Nuestro mensaje profético - Recursos Escuela Sabática

14 dic. 2013 - (Apocalipsis 19:16). “El reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo;.
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IV Trimestre de 2013 El santuario

Notas de Elena G. de White Lección 11

14 de diciembre de 2013

Nuestro mensaje profético Sábado 7 de diciembre No ha habido ni una sola nube que ha caído sobre la iglesia para la cual Dios no haya hecho provisión; no se ha levantado ni una sola fuerza opositora para contrarrestar la obra de Dios que él no haya previsto. Todo ha ocurrido como lo predijo por medio de sus profetas. No ha dejado a su iglesia en tinieblas y olvidada, sino que ha mostrado mediante declaraciones proféticas lo que ocurriría, y obrando por medio de su providencia en el lugar designado de la historia del mundo, ha dado lugar a aquello que el Espíritu Santo reveló a sus profetas para que lo predijeran. Todos sus propósitos se cumplirán y se establecerán. Su ley está unida con su trono, y los instrumentos satánicos combinados con los instrumentos humanos no pueden destruirla. La verdad es inspirada y está protegida por Dios; perdurará y tendrá buen éxito, aunque algunas veces aparezca oscurecida. El evangelio de Cristo es la ley ejemplificada en el carácter. Los engaños practicados contra ella, toda invención destinada a vindicar la falsedad, y todo error forjado por los instrumentos satánicos, llegarán a ser desbaratados para siempre, y el triunfo de la verdad será como la apariencia del sol en el mediodía. El Sol de Justicia brillará con poder sanador en sus rayos, y toda la tierra estará llena con su gloria (Mensajes selectos, tomo 2, p. 124). Recursos Escuela Sabática ©

Domingo 8 de diciembre: Tiempo de chasco El ángel poderoso que instruyó a Juan era nada menos que Cristo. Cuando coloca su pie derecho en el mar y su pie izquierdo sobre la tierra seca, muestra la parte que desempeña en las escenas finales del gran conflicto con Satanás. Esta posición denota su supremo poder y autoridad sobre toda la tierra. El conflicto se ha intensificado y agudizado de una época a otra, y seguirá intensificándose hasta las escenas finales, cuando la obra magistral de los poderes de las tinieblas llegará al máximo. Satanás junto con los hombres impíos, engañará a todo el mundo y a las iglesias que no reciban el amor de la verdad. Pero el ángel poderoso exige atención. Clama en alta voz. Debe mostrar el poder y la autoridad de su voz a aquellos que se han unido con Satanás para oponerse a la verdad. Después de que los siete truenos emitieron sus voces, se le ordena a Juan, como a Daniel, con respecto al librito: “Sella las cosas que los siete truenos han dicho”. Estas cosas se refieren a sucesos futuros que serán revelados a su debido tiempo. Daniel recibirá su heredad al fin de los días. Juan ve el librito al cual le han quitado los sellos. De esto se deduce que las profecías de Daniel tienen su aplicación en la proclamación al mundo de los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel. La apertura del librito era el mensaje en relación con el tiempo. Los libros de Daniel y el Apocalipsis son uno. El primero es una profecía; el otro, una revelación; uno es un libro sellado; el otro, un libro abierto. Juan escuchó los misterios que pronunciaron los truenos; pero se le ordenó que no los escribiera. La luz especial que se le dio a Juan, expresada en los siete truenos, era un bosquejo de sucesos que debían ocurrir bajo los mensajes de los ángeles primero y segundo. No era lo mejor para la gente conocer esos eventos, porque su fe debe necesariamente ser probada. El plan de Dios era que se proclamaran verdades más maravillosas y avanzadas. Los mensajes de los ángeles primero y segundo debían ser Recursos Escuela Sabática ©

