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Espectáculos

Página 8/Sección 4/LA NACION

TEATRO

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Domingo 24 de febrero de 2008

MUSICA POPULAR

Patrimonio histórico

Recital de My Chemical Romance

Levantando las manos al ritmo del rock La banda norteamericana ofreció un buen show, “conducido” con gracia por el cantante Gerard Way

FACUNDO BASAVILBASO

El minucioso trabajo en una de las obras que adornan las paredes del teatro

El Empire trabaja para recuperar su esplendor Se restaurarán la sala y dos de sus tres murales El imponente edificio art déco del teatro Empire es testigo de la vorágine y ajetreo que rodea al Congreso Nacional desde 1934. En la calle Hipólito Yrigoyen aún desfilan los hechos destacados de la historia argentina, pero la zona neurálgica de la vida teatral, si es que aún hoy continúa siendo la avenida Corrientes, se diluyó de las calles que rodean el Palacio Legislativo hace ya muchas décadas. “Fue en aquellos años cuando el Empire quedó alejado de los demás escenarios y terminó su esplendor, pero hoy estamos trabajando para que vuelva a ser aquella «pequeña caja de bombones», como lo solían apodar”, dijo Antonio Leiva, uno de los dueños del teatro. “Soy actor, pero también soy empresario a la fuerza para mantener la sala”, explicó. Estas tareas las lleva a cabo junto a César y Carlos Mathus, encargados de la parte administrativa y artística, respectivamente.

Tesoros arquitectónicos La Secretaría de Cultura del gobierno porteño, a través de su programa Fondo Cultura BA, colabora con la restauración del edificio que construyó el arquitecto Jorge Sabaté y que tiene tres murales de Juan Carlos Montero y Dante Ortolani, escenógrafos del Colón. Sus dueños destinan parte de la recaudación de la boletería para restaurar el teatro donde actuaron entre otros Maurice Chevalier, Josephine Baker, Alfredo Alcón, Delia Garcés, Irma Córdoba, Ana María Campoy, Pepe Cibrián, Soledad Silveyra y María Rosa Gallo. Otro de los atractivos de la sala de acústica perfecta, que cuenta con 300 butacas, es su inmensa cúpula.

Un mural de casi 3x3 metros custodia el foyer, realizado en homenaje a La Fraternidad, el sindicato al que perteneció el teatro durante sus primeros años. Luego de la restauración, las figuras volvieron a cobrar el brillo y el color con el que fueron concebidas. Pero esta reconstrucción demanda, además de un presupuesto interesante, un tiempo considerable debido a la complejidad de la técnica con la que fueron realizados los murales. “Son únicos en el país porque tienen una técnica de muro plateado a la hoja, pintados encima y luego aerografiado”, explicaron las restauradoras María Eugenia Madia y Lilia Etcheverry, cuya tarea comenzó en septiembre de 2007. Un sillón de cuatro cuerpos y otras elegantes sillas decoran el hall de piso de mármol. Además de su antigüedad, estos muebles son valiosos por otro motivo. El ebanista que los realizó fue el mismísimo Luis Sandrini, quien durante el tiempo libre de los ensayos aprovechaba para practicar su segundo oficio.

Temporada 2008 Leiva sabe que la restauración no estará completa para marzo, cuando inaugure la temporada de la sala con el Congreso Mundial de Magia, pero confía en que para el bicentenario de la patria ya habrá concluido ese proceso. En la programación de 2008, además de la presentación del Ballet Salta, Carlos Mathus reserva un espacio para el festejo de los 35 años de su obra La lección de anatomía, que Leiva ha representado 10 mil veces desde su estreno en Buenos Aires, Chile, Austria y España.

