Espectáculos
Página 2/LA NACION
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Lunes 15 de marzo de 2010
CINE Leonardo Sbaraglia: entrevista en Madrid
En el BAC, gratis
Un actor sensible a los cambios
BAC
Deborah Kerr, en Narciso negro
De Vivien Leigh a Kate Winslet “La crisis ha aumentado la susceptibilidad”, dice el actor, que viajó a España para el estreno de la película El corredor nocturno
JULIAN BONGIOVANNI
Continuación de la Pág. 1, Col. 1 su entrevista con LA NACION no consigue dominar con la misma soltura manifestada para mostrarse maduro y feliz con su intensa carrera artística. “Es que no es fácil sustraerse de tantos años vividos aquí en España. Al regresar, enseguida me mimetizo, tal vez porque he dejado muchos amigos y recuerdos, que no pueden dejar de volver... y quizás el lenguaje sea una manifestación de todo esto”, reflexiona. Sin embargo, para el actor de la aquí también muy promocionada Las viudas de los jueves, la España a la que ha regresado ya no es la misma que dejó atrás al volver a la Argentina para hacer Epitafios 2 e Impostores para la televisión (esta última serie de cable se verá este año por El Trece) ,y la obra teatral Contrapunto, junto con Pepe Soriano, entre otras.
“Algo ha cambiado. Hace más o menos un mes que estoy haciendo entrevistas en España, y lo cierto es que pocas veces había tenido preguntas por parte de los periodistas acerca de la economía, un tema que antes no era tenido en cuenta y por el que hoy, en cambio, están demostrando mucho interés”, afirma. En El corredor nocturno, a cuya función promocional concurrieron cronistas especializados de más de veinte medios locales, el personaje interpretado por Sbaraglia parece dar en el blanco de la sensibilidad de un país con más de cuatro millones de desocupados que no parece encontrar la luz en el final del túnel del corto y mediano plazo. Encarnado en Eduardo López, un joven gerente de ambiciones desmedidas que intenta hacer equilibrio a la vera de sus propios abismos, el actor porteño logra dejar en evi-
dencia algunas de sus obsesiones personales contra el “sistema”, en el film representado de un modo caricaturesco y maniqueo, aunque de una eficacia notable en el momento de disparar la introspección colectiva del público español.
Crisis y susceptibilidad “La crisis ha aumentado la susceptibilidad de la gente, en especial porque en muchísimos años no les tocó vivir una situación tan difícil. Y la película pone de manifiesto este darse cuenta de que las cosas ya no son ni están como hasta hace apenas un par de años”, afirma el protagonista de Plata quemada, uno de sus trabajos más citados por la prensa española en el sinfín de entrevistas publicadas por estos días en diarios, revistas, radios y medios especializados de Internet. No obstante, a esta España nueva e incierta tampoco puede dejar
de regresar, en especial al pasado que marcó un antes y un después en esa trayectoria que inauguró ante la audiencia masiva de la televisión con el adolescente Diego del programa Clave de Sol, en el que compartía cartel con el “Lucho” de Pablo Rago. “Venir a trabajar a España fue, en algún punto, empezar de nuevo. Pero cuando uno empieza algo nuevo, se anima a otras cosas, a otros riesgos. Uno se saca el traje que lo hacía sentir seguro y se pone otro, dispuesto a ganarse la mirada del otro que también te reinventa”, señala. Y aunque reconoce que el comienzo no resultó fácil, también admite que el salto oceánico y cultural le sirvió para romper su condición de artista encasillado en la Argentina. “Aquí en España me han dado la posibilidad de trabajar en proyectos y en personajes que por ahí en mi país no me hubieran ofrecido. Aho-
ra, que puedo poner en contraste las experiencias vividas en ambos países, me doy cuenta de que lo que aprendí en estos últimos años fue realmente mucho”, asegura. A pesar de las dos décadas de experiencia acumuladas en ambas orillas del cine, el aprendizaje en la actuación para Sbaraglia es aún un camino recién iniciado, en el que aún “queda demasiado por explorar y por explotar” antes de pasar a entregarse a una de sus grandes fantasías: dirigir. “Sí, soy consciente de que voy a estar detrás de cámara, pero aún no ha llegado el momento. Va a llegar, sin dudas, cuando encuentre una historia que quiera contar yo. Y ahí, sí, que para mí va a significar, una vez más, volver a empezar de cero”, asegura Sbaraglia, quien, a sólo un trimestre de cumplir 40 años, aún sabe guardarse lo mejor para el futuro.
