Política

Página 8/LA NACION

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Viernes 21 de marzo de 2008

Recambio oficial: intimidades de una decisión ■ Néstor Kirchner

■ Alberto Fernández

■ Julio De Vido

Si bien la presidenta Cristina Kirchner despidió a dos funcionarios apreciados por él, como Abad y Echegaray, el ex presidente avaló la decisión tomada para revertir la sensación instalada de que Kirchner controla la gestión desde Puerto Madero.

El jefe de Gabinete logró designar a Carlos Fernández en la AFIP. También controla la Cancillería, y los ministerios de Salud, Interior, Educación, Ciencia y Tecnología, el Comfer, la Sigen, el Banco Nación y el Anses. Y ello causa malestar cerca de Julio De Vido

El ministro de Planificación, en línea con Kirchner, controla los resortes de confrontación política con gravitación económica: el control de precios (Guillermo Moreno), la CGT, la obra pública, los servicios, los subsidios y los fondos fiduciarios.

El escenario

Una lógica de poder que estimula las rivalidades Por Carlos Pagni

Cristina Kirchner buscaría el equilibrio para cubrir la Aduana En El Calafate, analiza junto con Kirchner el nombre del sucesor de Echegaray Por Mariano Obarrio De la Redacción de LA NACION En medio del descanso, la presidenta Cristina Kirchner también dedicará la Semana Santa a analizar con su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, el nombre del sucesor de Ricardo Echegaray, despedido el martes último de la dirección de la Aduana. Se trata de algo más que un futuro funcionario de una área clave. Según confiaron a LA NACION fuentes gubernamentales, el dilema de la Presidenta será recomponer el equilibrio de poder interno entre sectores enfrentados, como el del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el del ministro de Planificación, Julio De Vido. “El nuevo titular de la Aduana será un funcionario de Cristina Kirchner; ni de Alberto ni de Julio”, pronosticó un allegado a la Presidenta. Se comunicaría el martes próximo, ya de regreso en la Casa Rosada. La vieja contienda interna se agudizó porque, además de Echegaray, Cristina Kirchner expulsó a su superior, el ex titular de la AFIP, Alberto Abad, y lo reemplazó por Carlos Fernández, a quien se vincula con Alberto Fernández, pese a que goza de la con-

fianza absoluta de Néstor Kirchner. “De Vido hace su duelo. Alberto sigue poniendo gente en todos lados. Nos tumbó a Echegaray y puso al reemplazante de Abad. El próximo lo ponemos nosotros o arde Troya”, reiteraban ayer a LA NACION allegados al ministro de Planificación. En verdad, en la política santacruceña, Echegaray responde a Kirchner, al empresario Rudy Ulloa Igor y a Carlos Zannini. Por ser “pingüino”, los devidistas lo reivindican como propio. En función de ello, cerca de la Presidenta decían ayer que la idea más consolidada, al menos en estas horas, sería anunciar la designación de un hombre que represente un equilibrio. “Será de Cristina”, dicen. Alberto Fernández se ocupó ayer de desmentir esta nueva contienda desatada tras la pelea feroz entre Echegaray y Abad, el primero cuestionó el sistema de control de exportaciones; se fueron ambos, y desestimó las quejas de los funcionarios de De Vido. En declaraciones a Radio Continental, el jefe de Gabinete descalificó las versiones de “formidable disparate” y señaló que ellas intentan hacerlo aparecer como “un demente napoleónico detrás del poder”. Y, quizá como un mensaje interno, reveló también que

conversó por teléfono con la Presidenta, que estaba en El Calafate, sobre “lo fantasioso” de esos rumores. “Hay una formidable necesidad de demonizar el poder”, concluyó. En rigor, muy cerca de Kirchner, confiaron ayer a LA NACION que el descabezamiento simultáneo de Abad y Echegaray “no es parte del estilo de Néstor”, sino una demostración de “autonomía y de poder de Cristina”. El ex presidente, aseguran, hubiera llamado al orden a ambos tras la pelea pública, pero los hubiera mantenido.

