POLITICA
Domingo 15 de febrero de 2009
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CORRUPCION Y COLETAZOS DE LA CAUSA SKANSKA
Garrido, el denunciante Es el fiscal de Investigaciones Administrativas; analizó las maniobras con facturas falsas que emitían las empresas involucradas en el caso Skanska. Allí identificó a nueve compañías que tienen negocios con el Estado y que habían usado facturas de las mismas firmas fantasma. A partir de pruebas de la ruta del dinero de esas operaciones, Garrido denunció un posible caso de sobornos y acusó a “funcionarios públicos”, sin dar nombres.
En cifras
15
Millones de pesos Es el monto total de las operaciones que, según el fiscal, podrían haber sido realizadas para ocultar coimas.
118 Facturas truchas Había usado Skanska para ocultar las maniobras ilegales.
La maniobra Firmas fantasma: según el fiscal, las empresas denunciadas compraron facturas de firmas fantasma que les sirven para declarar pagos por servicios que nunca se habrían prestado. Los pagos: se concretaron por medio del depósito de cheques en cuentas de las empresas fantasma. Endosos: esos cheques fueron endosados una y otra vez y terminaron en cuentas de empresas que se repiten en todas las operaciones.
La sombra de Skanska En 2006, la constructora sueca admitió haber pagado coimas para la adjudicación de obras en gasoductos. Por el caso hay un ex funcionario procesado: Néstor Ulloa.
Investigan otro posible caso de coimas Lo denunció el fiscal Garrido, que involucra a nueve firmas contratistas del Estado que usaron facturas falsas por $ 15 millones GABRIEL SUED LA NACION El fiscal nacional de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, denunció ante la justicia federal presuntos “pagos de sobornos” millonarios de parte de nueve empresas contratistas del Estado en hechos cometidos durante el gobierno de Néstor Kirchner. La presentación apunta a Telefónica, a las constructoras Perales Aguiar, Vezzato, Vialbaires y Caminos del Valle y a otras cuatro compañías que operaron con algunas de las firmas fantasma que habían proveído de facturas falsas a Skanska para disimular pagos de coimas en la construcción de gasoductos. También alcanza a “los funcionarios públicos que habrían sido sobornados” con esos fondos negros, generados entre 2003 y 2007, aunque no se precisan nombres ni cargos. La denuncia, radicada el 3 de este mes, quedó a cargo del juez federal Norberto Oyarbide, que investiga el caso Skanska en el fuero federal. Con la sospecha de que podían haberse producido maniobras similares a las de la empresa sueca, el titular de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas averiguó qué otras empresas registraban operaciones por más de 30.000 pesos con las firmas fantasma que había usado Skanska. Luego determinó cuáles tenían o habían tenido contratos con el Estado. El resultado fue un grupo de nueve empresas, que, ante un requerimiento de Garrido, reconocieron opera-
ciones con las firmas consideradas como fantasma por más de 15 millones de pesos, en total. Aunque la cifra en juego sería varias veces mayor, es justo la misma cantidad que, según la Justicia, pagó Skanska. Telefónica admitió operaciones con cinco de las empresas consideradas fantasma, por $ 9.985.410; Hidrocinetic, con cuatro, por $ 1.195.933; Tomio Ingeniería, con tres, por $ 844.385; Vialbaires, con dos, por $ 793.107; Elecnor, con una, por $ 775.584; Servaind, con una, por $ 685.231, y Vezzato, con una, por $ 240.978. Caminos del Valle y Perales Aguiar le negaron la información a Garrido, para evitar una posible “autoincriminación”. Consultadas por LA NACION, tres de esas empresas –Telefónica, Elecnor y Servaind– reconocieron haber operado con las firmas consideradas
fantasma, pero negaron en forma terminante que se tratara de una maniobra de pago de coimas.
