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POLITICA
I
Domingo 19 de diciembre de 2010
LOS ASCENSOS EN LAS FF.AA. s DECISION DE UN VETERANO DE MALVINAS
Pidió el retiro otro oficial naval El contraalmirante Castro Madero dejó la Armada, disconforme con los despidos por “portación de apellido” MARIANO DE VEDIA LA NACION En solidaridad con sus compañeros de armas que vieron frustrados sus ascensos por la aplicación del polémico principio de “portación de apellido”, el contraalmirante Carlos B. Castro Madero, sobreviviente del Crucero General Belgrano, pidió a la Armada su propio pase a retiro. Se trata del hijo del vicealmirante Carlos Castro Madero, que presidió durante el gobierno militar la Comisión Nacional de Energía Atómica y falleció en diciembre de 1990. A pesar de que había sido ascendido a contraalmirante el año pasado, cuando asumió como subsecretario de Relaciones Institucionales, el hijo
de Castro Madero solicitó la semana última su alejamiento de la fuerza, a los 54 años, disconforme con la decisión de la ex ministra de Defensa, Nilda Garré, de pasar a retiro a los capitanes de fragata Marcelo R. Barbich, Gustavo Barreto Neuendorf, Juan José Lucena, Eduardo Enrique Pizzagalli, Jorge Emilio Sciurano y James Ronald Whamond. Castro Madero presentó su pedido de retiro el martes pasado, un día antes de que Nilda Garré pasara a conducir el Ministerio de Seguridad. Las primeras señales de su sucesor en Defensa, Arturo Puricelli, estuvieron destinadas a garantizar la continuidad de políticas, por lo que hay pocas expectativas de cambio en los criterios de promoción y desig-
naciones en las Fuerzas Armadas. A raíz de ello, fuentes castrenses no descartaban que muchos de los militares afectados por la política de la portación de apellido recurran a la Justicia por sentirse “injustamente postergados”. El marino adoptó, así, el mismo criterio del general de brigada Alejandro Díaz Bessone que, a comienzos de este mes, pidió también su retiro al no convalidar el despido “arbitrario e injusto” de su subordinado y director de la Escuela de Caballería, Edgardo Calvi. Como informó LA NACION, en lo que va del año también se retiraron por propia decisión, molestos por los casos de “discriminación ideológica”, el general de división
Eduardo Anschultz, inspector general del Ejército; el general de brigada Jorge Gómez, y el contraalmirante Raúl Viñas, que fue rápidamente desafectado de la dirección de la Escuela Naval Militar, luego de que asistiera a un acto oficial en la Casa Rosada con su hija religiosa y su hijo seminarista.
Oficial con experiencia Castro Madero egresó de la Escuela Naval Militar como guardiamarina, en diciembre de 1977. Compartió con Pizzagalli su paso por la Escuela de Guerra y cruzó el Atlántico con Barbich en la campaña Atlas Sur, a bordo de la corbeta Rosales, que los llevó a Sudáfrica, junto con las Armadas de Brasil y de Uruguay.
En mayo de 2009, Castro Madero acompañó al jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy, en el acto de homenaje a las 323 víctimas del Crucero Belgrano. Como capitán de navío, fue agregado naval en la embajada argentina en Gran Bretaña (2006/2007) y, previamente, cumplió funciones en el Departamento de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas. En 2000 fue edecán del entonces presidente Fernando de la Rúa. La modalidad de postergar los ascensos al personal que mantiene lazos de sangre con militares que actuaron durante la dictadura militar fue puesta en práctica por el Gobierno en 2006, luego de la llegada de Garré al área de Defensa.
CARLOS B. CASTRO MADERO CONTRAALMIRANTE
Pidió el retiro, molesto por el despido sin causa de otros seis marinos. Es sobreviviente del Crucero General Belgrano e hijo del vicealmirante Carlos Castro Madero, que presidió la Comisión de Energía Atómica.
Una norma permite el ascenso discrecional Habilita al ministro a alterar las propuestas A partir de 2006, comenzó a alterar el Ministerio de Defensa las propuestas de ascensos de las Fuerzas Armadas presentadas al Senado, mediante la incorporación de cambios en las listas elaboradas por las Juntas de Clasificaciones. Las exclusiones por “portación de apellido” se sustentan en la vinculación familiar de oficiales en actividad y con méritos para ser ascendidos con militares que actuaron en la última dictadura y fueron juzgados por ser responsables de crímenes de lesa humanidad. Desde entonces, se estima que unos 14 oficiales en el Ejército y seis en la Armada fueron excluidos de los ascensos por “portación de apellido”. Las atribuciones del Ministerio de Defensa para presentar al Senado listas de ascensos diferentes a las propuestas de las Juntas de Clasificación quedaron consagradas en abril de este año, mediante el decreto 382/10, que habilitó al ministro de Defensa –en ese momento, Nilda Garré, y ahora, Arturo Puricelli– para “apartarse discrecionalmente” de las propuestas de los jefes de las
Ascensos y retiros Abril de 2010
Atribuciones
La resolución 382/10 del Ministerio de Defensa permite “apartarse discrecionalmente” de las propuestas de ascensos de cada fuerza.
Noviembre de 2010
Pases a retiro
El decreto 1581/10 dispuso el pase a retiro de 18 oficiales del Ejército, seis de la Armada y uno de la Fuerza Aérea.
Diciembre de 2010
Renuncias
El general Díaz Bessone y el contraalmirante Castro Madero, entre otros, pidieron alejarse de la fuerza, en disconformidad con los despidos “arbitrarios e injustos” de sus compañeros y subalternos.
Fuerzas Armadas, luego de “ponderar las políticas de ascenso y los perfiles deseados”. En varios casos, la documentación analizada en el Ministerio de Defensa para la tramitación de los acuerdos para los ascensos, incluyó notas de la Secretaría de Derechos Humanos que consignaban que “no se hallan en esta dependencia elementos que obstaculicen las propuestas de ascensos al grado inmediato superior de los oficiales de la Armada que están siendo consideradas por este ministerio”. Así lo refleja, por ejemplo, la nota firmada por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, el 3 de diciembre de 2009, luego de estudiar los casos de los capitanes de fragata Pizzagalli, Whamond, Sciurano, Barreto Neuendorf y Lucena, entre otros. A pesar de ello, el Ministerio de Defensa los apartó y no se consideraron esas promociones. A fines de 2008, se omitió la inclusión del capitán de fragata Eduardo Enrique Pizzagalli, a pesar de que todos los miembros de la junta lo habían clasificado en el primer puesto del orden de mérito. Abanderado en la Escuela Naval, es hijo de un capitán de fragata retirado, que fue subsecretario de Gobierno bonaerense en 1976.