proclamados; pero no había de revelarse mayor luz antes que esos mensajes hubiesen hecho su obra específica. Esto se representa por medio del ángel que estaba parado con un pie en el mar, proclamando con un solemne juramento que el tiempo no sería más. Este tiempo, el que el ángel declara con un solemne juramento, no es el fin de la historia del mundo ni del tiempo de gracia, sino del tiempo profético que precederá al advenimiento de nuestro Señor; es decir, la gente no tendrá otro mensaje acerca de un tiempo definido. Después de este lapso, que ahora abarca desde 1842 a 1844, no puede haber ningún cómputo definido de tiempo profético. El cálculo más prolongado llega hasta el otoño de 1844. La posición del ángel —un pie sobre el mar el otro sobre la tierra— significa la extensión de la proclamación del mensaje. Cruzará los anchos océanos y será proclamado en otros países en todo el mundo. La comprensión de la verdad, la alegre recepción del mensaje, están representadas por el acto de devorar el librito. La verdad en cuanto al advenimiento de nuestro Señor era [es] un precioso mensaje para nuestras almas (Comentario bíblico adventista, tomo 2, pp. 982, 983). Al trabajar desde 1843 y 1844, he estado muy agradecida porque el Señor ha permitido que dure el tiempo para realizar más fielmente la obra misionera que se necesita para amonestar a nuestras ciudades. Nuestro sabio Padre celestial hizo el sacrificio infinito de su Hijo unigénito. Lo dio a nuestro mundo para que, mediante la misericordiosa providencia realizada, el mundo pudiera aceptar la Palabra — la verdad bíblica— y prepararse para el gran acontecimiento de su venida. Aquello que causó tanta aflicción a la iglesia creyente en su chasco por el tiempo de su venida ha sido una razón de agradecimiento por la tardanza. Ahora los ángeles de Dios preparan el camino para que la verdad alcance a las gentes (A fin de conocerle, p. 351).

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Lunes 9 de diciembre: ¡Temed a Dios! En la profecía del primer mensaje angelical, en el capítulo 14 del Apocalipsis, se predice un gran despertamiento religioso bajo la influencia de la proclamación de la próxima venida de Cristo. Se ve un “ángel volando en medio del cielo, teniendo un evangelio eterno que anunciar a los que habitan sobre la tierra, y a cada nación, y tribu, y lengua, y pueblo”. “A gran voz” proclama el mensaje: “¡Temed a Dios y dadle gloria; porque ha llegado la hora de su juicio; y adorad al que hizo el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de agua!”(Apocalipsis 14:6, 7, V. M.). La circunstancia de que se diga que es un ángel el heraldo de esta advertencia, no deja de ser significativa. La divina sabiduría tuvo a bien representar el carácter augusto de la obra que el mensaje debía cumplir y el poder y gloria que debían acompañarlo, por la pureza, la gloria y el poder del mensajero celestial. Y el vuelo del ángel “en medio del cielo”, la “gran voz” con la que se iba a dar la amonestación, y su promulgación a todos los que habitan la tierra —“a cada nación, y tribu, y lengua, y pueblo”— evidencian la rapidez y extensión universal del movimiento. El mismo mensaje revela el tiempo en que este movimiento debe realizarse. Se dice que forma parte del “evangelio eterno”; y que anuncia el principio del Juicio. El mensaje de salvación ha sido predicado en todos los siglos; pero este mensaje es parte del evangelio que solo podía ser proclamado en los últimos días, pues solo entonces podía ser verdad que la hora del Juicio había llegado (El conflicto de los siglos, p. 404). Martes 10 de diciembre: La ira de las naciones ”Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria. Y serán reunidas delante de él todas las gentes” (Mateo 25:31, 32). Recursos Escuela Sabática ©