Laura Ventura

DANZA Audición

Tres bailarines argentinos, en carrera hacia San Pablo La selección de una compañía de danza brasileña Que en San Pablo se esté formando una compañía de danza con apoyo oficial y que ese ballet esté en manos de dos mujeres con ricas experiencias y de diferentes generaciones, es muy interesante para Brasil, pero también para la región. De hecho, el jueves pasado, la cabeza artística de la Companhia de Dança de São Paulo –sus directoras, Iracity Cardoso y la ex bailarina de Grupo Corpo Inês Bogéa, el maestro Ricardo Scheir y el productor Luca Baldovino– estuvo en Buenos Aires en busca de intérpretes “con buena técnica clásica y conocimientos de contemporáneo; con conciencia física y abiertos a diferentes expresiones”. Y los encontraron. La audición convocó a unos 40 postulantes en un salón de la Asociación Arte XXI, que conducen Guido De Benedetti y Oscar Araiz. Y las exigencias eran altas (“Sabemos que son muy buenos acá”): terminada la clase en la barra, sólo siguieron en carrera cinco jóvenes talentosos. Variaciones mediante, cada participante presentó un solo y, rápidamente, los brasileños confirmaron que Irupé Sarmiento, Lucio Rodríguez Vidal y Camila Morchio eran los artistas que estaban buscando. En un clima de trabajo intenso, muy agradable y estimulante, la selección fue esclarecedora. La idea de compañía que Cardoso y Bogéa transmiten cuando hablan de su proyecto pareciera bastante cerca a la del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. Y a este elenco local –que según cuentan sus miembros atraviesa una crisis que no mengua y sí preocupa– pertenecen los dos primeros elegidos para la audición final de mañana en San Pablo, siendo la tercera egresada del taller de danza del mismo teatro. “Será principalmente una compañía de repertorio clásico, neoclásico y moderno, que tendrá coreógrafos invitados. Trabajará con clásicos, pero con clásicos del siglo XX, que

ANDREA KNIGHT

Se presentaron 40 postulantes

son los clásicos modernos”, resume Cardoso el perfil del grupo que se pondrá en movimiento en abril, con cuarenta bailarines. Y se ocupa de subrayar: “La Companhia de Dança de São Paulo no es del Estado sino que tiene presupuesto del Estado, pero puede funcionar como una compañía independiente. Es decir, sus integrantes no serán funcionarios y todos estarán contratados con todas las leyes del trabajo”. Quizá sea, sobre todo, semejante posibilidad laboral la que sedujo a los profesionales que anteayer fueron a probarse; más de la mitad de ellos, integrantes de las compañías de danza (públicas y privadas) más importantes de nuestro país. Bailarines tan jóvenes como talentosos dispuestos a dejar su casa y sus elencos –como el Ballet del Mercosur de Maximiliano Guerra y el Ballet Contemporáneo del San Martín– para empezar un camino completamente nuevo.

Constanza Bertolini

El estadio de Ferrocarril Oeste se vistió de negro para recibir a My Chemical Romance. Un público muy joven, adolescentes en su mayoría y hasta algunos chicos de alrededor de diez años, hicieron caso a la letra de uno de los hits de la banda, “Teenagers”, y “oscurecieron sus ropas”. Sin embargo, para seguir con esa letra, no había ninguna “pose violenta” entre los presentes, que disfrutaron del show, entre gritos, saltos y el clásico movimiento de cabeza rockero. La banda liderada por el carismático Gerard Way ofreció casi dos horas de rock potente, letras oscuras y la necesaria cuota de demagogia. Porque por más oscura actitud rockera que tanto la banda como sus seguidores demuestren, en realidad, la relación que se establece entre ellos es igual a la que podría haber entre un cantante pop y sus fans. Claro que nunca van a escuchar a un ídolo romántico decir “mierda por todos lados”, como hizo Way, en un castellano bastante bien pronunciado, al comenzar el show. Pero el recurso de nombrar al país y la infaltable frase: “Ustedes son el mejor público que hemos tenido”, son factores comunes que unen a Way con otros tantos músicos populares. Decididamente, el cantante de My Chemical Romance sabe cómo entretener a su público. Way demostró un gran histrionismo y se divirtió repitiendo una y otra vez las palabras aprendidas en castellano. Ya en la primera canción que tocaron, “This is How I Dissappear”, el líder de la banda pidió: “¡Manos!”. El público respondió con sus manos en alto y siguió haciéndolo las otras infinitas veces que Way volvió a pedirlo.

