8 SOCIEDAD NAVARRA

Diario de Noticias Miércoles, 15 de enero de 2014

Primavera burgalesa

C

OSAS veredes, una manifestación pacífica en Bilbao y brotes crecientes de kale borroka en Burgos. ¡En Burgos, desde donde el generalísimo acometió la inmortal reconquista de la España roja y atea! Su callejero aún conserva con orgullo los nombres de los héroes de aquella gesta. En sus tiendas de recuerdos, las reproducciones a escala de la catedral conviven en armonía con banderas del aguilucho en todas las tallas, llaveros de Paca la culona y José Antonio o cucharillas con el yugo y las flechas en bastos damasquinados. Y por supuesto, desde que se estableció la

Más que palabras

P O R J AV I E R V I Z C A Í N O manía esta de echar papeletas en las urnas, un Partido Popular nutrido por incontables camisas viejas gana casi siempre sin bajarse del autobús; 52% en las últimas municipales.

¿Qué está pasando? Algo me dice que va a ser tarde para enterarnos. A diestra y siniestra, la propaganda ha tomado el mando del relato. Vandalismo organizado e importado, claman los defensores del orden, que lo son también de los pingües beneficios que parece haber en juego. Es el pueblo oprimido que se levanta contra la tiranía, atruenan, ebrios de trempantina, los oteadores de revoluciones en marcha. Los primeros piden mano dura y tentetieso en nombre del respeto a la legalidad y, ay que me descogorcio, la pacífica convivencia. Los segundos, mayormente atrincherados desde

el teclado del móvil, la tableta o el ordenador de sobremesa, arengan a las masas a mantener vivas las hogueras y a no dejar piedra sobre piedra. Si sacamos la media, el resultado es que las recetas se resumen en violencia frente a violencia, con el correspondiente anexo justificatorio en cada caso. Y en estas, el alcalde que juraba que no se doblegaría por la turbamulta, anuncia que paraliza las obras de la discordia y llama a parlamentar. ¿Triunfo de la primavera burgalesa o triquiñuela para esperar a que se vayan las cámaras y volver a meter las máquinas? Apostemos.

PEDRO MECA ZUAZU PADRE DOMINICO, ‘CAPELLÁN DE LOS VAGABUNDOS’

“El aislamiento es el sida social, lo que más daño hace a nuestra sociedad” Pedro Meca Zuazu, conocido como ‘el capellán de los vagabundos’, es un religioso dominico que nació en Villava en 1935. Desde hace ya 45 años ha dedicado su vida a los más necesitados en París. El 24 de enero recogerá en Pamplona el Premio Periodistas de Navarra

Ante relaciones personales en las que la desigualdad es tan grande, ¿qué puede aportar el que no tiene nada al que lo posee todo? No solo nos podemos enriquecer con la producción material, sino con la producción de relaciones de amistad o con la producción artística, por ejemplo. Todo esto parece que no cuenta, que lo único que importa es tener un salario, lo demás se considera como si no fuera un aporte imprescindible. Yo con la gente de la calle trato de pasar un buen rato y, a partir de ahí, pensar que se puede pertenecer a una sociedad no solo desde la producción de medios materiales. Actualmente, en nuestra sociedad solo existimos como productores. Marx ya decía que se había reducido a la gente a su fuerza de trabajo; hoy en día, ni eso. Ahora se ha reducido al hombre a su fuerza de consumo, y el mal consumidor es el que no tiene dinero.

NICOLÁS PÉREZ PAMPLONA. En el Barrio Latino de

París, a orillas del río Sena, el padre dominico Pedro Meca Zuazu comparte la noche a la salida de los bares con drogadictos, prostitutas y gente sin techo. Lo único que hace es estar ahí, pasar tiempo con ellos. Su objetivo, el de Compañeros de la Noche, no es ofrecerles comida, un techo donde vivir, o recursos económicos. Meca, con su charla y su presencia, trata de llenar el vacío que deja el aislamiento que llega como consecuencia del individualismo egoísta.

¿Se considera una persona de izquierdas?

¿Cómo ha recibido el premio? Lo recibo gustoso. Sería falsa modestia decir que recibir un premio no le agrada a uno. Aunque no lo recibo por mí, sino como una ocasión que sirva para hablar de la gente con la que yo trabajo, y sobre por qué hace falta que haya personas que se consagren al mundo de la calle.

¿Cuál es la labor que realiza en las calles de París? Mi labor es estar. El verbo estar es muy bonito. Hace muchísimos años que estoy en la calle viendo a la gente. Lo que hago es encontrarme con ellos y a partir del acercamiento las cosas van saliendo. Puede que unos necesiten orientación, otros simplemente estar a su lado, depende de lo que nos conozcamos y del trato que tengamos. Consiste en convivir con la gente el máximo tiempo posible en función de las cosas que a ellos les afecte, de lo que ellos me pidan.

