Fausto Presutti – SENSITIVIDAD

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EL VIÁTICO PSICO-CORPÓREO DE LÙ

FAUSTO PRESUTTI

SENSITIVIDAD: El Viático Psico-Corpóreo De Lù

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ISBN 978-88-96887-24-0

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Fausto Presutti – SENSITIVIDAD

Recorrido Psíquico

CONOCER SÍ MISMOS VOLUMEN 6

Sensitividad: el viático psico-corpóreo de Lù cuenta de un viaje Psico-corpóreo, caracterizado por la adquisición de la capacidad mental de imaginación consciente de pensamientos Hiperrealistas, al descubrimiento del Conocimiento de sí mismos y del mundo que nos circunda. Es un ensayo de carácter psicológico-cultural que cuenta, en forma novelada, el recorrido formativo y el itinerario didáctico para el enriquecimiento y el estímulo de la personalidad y para la comprensión y la interpretación de las dinámicas profundas de los comportamientos humanos y de las relaciones interpersonales. El libro, escrito entre el 1980 y el 1982, quiere ser un manual psicológico que les permite a las personas de aprender a viajar en el propio mundo mental y de entrar en el mundo de la simbología psíquica, que implícitamente e inconscientemente los seres humanos comunican y viven en la relación con los otros. Lo continuo alternarse de experiencias psico-corpóreas y de imágenes mentales vividas por el personaje del libro ofrece métodos y ocasiones para realizar un recorrido interior dirigido a la conciencia de Si y a la adquisición de técnicas psíquicas para la comprensión profunda de las relaciones humanas experimentadas, que amplían y desarrollan los modelos de la Bioenergética, de los Gestalt, de la simbología de Carl Gustav Jung, de la sociología del ser de Herich Fromm, de la teoría del campo de Kurt Lewin, de la filosofía de Henri Bergson. El autor como Carlo Castaneda o Osho Rajneesh, propone el logro de un estado de Sensitividad como capacidad humana de relaciones psico-sociales y como elemento fundamental del ecosistema político-ambiental que crea, en la óptica evolutiva del bienestar y de una mayor conciencia psíquica del mundo socio-cultural y del progreso tecno-informático del siglo XXI, en antítesis con el actual dominante consumismo y la destrucción ambiental. Como expresado en el libro:"El mito del hombre Sensitivo históricamente se contrapone al mito del hombre Tecnológico pero Lù aprendió muy pronto que al final del siglo XX no se podía convertirse en Hombre Sensitivo sin una notable preparación en campo científico y una adecuada competencia en el empleo de instrumentos tecnológicos. De otro modo la sensitividad habría representado una ilusoria capacidad psíquica de intervención en la realidad. Tan ilusoria como invisibles son las capacidades psíquicas. La adquisición de las capacidades sensitivas por parte de las personas permitiría la realización de una nueva concepción de vida, que reemplazaría las reglas de opresión y dominación entre los pueblos, con reglas habientes como finalidad el bienestar individual y colectivo y la promoción de procesos de equilibrio armónico entre los grupos sociales y el entorno cultural/natural. Por ahora, la transformación de Hombre Sabio en Hombre Sensitivo es ciencia-ficción. Porque esta transformación pueda ocurrir hace falta la adquisición de nuevas capacidades mentales, que permitan de actuar en la realidad con potencialidades intelectivas mucho más complejas y completas, tal como ocurrió en la transformación de Homo Faber en Homo Sapiens”.

