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eDITORIALeS | CARTAS

| Jueves 2 de octubre de 2014

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre

Frente al abismo, responsabilidad La grave situación socioeconómica e institucional no se resolverá con mensajes presidenciales temerarios ni rodeando al Gobierno de incondicionales

L

a renuncia de Juan Carlos Fábrega a la presidencia del Banco Central, forzada por las duras críticas formuladas anteanoche por la presidenta de la Nación, y su reemplazo por el hasta ahora titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, fue un nuevo signo de la gravedad institucional que enfrenta nuestro país. Representa una prueba más del error de la jefa del Estado por rodearse de amanuenses y reemplazar a los funcionarios idóneos por los incondicionales. El alejamiento de Fábrega, un funcionario que había tenido una larga trayectoria en el Banco Nación antes de ser nombrado al frente del Banco Central y que gozaba de respeto en la comunidad financiera, era esperable luego del incendiario discurso pronunciado por Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada, en el cual perfiló el país que nos espera a los argentinos durante los 14 meses y diez días que le quedan de mandato constitucional: más intervencionismo en la economía, más populismo, más regulaciones asfixiantes, más aislamiento internacional, más persecuciones sobre empresarios y sobre todo aquel que exprese sus disidencias con lo que queda de un modelo que se cae a pedazos, más rencores y divisiones sembradas desde el poder entre los argentinos, y menos libertades. Las amenazas lanzadas por la Presidenta contra entidades financieras, agentes de bolsa y empresarios agrícolas no son un buen presagio. Anticipan más ataques que derivarán en nuevos escraches públicos como aquellos a los que el kirchnerismo nos ha acostumbrado, valiéndose ahora de peligrosísimas herramientas como las leyes antiterrorista y de abastecimiento. Por si esto fuera poco, y como adelantamos el 30 y el 31 de agosto en sendos editoriales titulados “Argenzuela”, nuestra Presidenta ha demostrado con creces que ha sido una excelente discípula del chavismo en la invención de enemigos internos y externos en quienes descargar la responsabilidad por los propios fracasos de sus políticas. Los ataques presidenciales al gobierno de los Estados Unidos por el fallo de un juez neoyorquino convalidado por las instancias superiores de la justicia norteamericana no sólo dan cuenta de una asombrosa ignorancia sobre los principios republicanos de división de poderes y de independencia judicial, sino que acercan a Cristina Kirchner a los caricaturescos recuerdos de Hugo Chávez insultando al “imperialismo yanqui”. El test del ADN populista evidencia la presencia de tres factores constantes: antagonismo social y licuación de las instituciones; cortoplacismo e inconsistencia entre medios y fines, y cesarismo autoritario que empobrece la democracia y las libertades individuales. Las tentaciones populistas representan una forma moderna de lo que el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso ha llamado “utopías regresivas”. El flujo sanguíneo de la cultura populista argentina incluye el capitalismo de amigos, los subsidios irracionales, el empleo público sobreabundante, los favores políticos, el clientelismo y la corrupción. El caldo de cultivo es facilitado por una sociedad que espera demasiado del Estado y respeta poco la función empresaria y la cultura del trabajo, del mérito y del esfuerzo personal. Las estructuras públicas, las empresas y las demás organizaciones sociales quedan de tal modo expuestas a algún grado de colonización por intereses creados. Entre tanto, la sinfonía populista alienta la utopía de que el deseo engendra derechos y de que, para lograrlos, hay licencia para violar la ley. De tal modo, la violencia intelectual siembra odios que fomentan una “cultura barrabrava” que degrada la convivencia y aumenta el nivel de violencia social.

