Opinión

Página 32/LA NACION

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Domingo 16 de marzo de 2008

Cartas de lectores Retenciones Señor Director:

Buenos Aires, domingo 16 de marzo de 2008

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 “LA NACION será una tribuna de doctrina” (Núm. 1, Año 1) Director: BARTOLOMÉ MITRE

En secreto, la ex SIDE gasta cada vez más

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ESULTA inquietante que la Secretaría de Inteligencia haya incrementado considerablemente sus gastos durante el último período presidencial. Mucho más preocupante es que la sociedad siga sospechando justificadamente que esos recursos están vinculados con actos de corrupción o con operaciones políticas que nada tienen que ver con la seguridad del Estado. En un mundo globalizado, la información es el bien más preciado y efímero. De recopilar parte de esa información se ocupan los servicios de inteligencia, cuyo propósito, al suministrarla al poder público, es proteger los intereses, la integridad y la defensa territorial del Estado. Es impensable un país moderno sin una asistencia de este tipo, sobre todo por las amenazas que, como el terrorismo, acechan contra él. Es impensable, también, que el gasto en esta área, naturalmente reservado por razones de seguridad, se haya disparado un 83 por ciento en los cuatro años de gestión del ex presidente Néstor Kirchner. La pregunta, frente a la abultada cifra que surge de un estudio hecho sobre la base de datos oficiales por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), es el motivo por el cual los gastos de la Secretaría de Inteligencia (la ex SIDE) se han incrementado hasta alcanzar un presupuesto propio de 388 millones de pesos en un país en el cual no se han registrado últimamente conflictos ni ataques externos. En un sistema republicano, los servicios de inteligencia deben actuar en forma reservada, pero en un período prudencial tienen que rendir cuentas sobre sus actividades y sus erogaciones. No es posible que la Secretaría de Inteligencia siga siendo blanco de fundadas sospechas sobre pesquisas de ciudadanos que no representan peligro alguno para el Estado, financiación de campañas electorales y operaciones políticas que no guardan relación con su razón de ser. El informe del Cippec determina que los gastos reservados de la ex SIDE, titulados “servicios no personales”, alcanzan este año el 66 por ciento del total de la partida del organismo (257 millones de pesos). En 2004, ese rubro representaba el 38 por ciento. En los cuatros años de presidencia de Néstor Kirchner, la partida total se elevó de 138 millones a 250 millones de pesos. El discurso oficial, totalmente alejado de la posibilidad de que la central de inteligencia sirva para otros fines que no sean los específicos, dista de aquellas sospechas de las que es objeto. Una de las dudas, entonces, es la causa por la cual el índice de precios oficial, defendido por el Gobierno, no parece ser la base de los cálculos de los organismos estatales, empezando por aquellos que, como la Secretaría de Inteligencia, tienen gastos

reservados de imposible seguimiento. En la percepción popular, el organismo actúa en forma independiente del Estado e investiga delitos como si fuera una policía paralela. También se piensa que se lo usa en forma discrecional para oír en forma ilegal a políticos, periodistas y empresarios, y armar operaciones de chantaje y extorsión. Es fundamental que deje de obrar de ese modo. En especial, porque sus integrantes, dotados con fondos millonarios y sofisticadas tecnologías, tienen la facultad de invadir vidas privadas, sin control siquiera del poder político en un país con una oposición desperdigada e incapacitada de acceder a determinados registros que deberían ser obligatorios y usuales. En los Estados Unidos y en la mayoría de los países de la Unión Europea, los parlamentos deben ser informados con detalladas rendiciones de cuentas sobre ciertas acciones y gastos de los servicios de inteligencia. A su vez, determinadas operaciones deben ser autorizadas por ellos. En el Capitolio, por ejemplo, los miembros en cada cámara del Parlamentary Inteligence Oversight Committee (PIOC) deben ser notificados sobre las tareas secretas antes de que sean realizadas. Los documentos clasificados cobran estado público, en los Estados Unidos y otros países, cuando cumplen 25 años, pero normalmente lo hacen antes, por pedido de individuos interesados en algún tema en particular. En la Argentina, según la ley de inteligencia nacional, “el acceso a dicha información será autorizado en cada caso por el presidente de la Nación o el funcionario en quien se delegue expresamente tal facultad”. Sin transparencia, el Estado pierde todo crédito. Legisladores de la oposición han dejado saber con preocupación que últimamente se han realizado escuchas ilegales de teléfonos de figuras públicas, como integrantes del gabinete del ex gobernador Felipe Solá, diputados oficialistas y ex ministros. También eso les habría sucedido a los legisladores nacionales opositores Federico Pinedo (Pro), Eugenio Burzaco (Pro) y Eduardo Macaluse (ARI), así como al ex ministro de Seguridad bonaerense León Arslanian, a varios legisladores porteños, al conmutador del palacio, donde funciona la Legislatura porteña, a empresarios y periodistas. Frente a estas denuncias y las fundadas sospechas, cuesta entender cuál es la causa real por la cual se incrementa aún más un presupuesto de por sí elevado y libre de todos los controles necesarios. Si bien resulta lógico que un Estado cuente con gastos reservados para cuestiones vinculadas con su seguridad, no es comprensible que esas erogaciones permanezcan eternamente en secreto, al tiempo que sería inadmisible que se empleen para acciones que rocen la ilegalidad.