Peleas mediáticas “Cristina demostró que no tolerará peleas de funcionarios en los diarios”, confiaron. Si bien ella impuso su criterio y ambas figuras eran apreciadas por Kirchner, la decisión es avalada por el ex presidente. Kirchner acepta de buen grado que la Presidenta haya hecho un gesto junto a Alberto Fernández para revertir la imagen cada vez más instalada de que Kirchner gobierna desde Puerto Madero. Pero el mal humor de los hombres de De Vido obedece a que la semana última Alberto Fernández ya había designado a Victorio Taccetti, de su confianza, como vicecanciller. También le había advertido al vicepresidente Julio Cobos

que no se desprendiera en el Senado de Jorge Tieppo, su secretario administrativo que había renunciado, apremiado por un ataque del PJ mendocino. Además, computaban que Fernández mantiene un control político sobre los ministros de Salud, Interior, Relaciones Exteriores, Economía, Ciencia y Tecnología, Educación, y sobre otras áreas como el Comfer (que absorbió recientemente), la Anses, la Sigen, el Banco Nación, la Secretaría de Medio Ambiente, y los medios de prensa estatales. De hecho, Fernández es el vocero más autorizado del Gobierno. “Alberto y Julio tienen sus reglas de juego escritas, y sus áreas definidas, pero los segundos de ellos se pelean”, interpretó otro “pingüino”. En rigor, De Vido acepta que Fernández domine los espacios institucionales mientras él, con el aval de Kirchner, controla las áreas vinculadas con la confrontación política dura sobre las cuestiones más sensibles de la economía y el poder, como el control de precios (Guillermo Moreno), la negociación salarial (Hugo Moyano), las obras y los servicios públicos, los subsidios, las licitaciones y los fondos fiduciarios. En verdad, es el mismo reparto de bienes que definieron Kirchner y su esposa, la actual presidenta.

Para LA NACION

años, Abad había ofrecido innumerables pruebas de que podía combinar el profesionalismo de un gran burócrata con la ductilidad política que esperan los Kirchner de quien maneja una información tan sensible como la impositiva. Pero eran necesarias las expulsiones de anteayer para restaurar un orden que había sido puesto en tela de juicio durante los primeros 100 días del nuevo mandato: en el poder sigue existiendo una instancia arbitral unívoca e inapelable. Sólo así la fragmentación y las rivalidades seguirán prestando sus servicios sin convertir al gabinete en un caos que elige a la prensa como campo de batalla. Debería tomar nota Alberto Fernández en su pelea con De Vido, o Lousteau en su pulseada con Moreno: para matar, en adelante, habrá que estar dispuesto a morir.