Actrices británicas, protagonistas de un ciclo El British Arts Centre (BAC, Suipacha 1333, los martes a las 17 y a las 20, con entrada gratis) anuncia un extenso ciclo titulado “Grandes actrices británicas: De Vivien Leigh a Kate Winslet”, que comenzará mañana con Tres semanas juntos (1940), de Basil Dean, con Vivien Leigh y Laurence Olivier, y Acosada (1950), de Ralph Thomas, con Jean Simmons y Trevor Howard. La revisión continuará el 23, con el clásico Narciso negro (1947), de Michael Powell y Emeric Pressburger, acerca de un grupo de monjas en una comunidad religiosa en el Himalaya, y Los inocentes (1961), de Jack Clayton, memorable versión de Otra vuelta de tuerca, de Henry James, ambientada en la Inglaterra victoriana, las dos con Deborah Kerr. Para culminar marzo, el 30, se anuncian Mujeres apasionadas (1969), de Ken Russell, del clásico perseguido de D. H. Lawrence, y Dos amores en conflicto (1971), de John Schlesinger, las dos con Glenda Jackson acerca de un singular triángulo amoroso. Para abril están programados films con Vanessa Redgrave, Julie Christie, Helen Mirren, Emma Thompson, Emily Watson y, como el título anuncia, Kate Winslet.
Claudio D. Minghetti
Terminó el encuentro de cine argentino-europeo
PANTALLA PINAMAR/INCAA
Isabelita e Isabel Sarli, junto a Juan José Jusid, que las dirigió en Mis días con Gloria, preestrenada en la muestra
Pinamar entregó sus premios Con más de 25.000 espectadores y homenajes a Mirtha Legrand e Isabel Sarli PINAMAR.– Tras ocho días en los que se presentaron sesenta films tanto nacionales como europeos, a los que este año se agregaron producciones de Grecia y de Armenia, se clausuró anteanoche la sexta edición de Pantalla Pinamar, que en esta oportunidad logró reunir a más de 25.000 espectadores en las proyecciones brindadas en las salas Bahía y Pinamar. El acto final fue abierto con cálidas palabras de Carlos Morelli, director de esta muestra, quien anunció que los premios Balance de Oro, de Plata y de Bronce, otorgados a las películas argentinas en competencia habían recaído respectivamente, y de acuerdo con una votación del público y de los críticos, en El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella; Vikingo, de José Celestino Campusano, y La Tigra, Chaco, de Federico Godfrid y Juan Sasiain, esta última también ganadora del premio del jurado de la organización católica Signis. Liliana Mazure, presidenta del Instituto Nacional de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina (Incaa), entregó una bandeja de plata a Michael B. Christides,
embajador de Grecia, por su apoyo a este festival, y galardones similares fueron dados al director José Martínez Suárez, lauro que recibió en memoria de Daniel Tinayre; a Mirtha Legrand, al cumplirse cincuenta años del estreno de La patota, de Daniel Tinayre, y a Isabel
La ganadora del Pino de Oro fue El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella Sarli, por su trayectoria artística, protagonista de Mis días con Gloria, de Juan José Jusid, vista en la semana.
Inamovible Los tradicionales Pinos de Oro fueron recibidos por el actor
italiano Alessio Boni, protagonista de Cómplices del silencio, película que abrió la muestra, y por Louis-Do de Lencquesaing, que encabeza el elenco de la coproducción francoalemana El padre de mis hijos, proyectada en este festival. Por otra parte, el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, por intermedio de Juan Carlos D’Amico, uno de sus integrantes, premió como mejor película nacional a El secreto de sus ojos. Luego de unas breves palabras de la presidenta del Incaa, que recibió un lauro de la Fundación Boreau, Morelli anunció que la clausura de la muestra estaba a cargo del film español Yo, también, protagonizado por Pablo Pineda, quien recibió una distinción de manos de Graciela Borges. Finalmente, el director de la muestra, que como en las anteriores oportunidades logró mostrar nuevamente su capacidad de organización, señaló: “Este año se reiteró el entusiasmo por Pantalla Pinamar, que ya es inamovible en este balneario”.
Adolfo C. Martínez