Enseñar en el amor y el diálogo

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ARA que un sistema educativo llene debidamente sus fines, es imprescindible que entre los docentes y las familias de los alumnos exista un adecuado espíritu de cooperación y de diálogo. Y ese espíritu suele faltar por diferentes razones. Se supone que los padres son los responsables de transmitirles a los hijos los valores y las pautas de comportamiento que los ayudarán a desenvolverse en la vida. Y se supone que la misión de los maestros es impartir a los alumnos los conocimientos y recaudos correspondientes a las distintas vertientes del saber científico o experimental. Pero la diferencia entre esas dos tareas no siempre es fácil de establecer. Hay situaciones en las cuales la comunicación de valores morales y la transmisión de saberes y conocimientos científicos se superponen y hasta se confunden. Cuando se presentan esas superposiciones o dificultades, no existe otra solución que la que puede surgir de una profunda vocación de diálogo entre el docente que educa al niño en la escuela y el padre o tutor que tiene la responsabilidad de formarlo en el seno del hogar. Y la eficacia de ese diálogo dependerá, inevitablemente, del caudal de racionalidad y de sentido común con que sean capaces de conducirse unos y otros. Si el alumno percibe y reconoce un auténtico clima de cooperación y recíproco respeto entre los educadores y los miembros de su familia, la labor educativa se facilitará y se deslizará en un contexto favorable. Si, en cambio, el niño advierte la existencia de una atmósfera de hostilidades, rivalidades o desconfianzas entre quienes tienen la obligación de formarlo en el aula y quienes tienen la misión de transmitirle las vivencias y enseñanzas que impone la vida familiar, las dificultades seguramente habrán de multiplicarse y es probable que ninguna experiencia educativa, ni la de la escuela ni la del hogar, prospere y se consolide. Los conocimientos fructifican en las almas fertilizadas a tiempo por el amor, la comprensión y la tolerancia. Aun en el caso eventual de que existan diferencias de criterio o de opinión entre el maestro y el padre o la madre de un alumno, la comunicación de experiencias y valores producirá seguramente efectos positivos si el contexto en el cual se han volcado las enseñanzas está acompañado por un espíritu claro de diálogo, tolerancia y recíproco respeto. A los problemas creados por las posibles diver-

