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LA OFRENDA DE UNA VIUDA MUY POBRE. Marcos 12:41-45. Por Carlos Astorga Treviño. Días de mucha confrontación con los líderes religiosos del judaísmo ...
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LA OFRENDA DE UNA VIUDA MUY POBRE Marcos 12:41-45 Por Carlos Astorga Treviño Días de mucha confrontación con los líderes religiosos del judaísmo vivió el Señor desde su entrada triunfal a la ciudad de Jerusalén (Marcos 11-12), hasta que el pueblo, provocado por aquéllos, gritara: “¡Crucifícale!”. Es durante ese lapso de tiempo cuando el Señor se acerca al arca de las ofrendas y observa lo que ocurre. Leemos en Marcos 12:41-44: “Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. Jesús “miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca” examinando el corazón de los que ofrendaban. Nadie escapó a su mirada. Vio a “muchos ricos que echaban mucho” y vio a “todos echar en el arca”. Vio también, entre los pobres, a una viuda que se acercó y echó dos blancas, moneditas de muy poco valor; de hecho, se considera la moneda de menor valor acuñada en la antigüedad. Cuando Cristo evaluó los corazones de los ofrendantes dijo a sus discípulos: “todos han echado de lo que les sobra, pero la viuda pobre, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. Y agregó “De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca”. ¿Qué lecciones nos enseña este pasaje?: Nos enseña que ofrendar es un acto de adoración. Nos enseña que no hemos de dar al Señor lo que nos sobra. Nos enseña que Dios ve nuestro corazón. Nos enseña que por muy pobres que seamos tenemos el privilegio de dar. Dios no necesita nuestro dinero. Nos ordena ofrendar para que nos quede claro quién es nuestro tesoro. La norma bíblica para ofrendar es como lo hicieron Abraham y Jacob: Dar la décima parte de lo recibido, si bien en ocasiones Dios nos guiará para dar sacrificialmente. Ofrendar es una disciplina que pone nuestro corazón en la balanza. Cada vez que recibimos “de mano del Señor” algún pago por nuestro trabajo, démosle gracias y, en obediencia a él, ofrendemos con generosidad y gozo de corazón. Este material fue tomado del Boletín dominical de la Iglesia Bíblica Unidos en Cristo (IBUC) en Monterrey, NL, Méjico. Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.