SOLEDAD AZNAREZ

A pesar de la oscuridad y de la rebeldía de sus letras, Gerard Way (der.) demostró ciertos tics de ídolo pop

Sin pausa, excepto por los momentos en que Way se dirigía al público, se sucedieron los temas pertenecientes a los tres discos que la banda editó en sus seis años de existencia. Pasaron desde “Dead!”; “I’m Not Ok”; “Cementery Drive”; “My Way Home”; “Mama”; “House of Wolves”; “I Don´t Love You”; “The Sharpest Lives”; “Headfirst for Halos”; “Kill All Your Friends”; “Give ‘Em Hell,

Kid”; hasta “You Know What They Do To Guys Like Us in Prison”. Los momentos de mayor euforia llegaron de la mano de los dos grandes hits de la banda. Ya con los primeros acordes de “Welcome to the Black Parade”, el público enloqueció y festejó una muy buena interpretación de este tema. El otro gran momento fue cuando Way entonó el provocativo himno adolescente “Teenagers”.

Después de “Famous Final Words”, el show tuvo un falso final, en nota deprimente, con “Cancer” y la banda volvió luego para hacer “Desert Song” y “Helena”. Con un simple “gracias, Argentina”, Way concluyó el recital y su público salió tranquilamente del estadio. A muchos, sus padres los esperaban afuera.

María Fernanda Mugica

RADIO (Protagonistas)

Por Alicia Petti

Eduardo Battaglia se adapta a todo Locutor comercial y periodista, es el reemplazo de varias figuras y su ciclo propio ahora tendrá dos horas No son muchos los profesionales de la radio que tienen la capacidad de desempeñar la labor específica de locutor y al mismo tiempo, reemplazar a diferentes figuras de una emisora en vacaciones o por cualquier otra circunstancia. Eduardo Battaglia (38 años), locutor y periodista, con 16 años de trayectoria tanto en radio como en TV, posee ese singular poder de adaptación. Es desde hace nueve años locutor comercial de La Red (AM 910), el hombre que bastonea los eventos y transmisiones especiales y reemplazante en esa emisora de diversos conductores en varias temporadas: Nelson Castro, Luis Majul, Paulo Vilouta, Oscar Gómez Castañón, Fernando Carnota. Desde hace un año conduce de lunes a viernes, de 5 a 6, Reporter 910 con buena repercusión de audiencia, por lo que a partir de marzo tendrá una hora más, hasta las 7. “En el medio –dice Battaglia– se habla mucho de reconocimiento, y si es que fue un reconocimiento de la radio, soy de las personas agradecidas en primer lugar. Como hay mucha gente capacitada, a veces me pregunto por qué a mí. Creo que algo habré sembrado, o tal vez sea esa buena suerte que a veces es la combinación entre la preparación que se tiene y la oportunidad que llega. Ahí es donde dejo de dudar. También pienso que pudo haber sido para otra persona y lo vivo con una alegría inmensa. –Este año, en la segunda hora, vas a competir con Magdalena Ruiz Guiñazú, Nelson Castro, Marcelo Longobardi y Ernesto Tenembaum, entre otros. –Eso implica meterse casi como un atrevido en un horario que históricamente fue de ellos, porque también fui oyente de cada uno de ellos en su tiempo. Valoro muchas cosas de cada uno y querría, a la vez, copiar u adoptar algunas de las cualidades que poseen en su estilo periodístico. –¿Qué tiene Reporter 910 de diferente como para atraer a la audiencia? –Nos propusimos crecer e ingresar en un horario donde se resuelven otras cuestiones a nivel periodístico. Entonces, la idea es aportar desde nuestro lugar con un programa con otro dinamismo en la primera hora, con mucho servicio. Quizá tomar cosas que en algún tiempo marcaron en radio Larrea y El gallo loco, con Eduardo Colombo. Hacer de 5 a 7 un programa que la gente pueda elegir porque ofrece climas. Soy un amante de los climas en radio y creo que es un horario especial. Ese es mi gran desafío: poder entregar en esas dos horas, más allá del servicio, la información y el pronóstico del tiempo, eso que tiene que ver con la vida. –Es el horario del prime time, que exige sacrificios.

