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el mundo
| Domingo 4 De enero De 2015
EL MUNDO
Edición de hoy a cargo de Guillermo Idiart www.lanacion.com/mundo | @LNmundo | Facebook.com/lanacion
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Una presencia en continuado Durante el año pasado, Maduro usó 103 veces la cadena nacional
103 cadenas nacionales en vivo en 2014
2013. Maduro dedicó 16 de sus 101 cadenas a exaltar a Chávez 2014. Maduro dedicó 5 de sus 103 cadenas a honrar a Chávez
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CARACAS
icolás Maduro quiso celebrar la llegada de 2015 con una selfie en familia, en medio de los tradicionales fuegos artificiales que regaló al país a través de las redes sociales. Sonrisas típicas de esta fecha que no pueden esconder una realidad mucho menos luminosa, resumida en una sentencia de The Economist, sin derecho a recurso presidencial: “La economía de Venezuela es probablemente la peor administrada del mundo”. La revolución chavista se enfrenta este año al mayor reto de sus 16 años de historia: luchar contra plagas, que parecen bíblicas, en un país donde se ha querido construir un nuevo credo mesiánico en torno al líder fallecido, Hugo Chávez. Como si fuera necesario un milagro revolucionario para salir del atolladero. El objetivo es mantener el poder a toda costa para hacer viable “el mas nunca volverán” (en referencia a la oposición) acuñado por el tan añorado “comandante supremo”, con las trascendentales elecciones parlamentarias de este año a la vuelta de la esquina. No se trata de tormentas perfectas enviadas desde Estados Unidos. Ni de guerras económicas ni golpes de Estado, la excusa oficial que se repite una y otra vez desde el Palacio de Miraflores sólo para los militantes más acérrimos, que cada día son menos. El piso de la revolución tiembla más fuerte que nunca. “Uno ve la caída del petróleo, el mantenimiento de controles y la lentitud en ajustes cambiarios y provoca empezar a desear un feliz 2016”, concluyó Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, reconocido analista alejado del grupo de apocalípticos. Un moderado abrumado por el peso de la realidad venezolana. Nadie lo esperaba dentro de la revolución, pese a los avisos procedentes de los economistas locales. La caída del precio del petróleo, que supone el 96% de los ingresos nacionales, impactó contra un país que ya sufría pese a la década de bonanza petrolera. Como sucede en un tsunami, la primera gran ola precede a una segunda aún más destructora. El crudo venezolano cerró el año por debajo de los 47 dólares por barril, cuando gran parte de 2014 se mantuvo cercano a los 100. El chavismo necesita que su oro negro se recupere lo antes posible para mantener el Estado asistencialista y sus alianzas con Cuba y PetroCaribe. El petróleo se alió de forma inesperada con la otra gran plaga: la inflación. El bolsillo de los venezolanos se agujereó día a día ante la incontenible subida de los precios, que cerró el año con un aumento del 64%. Una cifra astronómica, la mayor del planeta, que se teme alcance los tres dígitos durante este año. De hecho, ya la acarició en 2014 si se contabilizaran sólo los alimentos. “La economía venezolana tenía dengue y le picó el chikungunya”, ironizó León a costa de la enfermedad que se extendió por todo el país, alentada por la falta de repelente. Hasta el acetaminofén (paracetamol), indispensable para bajar la fiebre, se convirtió en objeto de deseo nacional. Las últimas cifras aportadas por el Estado para medir el índice de escasez y desabastecimiento son de abril: rozaba el 30%. Hoy es mucho peor, en un país invadido por las colas para comprar alimentos.
Con las elecciones parlamentarias a la vista, la revolución bolivariana enfrenta retos que jaquean su hegemonía, desde la caída del crudo hasta el desplome en la imagen de Maduro
Encrucijada. El chavismo, frente al año más desafiante de su historia Texto Daniel Lozano Para LA NACioN | ilustración Ippoliti
“Destruyeron el aparato productivo”, advierte el economista Jesús Casique. Y la famosa cuesta de febrero será aún peor. “Empezarán a faltar productos que ni imaginábamos”, profetiza Henkel García, director de Econométrica. No se trata ni mucho menos de una “conspiración” económica, aunque sus efectos son igual de nocivos. Producto del control de cambios impuesto por Chávez, el dólar paralelo vive momentos de gloria. Creciendo y creciendo. Su última cotización es de 176 bolívares por dólar, cuando el cambio oficial y preferencial se mantiene en 6,30 bolívares. Nadie le creyó al ministro de Economía, el también general Rodolfo Marco Torres, cuando aseguró: “Al dólar paralelo lo vamos a tirar al piso, al subsuelo, y vamos a tener un sistema cambiario equilibrado”. Subido al ático, y no en el sótano, el blue se mantiene a la espera del inminente (y enésimo) “perfeccionamiento” cambiario, cuya presentación pública estaba prevista para ayer. Porque otra plaga, la de la recesión, también está directamente vinculada a las que la preceden y a la inacción gubernamental, “que teme el costo político de las medidas”, sintetiza José Guerra, antiguo directivo del Banco Central venezolano. Economistas críticos con el