A este tiempo se refiere el revelador cuando dice: “Los reinos del mundo han venido a ser los reinos de nuestro Señor, y de su Cristo: y reinará para siempre jamás” (Apocalipsis 11:15). El contexto demuestra claramente cuándo sucederá esto. “Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos, para que sean juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeñitos y a los grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra” (versículo 18.) El reino de Cristo se establecerá en la época del Juicio final, cuando se dará la recompensa de los justos y el castigo de los impíos. Cuando todos los que se oponen a la soberanía de Cristo hayan sido destruidos, los reinos de este mundo se convertirán en los reinos de nuestro Señor y de su Cristo. Entonces Cristo reinará como “Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:16). “El reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino eterno, y todos los señoríos le servirán y obedecerán”. “Tomarán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, y hasta el siglo de los siglos” (Daniel 7:27, 18) (Patriarcas y profetas, pp. 828, 829). Cuando Cristo deje de interceder en el Santuario, se derramará sin mezcla la ira de Dios de la que son amenazados los que adoran a la bestia y a su imagen y reciben su marca. Las plagas que cayeron sobre Egipto cuando Dios estaba por libertar a Israel fueron de índole análoga a los juicios más terribles y extensos que caerán sobre el mundo inmediatamente antes de la liberación final del pueblo de Dios. En el Apocalipsis se lee lo siguiente con referencia a esas mismas plagas tan temibles: “convirtióse en úlcera maligna y gravosa en los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen”... “el mar se convirtió en sangre como de un muerto y toda alma viviente de las que había en el mar, murió”... “los ríos y las fuentes de agua, también se convirtieron en sangre”. Por terribles que sean estos castigos, la justicia de Dios está plenamente vindicada... Estas plagas no serán universales, pues los habitantes de la tierra Recursos Escuela Sabática ©

serían enteramente destruidos. Sin embargo serán los azotes más terribles que hayan sufrido jamás los hombres. Todos los juicios que han caído sobre los hombres antes del fin del tiempo de prueba, han sido mitigados con misericordia... pero en el juicio final la ira de Dios será derramada sin mezcla de misericordia. El pueblo de Dios no quedará libre de padecimientos; pero... no será abandonado para perecer. Mientras los malvados estén muriendo de hambre y pestilencias, los ángeles protegerán a los justos y suplirán sus necesidades (La fe por la cual vivo, p. 342). Estamos en el umbral de grandes y solemnes acontecimientos. Las profecías se están cumpliendo. Se está registrando en los libros del cielo una historia extraña y significativa; acontecimientos que, como se declaró, sucederían poco antes del gran día de Dios. Todo en el mundo está alterado. Las naciones se han airado y se realizan grandes preparativos para la guerra. Una nación conspira contra otra y un reino contra otro. El gran día de Dios se apresura rápidamente. Pero aunque las naciones alistan sus fuerzas para la guerra y el derramamiento de sangre, todavía está en vigencia la orden dada a los ángeles de que retengan los cuatro vientos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes (Mensajes selectos, tomo 1, pp. 259, 260). Miércoles 11 de diciembre: Adorad al Creador El sábado es el tema que probará a todos. Es la línea de demarcación entre los leales y fieles y los desleales y transgresores. Este es el sábado que Dios ordenó, y los que aseveran ser observadores de los mandamientos, los que creen que ellos están ahora bajo la proclamación del mensaje del tercer ángel, verán la parte importante que el sábado del cuarto mandamiento tiene en ese mensaje. Es el sello del Dios vivo. No disminuirán las demandas del sábado para acomodarlo a sus negocios o conveniencias... El Señor del cielo permite que el mundo elija a quién quiere tener Recursos Escuela Sabática ©

