Un actor todo terreno

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espectáculos

| Jueves 23 de enero de 2014

CINE

Chicos lectores en la Alemania nazi Ladrona de Libros. ★★ dirección: Brian Percival. guión:Michel Petroni, sobre la novela de Markus Zusak. fotografía: Florian Ballhaus. música: John Williams. edición:John Wilson. diseño de producción:: Simon Elliott. elenco:Geoffrey

Rush, Emily Watson, Sophie Nélisse, Ben Schnetzer, Nico

Liersch, Barbara Auer. distribuidora: Fox. duración: 130 minutos. calificación: apta para mayores de 13 años.

D

e que las atrocidades del nazismo podían ser emp l e a d a s como material para nutrir una fábula destinada al público infantojuvenil ya se tenían noticias y no habían sido de las mejores. Aquí la historia es suministrada por una novela australiana que fue best seller internacional y que mezcla las andanzas de una heroína, huerfanita e ingenua, que en el modesto pero acogedor hogar de sus padres de adopción, y junto al dueño de casa y a un joven judío que allí se esconde de la persecución nazi, descubre en los libros el oxígeno que le da fuerzas para resistir la opresión del régimen. En los libros, que abren para ella las puertas hacia la libertad y la belleza, los dueños del poder sólo ven un enemigo al que hay que quemar. Y para que a la nena no le queden dudas, bien temprano debe asistir a una de esas aberrantes ceremonias de quema de libros que ayudarán a garantizar “el fin del comunismo y de los judíos”. En ese ominoso reino del miedo, Liesel tiene la suerte de una heroína de cuento de hadas. Bien distinto de su gruñona Rose, su esposa, el papá adoptivo la mima y la comprende; descubre su pasión por los libros, le enseña a leer y hace de su sótano una especie de aula-cuaderno-biblioteca donde la chica puede estudiar. En la calle tiene a Rudy, un rubiecito que se torna su compinche y la defiende de otros chicos menos amigables. Y además, una de las clientas para las que Rosa lava y plancha ropa es la mujer del alcalde y tiene una biblioteca inmensa que pone a su disposición cuando descubre la adicción de la chica.

La visión superficial de un horror histórico y las situaciones artificiosas dominan el relato como si se tratara de un cuento de hadas, Rudy, por ejemplo, se embarra la cara para parecer negro, porque es de pies ligeros y quiere remedar a Jesse Owens, el hombre más rápido del mundo. Y cuando ya se han declarado enemigos del nazismo, van hasta un rincón alejado para poder gritar contra Hitler sin que nadie los oiga (¿?). En fin, todo es de un simplismo intolerable que ni siquiera –y a esto contribuye una dirección que no escatima clichés– consigue, aunque se lo proponga, generar escenas lacrimógenas, a pesar de los esfuerzos de la música dulzona de John Williams y del compromiso de los actores, desde la muy expresiva Sophie Nélisse, a los excelentes Geoffrey Rush y Emily Watson. La ambientación es cuidada –tal vez excesivamente prolija– y el relato en off –que como en el libro está a cargo de una Muerte que se confiesa abrumada por el exceso de trabajo en esos años– es una elección desdichada que el adaptador no se atrevió a remediar. Peor que eso: prefirió prolongar el cierre de la historia con el larguísimo epílogo donde la Parca anticipa el futuro de la protagonista. Que en plena Alemania todo el mundo hable inglés –en algunos casos, uno muy británico– podría aceptarse. Lo que no es tan explicable es por qué si todos los personajes son germanos, algunos hablan inglés con acento alemán y por qué en ciertas circunstancias Liesel reacciona ante las malas noticias con sonoros “Nein!”, “Nein!”ß Fernando López