FOTOS SONIA SUAREZ

“Soy un amante de los climas en radio”, señala Battaglia

–El año pasado creo que marcó mi mayor entrenamiento. Si bien uno se acostumbra a tocar los dos extremos de esta profesión, donde hay muchos madrugones o muchas trasnochadas, 2007 fue un duro entrenamiento, porque me tocaba levantarme a las tres de la mañana. Eso fue asimilado de alguna manera por mi familia; tuve que encontrar un método para que la noche anterior pudiera juntar por lo menos cuatro horas de sueño y estar lúcido al otro día. Llegar y estar al día con todo lo que ha sucedido, lógicamente. Como decimos en el Reporter: “La primera información y la mejor compañía”. Ese es el slogan que me acompaña. –Desarrollás también tu labor como locutor de la tira deportiva de Mariano Closs y, en ausencia de Héctor Ascione, sos el locutor de transmisiones futbolísticas de La Red. –Para el que no lo conoce, el trabajo de la locución comercial en transmisiones deportivas es toda una experiencia, sobre todo por la rapidez que hay que tener para que entre toda la publicidad en espacios muy reducidos. Es un trabajo como el de Javier

En La Red, con la idea de combinar información y servicios

“La radio es como la vida en directo: te permite ayudar a una persona que llama desesperadamente”

Portales con Olmedo; estar atento a los momentos del partido y a cuándo el relator decide que va la publicidad. Es apasionante, porque uno entra con alguna publicidad entre el relato y el comentario casi como en un mecanismo de relojería. –¿Con qué soñabas cuando te recibiste de locutor? –Cuando me recibí me gustaba lo periodístico, y tenía el sentir de que el oficio sólo pasaba por ser el presentador de noticias en televisión. Me tocó hacer este trabajo durante muchos años en Canal 26 y tuve también algunas experiencias con Mauro Viale, trabajando como movilero en uno de los programas que condujo en América, aunque también fui locutor comercial de numerosos programas de entretenimientos en el 9 y el 7. En Canal 26 estuve cinco años presentando noticias y actualmente hago un programa periodístico que va los domingos, de 9 a 12.30. El programa aporta información, pero quizás desde otro lugar. Es más bien ameno, relajado. Ahora con esto de los reality shows, se habla de que son como la vida misma, y para mí la vida misma es la radio. La radio es la vida en directo: te permite ayudar a una persona que te llama desesperada porque se quedó sin su casa, o comunicar una información que a su vez se transforma en un servicio para que alguien cambie de camino rumbo al trabajo. Además, la idea del programa producido es que, más allá del aporte de la gente, genere cosas, a partir de una poesía, o de un disco puesto en el momento justo. –Y durante enero y febrero poder proponer otros espacios. –Es cierto. Nos permitimos, sobre todo en enero –en febrero ya se vuelve a los temas más duros–, distender el programa y darnos el gusto, por ejemplo, de hablar con José Luis Perales y Alberto de Mendoza en el día de su cumpleaños. O con Santiago Varela sobre cómo sería escribirle hoy un monólogo a Tato Bores. Les dimos lugar a los sonidos de la radio del ayer, que tan olvidados están hoy, con sus personajes, sus formas, sus cortinas, músicas de películas y series, audios de nuestros cómicos, nuestros artistas, nuestros deportistas, las efemérides. Un hermoso clima y la gente se prendió inmediatamente. Fue un acierto de la producción, tanto de Ignacio Echauri como de Karina Labraña, de hacerse un tiempo para la distracción y el color, aparte de las notas de actualidad. –¿Quiénes te acompañan? –Además de los productores que mencioné, estoy junto a Alejandra Arce en la locución y Marcelo Baffa en deportes. En la operación técnica y la edición están Leo Piazza, Francisco Punzi, Walter Danessi y Diego Jirao, y en los móviles, Rosario Bigozzi, Silvia Fernández y Martín Rojas.