Lección VIII:
Cristo, Nuestro Sacerdote “Ahora bien, el resumen de todo es, que tenemos Sacerdote de renombre, El cual se sentó en el cielo, a la diestra de la máxima Majestad; Ministro del Santuario, el que levantó Dios, y no el hombre, Y Sumo Sacerdote, que ministra en su Tabernáculo, con Bondad. Una nueva fase del plan de redención se inició, cuando Cristo ascendió, Entró al Santuario, habiendo cumplido los requisitos de su sacrificio; Comenzó su ministerio sacerdotal, después que su sangre ofreció, Empezó a mediar por los cubiertos por su sangre en especial oficio. Su ministerio sacerdotal constaba de dos fases, como en el terrenal, El ministerio diario con sus ofrendas y el Día anual de la Expiación; Ahora presenta sus méritos de su sacrificio, para darnos vida eternal, Y darnos a todos: esperanza, ánimo, y seguridad de eterna salvación. Hebreos nos habla de Cristo, como Sumo Sacerdote en plena santidad, Jesucristo es aquí exaltado, y ubica a la diestra de Dios en los cielos; Este libro presenta a Jesús como el Mesías, y enfatiza su divinidad, Prefigura su ministerio con el de Melquisedec, cumpliendo sus anhelos. Melquisedec era el rey de la ciudad de Salem, cuyo nombre es “paz”, Cristo es el “Rey de Paz”, y Rey de Justicia, que habla de su carácter; De Melquisedec no se conoce su origen y su muerte no se dice jamás, Es “sacerdote el Dios Altísimo”, lo que el ser un tipo de Cristo se deja ver. El sacerdocio de Melquisedec, es al sacerdocio levítico, mejor o superior, Pues por medio de Abrahán fue, que Leví a Melquisedec los diezmos dio; El sacerdocio aarónico fue designado por Dios, Leví no era inferior, Eran representantes de Dios, mediadores, y el diezmo les ofreció. Hebreos presenta a Cristo como Sumo Sacerdote de un orden mejor, Fue superior al orden aarónico, pues no tuvo pecados de ningún tipo; Fue en todo obediente y no tuvo que ofrecer ofrendas, sino su dolor, Fue la ofrenda más perfecta, y los tipos se encontraron con el antitipo. Ante la pecaminosidad humana y nuestra imperfección, temblamos, Pues habrá juicio y comparecerá el enemigo a presentar acusaciones; ¿Quién estará contra nosotros y acusará?; ¿Será bueno que temamos?, Nada ni nadie, nos separará del amor de Dios, gocemos sus bendiciones. 1
Dios está a nuestro favor, Cristo murió por nosotros, está a nuestro lado, Jesús es la respuesta a toda Justicia, y cualquier temor de condenación; Murió y resucitó, y entró en el Santuario como nuestro Abogado, Intercede con su sangre y sacrificio continuamente, nos da justificación. El tribunal celestial, es lugar de gozo y confianza para el creyente, Pues como Abogado infalible, intercede con todos sus recursos de amor; Nada puede torcer o desviar los propósitos, que tiene en su mente, La clase de Dios en el que creemos, es el que se entregó como Salvador. Jesús es nuestro “Paracletos”, nuestro Abogado Intercesor… Un asistente legal, que aparece a favor de otro, que lo asiste; Jesús nos defiende en el juicio o de lo contrario no tendríamos Fiador, Solamente en Cristo tenemos esperanza, solamente Él, el mal resiste. Nuestro Abogado es Justo, por tanto, el Padre escuchará su intercesión, No haría nada que su Padre rechazara, ministra por sus hijos bellos; Cristo intercede por aquellos que pecaron y se arrepintieron de corazón, Se presenta a sí mismo como Ofrenda Perfecta, el Justo en lugar de ellos. La maravillosa verdad de que nada nos puede separar del amor, Debería hacernos ser más agradecidos, y estar siempre en comunión; Estudiar diariamente su Palabra, orar en todo momento y con fervor, Ministrando a otros y siendo amorosos y agentes de reconciliación. “El cual quiere que todos los hombres sean salvos y conozcan la verdad… “Porque hay un solo Dios y un solo Mediador entre Dios y los hombres; El cual se dio a sí mismo en rescate por todos”, cargando la maldad, A su debido tiempo nació, vivió, murió y resucitó, no te asombres. El conocimiento de la verdad y la salvación, por Cristo están disponibles Es el único Mediador entre Dios y los hombres, es Joya engastada; La pregunta es si aprovecharemos la oferta, o seguimos inamovibles, Nos ofrece este tesoro sin contar la raza, carácter u obra pasada. Cristo es nuestro Mediador, término tomado del mundo comercial, Era quien negociaba eliminar un desacuerdo, o hacer un pacto; Proyectaba lograr un acuerdo común, alcanzar una meta legal, Iniciar un buen negocio y cerrar exitosamente un contrato. Cristo se conecta en el Nuevo Pacto, como nuestro Mediador, Cristo vino a lograr una reconciliación, rehacer la comunión; Restableció la conexión entre Cielo y Tierra, fue el Salvador, Si no lo hubiera realizado, hubiéramos ido a la destrucción. 2