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Cabe recordar que la protesta social, cualquiera que fuere su forma, era impune hasta que comenzó a jaquear al poder. Por eso llegó Sergio Berni, secretario de Seguridad. Antes eran celebrados cortes en Gualeguaychú y piquetes contra empresarios críticos del kirchnerismo. Hubo persecuciones al periodismo independiente, militancias rentadas, planes prebendarios, travestismo partidario y provincias y municipios sometidos al unitarismo fiscal. A los amigos, todo. A los enemigos, castigos de distinta índole. Muchos actores sociales –entre ellos, un buen número de empresarios– mantuvieron un sonoro silencio que posibilitó el desguace ganadero y las arbitrariedades contra la industria frigorífica y el mundo rural, ignorando que es una nueva forma de industria, facilitando de este modo el desarrollo del ADN populista y autoritario del poder. La cultura cortoplacista ha sido fiel a la respuesta del presidente de un importante banco de los Estados Unidos a una pregunta sobre la des mesurada expansión de préstamos subprime que alimentó luego la crisis de 2008: “Mientras haya música, hay que bailar”, sostuvo. La realidad nos muestra que aquí, en la Argentina, la orquesta desafina hace tiempo, la fiesta llegó a su fin y estamos bajando la cuesta de la canción de Serrat. El cotillón y la cristalería del relato épico son una careta que se cae a pedazos. Frente a las flaquezas de nuestro escenario socioeconómico, dadas por una inflación galopante combinada con recesión en distintas actividades, el descenso del nivel de empleo, la depreciación del peso y la caída de las reservas del Banco Central, la pregunta de cualquier argentino es si el actual Gobierno sabrá hacer los cambios indispensables y si está realmente dispuesto a llevarlos a cabo, o si seguiremos andando en círculos, sin avanzar hacia un mejor futuro. La respuesta la dio anteanoche Cristina Kirchner con su mensaje a la militancia, que sorprendentemente hasta festejó la insólita insinuación presidencial de que los Estados Unidos podrían atentar contra su vida, en un paralelismo con sugerencias igualmente grotescas a las que nos tuvieron acostumbrados Chávez y Fidel Castro. La realidad exige elaborar y abordar una exigente agenda institucional, al igual que ordenar desequilibrios macroeconómicos y sociales. Pero la raíz profunda de nuestros problemas no es de naturaleza económica, sino moral. No se puede seguir cometiendo el error de la izquierda de confundir instrumentos con fines. Tampoco caer en las tentaciones totalitarias. En estos tiempos vale la pena recordar a Albert Camus cuando decía: “La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios, sino sobre los defectos de los demócratas”. Los liderazgos sociales en la política, el sindicalismo, el mundo empresario o la cultura no son cheques en blanco ni señoríos feudales. En ningún ámbito social puede haber consignas tales como “síganme que no los voy a defraudar” o “vamos por todo”. El verdadero liderazgo es compromiso con una visión, con un proyecto nacional –antes que con un simple proyecto de poder– y con un programa de construcción colectiva. Es estar dispuesto a hacer lo correcto para educar e inspirar a una sociedad y a un electorado. Implica también educar al soberano, porque el auténtico desarrollo requiere elevar las aspiraciones de las personas y promover sus energías para que procuren realizarlas en un clima de integración con todo el país y también con el mundo. En otras palabras, todo lo contrario a lo que nos está proponiendo hoy la Presidenta a los argentinos.

El gobierno provincial difundió las estadísticas de las intervenciones que se produjeron durante agosto pasado a través del sistema de emergencias 911. De las 350 detenciones que realizó la policía en toda la provincia, 194 fueron contra personas sospechosas de haber cometido un delito. Las restantes 156 fueron privadas de su libertad por contravenciones. El secretario provincial de Seguridad dijo que “el 75% de los detenidos tiene antecedentes penales”, lo que significa que la mayoría estuvieron detenidos antes y su caso ha quedado registrado. Llama la atención ese dato y habría que preguntarse cuál es la causa. Tal vez esté indicando fa-

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lencias en la Justicia. ¿Se trata de delincuentes que han sido liberados porque el juez consideró que se trataba de delitos menores? La policía se suele quejar de que detiene a los malhechores, pero los jueces suelen liberarlos a las pocas horas. ¿Cómo puede sentirse una persona si se encuentra en la calle con el mismo sujeto que la ha asaltado? Y si el asalto volviera a repetirse, ¿quién se hace cargo del perjuicio? ¿El Gobierno? ¿La Justicia? ¿El juez que lo liberó? Sería interesante que la estadística también nos informara acerca de qué porcentaje de este 75% ha purgado una condena y ha reincidido. Y por qué han recuperado la libertad.

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El discurso de la Presidenta Acusaciones Primero acusó al sector del campo de que la quería derrocar. Como no era así, acusó a los medios, pero como éstos tampoco eran, hizo lo mismo con los empresarios. Luego acusó a los sindicalistas, y luego a los jueces. Tampoco eran. Cuando se terminaron los argentinos a quienes acusar, comenzó con los de afuera. Primero eran los buitres quienes querían derrocarla, ahora son los países del Norte. ¿Quién seguirá?

