiche” Duhalde y se posicionó en la Comisión de Deportes. En 2001, cuando el menemismo estaba en decadencia se aferró a Duhalde y logró su reelección como diputado. Luego

estallaría la crisis y se posicionaría en la Secretaría de Deportes en la Casa Rosada con el caudillo bonaerense. ¿Cuál es el verdadero Scioli? ¿El que defendió el modelo menemista o el que se sustentó en el PJ bonaerense y Duhalde para llegar a la vicepresidencia acompañando a Néstor Kirchner en los comicios de 2003? Nadie lo sabe. Su transfiguración a veces sorprende a sus allegados. Lo mismo que su templanza para enfrentar vendavales. Con Kirchner en el poder tuvo que sortear en silencio el vapuleo presidencial, que se hizo público por mostrarse en favor de un aumento de tarifas en las empresas de servicios públicos.

Distanciamiento En agosto de 2003, el Presidente lo despojó a Scioli del manejo de la Secretaría de Deportes, sus ex asesores fueron investigados por la Oficina Anticorrupción y fue denunciado en el recinto del Senado por la primera dama por liderar una supuesta operación de prensa para desprestigiarla. Aquel hecho nunca se comprobó, pero el vicepresidente se llamó a silencio, evitó confrontar con los Kirchner y se dedicó de lleno a la tarea que más le gusta jugar: la de hacer relaciones públicas.

Usó su traje de vicepresidente para ocupar el espacio que Kirchner rechazaba. Invitaciones a las embajadas, viajes protocolares y almuerzos con empresarios. Scioli entabló así un diálogo fluido con la embajada de los Estados Unidos y con diplomáticos europeos con los que el Presidente nunca dialogó. A la vez, convirtió al Senado en un centro de atracción al entregar premios a figuras como Sandro o Maradona. Scioli jamás formó parte de la mesa chica de decisiones del Gobierno y muchas veces se enteró por los diarios de medidas que tomó Kirchner. En 2005 se preparó para la pelea porteña. Armó un equipo de 120 asesores en su casa del Abasto. Pero la necesidad de los Kirchner hizo que convocara a Scioli por ser uno de los políticos con mejor imagen. Hubo borrón y cuenta nueva. Le pidieron que desanduviera su pelea porteña para meterse en la batalla bonaerense. Su pragmatismo lo convirtió en un experto del conurbano. Volvió a ser un ferviente kirchnerista aunque sus allegados dicen que sigue hablando con Menem y Duhalde. Hoy tiene en su haber el poder que dan los votos. Habrá que ver si desde La Plata logra mantener su lema de hablar con todos y no pelearse con nadie.

Scioli fue funcionario de Duhalde

Menem convocó a Scioli a la política FOTOS DE ARCHIVO