gencias entre esos agentes básicos y fundamentales de la educación que son los docentes y los padres de los alumnos, hay que sumar las dificultades que pueden llegar a presentarse a causa de las negligencias o debilidades con que unos y otros cumplen, en algunos casos, su tarea. Hace unos días se difundió públicamente un catálogo, elaborado por especialistas, que describe ciertos tipos de padres, y también de maestros, que ejercen deficientemente su responsabilidad. Se mencionan en esa lista a los padres “ausentes”, a los padres que delegan su misión educadora en otras personas de su propio círculo familiar o de su conocimiento, a los padres que sobreactúan su relación de amistad con los propios hijos al extremo de convertirla en una fuerza negativa, a los padres que se desautorizan recíprocamente y a los padres imposibilitados de cumplir su misión por su dependencia de adicciones o su propensión enfermiza a la violencia o a otras desviaciones morales. Especialistas relacionados con diferentes niveles técnicos de la actividad educativa, por su parte, se han referido a la influencia que han ejercido sobre el desarrollo de la educación algunos de los cambios políticos, sociales y económicos ocurridos en los últimos tiempos. Esos procesos han determinado que hoy se encuentre en estado de crisis, en no pocos casos, el “rol del adulto en la sociedad”. Quienes sustentan esa opinión afirman que, en el campo de la educación, es fundamental que el adulto sea el sostenedor de los “no” ante los niños y adolescentes, pues ése es el modo de regular sana y adecuadamente su relación con la sociedad. Y señalan que el adulto debe volver a poner los “no” a los niños y a los jóvenes, pero debe tratarse de un “no” que no sea autoritario ni antojadizo. “Debe ser un límite que esté al cuidado del menor”, advierten. Estas consideraciones no implican, por supuesto, el desconocimiento de las virtudes de la comunidad docente argentina, amplia y merecidamente reconocidas. De lo que aquí se trata es de valorizar un conjunto de reflexiones sobre ciertas transformaciones sociales operadas en los últimos tiempos en el país y en el mundo y sobre su incidencia en el sistema educativo actual. Cuanto hagamos los argentinos en favor de la instrumentación de esa clase de propuestas se traducirá, fuera de toda duda, en un mejoramiento sensible y efectivo de la educación argentina y, en un plano más amplio, del progreso cultural del país.

“Señor Lousteau, no entiendo cómo su formación, inteligencia, sentido común y herramientas como profesional lo llevan a crear semejante estímulo para los productores. “Lo invito y desafío a dejar de ser ministro de Economía y convertirse en productor agropecuario, ya que esa gran sonrisa que usted muestra en la primera página de LA NACION resulta una falta de respeto hacia quienes producen en este bendito país.”

Turismo Carretera, que dejó traslucir siempre en cada acto su condición de señor. Así lo demostraron las cartas de lectores escritas por Juan Carlos Pérez Loizeau, José Froilán González, Luis Landriscina, Juan M. Fangio Jr., Angel Perversi y José María Sansirena de Rojas. “Para Juan Gálvez (para Oscar también) no hay olvido de la gente, sí para las autoridades competentes que tienen que imponer su nombre querido a algo importante, como lo hizo por estos días la Asociación de Corredores de Turismo Carretera.”

Hebe Larroudé de Demarchi [email protected]

Inflación Señor Director: “LA NACION publica que «costará un 40 por ciento más celebrar la Pascua» y, en la misma edición, que «los panaderos logran un aumento salarial del 24 por ciento», mientras Guillermo Moreno nos dice que la inflación será igual a la del año pasado: un 9 y pico por ciento. “Ahora bien, ¿quién puede creer eso? Es indudable que alguien se equivoca y que a uno, que vive el día a día en nuestro país, le queda claro que los equivocados no son los periodistas.”

Nélida M. L. de Villa Abrille [email protected]

Alberto Félix Hassan Presidente DNI 4.926.733

Las otras víctimas Basura en la calle Señor Director: “Ayacucho entre Marcelo T. de Alvear y Santa Fe: cientos de vecinos que abonan altas tasas de ABL, que suman cifras muy importantes, no alcanzan para gastar una ínfima parte en el saneamiento de la cuadra, en mejorar la iluminación y exigir a los frentistas desaprensivos el arreglo de las veredas. La gran acumulación

Juan Manuel Peire [email protected]