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frase de Sarmiento, es que el ordenamiento se aprobó “a libro cerrado”. En rigor de verdad, “a libro cerrado y a ojos abiertos”. En suma, explicó que el actual proyecto tuvo enorme difusión y el de Vélez Sarsfield, no. Por visionario decreto de Mitre del 20 de octubre de 1864 se encomendó a Vélez Sarsfield la confección del código. En junio de 1865 terminó el primer libro, que enseguida se imprimió y distribuyó entre legisladores, magistrados y funcionarios, abogados y “personas competentes, a fin de que estudiándose desde ahora váyase formando a su respecto la opinión para cuando llegue la oportunidad de ser sancionado”. A todos los otros libros les depararon igual difusión. Durante esos

Rafael López Saubidet

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Los mayores Al tratar de senil al juez Griesa, la Presidenta descalificó a todos los viejos. ¿Se lo merecía el papa Francisco, que acaba de celebrar a los abuelos sabios, a quienes comparó con Benedicto XVI, y pidió al mundo dejar de lado la cultura del descarte de los mayores? Cada lector tendrá su respuesta.

En la Red Las acusaciones de Cristina Facebook

Ovación

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“Nunca la Argentina cayó tan bajo” Nora Mendarte

“Basta de que la culpa la tengan los demás, por favor. ¿Cuándo se hará cargo de sus errores de gestión?” Matu Etcheverry

Empleo público Asegurarse el poder Cuando un gobierno logre que un 70% de la sociedad (empleados estatales, subsidiados, indemnizados y pensionados por el Estado) viva a costillas de un sufrido 30% productivo del sector privado, obtendrá la permanencia en el poder por la vía “democrática”. Deberá desde ya evitar cuidadosamente que el 30% mencionado abandone el país o intente pasarse al sector improductivo, y nivelar “para abajo” en todos los aspectos. Eso sí, “todo nacional y popular”. ¿Faltará mucho? Santiago Floresa

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Idoneidad La norma que incorpore empleados a la administración pública, en cualquier cantidad y condición, sin verificar la idoneidad de los designados estará violando claramente la Constitución, que dice: “Todos los habitantes son iguales ante la ley y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad” (Art. 16). Verificar la idoneidad requerida constitucionalmente para la admisión en el empleo es obligatorio para los tres poderes y para todas las jurisdicciones estatales. Vigente desde 1853 (incluso textualmente repetida en el Art. 28 de la Constitución de 1949) y reiteradamente incumplida por nuestros gobiernos, es segura causa de buena parte de nuestra decadencia. Espero con ilusión que el próximo gobierno consiga el consenso multipartidario para el efectivo cumplimiento del requisito constitucional señalado y que, además, revise y anule las designaciones efectuadas que no hayan cumplido con esa formalidad, pues no hay derecho adquirido que se pueda construir sobre una violación de la Constitución. José Luis Milessi

DNI 12.215.347

Código Civil Capitanich contó ayer que Sarmiento envió el proyecto de Código Civil al Congreso el 25 de agosto de 1869 y que la ley se sancionó el 29 de septiembre. Pero lo que realmente quiso enfatizar, e incluso repitió una

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No es mi intención ofender a nadie, sino simplemente recordarle al señor que se hace llamar Florencia de la V que, “pese a quien le pese”, por sus cromosomas, sus órganos masculinos y su falta de órganos femeninos es hombre. Su elección de vestirse de mujer no lo hace mujer, sino parecer exteriormente una mujer. Llamemos a las cosas por su nombre. Puede elegir el nombre que le parezca menos ofensivo, pero no mujer, “pese a quien le pese”, como él mismo dijo.

DNI 5.324.953

Patricio Carli

Andrés Pedro Horteloup

Hombre o mujer

Enrique Arenz

La presidenta Cristina Kirchner señaló anteayer en su encendido discurso: “Si me pasa algo, no miren al Oriente, miren al Norte”, sugiriendo una amenaza a su persona desde los Estados Unidos. Ante semejante denuncia, su auditorio, en lugar de guardar un respetuoso y preocupado silencio, la ovacionó con increíbles gritos y aplausos. Me pregunto: ¿qué festejaban?

por parte de los órganos judiciales, que, con una legislación aggiornada, sean “garantistas” de la integridad de esos ciudadanos (que aún son/somos mayoría) y no “garantistas” de la creciente carrera de los delincuentes. En resumen, el tema de la inseguridad debe ser considerado una consecuencia de la insuficiente cobertura por parte de la legislación vigente –por una vertiente– y de la excesivamente flexible y permisiva actitud de los jueces. A éstos les corresponde ser protagonistas de la necesaria y paulatina transformación que debe –imperiosamente– operarse en nuestra sociedad. Esta transformación haría necesaria una mayor capacidad global en los establecimientos carcelarios. Aunque sea menester duplicar o triplicar la capacidad actual… ¿Pecaré de ingenuidad si confío en que esta transformación pueda comenzar a ejecutarse?

