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POLITICA
I
Jueves 9 de junio de 2011
Fondos bajo sospecha | Inversiones turbias del ex apoderado de las Madres
Schoklender, un fanático de los barcos que se dio todos los lujos Compró cuatro embarcaciones y pagó dos con dinero de una financiera investigada HERNAN CAPPIELLO LA NACION Sergio Schoklender es un apasionado de la náutica. Al tal punto que en los últimos cuatro años compró al menos cuatro embarcaciones, por las que pagó entre 40.000 y 420.000 dólares, según una investigación realizada por LA NACION. El dato no pasaría de la anécdota, reflejo del tren de vida del ex apoderado de las Madres de Plaza de Mayo, excepto por un detalle: los pagos de dos de esas embarcaciones se hicieron en dólares, en efectivo, en una compañía financiera vecina a la sede de Madres de Plaza de Mayo. La financiera está siendo investigada por lavado de dinero. Un quinto crucero, que la Justicia buscó ayer en marinas de la zona norte del conurbano, pertenece a un financista que cambió cheques de las Madres de Plaza de Mayo. El ex apoderado de las Madres se acercó al mundo náutico de la mano de su ex esposa Viviana Sala, cuyo padre tenía interés en ese pasatiempo. En 2007 adquirió una lancha, Canestrari 23,5, bautizada Aragorn, con el nombre de uno de los personajes de El Señor de los Anillos. La pagó 42.000 dólares. Era una embarcación de 2006 que fue anotada en el registro la Prefectura Naval el 1° de junio de 2007. La matrícula es 040073, del Registro Especial de Yates (REY). La tuvo poco tiempo, porque quería algo más grande, para poder cruzar el Río de la Plata. Entregó en el astillero GG en parte de pago la lancha y adquirió un crucerito Nativo 35, un barco de 10,66 metros, que le permitía otras comodidades, incluido un solárium. Lo pagó unos 75.000 dólares. Ahora tenía un camarote en proa con cama de dos plazas, otro en popa, baño con duchador de agua fría y caliente y cocina. Todo con detalles en madera y cuero. Estas dos embarcaciones las pagó en varios pagos con dólares en efectivo. Los pagos se realizaban en la compañía Trade Travel SA, una empresa de cambios que funciona en Hipólito Yrigoyen 1321. La firma tendría estrechos vínculos con las Madres de Plaza de Mayo y desde esta semana está bajo investigación judicial. La financiera es propiedad de Ricardo Mario De Falco, que tiene domicilio allí y que es hermano de uno de los principales empleados de la fundación Madres de Plaza de Mayo, Eugenio De Falco, que quedó en lugar del director técnico de Madres, Eduardo González Fernández, cuando Hebe de Bonafini hizo su última purga en la entidad. La sede de la fundación Madres de Plaza de Mayo está a dos cuadras, en Hipólito Yrigoyen 1584, frente a la calesita de la plaza del Congreso, que también corta boletos en beneficio del organismo de derechos humanos. A Schoklender el Nativo 35 le quedó chico. Fantaseaba con practicar buceo, uno de sus deportes favoritos. Vendió el barco a un navegante sampedrino y se compró un Custom 35, en 95.000 dólares. Acá la historia náutica de Schoklender tiene un salto: la Justicia detectó otro navío, un Segue 66, de nombre Sirius. El barco está registrado a nombre de la empresa Meldorek. Esta compañía perteneció a Daniel Laurentis, administrador de los bienes del financista José Fernando Caparrós Gómez, hasta
Uno por uno TEMAS DE LA JUSTICIA
ADRIAN
VENTURA
US$ 42.000
Se trata de una lancha Canestrari 23,5, comprada usada en esa cifra en 2007. La embarcación tiene la matrícula REY040073. Se llama Aragorn.