El libro expone el recorrido y las capacidades mentales que adquirir para convertirse en sensitivos. © Fausto Presutti, 1982 © Aleph, Roma 1990 © I.S.P.E.F., Associazione No Profit, Roma 2010 Via Domenico Comparetti, 55/A 00137 Roma – tel. 0039 06/8275589 fax 0039 06/86890061 e-mail – [email protected] web: http://www.ispef.it Portada: Oriana Di Marzio El I.S.P.E.F. no está en ningún modo, ni directamente ni indirectamente, responsable de los eventuales derechos de autor de imágenes. Las imágenes han sido creadas libremente por el equipo del I.S.P.E.F. o descargadas de manera freeware del web mundial, que no tiene derechos de autor. Por cualquier problema al respeto contactar la administración a la dirección, Nos complacerá de solucionar el problema, añadiendo nuevos textos, imágenes; variando los mismos o removiéndolos

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EL VIÁTICO PSICO-CORPÓREO DE LÙ

ECOLOGÍA METROPOLITANA Llegó la primavera del 1980 en la sangre de Lù cuando un profundo cambio, cultivado desde hace tiempo, empezó a pulsar en su corazón. El milagro de la naturaleza humana se estaba cumpliendo. Pero la tierra, el aire y el agua estaban volviéndose cada vez más áridos y tristes, y el caos reinaba sobre su futuro. Fue una época en que las esperanzas y los progresos de milenios de cultura humana tenían un sentido más profundo y completo en la evolución natural. Así, mientras para Lù estaba en juego la simple y maravillosa creación de su personalidad, para la cultura humana estaba en juego la misma existencia y la posibilidad de transformación. Lù siempre había vivido en esa jungla artificial, llamada ciudad, dónde la vida natural ha sido completamente reemplazada de los ritmos y de las exigencias de la producción económica. Las ciudades: hormigueros de cemento con más que un millón de habitantes, cada uno a la búsqueda de un propio objetivo y de una propia vida, que se entrelazan y serpentean como hilos invisibles de una telaraña. Todo eso fue coordinado por la producción económica que, como un inmenso océano, nivela las olas creadas por los individuos, dejando sobre la arena los residuos. Si por un lado las ciudades hicieron perder la luz de la identidad personal del otro pero siempre permitieron la existencia de un laboratorio cultural en fermento y, por lo tanto, continuamente enriquecido de novedades. Fue justo en este fermento que las mentes más libres - como células primordiales – pudieron prosperar y evolucionarse, alimentadas por sueños de igualdad social y progreso científico. Sus vidas no fueron consagradas a la fuerza de la posesión, pero al poder del conocimiento. Su única fuerza estaba en la capacidad de la mente, su única arma estaba en la sabiduría. Nunca antes de ahora las cambiadas condiciones económicas y sobre todo las increíbles innovaciones tecnológicas dieron a estas mentes evolucionadas los medios para sobrevivir y, al mismo tiempo, las oportunidades para ampliar y profundizar estilos, teorías y culturas diferentes. Así, en poco tiempo, las sociedades del hombre "occidental" pudieron reemplazar o transformar todo lo que la vida natural producía, con materiales y maquinas tecnológicas. La luz, el calor, las comidas e inclusas las distancias fueron cambiadas. Fue la victoria de lo racional, de la precisión, de la hora extra científica, de lo utópico artificial en respeto de todo lo que representó instinto, emociones y fuerza física. El hombre, sobre la onda de las invenciones, se había ido irremediablemente fuera de 4 Tiene prohibición de reproducción y de transmisión.

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los límites permitidos por su moral y seguía sorprendiendo si mismo en un vórtice de innovaciones tecnológicas y descubrimientos científicos que le permitieron vivir como nunca antes. Pues estaba claro como el concepto de supervivencia y pobreza estaban modificándose. Lo que no estaba claro fue donde abría llevado esta transformación humana. Para éste problema la ciencia no pudo dar una respuesta, pero sólo formular hipótesis teóricas. Mientras tanto la tecnología ya creó el mito del Robot y la Calculadora Perfecta. En cambio, el miedo de la esclavitud del hombre por parte de las máquinas fue demasiado evidente y también demasiado simplista para permitir que el mito tecnológico se convirtiera en un punto de referencia real. Dios no podía ser reemplazado por el atractivo monótono invito de una insignia luminosa, tal como una iglesia no podía ser reemplazada por un supermercado, tal como la libertad y el amor no podían ser transformados en contratos comerciales, porque habrían destruido la esencia misma del hombre. Pero tampoco los valores tradicionales pudieron ofrecer una respuesta satisfactoria a una sociedad completamente cambiada y en continuo fermento. Así, dentro de los años 1950-80, en la era del "auge económico", enteras generaciones de jóvenes fueron inducidos a proyectar, a idear a desarrollar la creatividad para superar las cotidianas costumbres, de modo que reconstruir un mundo nuevo, más correcto y más bello, que borrase las sensaciones de destrucción y muerte que las guerras mundiales habían dejado. La usual fractura que existe entre viejas y nuevas generaciones se volvió en una barrera irrecuperable entre el mundo de los adultos con sus certezas, sus tradiciones, la búsqueda de bienestar, la moral y el mundo de los jóvenes con su búsqueda de paz y amor, con su imaginación creativa, con su espíritu crítico y su visión cosmopolita. Se construyó, entonces, una concepción de vida que contrapusiera el amor a la violencia, la vivencia diaria a la moral, el conocimiento a la conquista de poder. Fueron los ideales de una generación que tenia que reconstruir la vida de los escombros de una guerra, decidiendo conscientemente su futuro.