“Todo este disparate lo inventaron ustedes (el Gobierno), por desconocer la realidad del mundo que nos rodea” Carlos Antonio Díaz

“Autocrítica cero... como siempre... la culpa es de Clarín, la nacion, los buitres...” Lucía Lemos

cinco años el monumental digesto fue debatido en universidades, foros y periódicos. Se generaron polémicas de todo tipo con intervenciones incluso virulentas de juristas como Alberdi y Sarmiento. Capitanich, en tanto, se jacta, bien que con moderación, de que el actual proyecto fue mucho más ventilado. Creo que esa afirmación es inexacta. Además, hace 150 años propalar las cosas era harto más dificultoso. Y había que empezar desde “cero”. Y ahora, otra vez lo mismo, “cero”. Me parece que es un grave error. Máxime que el actual proyecto, sin perjuicio de sus muchos aciertos, está plagado de errores jurídicos y de redacción. Incluso ¿“Código Civil y Comercial”? Apenas incluye el uno por mil del derecho mercantil. ¿Qué clase de unificación es ésta? Julio Chiappini

Florencia Franchino

DNI 26.257.710

Puente en San Isidro El puente de la calle Rivadavia, en el centro de San Isidro, volverá a unir un barrio que la falta de planificación separó en dos. Cuando se hizo el túnel de la calle Primera Junta, a fines de los 70, no se tuvo en cuenta que se estaba dividiendo en dos una zona que funcionaba como una unidad. Era un gran barrio, que quedó fracturado. Esta obra no sólo volverá a unir a los vecinos, sino que mejorará la circulación en ambos lados del paso bajo nivel, evitando todas las demoras que sufrimos durante las horas pico. Por otra parte, según el proyecto que la municipalidad nos mostró a los vecinos, las personas que sufren alguna discapacidad motriz podrán cruzar Primera Junta a través del nuevo puente, cosa que hoy es imposible. También, según lo que nos mostraron, se construirán nuevos desagües que permitirán desagotar más rápido el agua de lluvia, un problema que también provocó el túnel. Además, como en todos los barrios de la provincia de Buenos Aires, los vecinos estamos preocupados por la inseguridad. Este proyecto traerá nueva y mejor iluminación. También permite ampliar y favorecer la visión de las cámaras de seguridad que existen en el lugar y las nuevas que la municipalidad se comprometió a agregar. Además, los baldíos y casas abandonadas que hay alrededor de los muros del túnel se transformarán en plazas y espacios abiertos, que harán más bonito al barrio y eliminarán los rincones peligrosos. Por estas razones, muchos vecinos apoyamos la obra y la esperamos ansiosos. Teresa Méndez Casariego

DNI 2.345.697

DNI 6.071.522

Falta de controles

La inseguridad

Sobre la avenida Avellaneda y sus paralelas desde la calle J. V. González hasta Nazca no sólo hay cientos de manteros que venden sus artículos, sino que además se ofrecen sándwiches de queso y salame de dudosa procedencia, exhibidos a pleno rayo de sol, además de pollo con arroz y otros platos. El Código Contravencional en sus artículos 83 y 84 prohíbe dichas actividades, y los vecinos estamos cansados de que nadie del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ni del CGP se haga cargo de esta contravención y de que, además, cuando realizamos la denuncia, nos respondan: “Denegada, no corresponde”. Invito al ingeniero Macri y a sus colaboradores a darse una vuelta por esta zona. Quiero creer que no están al tanto del descontrol que tenemos por acá, que se multiplica día a día.

¿Inseguridad? ¿No se tratará más bien de carencia de normas jurídicas que garanticen la seguridad de los ciudadanos? Evidentemente el proceso de evolución de nuestra sociedad, en los tiempos actuales, hace necesaria una periódica adecuación de la legislación penal que siga de cerca los cambios en los hábitos y las conductas de sus integrantes. Si bien las características del valor justicia hacen aconsejable el profundo y prudente análisis de cualquier modificación de los cuerpos legales, también entendemos que su complejidad y trascendencia justifican una permanente actividad legislativa. De modo concurrente, y a la vista de nuestra experiencia de estos últimos años, se debe garantizar la seguridad de los ciudadanos probos a través de la instauración de una nueva actitud

Hernán Diego Sabater

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