Cristo y la Ley en el Sermón del Monte

26 abr. 2014 - Esta semana nos enfocamos en Cristo y la Ley en el Sermón del Monte, donde lo encontramos excavando más allá de la letra de la ley, en las ...
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RECURSOS ESCUELA SABÁTICA Resumen para el Repaso de la Lección de Escuela Sabática II Trimestre de 2014

Cristo y su Ley

Lección 4 26 de abril de 2014

Cristo y la Ley en el Sermón del Monte Era otro dilema del tipo "Mar Rojo". Retirarse sería catastrófico. Avanzar era humanamente imposible. Y Jesús les estaba dando instrucciones de hacer lo imposible… Esta semana nos enfocamos en Cristo y la Ley en el Sermón del Monte, donde lo encontramos excavando más allá de la letra de la ley, en las motivaciones y las intenciones íntimas del corazón. Derribando al ídolo de la justicia propia y exponiendo el verdadero principio de la ley: ser justo.

“Porque os digo, que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y los fariseos, no entraréis en el reino de los cielos… Pero yo os digo, cualquiera que se enoje con su hermano, será culpado del juicio. Cualquiera que diga a su hermano: ‘Imbécil’, será culpado ante el sanedrín. Y cualquiera que le diga: ‘Fatuo’, estará en peligro del fuego del infierno… Pero yo os digo, el que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón… Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os maltratan y persiguen” (Mateo 5:20, 22, 28, 44). A partir del Sermón del Monte encontramos a Cristo dejando bien en claro los principios de su Reino. La grandeza mundanal, la principal preocupación de sus oyentes, no tendría lugar en su Reino. El amor, la misericordia, la bondad, el perdón, fueron mostrados como los atributos que el cielo honra. Aun así, “¿Puede el etíope cambiar el color de su pie, o el leopardo sus manchas? Así, tampoco podréis vosotras hacer el bien, estando habituados a hacer el mal” (Jeremías 13:23). Esta no fue la primera ni la última oportunidad que Cristo haría requerimientos aparentemente imposibles como una condición de discipulado. ¿Recuerdas al joven rico de Lucas 18? Tan abrumador resultó este encuentro que los discípulos preguntaron: “Entonces, ¿quién podrá ser salvo?” (Lucas 18:26). La respuesta que recibieron es la respuesta para el dilema tipo "Mar Rojo" de esta semana. “Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lucas 18:27). El apóstol Pablo hábilmente resumió la condición de aquél que percibe las demandas de la ley para su vida y la incapacidad para cumplir con esas demandas. Recursos Escuela Sabática ©

"Porque sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy de carne, vendido al poder del pecado. Realmente, no entiendo lo que me pasa; porque no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco. Y al hacer lo que no quiero, apruebo que la Ley es buena. De manera que ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí. Sé que en mí, esto es, en mi carne, no habita el bien. Porque tengo el querer, pero no alcanzo a efectuar lo bueno. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí”. “Así, encuentro esta ley: Aunque quiero hacer el bien, el mal está en mí. Porque en mi interior, me deleito en la Ley de Dios; pero veo en mis miembros otra ley, que lucha contra la ley de mi mente, y me somete a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:14-24). Jesús le impartió a Nicodemo el proceso de liberación del cuerpo de muerte durante esa conversación a la luz de la luna registrada en el capítulo 3 del evangelio de Juan: "Te aseguro: El que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (versículo 3). Él enseñó la misma verdad en la parábola del vino nuevo.

“Les dijo también esta parábola: ‘Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo; de esa manera echaría a perder el vestido nuevo, y el remiendo no armonizaría con el viejo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, de esa manera el vino nuevo rompería los odres, el vino se derramaría, y los odres se perderían. El vino nuevo se echa en odres nuevos” (Lucas 5:36-38). “La fuente del corazón debe ser purificada antes que los raudales puedan ser puros. El que está tratando de alcanzar el cielo por sus propias obras observando la ley, está intentando lo imposible. No hay seguridad para el que tenga sólo una religión legal, sólo una forma de la piedad. La vida del cristiano no es una modificación o mejora de la antigua, sino una transformación de la naturaleza. Se produce una muerte al yo y al pecado, y una vida enteramente nueva. Este cambio puede ser efectuado únicamente por la obra eficaz del Espíritu Santo” (Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 172). Aquí hay algunos interrogantes que pueden plantearse para el análisis de la lección de esta semana: » » » »

¿Qué significa para ti “religión del corazón”? ¿Es cierto que mientras no llevemos a la práctica nuestros malos pensamientos no pecamos? ¿Por qué sí o por qué no? ¿La gracia nos libera de las pretensiones de la ley? Fundamenta tu respuesta. ¿Es verdad que nunca deberíamos esperar tener siempre pensamientos puros y acciones rectas? Explica tu respuesta. Recursos Escuela Sabática ©

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Por favor, explica sin utilizar la frase "conversión", el significado de "nacer de nuevo". ¿Es verdad que evidenciar buenos principios morales y un recto estilo de vida son la evidencia de un nuevo nacimiento? ¿Por qué sí o por qué no? Si alguien está atraído hacia las cosas religiosas y eventos tales como los cultos de adoración y la música religiosa, ¿eso es evidencia de una vida espiritual? Fundamenta tu respuesta.

Concluimos esta semana con una oración y una promesa. Aún antes de que nosotros llamemos, Él contesta:  “Dios, crea en mí un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Salmo 51:10).  “Os daré un corazón nuevo, y podré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os dará un corazón de carne. Pondré mi Espíritu dentro de vosotros, y haré que andéis en mis Mandamientos, que guardéis mis normas, y las cumpláis” (Ezequiel 36:26, 27). ¡Hasta la semana próxima! ¡Continuemos dando en el blanco en la Escuela Sabática!

Hit the Mark [Dar en el blanco] Teaching Helps Sabbath School Network (SSNet) Traducción: Rolando D. Chuquimia RECURSOS ESCUELA SABÁTICA ©

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