Cuatro medidas Señor Director: “Tenemos inundaciones, inseguridad, pobreza, desocupación, etcétera, pero, eso sí, cada vez más impuestos, incluso con aumentos de hasta el 300 por ciento en ABL. ¿Cómo puede ser que se sigan aumentando impuestos y que el país siga deteriorándose? Para aumentar impuestos todo tiene que funcionar bien, y si no les alcanza la plata, entonces deberían bajar el enorme gasto público. “Ante este desprolijo panorama propongo: primero, reducir el IVA del 21 al 10 por ciento y derogar el impuesto a las ganancias; segundo, dar marcha atrás con el impuestazo en el ABL en forma urgente; tercero, eximir de impuestos de ABL por un año a los barrios afectados por las inundaciones, y, por último, reducir considerablemente el gasto público de la ciudad y de la Nación. “Cuando la Argentina cumplía su centenario ocupaba el sexto lugar en el ranking de las naciones más prósperas y todos estos impuestos no existían, la presión tributaria era mínima. Ahora, próxima a su bicentenario, ocupa el puesto 160 del mundo, con una carga impositiva que destruye el poder adquisitivo de la gente. “Creo que con estas cuatro medidas se daría una solución rápida a la gente y sería el ejemplo de un país que protege a sus ciudadanos y mira hacia un futuro mejor.”

de bolsas negras en algunos puntos, que se transforman en menú para las ratas, que algunos vecinos han visto salir de la trastienda del supermercado, se suman al olor pestilente que sale de éste. “A la hora en que toda la gente que trabaja regresa a su casa, debe hacer trekking para eludir las bolsas, los desparramos de bolsas, carritos y gente dedicada a abrir esas bolsas, gambetear baldosas rotas y ver, con horror, cómo la línea 60 atraviesa Marcelo T. de Alvear y los diez o veinte recorridos, que paran todos en una misma parada, donde se juntan varios colectivos y gran cantidad de gente que ocupa toda la vereda.” Flavia Fernández [email protected]

Pregunta Señor Director: “A raíz del trágico accidente de Dolores, la empresa le paga un sueldo a uno de los choferes para que duerma. ¿No deber venir despierto y secundar al que maneja?”

Rodolfo Vinelli (h.) [email protected]

Abel Fernández [email protected]

Informes de la SIDE

Doctrina peronista

Señor Director:

Señor Director: “He visto con asombro una fotografía publicada en LA NACION, referente a la reunión de Parque Norte, en la que se ve al doctor Cafiero mostrar orgullosamente unas tapas con el título «Doctrina peronista». Presumo que dentro de éstas, todas sus hojas deben estar en blanco, para que cada peronista pueda escribir en ellas su propia interpretación de la misma.”

“Me dirijo a usted para manifestarle una duda que me invade respecto de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE). “Teniendo en cuenta que históricamente ha sido un organismo del Estado nacional, del que se han servido para beneficio personal y político las autoridades de turno, ¿qué ocurre hoy día? Siendo que tengo 20 años y navego a diario por Internet, no existe una página en la Web de esta repartición pública. La CIA, el Mossad tienen páginas de Internet en las cuales uno puede informarse en términos generales de las actividades que realizan. Pero nuestro organismo de inteligencia por excelencia no informa qué hace, cómo opera, quiénes lo integran, qué requisitos debe reunir una persona para integrar sus cuadros. O quizá, como históricamente ocurre, es el amiguismo absurdo la regla para la contratación del personal.” Nahuel E. Morandi Bel DNI 33.466.262 Fournier 2819, Capital

Amigos de los Gálvez Señor Director: “Nos dirigimos a usted a fin de expresarle la gratitud de esta agrupación nacional de amigos de los Gálvez por el recuerdo permanente de la figura del gran Juancito Gálvez en las secciones que tienen que ver con el deporte y, en estas últimas semanas, con motivo del 45° aniversario del fallecimiento de este auténtico héroe del camino, el más campeón, el más ganador del

cuando hagamos el arqueo le avisamos al Banco Provincia y le van a acreditar el faltante». Ni murió ni fue guerrero y prácticamente puedo decir que me resigno a dar por perdido ese dinero, que para mí es muchísimo. “Me quedan dos esperanzas: que algún responsable de alguna de estas tres entidades lea esta carta y se digne a hacer lo que corresponde o, si no, que alguien me facilite el correo electrónico de un tal señor Magoya; dicen que a ese señor le reclama casi todo el mundo.”

