Espectáculos
Página 6/LA NACION
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Miércoles 17 de marzo de 2010
TELEVISION
El amor escrito en el karma
Opinión Por Marcelo Stiletano
Realización brasileña de gran calidad que muestra costumbres hindúes ancestrales Muy buena (((( India, una historia de amor. Telenovela brasileña producida por Globo. Libro: Gloria Pérez. Dirección general: Marcos Schechtman. Con Juliana Páez (Maya), Marcio García (Bahuan), Rodrigo Lombardi (Raj), Tania Khalil (Duda), Tony Ramos (Opash), Lima Duarte (Shankar), Bruno Gagliasso (Tarso) y elenco. De lunes a viernes, a las 14.30, por Telefé.
Para el público argentino, las telenovelas brasileñas cuentan con una desventaja. Por más bueno que sea el proceso de doblaje, sus diálogos suenan como si se los oyera en el fondo de un pozo vacío. India, una historia de amor no escapa a este estigma. Pero lo supera con holgura transcurridos unos pocos minutos de emisión del primer episodio. Alivian de inmediato las incomodidades de la escucha la fuerza de una ponderable realización, unos guiones en los que cada escena atrapa la atención, gracias al dramatismo con que
están planteados, al mismo tiempo que joven de ese país. Los planes de Maya hacen crecer una trama que se enri- y de Raj se ven interrumpidos por el quece a fuego lento, unas muy plausi- compromiso que asumen sus famibles interpretaciones, una estructura lias, según la tradición hindú, de caágil y la pertinente incorporación de sarlos entre sí. recursos de otros géneros que consiPertenecientes al tipo de telenoveguen aquí una expresión rejuveneci- las cuyo tema es el encuentro de culturas, los libros de Gloria da del melodrama. Pérez resuelven muy bien El conflicto fundamental la entrega de información de esta historia es el de dos parejas de jóvenes que no al espectador occidental papueden concretar su amor ra entender los basamentos debido a la creencia hindú en de la cosmovisión hindú en PUNTOS la división de castas. Bahuan escenas que reúnen la tenFue la marca es un joven catalogado por sión dramática con la claride rating que la tradición india como un dad didáctica necesaria. Al consiguió dalit o intocable (alguien que mismo tiempo muestran, esta telenopertenece a los estratos incon la misma eficacia, las vela el lunes contradicciones que existen feriores de la humanidad y último, según que es considerado un impuen esa sociedad oriental alIbope. ro) que se enamora de Maya, rededor de esas costumbres una joven con formación (Shankar, el brahman que profesional, que pertenece a adopta a Bahuan, es un sala casta de los comerciantes. Por otro cerdote, y, por lo tanto, pertenecienlado, Raj pertenece a esa misma casta, te a una de las castas superiores, que pero trabaja desde hace varios años en cuestiona y rechaza la discriminación Brasil y se enamoró allí de Duda, una que surge de esas creencias). Por otro
Cómo conquistar a la mujer
6,2
Juliana Páez (Maya) y Rodrigo Lombardi (Raj), condenados a luchar por enamorarse
lado, la ambientación en paisajes reales de la India y el cuidadoso uso del vestuario y la gestualidad de ese país resultan en un agradable aporte. El uso prioritario de la imagen para relatar tiene su mejor exponente en los primeros episodios en la transformación de Tarso a quien basta ver, luego de un par de ataques de nervios intempestivos, en el espejo, junto a una imagen de Elvis Presley, peinar-
se con una suerte de jopo, para intuir su camino a la locura. Sólo cuesta admitir que Raj y Maya, con la exposición que tienen ambos a la cultura occidental, acepten sin ningún tipo de rebeldía las costumbres ancestrales que los condenan. Pero todo melodrama se merece que se le otorgue ese tipo de créditos.
Ricardo Marín
LOS ANGELES.– La imagen promocional de la nueva serie Parenthood literalmente ganó la calle. Con una serie de consignas que representan diferentes situaciones prototípicas del comportamiento familiar y conyugal de los padres de familia puede verse por estos días en casi todas las paradas de la red urbana de transporte público de pasajeros y en algunas esquinas estratégicas de Beverly Hills, Hollywood y Century City. No hay mención alguna de actores y sí de un par de nombres bien conocidos que en la memoria se asocian inmediatamente a una película del mismo nombre, éxito de la segunda mitad de la década del 80: son el director Ron Howard y el productor Brian Grazer, que fueron artífices de aquél film protagonizado por Steve Martin y Jason Robards estrenado en la Argentina con el título de Todo en la familia, y hoy son los productores ejecutivos de la serie. Parenthood debutó en la TV abierta de Estados Unidos el 2 de marzo último, pero no tardará mucho más en arribar a la Argentina: esta serie será la columna vertebral de la programación de Liv, la nueva señal básica que Discovery tiene previsto lanzar el 12 de abril, en el lugar que actualmente ocupa en la grilla People+Arts. “Después de hacer varios estudios de mercado llegamos a la conclusión de que en nuestro portafolio de señales faltaba una dedicada esencialmente a la mujer. Por eso decidimos este lanzamiento, con un nombre que no tiene un significado específico, pero se asocia con la idea de vivir y pasar los mejores momentos”, explica Luis Silberwasser, vicepresidente y gerente de contenidos de Discovery Networks Latin America. Parenthood integrará un eje de siete u ocho series (entre ellas, Life Unexpected, Mercy, HawthoRNe y la última tempo-
La nueva señal Liv reemplazará a People+Arts, con series, films y realities rada de The Tudors) que conformarán el núcleo de la programación de Liv. A ellas se sumarán películas (la promesa es de un estreno por semana para la señal), más algunos de los reality shows que identificaban a People + Arts (como Project Runway y So You Think You Can Dance?), que ahora se desplazarán al fin de semana. Todo el material estará subtitulado. * * * Tal vez lo más interesante de este cambio consiste en observar cómo se produce la transición de una señal como People+Arts, que en sus orígenes ofrecía un contenido muy cercano a lo que pueden da hoy, por ejemplo, Film&Arts, pero que de a poco fue virando hacia otro terreno y logró posicionarse como el espacio televisivo más identificado con los reality shows de segunda generación, aquellos que apuntaban al surgimiento de nuevas figuras en competencias específicas (The Apprentice, The Contender), a las observaciones de la vida cotidiana (Cambiando esposas). People+Arts había logrado cambiar de identidad, pero buena parte del mercado latinoamericano, según Silberwasser, todavía lo asociaba a sus orígenes culturales y artísticos. “Queríamos completar la transición del canal que iniciamos con los reality shows y lograr que se convirtiera en algo que es 100% entretenimiento, y para eso necesitábamos un cambio de nombre. Por eso nace Liv”, reconoce el ejecutivo. Le tocará ahora a los televidentes habituarse a ese cambio. People+Arts era hasta ahora un nombre identificado con el ámbito documental de la TV paga. Se convertirá en recuerdo muy pronto, casi al mismo momento en que llegue a la Argentina Parenthood, una de las series más prometedoras del momento.
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