Tenía nuestro Mediador, cualidad singular, divino-humano, Por eso es capaz de vincular Cielo y Tierra, con lazos irrompibles; Por su ofrenda propia y voluntaria, nos extendió su Divina Mano, A ser Cristo tanto Dios como hombre, nos ató con vínculos invencibles. Vinculó al hombre finito, con el Dios infinito y Todopoderoso, Conectó la Tierra pecaminosa, con el Cielo Puro y sin mancha; El pecado y la transgresión nos había separado, y era algo horroroso, Estábamos destituidos de la Gracia y caminando, por la vía ancha. Hay un Ser Humano en el Cielo ahora mismo, que media a tu favor, Que Ministra con los méritos de su sangre y sacrificio, por tu salvación; Esta verdad debe impactar tu vida ahora, para que veas su gran Amor, Para que veas su importancia y lo alabes, por su Plan de Redención. Jesús el “Gran Sumo Sacerdote”, es en la Tierra, el mayor gobernante, Es Misericordioso y fiel con su Padre, y con nosotros también; Puede simpatizar con nosotros, pues vivió como humano y es garante, Un Ayudador compasivo y perfecto que procura nuestro bien. Jesús no está en la comunidad de creyentes, como estuvo Moisés, Está sobre nosotros, en calidad de un hijo que preside en su casa; Cristo goza de completa autoridad, desde la cabeza a los pies, Pues venció como hombre, pues a su divinidad no se abraza. Aparece por nosotros en el santuario Celestial, para ser Representante, Que intercede por nosotros, en calidad de ofrenda sustitutiva; Se presenta en el Juicio, en nuestro lugar, en calidad de Juez oficiante, Y será para los fieles seguridad y certeza, para la parte ejecutiva. El santuario terrenal ofrecía en símbolos y tipos, los eventos finales, Eran mini profecías de la muerte y del ministerio sumo sacerdotal; El pecado era muy terrible, para ser resuelto con muerte de animales, Pero toda esa sangre derramada señalaba a Cristo, un sacrificio total. La única solución al pecado, era la muerte de Cristo, el Unigénito, Tenía que morir el más Amado, el Hijo del Dios Viviente; Para expiar el pecado, ofrendó su vida, de María el Primogénito, Lo que revela cuán malo es el pecado, cuán malo es, e hiriente. La muerte de los animales, no podía realmente expiar los pecados, Señalaban solamente a la Solución, no eran en sí mismas la solución; Jesús es la Solución, pues su muerte pagó el precio y fuimos salvados, Su Ministerio en el Santuario, nos ofrece segura y eterna Redención. 3
La muerte de Cristo, era totalmente suficiente, y solo por una vez… Pues los animales eran muertos una y otra vez, para expiación; Cubrió con su sacrificio, los pecados de toda la humanidad a la vez, Y ya que no habría más sacrificios, el velo se rasgó sin humana acción. Al mirar a tu lado, verás un mundo infectado por el virus del pecado, Un mundo llenó de dolor, de pérdidas, de desesperanza y muerte; Hay que aferrarse a Jesús, la Solución al pecado que nos ha marcado, La única alternativa que tenemos para cambiar, nuestra suerte. “Apártense de la voz de Satanás, y de hacer su voluntad” estén atentos, Pónganse del lado de Jesús, apropiándose de sus atributos;” es el consejo; Él puede tomar la causa de los afligidos y sufrientes”, estemos contentos, Puede tomar tu causa y protegerte de Satanás, este mensaje te dejo. Si Dios te ha perdonado mucho, así de mucho lo debes amar… Pues Jesús es misericordioso y además, un compasivo intercesor; Como Majestad del Cielo comprende lo que sientes, al luchar y clamar, Como Rey de Gloria entiende tus dolores, pues él sintió el mismo dolor. La Sierva dice: “La conciencia puede ser liberada de la condenación”, No estamos trabajando con imposibilidades, goza del favor divino: Por medio de la fe en su sangre, podemos “encontrar la perfección”, Con Cristo Jesús, no nos extraviamos en el espiritual camino. No te inquiete hermano, por lo que Dios piensa de nosotros, en absoluto, Pon tu vida sobre el altar, donde Cristo Jesús ministra y otorga vida; Interésate por lo que Dios el Padre, piensa de Cristo, nuestro Sustituto, Y prepárate para disfrutar el galardón que trae, en se Segunda Venida.
Hiram Rivera Méndez
Toa Alta, Puerto Rico 20 de noviembre de 2013
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