El éxito es que todos entendieron lo que es proteger el ambiente

Esa isla, que se cree tiene el tamaño del estado de Texas, cobró forma de a ... nir que esa isla continúe creciendo, ... canza su pico está en las costas de la.
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INFORMACION GENERAL

Lunes 19 de julio de 2010

El tratamiento de residuos

La separación de desechos

I

Cómo se trabaja en diferentes partes del mundo

CUANTO SE RECICLA de basura domiciliaria

TOTAL DE RESIDUOS DOMICILIARIOS POR AÑO SAN FRANCISCO 1.900.000 TONELADAS

BASURA: 100%

AL OT

BASURA: 100%

AL OT

CHICAGO 7.299.174 TONELADAS

PROMEDIO DIARIO DE BASURA DOMICILIARIA PER CAPITA

BASURA POR PERSONA SEPARACION

45%

SE RECICLAN

1.425.000

20%

9%

CHICAGO

NUEVA YORK

BUENOS AIRES

ES OBLIGATORIA

ES OBLIGATORIA: 2 BOLSAS

ES OBLIGATORIA: 3 BOLSAS

NO ES OBLIGATORIA

7 kg

1,55 kg

3.284.628

TONELADAS

SAN FRANCISCO 6,4 kg

BUENOS AIRES 1.350.500 TONELADAS

BASURA: 100%

SE RECICLAN

75%

NUEVA YORK 4.745.000 TONELADAS

T

AL OT

T

BASURA: 100%

T

AL OT

T

Las claves del éxito de las ciudades que tienen una mejor performance en reciclado, según los expertos

13

1,35 kg

HABITANTES

808.977

SUPERFICIE 600,7 KM2

PRESUPUESTO: sin datos

HABITANTES

2.853.114

SUPERFICIE

HABITANTES

SE RECICLAN

TONELADAS

TONELADAS

SUPERFICIE

8.363.710 1214,4 KM2

606,1 KM2

PRESUPUESTO: US$ 139 millones

SE RECICLAN

949.000

TONELADAS

PRESUPUESTO: sin datos

120.815

HABITANTES

SUPERFICIE

2.725.488 202,04 KM2 PRESUPUESTO: US$ 254,5 millones LA NACION

EE.UU. s EN SAN FRANCISCO, CHICAGO Y NUEVA YORK

AMERICA DEL NORTE Y JAPON

JAPON s TOKIO

El éxito es que todos entendieron lo que es proteger el ambiente

El hábito de separar los desechos

Cada hogar paga US$ 25 por la recolección de residuos; las bolsas plásticas, prohibidas

LAURA ROCHA

RAFAEL MATHUS RUIZ

La megalópolis de Tokio, donde viven casi 13 millones de personas, genera anualmente casi cinco millones de toneladas de basura doméstica. Sus habitantes ya han adquirido el hábito de separar la basura o gomi –su nombre en japonés– en tres categorías: combustible (desechos orgánicos), no combustible (aerosoles, loza, lamparitas y pequeños electrodomésticos) y material reciclable (botellas de vidrio y de plástico, latas, diarios y revistas, bolsas de plástico, etcétera). “Este último grupo no es considerado basura, ya que son materiales reciclables. Esto es vital: una cosa es la basura y otra muy diferente son los recursos reciclables. Otra cosa importante a la hora de separar los residuos fue aprender los símbolos que corresponden a cada tipo de material. Todos los productos que se compran en el supermercado tienen impresos en sus etiquetas el símbolo o los símbolos de los materiales con

LA NACION

➾ Nada es gratis en los Estados Unidos. Pero la principal razón es haber generado una pasión por el ambiente ➵ Robert Reed DIRECTOR DE COMUNICACION DE RECOLOGY

➾ La ciudad regula el programa y las tasas que cobra. La relación cercana con Recology es clave para el éxito ➵ Deanna Simon DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE DE SAN FRANCISCO

Convocatoria. ¿Cuál es la solución al problema de la basura? www.lanacion.com.ar Encuesta. ¿Cómo califica el proyecto del gobierno porteño sobre la clasificación de la basura? www.lanacion.com.ar Infografía interactiva. El juego de los residuos y la eterna duda ante el cesto de basura www.lanacion.com.ar Fotogalería. Imágenes de la separación de residuos de Japón www.lanacion.com.ar

NUEVA YORK.– Una isla de basura flota en el océano Pacífico frente a las costas de California. Esa isla, que se cree tiene el tamaño del estado de Texas, cobró forma de a poco, a medida que miles de botellas de plástico, bolsas y otros residuos duros de degradar fueron arrojados primero al mar y luego empujados por las corrientes marítimas hasta sus “costas”. La isla, una amenaza para la vida de cientos de animales y plantas, es un símbolo de la contaminación ambiental. El reciclaje de basura es una de las prácticas que ayuda no sólo a prevenir que esa isla continúe creciendo, sino a combatir el calentamiento global. En los Estados Unidos, la ciudad de San Francisco es líder en la materia. En 2007, prohibió el uso de bolsas de plástico en tiendas, medida que ayudó a reducir en más de cinco millones el número de bolsas. En 2009, una ordenanza exigió a los comercios y hogares separar residuos como papel y vidrio de otros materiales orgánicos. La ciudad se cubrió de contenedores de basura verdes, azules y negros. Todo en pos de un ambicioso objetivo: producir “cero desperdicios” en 2020. Nada muy diferente a lo que han hecho otras ciudades del mundo, salvo porque la ciudad recupera el 75% de los residuos que genera. ¿Cómo logró San Francisco llegar a ese nivel de reciclaje? La respuesta es amplia, y las razones, numerosas. En San Francisco, la recolección de basura fue privatizada. Cada ciudadano paga por el servicio, como por el teléfono, la televisión por cable, el gas o la electricidad. La tarifa para hogares es de 25 dólares. “Nada es gratis en Estados Unidos”, apunta Robert Reed, director de Comunicaciones de Recology, la empresa que tiene el monopolio de la recolección y el reciclaje, “los más baratos del universo de servicios públicos”, como él mismo apunta.