chavismo, que llevan años prediciendo el actual desastre económico, tampoco creen en el programa de recuperación avanzado por Maduro. Venezuela cerró su año con más de 4% de caída en su PBi, que el presidente excusó mirando a otro lado: “Estamos ante un bloqueo económico internacional, como parte de la guerra económica”. Eso sí, Maduro dijo que “no hay posibilidades” de declaración de default, pese a que la posibilidad sobrevuela Venezuela. “Sería un drama, no pagar la deuda externa nos dejaría sin capacidad de financiamiento futuro”, sostiene León. Los economistas regalan distintas recetas al gobierno (devaluación, suba del combustible, reducción del gasto ineficiente del Estado, apoyo a la industria privada) que traerían consigo “sacrificios gigantes”. La plaga que también se extendió a lo largo de toda la revolución como una mancha roja que crece y crece es la violencia. El año pasado cerró con 24.980 homicidios, récord histórico. El país ocupa el segundo puesto en el sangriento ranking mundial, con 82 muertos por día. Mucho miedo y una sensación nacional, compartida por el 90% del país: el chavismo es incapaz de combatir la guerra urbana no declarada que sufre Venezuela. “Con Maduro no saldremos del caos”, dispara el gobernador opositor Henrique Capriles. Una opinión que corre de boca en boca y que se convirtió en otra plaga –ésta muy personal– para el “hijo de Chávez”. Las últimas encuestas profundizan su caída: sólo mantiene un 22% de aceptación, una pérdida de más de 30 puntos desde la muerte del “comandante eterno”. Por mucho que los medios intervenidos por el Estado (casi todos) insistan en las bonanzas de la revolución, el ciudadano sufre en la calle otra realidad y la traslada a las encuestas: sólo el 16% se identifica con el oficialista PSUV. Malos augurios de cara a unas elecciones parlamentarias que pueden empezar a cambiar el panorama político del país.ß
Ante la ola de problemas, un ente nuevo por semana Sólo el año pasado, Maduro creó 55 oficinas para atacar dificultades económicas y sociales Franz Von Bergen EL NACioNAL/GDA
CARACAS.– Aunque en Venezuela todavía faltan soluciones reales para muchos problemas económicos, políticos y sociales, lo que no escasea son los entes ideados con el supuesto fin de enfrentar esas dificultades. El año pasado, el presidente Nicolás Maduro anunció la creación de más
de 55 oficinas distintas para atacar situaciones específicas. Durante el año, el mandatario protagonizó 325 actos transmitidos a través de los medios públicos. En 37 de ellos (11% del total), anunció con bombos y platillos la aparición de viceministerios, comisiones, consejos, institutos e, incluso, canales de televisión. La principal preocupación del año fue la crisis económica. Maduro habló de ello en casi el 70% de los días en que apareció por televisión. Como solución, al menos creó 25 entes que actuarían contra la escasez, el acaparamiento y el contrabando,
o que velarían por el sueldo de los trabajadores y el bienestar económico de Venezuela. Los primeros vieron luz el 10 de enero de pasado: cinco viceministerios que trabajarían junto con los ministerios de Agricultura y de Alimentación para reactivar la producción nacional. Al final de ese mes entró en escena el Estado Mayor para el abastecimiento, el primero de cuatro espacios de este tipo que serían creados durante el año. Tres tienen fines económicos: el Estado Mayor de Desarrollo Económico (el 28 de abril) y el de Guerra Económica (el 14 de diciembre) son los otros dos.
Muchos de los entes ideados por el gobierno chavista tenían el objetivo de pelear contra la “guerra económica” que denuncia Maduro permanentemente. Por ejemplo, el 12 de agosto pasado creó la Comisión Nacional de Lucha contra el Contrabando; el 29 de agosto, la Unidad de inteligencia contra la mencionada batalla, y el 17 de noviembre, la Brigada obrera, para luchar contra el acaparamiento. Pero algunos otros temas ameritaron también la creación de oficinas especiales. Uno que recibió cobertura especial fue la corrupción. El 3 de noviembre anunció la oficina Na-
cional de Servidores Públicos y, días después, el 19, aparecieron los Equipos Anticorrupción. Anteriormente, el 3 de septiembre, el gobierno creó el Sistema Nacional de Empresas Públicas para velar por la eficiencia. La situación social recibió también atención. Las protestas que estallaron a principios de 2014 llevaron a crear, el 26 de febrero, una Comisión por la Verdad, a la vez que el 27 de marzo apareció el Consejo Nacional de Derechos Humanos. En ese mismo período, se idearon las Conferencias de Paz, las cuales fueron olvidadas al poco tiempo. Entre febrero y abril, el presidente partici-
pó en más de diez reuniones de este tipo; luego de eso, sólo en una. Finalmente, el problema de la inseguridad animó la creación de cinco entes. El 8 de enero, poco después del asesinato de la ex Miss Venezuela Mónica Spears, anunció el instituto para atender a víctimas de la delincuencia. Entre otros, estuvo una comisión para la reforma de la policía encabezada por el diputado Freddy Bernal, y el Sistema Nacional de Protección de Personalidades, que vio la luz el 15 de octubre, poco después del asesinato del diputado chavista Robert Serra.ß