Meloni vive una experiencia siempre cambiante: “Cada función crea algo nuevo”, asegura

diego spivacow/afv

Un actor todo terreno

Los eLegidos. Junto a Jorge Marrale, Esteban Meloni se puso a las órdenes

de Daniel Veronese, en reemplazo de Benjamín Vicuña Viene de tapa

De ese género tan popular en la pantalla chica salta al teatro, donde interpreta a un joven escritor en un taller literario, conducido por Jorge Marrale, en la obra dirigida por Daniel Veronese. Esteban reemplazó a Benjamín Vicuña, quien había estrenado esta pieza el año pasado. Su ingreso coincidió con el de Paloma Contreras, luego de que la estupenda Victoria Almeida, embarazada, ingresase en su período de licencia. Esteban había visto Los elegidos sin saber que algún día él mismo formaría parte de la puesta. Se respaldó en los consejos del actor chileno y en Franco Battista, el asistente de dirección, mientras Veronese estaba en el exterior. “Todo fluyó. Imaginaba que el reemplazo iba a ser más traumático, pero todo el mundo colaboró, nos llevaron de la mano. Eran dos energías nuevas que se sumaban y hubo que ensayar todos juntos de nuevo”, dice Esteban. Marrale es uno de los actores más prestigiosos del teatro argentino, pero para no incurrir en el cliché,

en ese epíteto sin fundamentar, se le pide a Esteban afilar un poco la punta del lápiz: “Arreglamos todo arriba del escenario, prácticamente no hablamos de la obra fuera de él. Propone algo para el actor sin decirlo, sin jamás aferrarse a algo que resulta efectivo. Por ejemplo, si alguna frase o movimiento arrancó un aplauso o una risa, al día siguiente no lo repite. Cada función crea algo nuevo”, opina. Encuentros y revelaciones Actor destacado de su generación, Esteban fue dirigido por Claudio Tolcachir dos veces, en Agosto: condado de Osage, con Norma Aleandro y Mercedes Morán, y Todos eran mis hijos, con Lito Cruz y Ana María Picchio. Esteban no sólo actúa, también canta, y lo demostró en Rita, la salvaje y en Cielo rojo. En TV también se lució en La condena, Verano del 98, Floricienta, Son amores, Los Roldán, Amor mío, Un cortado, El tiempo no para, Por amor a vos, Para vestir santos y Mi amor mi amor, entre otras. Esteban tiene un ángel guardián:

su perra Griega. Alicia Bruzzo la encontró en la calle y se le regaló al actor, quien bautizó a su mascota en honor al personaje que la actriz interpretaba en Verano del 98. Otro de esos encuentros mágicos fue el que tuvo con Alejandro Urdapilleta, a quien seguía desde que era chico, en su Bahía Blanca natal. Cuando se mudó a Buenos Aires, Esteban fue al Cervantes a ver El relámpago, dirigida por Augusto Fernandes: “Era un miércoles. Me acuerdo porque costaba 1 peso. Tenía 17 años y no entendí bien de qué se trataba la obra, pero era muy fuerte desde lo visual. Urda hacía cosas físicas muy zarpadas”. El tiempo pasó y Esteban fue convocado para la película Toda la gente sola, donde también trabajaba Urdapilleta. El rodaje era en un hotel en Venado Tuerto, donde además vivía el equipo de filmación. “Imagináte laburar con tu referente. No lo digo ahora, lo dije siempre”. Los dos se hicieron amigos, vínculo que extendería por una curiosísima casualidad. Esteban compró su primer departamento en el mismo edi-

ficio que Urdapilleta. “¡Las reuniones de consorcio con Urda eran tan divertidas! Él era la persona más graciosa que conocí.” Esteban se formó con Helena Tritek, maestra de actores, con quien trabajó varias veces bajo sus órdenes (En el cuarto de al lado y Cielo rojo, el sueño bolchevique). Este año debutará como directora de cine y el actor interpretará a un DJ, y también integrará la puesta que la directora montará en el San Martín de El jardín de los cerezos: “La enseñanza de Helena no pasa por una técnica específica, sino por una forma de mirar las cosas. Te inspira y te saca de la vida acelerada en la que vivís para ver las cosas más en detalle y llevarte a un mundo sensorial y poético”. Galán de TV, actor formado, intérprete de textos emblemáticos y de guiones populares también, cantante, Esteban sueña con el encuentro: “Soy muy afortunado. Lo siento todos los días. No tengo grandes sueños. Ojalá pueda seguir cruzándome con gente que me revele verdades”.ß