La sombra del “culpable perfecto” s fácil predecir que las horas de Sergio Schoklender en libertad se agotan. Schoklender es el culpable perfecto, señalado por el Gobierno y por las Madres de Plaza de Mayo para conformar a la opinión pública y, al mismo tiempo, deslindar sus propias responsabilidades. La estrategia oficial es clara: busca cargarle todas las responsabilidades al otrora protegido de Hebe de Bonafini, a quien ahora aquella madre considera un “traidor”. Y, por si queda alguna duda, además de las declaraciones de varios ministros, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, recibió ayer a Bonafini en su despacho de la Casa Rosada. Todo un gesto. También Schoklender hizo todo lo posible para comprometerse: se rodeó de una oscura nube de empresas que tienen, en su patrimonio, aviones, yates, autos lujosos y casas. No es delito volverse millonario. El delito podría estar en el origen de esa fortuna, que podría haberse nutrido de dineros públicos. Además, en su requerimiento de instrucción, el fiscal federal Jorge Di Lello le imputó a Schoklender el delito de asociación ilícita, una calificación que permite enviar a prisión a quien actuó como jefe. Es decir, el plato quedó servido para que el juez Norberto Oyarbide, más temprano que tarde, ordene la indagatoria y detención. Schoklender posiblemente cumpla en esta causa el papel que en otros casos interpretaron Mario Caserta (“Yomagate”) o Juan José Zanola (mafia de los medicamentos): soportar las culpas sin chistar. La causa que lleva adelante Oyarbide será una cantera de novedades, pero, también, puede producir el efecto de una cortina de humo: LHabría que mirar si dentro de Madres de Plaza de Mayo hay otros cómplices o si las desprolijidades eran evidentes y manifiestas. El juez Oyarbide allanó los domicilios de los sospechosos y secuestró documentación, pero sólo les solicitó amablemente a las Madres que presenten los registros contables y ellas le pidieron diez días para hacerlo. ¿Por qué tanta demora, si los papeles están prolijos? LEs difícil de creer que en un sistema en el que hay alertas contra el lavado de dinero y en el que la AFIP les pide a los contribuyentes que declaren que son de origen legítimo los dólares que compran, tal vez para protegerse de la inflación, ningún funcionario haya advertido los desmanejos de dinero con partidas que libraba el Gobierno. Hay una prueba de que sí se desoyeron alertas: hace más de un año, dos bancos habían revelado operaciones sospechosas por montos elevados, pero esa circunstancia sólo fue denunciada la semana última. ¿No puede imaginarse que hubo una trama mucho más basta de encubrimientos? LEl juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, que investiga a los funcionarios que repartieron fondos y planes, tiene ante sí un trabajo más duro que el de Oyarbide. Pero esa causa enfrenta dos problemas que demorarán su avance: las dificultades de investigar a la política y la necesidad de unificar esa causa con la que instruye Oyarbide. Si alguien usó fondos públicos, es porque alguien los repartió y no controló.
E
US$ 75.000 Es lo que le costó este crucero adquirido en 2008. Dejó la lancha como parte de pago en el astillero. Tenía un motor de 200 caballos de fuerza.
US$ 95.000
Es el precio aproximado de un Santana 35, el crucero más grande que adquirió en 2009. Es mucho más veloz y con comodidades. Se llama Alejandro.
US$ 420.000 Es lo que pagó la empresa Meldorek, en mayo de 2010, por el barco. Para entonces Schoklender era el dueño de la compañía. Es un Klasse A de 14,43 mts. febrero de 2010. Laurentis la vendió luego a Schoklender con dos aviones: un Piper Cheyenne II y un Cessna Citation. Ayer fuerzas de seguridad los buscaron en el aeropuerto de San Fernando para inmovilizarlos. Otros bienes de Meldorek fueron escindidos antes de la venta, incluido el Segue 66, y pasaron a la empresa Gorlack. Entre ellos estaban una Ferrari y un departamento. Allegados a Caparrós Gómez insisten en que ese barco, matrícula N° 051260 del REY, le pertenece al empresario, que lo hizo construir desde la fibra de vidrio en el astillero en 2004. Explicaron que fue anotado en Meldorek luego de la venta de la compañía y escriturado a nombre
del financista por temor a perderlo en la escisión empresarial, que se demoraba. Caparrós Gómez escrituró la compra del barco a la sociedad que administra sus propios bienes. La ultima adquisición de Schoklender, anotada en Meldorek en mayo de 2010, es un crucero Klasse A. Un barco valuado en 420.000 dólares, de 14 metros de eslora. En una de sus últimas apariciones públicas Schoklender dijo en TN: “Tuve una lanchita, tuve una lancha más grande, un crucerito chiquito, que lo compré junto con mi suegro, que lo tuvimos que vender para ayudar en un momento a las Madres, todo eso fue antes de 2001”. No mencionó su historia náutica posterior.
La polémica fiesta de disfraces en la sede de las Madres Las imágenes circularon como un huracán por lass redes sociales de Internet y no hubo programa de e n radio o televisión que dejara de mencionarlas. En medio del escándalo por el manejo de millonarioss fondos estatales por parte de la Fundación Madress de Plaza de Mayo, el diario Libre publicó ayer doss sorprendentes fotos de la presidenta de esa entidad,, Hebe de Bonafini, y de su ex apoderado, Sergio o Schoklender, disfrazados. Las imágenes muestran a Bonafini vestida como “Maléfica”, el hada malvada de la película de Disney basada en el cuento “La bella durmiente”. De uñas ennegrecidas y un marcado maquillaje en los ojos, Bonafini lleva en sus manos un molinete luminoso y un globo del club Gimnasia y Esgrima de La Plata. Schoklender aparece disfrazado de cardenal, con faja y hombros carmesí y una gran cruz dorada colgando del cuello. Según la publicación, las fotos habrían sido tomadas en 2009, durante una fiesta de fin de año organizada en la propia sede de las Madres (Hipólito Yrigoyen 1584). Detrás de Bonafini, de hecho, se pueden ver las fotografías de desaparecidos durante la última dictadura militar. Ningún miembro de la organización de derechos humanos kirchnerista confirmó ni desmintió la existencia de la fiesta. Desde otras entidades prefirieron no opinar sobre el tema. Dijeron comprender que la fiesta tuviera lugar en la sede de las Madres (“es donde pasan todo el o año”), aunque consideraron “poco atinado” el tipo de fiesta, en un espacio dedicado a la memoria.
Bonafini y Schoklender, disfrazados, en la tapa de Libre