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EL SUEÑO DE LÙ En este fermento Lù creció, respirando ideales que encendieron en ella el deseo de conocer, de amar y de realizarse con los otros. No quería convertirse en un simple peón de un juego que no comprendía y que otros habrían jugado por ella. Su sueño era de elevar la propia animalidad en humanidad. Era el deseo de realizar una vida llena de experiencias. Sin embargo, lentamente, un sutil velo estaba cubriendo sus ojos negros y grandes, devolviendo todo desenfocado y homogéneo. Fueron los recuerdos del pasado que inmovilizaron la mente y condujeron el futuro en un pozo negro sin fin. La mente de Lù siguió un tenue hilo de esperanza e comprendió que, para poder seguir viviendo feliz en la oscuridad de las estrellas y bailando con las sonrisas de las nubes, tenía que morir dentro ya que su "vieja" personalidad no tenía más razón de existir. Buscó la seguridad en si misma. Éste fue el elemento fundamental para poder elegir con serenidad, de otro modo la tensión y el miedo habrían tenido la ventaja. Recordó con afecto suyas primeras tentativas torpes. Pero aprendió a ser fuerte, a combatir por los propios ideales y a ganar por ellos. A menudo esta solicitud la llevó en un estado de privilegio forzado que coincidió con un sentido de superioridad. ¿Pero qué sabor podía tener la superioridad si inevitablemente contraseñaba la derrota por otras personas? No buscó ni honor ni gloria, pero sencillamente de estar en armonía constructiva con las personas que estimaba y amaba. Tenia que existir una dimensión de vida que permitiera a cada uno expresar lo que era sin ser medido en vencido o vencedor, en listo o tonto, en inteligente o estúpido, en guardia o ladrón. Pero cuál fuera, Lù no lo sabía; sólo entendió que tenia que encontrar un propio modo de vivir y de concebir el mundo antes que las costumbres cotidianas y la resignación prevaliesien. Una sensación de vacío y náusea existencial se introdujo en su personalidad. Su fuerza de Mármol, un bloque macizo y pesado, capaz de solucionar cualquier problema, siempre que no requeriese astucia, fue la primera a ser incidida y poco a poco a desmoronarse. La otra fuerza de Lù, aquella de Agua, era una fuente frágil pero siempre viva, lista para sorprenderse por todo y para infiltrarse en los más profundos meandros del cerebro para poder alcanzar nuevas dimensiones. Pronto también esta característica de personalidad quedó inerme, en la oscuridad de los pensamientos. Por fin intentó iluminar su existencia con el Sol, el elemento fundamental de que su vida llevó luz y calor. Fueron las fuerzas de la personalidad que Lù custodió celosamente. Por la primera vez pero fueron inadecuadas. Fue como estar en una habitación sin poder encontrar una puerta o una grieta para poder salir. O bien, otras veces, sin poder encontrar la puerta correcta de que poder salir. Fue por éste que, en aquella primavera del 1980, Lù decidió morir. 6 Tiene prohibición de reproducción y de transmisión.

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