Miguel Devoto Sargento Cabral 864, Capital

Señor Director: “Esta vez me tocó a mí, no sé si calificarlo como robo o estafa, soy lega en la materia. De lo que sí estoy segura es de varias cosas: de que los perpetradores tienen nombre y apellido y son la sucursal La Plata del Banco Industrial, la casa matriz del Banco de la Provincia de Buenos Aires y la red de cajeros automáticos Link. De que la maniobra es harto conocida y ya les ha ocurrido a demasiadas personas. De que prácticamente no tengo manera de probar la artimaña y las excusas para justificarla son de manual. ¿Qué me hicieron? El día 5/3 intenté retirar parte de mis haberes jubilatorios del cajero automático de marras, digité la suma deseada y me expendió menos dinero de lo solicitado; por supuesto, el comprobante indicaba el total solicitado, o sea, maniobra limpia y casi perfecta. ¿La respuesta a mi reclamo? Como dije, de manual: «El cajero debe haberse quedado sin plata, no se preocupe que

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Biocombustible Señor Director: “Si los países desarrollados se comprometieran a cooperar técnicamente con nuestra querida América latina en materia de biocombustibles, todos nos beneficiaríamos. Si Colombia, por ejemplo, aprendiera a producir combustible a partir del alcohol obtenido de la caña de azúcar, los campesinos de aquel país no se verían obligados a seguir plantando droga, dado que la demanda de combustible está tan asegurada como la de la cocaína. Sin drogas, las FARC no podrían financiarse. “Con biocombustibles, América latina en general no dependería del petróleo de Chávez. Además, la caña de azúcar requiere constante cosecha, lo cual generaría trabajo y sacaría a nuestros pueblos de la pobreza. En consecuencia, se contaría con recursos para expandir las rutas, cortando la selva, para así, eliminar el escondite de los terroristas y sus cultivos. Además, la madera sacada de esos lugares también se puede convertir en combustible con tecnología desarrollada en Japón.” Dr. Bunpei Uno [email protected]

Ni libro de quejas

“Señor Magoya”

A los lectores

Señor Director: “La diputada nacional Nora Ginzburg acaba de presentar un interesante proyecto de ley, en el cual propone que las víctimas que hayan sufrido lesiones graves por la acción de grupos guerrilleros y los familiares de personas asesinadas por la subversión también reciban una indemnización estatal. En sus fundamentos, la legisladora argumenta que internacionalmente todos los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y presenta, a título ilustrativo, un listado de 677 víctimas, relatando las circunstancias en que hallaron la muerte. “También añade documentación histórica extraída de medios de difusión de la acción subversiva en la que las propias agrupaciones justificaban sus ejecuciones de empresarios y reivindicaban los enfrentamientos en los que caían abatidos policías. Respecto de las corrientes que intentan justificar, ya sea la actuación violenta de los grupos guerrilleros o el terrorismo de Estado, Nora Ginzburg destaca que al defender alguna de estas doctrinas se termina cayendo inevitablemente en el maniqueísmo de sostener que quien no está de acuerdo con lo último admite lo primero o viceversa. “Cabe preguntarse si este fundamentado y justo proyecto de ley podrá seguir su curso legislativo normal o si la mayoría automática oficialista del Congreso de la Nación le pondrá palos en la rueda, para que caiga en el olvido y la discriminación.”

Señor Director: “El 3/3 viajé en la unidad N° 1092 de la empresa Plusmar desde la ciudad de Necochea hasta Buenos Aires. De acuerdo con lo que indicaba mi pasaje me ubiqué en el asiento individual N° 28. Infructuosamente intenté encontrar el cinturón de seguridad correspondiente: no existía, lo cual constituye una violación de la normativa vigente. “A poco de iniciar el viaje, noté que me estaba mojando porque una considerable gotera caía sobre mi ventanilla. Se lo comuniqué al chofer, quien me indicó que me cambiara de asiento, cosa que hice, pero al llegar a la ciudad de Balcarce subieron los pasajeros con sus asientos asignados, lo cual motivó que tuviera que retornar a mi ubicación original. “Frente a una nueva consulta al chofer, me respondió que realizara una queja en el correspondiente libro de la terminal de Balcarce. Intenté hacerlo, pero no encontré a nadie.” María Susana Eguren DNI 3.576.491

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