como su gobernante. Lean todos cuidadosamente el capítulo 13 del Apocalipsis, porque concierne a todo ser humano, grande o pequeño. Todo ser humano debe decidirse, ora por el Dios verdadero y viviente, quien ha dado al mundo el monumento conmemorativo de la creación, el sábado o séptimo día, ora por un falso día de descanso, instituido por los hombres que se han exaltado por encima de todo lo que se llama Dios o que se adore, que han tomado sobre sí mismos los atributos de Satanás para oprimir a los leales y fíeles que observan los mandamientos de Dios. Este poder perseguidor hará obligatorio el culto de la bestia, insistiendo en la observancia del día de reposo que él ha instituido. Así blasfema contra Dios, sentándose “en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2 Tesalonicenses 2:4) (Mensajes selectos, tomo 3, pp. 484, 485). [Se cita Apocalipsis 14:6, 7] Si se presta atención a este mensaje, inducirá a cada nación, tribu, lengua y pueblo a examinar cuidadosamente la Palabra, y los conducirá a la verdadera luz concerniente al poder que ha cambiado el séptimo día de reposo por un día de reposo espurio. El único Dios verdadero ha sido olvidado, su ley ha sido descartada, y su sábado sagrado ha sido pisoteado en el polvo por el hombre pecador. El cuarto mandamiento, tan claro y explícito, ha sido ignorado. El monumento del sábado, que expresa quién es el Dios viviente, el Creador de los cielos y de la tierra, ha sido derribado, y en su lugar se ha dado al mundo un día de reposo falso. Así se ha abierto una brecha en la ley de Dios. Un día de reposo falso no podría constituir una norma verdadera. En el mensaje del primer ángel se llama a los hombres a adorar a Dios, nuestro Creador, quien hizo el mundo y todas las cosas que hay en él. Han rendido homenaje a una institución del papado e invalidado la ley de Jehová; pero debe haber un aumento de conocimiento con respecto a este asunto (Mensajes selectos, tomo 2, p. 121). El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven. MienRecursos Escuela Sabática ©

tras la observancia del falso día de reposo (domingo), en obedecimiento a la ley del estado y en oposición al cuarto mandamiento, será una declaración de obediencia a un poder que está en oposición a Dios, la observancia del verdadero día de reposo (sábado), en obediencia a la ley de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras que una clase de personas, al aceptar el signo de la sumisión a los poderes del mundo, recibe la marca de la bestia, la otra, por haber escogido el signo de obediencia a la autoridad divina, recibirá el sello de Dios (El conflicto de los siglos, p. 663). Jueves 12 de diciembre: La “paciencia” de los santos Juan fue llamado a contemplar a un pueblo distinto de los que adoran a la bestia o a su imagen al guardar el primer día de la semana; la observancia de este día es la marca de la bestia. Juan declara: “Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús”. “Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo”. Se nos muestra claramente que existirán dos bandos en el momento en que aparezca nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¿En cuál bando deseamos ser hallados? “Y he aquí, yo vengo presto —dice Cristo— y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según fuere su obra. Yo soy Alpha y Omega, principio y fin, el primero y el postrero. Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad”. Este es el destino de los que observan los mandamientos. ¿No debemos todos desear estar entre el número de personas que tendrán derecho al árbol de la vida, y que entrarán por las puertas en la ciudad? (Testimonios para los ministros, p. 130). “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apocalipsis 14:12). Recursos Escuela Sabática ©

Este es el pueblo que está reparando la brecha de la ley de Dios. Ven que el sábado del cuarto mandamiento ha sido suplantado por un falso día de reposo, un día que la Palabra de Dios no autoriza. Son leales a su Dios en medio de gran oposición, y se alistan bajo el estandarte del tercer ángel. A medida que se aproxima el fin, los testimonios de los siervos de Dios se harán más decididos y más poderosos; proyectarán la luz de la verdad sobre los sistemas de error y de opresión que por tanto tiempo han tenido la supremacía. El Señor nos ha enviado mensajes para este tiempo a fin de establecer el cristianismo sobre una base eterna, y todos los que creen la verdad presente no deben apoyarse en su propia sabiduría, sino en la de Dios; y deben levantar los cimientos de generación y generación. Ellos serán registrados en los libros del cielo como reparadores de portillos, restauradores de calzadas para habitar. Debemos sostener la verdad porque es la verdad, haciendo frente a la más intensa oposición. Dios está influyendo en las mentes humanas; el hombre no actúa solo. El gran poder iluminador procede de Cristo; el brillo de su ejemplo ha de mantenerse delante de la gente en cada conversación (Comentario bíblico adventista, tomo 4, p. 1174). Viernes 13 de diciembre: Para estudiar y meditar Para el mensaje del primer ángel: El conflicto de los siglos, pp. 344362, 363-390, 391-403, 404-424. Para el mensaje del segundo ángel: El conflicto de los siglos, pp. 442460, 461-475, 476-485. Para el mensaje del tercer ángel: El conflicto de los siglos, pp. 486503, 504-513.

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