Las mismas reglas Reed cree que la principal razón del éxito es haber generado “pasión por el ambiente”, pero le reconoce mérito a la implementación. Las reglas del reciclaje son las mismas para los hogares, las empresas y los edificios públicos. Y todo lo que sea reciclable se tira en un solo contenedor, el azul. Estas dos características hacen que el reciclaje sea más fácil. No es un tema menor.

Un centro de separación de basura en la ciudad de San Francisco; lo reciclable va en el recipiente azul FOTOS GENTILEZA GREENPEACE

El proceso de reciclaje empieza en cada hogar, restaurante y comercio. Pero el lugar donde la actividad alcanza su pico está en las costas de la ciudad, en el puerto 96. Allí, en una gigantesca planta los desperdicios se dividen y procesan para ser vendidos a empresas que convertirán ese material en nuevas botellas, vasos de papel, cuadernos, entre otros. El proceso aporta también a la producción de alimentos orgánicos. Todos los residuos que caen en el contenedor verde, principalmente

restos de comida, son convertidos en abono rico en nutrientes, carbón y calorías. El proceso, llamado “compostaje”, comienza en los hogares y en los más de 5000 restaurantes que envían restos de comida a una planta donde se produce ese abono, compost, que se utiliza en granjas y fincas orgánicas. San Francisco fue la ciudad que inició esta práctica. Deanna Simon, del Departamento de Medio Ambiente de San Francisco, cree que se acercará a su objetivo de producir cero desperdicios para

2020. A las facilidades que brinda el proceso de reciclaje a residentes y comercios, Simon suma como factor de éxito el vínculo con Recology. San Francisco creó un monopolio, pero Simon cree que contar con muchas compañías privadas complicaría el proceso. “La ciudad regula el programa y las tasas que cobra. Tener una relación cercana con Recology es crítico para el éxito del programa”, dijo. Un éxito que, al menos, ayuda a impedir la isla de basura del Pacífico continúe creciendo.

Un gran productor de basura En promedio, cada norteamericano produce 2,08 kilos por día NUEVA YORK.– Los norteamericanos son los campeones indiscutidos en generación de basura. Cada uno genera un promedio de 2,08 kg de basura por día, según datos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, según sus siglas en inglés). Es la más alta del mundo. En 2008, los norteamericanos produjeron unos 250 millones de toneladas de basura, de la cual se recicló el 33,2 %. San Francisco, duplica ese índice. La tasa de reciclaje se ha mantenido constante en el país durante los últimos años. Hubo un salto importante durante los 90 por la instrumentación de programas de reciclaje y una mayor concientización de la población. El reciclaje es hoy obligatorio por ley en San Francisco y en otras ciudades, como Nueva York o Chicago. Varios estados, como

California, Connecticut, Delaware, Iowa, Maine, Massachusetts, Michigan y Nueva York han aprobado leyes que imponen la obligación de reciclar a sus habitantes.

Dos casos diferenciados En Chicago, el esquema de reciclaje ha producido un gran debate. Es similar al de San Francisco (al igual que la cantidad de basura per cápita: 7 kg), sólo que no está a cargo de una empresa privada, sino de la alcaldía. El alcalde Richard Michael Daley, demócrata, analiza privatizarlo para ahorrar dinero. Su proyecto halló resistencia. Mike Nowak, presidente de la Coalición por el Reciclaje de Chicago (CRC), organización dedicada a promover el cuidado del medio ambiente, se mostró “sorprendido” por la idea de Daley.

En Nueva York, a diferencia de lo que ocurre en San Francisco, los habitantes deben separar el papel del vidrio y del metal. Cada neoyorquino arroja un promedio de 1,55 kilos de basura por día, un cuarto de lo que produce San Francisco (6,4 kg) y por debajo de la media del país. Junto con el resto de las ciudades del estado de Nueva York, se sumó a las ciudades de otros 22 estados que cuentan con un marco legal para el “reciclado tecnológico”. La ley es vista por muchos como altamente progresista: obliga a los fabricantes a reciclar un cierto porcentaje de componentes (si no lo hacen deben pagar multas) y prohíbe a los consumidores desechar sin más computadoras, televisores, reproductores de DVD y otros dispositivos electrónicos a partir de 2015.

LA NACION

Cestos para la separación eparación de residuos los que fue realizado (por ejemplo, frasco de mermelada: frasco de vidrio, tapa de metal, etiqueta de papel). Así, el usuario sabe dónde tirar cada cosa”, explica Mariana Trigo Viera, autora del blog en lanacion.com “Vivir en Japón”, donde estuvo un año y medio. Cada una de las 23 comunas de Tokio tiene normas particulares sobre cómo separar la basura y los días de recolección. Los desechos combustibles son recogidos dos días a la semana; los plásticos y papeles reciclables, una, y los no combustibles, dos veces al mes. La basura se recolecta el día designado, a las 8, en sitios predeterminados. Según datos publicados por el gobierno de Tokio, alrededor del 46% de los desechos domésticos de la ciudad pertenecen a la categoría “combustibles”, los cuales se incineran con recuperación de energía en una de las 21 plantas destinadas a este fin que existen en la ciudad.