16 | rugby
| Lunes 3 de septiembre de 2012
Un viaje que para los Pumas se hizo eterno
La selección soportó un periplo de 35 horas para llegar a Nueva Zelanda ● El sábado, el test frente a los poderosos All Blacks por el Personal Championship Santiago Dapelo ENvIAdO ESPECIAL
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ELLINGTON, Nueva Zelanda.– Se lo podría llamar limbo aeroportuario. Sabían cuándo ingresaban, pero no cuándo iban a poder concluir la travesía. Fue eterno. Tres aviones, 35 horas de viaje… un periplo interminable vivieron los Pumas para llegar a la ciudad que más satisfacciones les dio en el último Mundial, Wellington. El fervor con el que viven los neozelandeses el rugby se palpa apenas se pisa la calle. Power against Passion [Poder frente a la Pasión] invitan los carteles que se ven por toda la capital de Nueva Zelanda. El poder de los All Blacks ante la pasión de los argentinos, ése es el desafío que plantean en tierra kiwi. El clima con que recibió a sus nuevos visitantes hace honor a su sobrenombre, windy Wellington, la ciudad del viento; el frío y la lluvia fue el regalo tras la primera noche. Ahí están ellos. Las caras de fastidio son una clara señal del desgaste que significó el viaje. A tal punto que Santiago Phelan cambió el cronograma que tenía previsto y les dio un día de descanso. Ayer, los rugbiers argentinos salieron por la mañana a caminar las fantásticas calles de Te Whanganui-a-Tara o Pōneke, tal es su nombre en maorí. Pero a las pocas horas el semblante ya era otro. Las dificultades robustecen el espíritu del grupo. Nadie se queja, por lo menos en público. Alguno, como Leonardo Senatore, incluso encuentra motivos para agradecer la demora de 10 horas que tuvieron en el aeropuerto de Santiago, en Chile, por desperfectos técnicos de la empresa LAN. “Esas horas vinieron bien para descansar”, dijo, sonriendo, el tercera línea en la puerta del Hotel Amora, el mismo que ocuparon la semana previa al encuentro con Escocia en la Copa del Mundo. Lo
mismo piensa Eusebio Guiñazú. “Estamos bien. La verdad es que el viaje se hizo bastante largo, pero estamos contentos de haber llegado. Tenemos que descansar y pensar en el partido del sábado”, dijo el hooker mendocino. Guiñazú, que tras sus actuaciones ante los Springboks seguramente comenzará como titular, completó: “Llegamos con el cansancio lógico por el viaje y la diferencia horaria con la Argentina, pero tomamos los recaudos necesarios: dormimos cuando debíamos y es una cuestión de uno o dos días para recuperarnos”. Un lugar de buenos recuerdos Es un escenario que conocen muy bien en el que estarán el sábado. Fue en el Westpac Stadium donde los Pumas consiguieron el boleto para los cuartos de final de la máxima cita deportiva ovalada. En una noche de lluvia incesante, que le dio un matiz épico, Lucas González Amorosino se metió en la historia de la Argentina con un try de antología. Será el mismo anfiteatro, pero distinto el protagonista: se vienen los All Blacks… “Son el mejor equipo del mundo. Nos tenemos que concentrar en hacer las cosas bien y mejorar los errores que tuvimos. Para eso ya tuvimos dos días intensivos de entrenamiento”, dijo su compañero de la primera línea Juan Figallo. El recuerdo de la producción en Mendoza invita a la ilusión, aunque saben que se trata de otro partido. “El equipo está con un poco más de confianza, estamos haciendo las cosas bien, pero también creo que tenemos que tener este miedo que nos impide relajarnos y nos lleva a sobrepasarnos dentro de la cancha. Si no creo que la podemos pasar mal. Si hicimos las cosas bien estos dos partidos, sobre todo en el segundo, fue por tener ese miedo. El grupo es consciente de que si se confía nos matan. Siempre es bueno recordarlo”, manifestó Patricio Albace-
Rodrigo Roncero encabeza la salida de los Pumas en un paseo por Wellington. foto: villarpress
No tener miedo y atacar, la clave para Albacete ^b^b^ No se detiene a celebrar el pasado y piensa sólo en el futuro. “Tenemos que ajustar el juego corto y el agrupado con los forwards. Seguir con la misma idea de variar. Cuando tenemos la pelota y posibilidad de atacar, lo importante es que no tengamos miedo y sigamos atacando. Si se nos complica, usar las alternativas del pie”, dijo Albacete, que el sábado jugará su test-match N° 49. ß
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partidos jugaron los Pumas y los All Blacks: 17 triunfos para los campeones del mundo y un empate (en 1985).
te, uno de los líderes del plantel, que también destacó el hecho de volver a esta ciudad: “Es especial. Nos trae buenos recuerdos, ojalá eso nos ayude”. A los 24 años, Figallo, Chipi para propios y extraños, se ganó un lugar entre los indiscutidos de Santiago Phelan. Jugó ininterrumpidamente con la camiseta albiceleste todos los encuentros importantes. Es uno de los nuevos baluartes que adoptaron a la perfección el secreto Puma, ese postulado que indica que hay que predicar con el ejemplo. Será un reto mayúsculo para el pilar salteño. “Se verá en los detalles para ver dónde tienen falencias. Son humanos… tienen errores, habrá que buscar cuáles son los que se repiten y hacernos fuertes en ese aspecto. No hay ninguna fácil, contra estos equipos te relajás y te comés 60 puntos. Hay que cuidarse en todo. Seguir pensando en que son difíciles e ir fruncidos a jugar porque no nos sobra nada”, sostuvo el primera línea de Montpellier.
“Seguimos con la misma mentalidad de siempre. Esto recién empieza, nos quedan cuatro partidos muy duros. Es más fácil trabajar cuando las cosas se hacen bien, los dos partidos fueron buenos, pero no tenemos margen para relajarnos ni un poco”, dijo Guiñazú. El tiempo parece transcurrir más deprisa. Queda poco para recuperarse y ajustar detalles. No hay excusas en este nivel. Los Pumas deberán jugar su mejor rugby si quieren dar un nuevo golpe en Wellington. “Es un partido hermoso para jugar. Obviamente me gustaría que podamos hacer un buen papel y soñar con una victoria”, completó el Pato Albacete. ß
“Vinieron a ganar” ”estoy seguro de que llegaron a Wellington para ganar, como lo hicieron también en el partido por los cuartos de final de la Copa del Mundo”, dijo el entrenador de los all Blacks, steve Hansen.