¿Por qué hay personas que no tienen a donde ir por las noches? Cuando uno está en la calle, no es por casualidad. La primera causa es el aislamiento social. Me encuentro más con gente individual que con familias, aunque también con alguna familia. Siempre existe un fallo que hace que la gente se encuentre sola. El aislamiento es el sida social,

nales de alojamiento, de comida... Pero no se trata tanto de intentar dar respuestas y buscar una solución a lo material, sino de procurar dar a la gente la ocasión del encuentro. Siempre que vemos a los sin techo parece que solo hace falta que les demos, pero no pensamos que podemos recibir de ellos y que son ciudadanos que pueden participar en la vida social. Un lugar donde el que no tiene casa se relacione con el que sí la tiene.

Pedro Meca, en Bruselas, durante una conferencia sobre población sin hogar convocada por la UE. FOTO: P.R. lo que más daño provoca en nuestra sociedad; nos encerramos cada vez más en un individualismo egoísta.

desde lo que uno posee, solo se tiene con el dinero, y el dinero se consigue con el trabajo.

¿Cómo llega una persona a estar aislada?

Para favorecer este tipo de relaciones entre personas, en 1992 inauguró La Moquette, una de las razones por las que ha recibido este premio, ¿qué es este lugar?

Cada uno tiene su historia pero la razón esencial es el egoísmo que hace que uno rompa consigo mismo por intereses particulares de otras personas. Una de las causas puede ser la pérdida del trabajo, o gente joven que ha acabado de estudiar y no consigue un puesto de trabajo. En esta sociedad no se reconoce a alguien que no tenga trabajo: tú eres lo que produces, y si no, no eres nada.

¿Qué alternativas o soluciones ofrece a las personas con las que pase el tiempo en la calle? Yo no planteo alternativas solo a aquellas personas que están en la calle, sino que las planteo para todos nosotros. Mi trabajo no es buscarles un piso o un trabajo, sino establecer una relación y apoyarles en sus deseos. Creo en las relaciones interprofesionales primero para que nos organicemos de cara a objetivos distintos al consumo. En estos tiempos, el criterio en las relaciones parte

“En la sociedad no se reconoce a una persona que no tiene trabajo. Si no produce, no es nada”

Es un sitio donde nos reunimos para resolver los problemas perso-

Premio a una trayectoria iconoclasta La Asociación de Periodistas de Navarra calificó como iconoclasta la trayectoria del capellán de los vagabundos, una persona con facetas tan dispares como la de contrabandista, sacerdote dominico, activista político, luchador contra el régimen de Franco, educador y escritor. En 1952 llegó a Burdeos y empezó su recorrido por distintas ciudades francesas hasta parar en París en 1969. Tras muchos años fuera de Navarra, la conexión con su tierra sigue intacta. Va a Pamplona a pasar algunos días cuando sus obligaciones se lo permiten y es conocedor de cómo está la situación. De hecho, los pasados Sanfermines comió en el comedor social París 365. Desde la Asociación de Periodistas se le considera a Meca como “un embajador de la Comunidad Foral” que promueve una imagen positiva de esta comunidad y que en la capital francesa es conocido como “Pedro de Navarra”. Este reconocimiento se le entrega porque Meca “busca romper el gueto de lo social para abrirse al conjunto de la sociedad y aproximar unos ciudadanos a otros”. >N.P.

Más que considerarme de izquierdas, yo creo en Jesucristo; mi fe está en el Evangelio, que es para mi un motor que no puede contentarse con que lo esencial es servir al otro, al mas pobre. A partir de este principio cada uno tiene que desarrollar su dignidad. Se le puede ayudar al pobre pero no aplastándolo sobre la bondad. Esta es, con frecuencia, la expresión de una caridad muy mal entendida. Hay que servir al otro pero hay que darle y buscar con él la oportunidad de que sea alguien. No hay que darle solo de comer, sino ayudarle a que se realice. Cada uno tenemos algo que aportar al mundo.

Las acciones del papa Francisco, un pontífice que nada más llegar ha mostrado su interés por los más necesitados, ¿supone un acercamiento de la Iglesia a los planteamientos que usted propone? El otro día, me decía una persona en la calle: “Oye, Pedro, antes el Papa hablaba como tú, pero ahora hace como tú, sale de noche por ahí”. Yo con lo que dice y con sus gestos no puedo estar más que profundamente de acuerdo. Pero desconfío mucho en la comunicación. Los medios cogen mucho lo sensacional, lo nuevo, y se plantea como un espectáculo. Aquí lo que importa no es solamente lo que haga el Papa, sino que la gente haga lo que hace el Papa, que siga su ejemplo.