A Cristina Kirchner le estalló el método. La exoneración simultánea del jefe de la AFIP, Alberto Abad, y del interventor en la Aduana, Ricardo Echegaray, fue la consecuencia involuntaria de la regla de oro con la que se ha organizado la administración desde 2003: está prohibido que un funcionario pueda extender su control más allá de la baldosa en la que está parado, aun cuando se trate de cuestiones de su propia competencia. Al “mapa del sitio” del Gobierno sólo tienen acceso los Kirchner. En algunos casos, como la compleja trama de negocios que se discuten en Puerto Madero o en el Ministerio de Planificación, sólo Néstor. Y no por la exclusión, sino por el desdén de su esposa hacia algunos asuntos La lección materiales. Esta arquitectura se sostiene en la Acaso el sagaz ministro de Econohipótesis de un complot inminente mía haya aprendido la lección a tiemque sólo será evitado si se fragmen- po. Ahora parece ensayar la derrota ta el poder y se estimulan las rivali- del secretario de Comercio por una dades domésticas. Con arreglo a esta vía poco convencional: la de ocupar él finalidad se alinean tres dispositivos. mismo el papel de garante de la –llaPrimero: están vedadas las delibera- mémosla así– heterodoxia económica ciones horizontales, comenzando por de Kirchner. Las últimas retenciones las reuniones de gabinete. Segundo: a las exportaciones agropecuarias incada funcionario de alto rango estará sinúan esa estrategia: derrotar a Mosecundado por otro que no le responde reno reemplazando a Moreno. y que, igual que él, reporta a la cúspiTambién la designación de Carlos de. Los “puenteos” o los “túneles” no Fernández en lugar de Abad viene son, así, un accidente sino un objeti- a confirmar que el régimen reinanvo. Tercero: un jefe te en los últimos cuya autoridad es cuatro años busca Cada funcionario indiscutida arbitra sobrevivir. Presenlos conflictos que tado al periodismo de alto rango estará ese método, de por como un delegado secundado por otro sí, provoca. del jefe de Gabinete, en realidad esEste último facque no le responde tor es que el que te funcionario resy que, igual que él, había empezado ponde a Kirchner a quedar borroso desde 2006, año en reporta a la cúspidesde que Kirchque le tocó reemner cedió la Casa plazar al secretade. Los “puenteos” Rosada a su esporio de Hacienda, no son un accidente sa. Un sector imCarlos Mosse, conportante de la advaleciente durante sino un objetivo ministración se ocho meses de una entusiasmó con la operación delicada. brumosa promesa electoral de que el Este Fernández se encargó, entonces, nuevo gobierno encarnaría un giro de una tarea principal: “cantarle el autocrítico para abrir, según la au- número al jefe”. En la jerga oficial, daz retórica de Alberto Fernández, eso significa informar al ex presiden“una etapa de mayor calidad institu- te, día tras día, de la posición de caja cional”. Confiados en esa consigna, de la Tesorería, acaso el dato que más el propio jefe de Gabinete amenazó ansiedad despierta en el caudillo de con abandonar el equipo si debía Puerto Madero. compartir la nueva etapa con Julio Como tantos otros agentes de la acDe Vido; Gerardo Martínez y Andrés tual administración, Fernández seRodríguez se lanzaron contra Hugo guirá reportando a Néstor Kirchner Moyano para sustituirlo en la CGT y sin que esa costumbre ofenda a la y Martín Lousteau intentó decapitar Presidenta, salvo cuando trasciende a Guillermo Moreno, entre otros ex- a los diarios. Además, le será difícil igualar la intimidad de su antecesor perimentos. Abad fue un mártir de esta quime- con el jefe de Gabinete, a quien Abad ra: creyó llegada la hora de terminar secundó al frente del Grupo Bapro con la desautorización sistemática a durante la gobernación de Eduarla que lo había sometido Echegaray do Duhalde. durante los últimos cuatro años. CoPor su parte, los “pingüinos” aguarmetió un pecado capital: quiso des- dan la reposición de alguien de su coempatar, con la amenaza de su re- lonia en el lugar de Echegaray. Sería nuncia, una disputa cuyo resultado sólo una reivindicación simbólica. se seguiría decidiendo en otra parte. Es cierto que el desplazado jefe de Supuso que la ausencia de Kirchner la Aduana tenía una especial afiniconvertiría a los “pingüinos” en los dad con un icono del entorno K, cosobrevivientes de una era geológica mo Rudy Ulloa. También con Carlos anterior destinada a fenecer sin cos- Zannini y Carlos Long, otros íntimos to alguno. que lloran haber perdido la apeteciPor eso, al despedirlo junto a Eche- ble Aduana para sus dominios. Fangaray, la Presidenta emitió una señal tasías. Sólo por ingenuidad se puede relevante: no es la viuda en cuya casa suponer que el absorbente Kirchner cualquiera imparte órdenes. dejaría el manejo del comercio exteDemostró que su unidad de crite- rior, una actividad estratégica para rio con Kirchner es monolítica aún la actual administración, en manos a costa de desprenderse de un servi- de un allegado, por más cariño que dor crucial como el jefe de la AFIP, le tenga. encargado de la recaudación para un El sucesor de Echegaray continuarégimen que apuesta casi en todo al rá reportando al dueño del poder y en esta Semana Santa la casa también superávit fiscal. Es cierto: en los últimos cuatro estará en orden.

Arte

Por Nik