Las operaciones El fiscal demostró, a partir de información de los bancos, que los cheques que libraron las nueve empresas para pagar por los servicios consignados en las facturas falsas siguieron un complejo circuito financiero con varios puntos de contacto con el que recorrieron las coimas de Skanska. Los pagos por los servicios que, según se sospecha, nunca se prestaron, jamás se cobraron en efectivo. Se concretaron por medio del depósito, en cuentas de las firmas fantasma, de cheques que luego fueron endosados una y otra vez y terminaron en cuentas de terceras empresas que se repiten en las distintas operaciones
y que, en algunas ocasiones, también aparecen en el caso Skanska. Allí figuran las sociedades de Bolsa Money Market y Maxinta Valores, la casa de cambio Laura Grivetto, Fonfipro (fondo fiduciario de la provincia de Formosa) y la Iglesia Evangélica Pentecostal Bethel de San Miguel. Para Garrido, no son casualidades. “La única explicación posible para tamañas coincidencias es que nos encontramos ante una organización que ofrece un «servicio»’ muy particular: les facilita a empresas contratistas del Estado sociedades fantasma a fin de que a través de éstas puedan disimular el pago de sobornos.” En cambio, voceros de Telefónica aseguraron a LA NACION que los pagos investigados correspondían a servicios que se habían prestado. “El fiscal nos pidió información y
Polémicos negocios con el Estado Entre las empresas investigadas hay varias que tienen negocios millonarios con el Estado y participaron de licitaciones públicas en el período que abarcan las irregularidades. LCaminos del Valle: en 2006 logró una polémica renegociación del contrato de concesión del corredor vial Cipolletti-Neuquén. Se aprobó por un decreto de Néstor Kirchner y obtuvo una sanción ficta del Congreso, en contra de reiteradas recomendaciones de la Defensoría del Pueblo de la Nación para rescindir el vínculo por “graves
incumplimientos”. Está integrada por empresas líderes en la construcción de rutas en Santa Cruz. L Perales Aguiar: constructora y concesionaria de peajes. En 2007, se adjudicó un tramo de la Autopista Mesopotámica por $ 206 millones. LVezzato se especializa en arreglos de calles y plazas, y realizó trabajos para los gobiernos nacional, porteño y bonaerense por $ 110 millones. L Vialbaires obtuvo trabajos en rutas nacionales de Corrientes y fue socia de Skanska en 2006.
LElecnor: firma española de energía, que en 2005, se adjudicó la instalación de paneles solares para escuelas de Catamarca. Compite por una obra de US$ 900 millones de en el NOA. LHidrocinetic: se dedica al mantenimiento de equipos. En los últimos años recibió beneficios impositivos. L Servaind: se especializa en mediciones de petróleo y gas. Entre sus clientes tiene a Techint y a TGS, involucrada en el caso Skanska. L Tomio: se especializa en la construcción y reparación de edificios.
nosotros la dimos, como siempre. Nosotros pagamos por servicios que se prestaron. El resto es pura especulación”, dijeron. Un representante de Elecnor admitió que la empresa había operado con facturas falsas y que había tenido que pagar la diferencia a la AFIP. Pero negó haber pagado coimas. “Ni siquiera somos contratistas del Estado. Sólo intervinimos en la instalación de paneles solares en provincias del Norte”, explicó. El abogado de Servaind, Guillermo Ayarra, sostuvo que la empresa había probado que sólo había pagado por servicios reales. “Lo que pudo haber pasado es que hayan cambiado cheques en las mismas cooperativas que investiga Garrido”, planteó. Para abonar la hipótesis de los sobornos, el fiscal aportó un cuadro en el que consignó con qué empresas fantasma había operado cada una de las firmas bajo sospecha y cuál había sido el destino de esos pagos. Allí se destaca, por ejemplo, que los cheques que libró Telefónica en favor de las firmas fantasma Acquasa, Berniers, La Nueva Argentina, Larrasaro y Obrytel pasaron luego por cuentas de la casa de cambio Laura Grivetto y de tres sociedades de Bolsa presentes en el caso Skanska. Los nombres se repiten caso por caso. Entre las sociedades hay una que también asombró a los investigadores: Pago Rural, una de las empresas por las que pasó parte de los $ 54 millones que el Ministerio de Economía pagó en 2007, en una aparente maniobra de lavado.
Telefónica intensifica gestiones con el Gobierno MERCEDES GARCIA BARTELT LA NACION Telefónica tiene negocios millonarios en el país y quiere más, pero el Gobierno ha puesto en espera los reclamos de la operadora que supo conservar las buenas relaciones con los diferentes gobiernos de turno y hoy navega aguas turbulentas para seguir agrandando sus ganancias. La situación de la firma es compleja y los lobbistas del grupo no tienen respiro. Por un lado, está a la espera de una resolución de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, que determine si el ingreso de Telefónica de España –su casa matriz– en Telecom a través de la compra de acciones de Telecom Italia, deriva en un monopolio en el mercado local. La semana pasada la comisión le rechazó el recurso de apelación interpuesto contra la resolución 4/200, que la obligó a notificar la operación realizada en Italia. Las medidas por aplicar si se resuelve una toma de control son múltiples. Hay quienes vislumbran la posibilidad de que se obligue a Telecom Italia a vender el 50% que posee en Telecom Argentina. Otro tema que obliga a los representantes de la empresa a recorrer los pasillos ministeriales es la regulación del triple play, un servicio que unifica telefonía, Internet y televisión en una factura. Telefónica quiere ofrecerlo, pero la regulación le impide por ahora proveer contenidos televisivos. Otro reclamo de la empresa: las tarifas de telefonía fija, que están congeladas desde la crisis. A fines de 2008, la empresa empezó a negociar con el Gobierno una suba del 15% y se animó a hacer pública esa negociación aunque hasta hoy tampoco hubo mayores avances. En su conglomerado de empresas figuran Adquira (comercio electrónico), Atento, Pléyade Argentina (broker de seguros), Telefónica Empresas, Ingeniería de Seguridad, Telefónica Negocios (pymes), Movistar, Tgestiona (tercerización de servicios), Terra y Telefé.