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VIERNES 22 Y 04 Y 2011

FÚTBOL: EL PARTIDO DE LA INTOLERANCIA

UN

DUELO BOTAFOGO Y ABREU, COMO EN LA PATERNAL

Además del bochorno en la cancha de Argentinos, otra pelea similar se vivió anteanoche en tierras brasileñas, donde Sebastián Abreu y sus compañeros de Botafogo se agarraron a trompadas frente a los jugadores del Avaí, por la Copa de Brasil. El Loco, autor de uno de los goles del 2-2 que no le sirvió a su equipo para clasificarse, fue uno de los principales provocadores de la pelea.

POR CHRISTIAN LEBLEBIDJIAN LA NACION

E

l título de la nota podría remitirse al partido que Vélez le ganó a San Lorenzo 2 a 0 en la Bombonera, pero... apunta a ser más abarcativo. Podría referirse a las relaciones de los dirigentes con los barras, a la violencia en el fútbol argentino, a ver como el ganar “cueste lo que cueste” terminó de esfumar las formas, esas que decían (y todavía dicen) que los caminos elegidos son tan importantes o más que los resultados obtenidos. En realidad va más allá todavía. Podría definir la inseguridad que se vive en nuestro país en todos los sentidos y –¿por qué iba a ser distinto?– en un partido de fútbol. La tolerancia cero. No se acepta perder un partido. El “ganar o morir” siempre se cantó en forma figurada. Ya no. Porque no habría que olvidar cómo arrancó la historia del partido suspendido entre Vélez y San Lorenzo: el 20 de marzo murió Ramón Aramayo. De nada sirvió para pacificar el acto protocolar previo entre los presidentes Carlos Abdo y Fernando Raffaini, donde intercambiaron banderines. El mensaje alentador había sido para las cámaras y se derrumbó antes de la reanudación, antes de la pelea entre los periodistas partidarios por... ¿gritar un gol?, ¿ponerse una camiseta? El fútbol argentino vive amenazado por un fósforo que desate un incendio. Cualquier provocación justifica –para los hinchas y los protagonistas– la reacción. El mensaje de cordialidad los dirigentes estalló en mil pedazos cuando el martes, en la AFA, Vélez pidió por la suspensión y San Lorenzo se mantuvo inflexible. El fútbol argentino no puede dar ga-

SIN FINAL EL CRUCE DE ACUSACIONES ENTRE VÉLEZ Y SAN LORENZO Y LAS SITUACIONES QUE LA SEGURIDAD NO PUEDE RESOLVER SON APENAS LA PUNTA DEL ICEBERG

rantías de seguridad ni siquiera en un partido que se juega a puertas cerradas. LA NACION informó ayer el ingreso en la Bombonera de Angel Caggiano, alias el Gato, un hincha de Vélez que se las arregló para burlar los controles y llegó a la platea junto con el catering. Pero fue identificado, se le labró un acta contravencional y fue retirado del estadio. ¿Yo señor? No señor. ¿Pues entonces quién...? Anoche, Raffaini, presidente de la entidad de Liniers, repitió por radio La Red: “Es tan absurdo que digan que haya entrado con la delegación. Es imposible”. Raffaini repudió los incidentes y los redujo sólo a una pelea entre periodistas partidarios. Sin embargo, Leandro Romagnoli opinó distinto en Radio Cooperativa: “Si se está jugando un partido sin gente por todo lo que pasó en la cancha de Vélez, es... una vergüenza que los dirigentes de Vélez insulten a los jugadores; también al árbitro. Es una vergüenza. Estamos acostumbrados a que parte de la sociedad argentina sea así, pero si

no había gente no se pueden agarrar a trompadas igual”. Carlos Abdo, presidente de San Lorenzo, también marcó diferencias en AM 840: “¿Qué opinión me merece el comportamiento como hinchas de los dirigentes de Vélez? Ellos son gente adulta y serán responsable de sus actos. Nosotros no salimos del palco: cumplimos con lo que nos recomendó la seguridad. Si los demás no lo cumplen... No me siento defraudado por la dirigencia de Vélez, pero no hay que hablar tanto. Hay dirigentes que hablan cuando no tienen que hablar y encima hablan mal de todo el mundo. No hay que hablar tanto”. El fútbol argentino está cada vez peor. Se preocupa más en marcar la provocación que en evitar la violencia. Se queda en la coartada: “¿Quién organizó el catering?” en lugar de acelerar a fondo y comprobar si hay relaciones entre los violentos y los dirigentes. Los gritos de la gente suelen tapar muchas cosas. Cuando se juega sin hinchas, todo es más evidente...

El palco de prensa en la Bombonera y la pelea desatada entre periodistas partidarios de Vélez y San Lorenzo tras el 2-0

TODO ARGENTINOS INFORMADO TRAS LOS INCIDENTES

OTRA MODA: LAS PELEAS ENTRE COMPAÑEROS

Luego de la escandalosa eliminación de Argentinos Juniors de la Copa Libertadores (en la noche del miércoles, ante Fluminense, en la Paternal, tras la derrota por 4 a 2), se supo que el árbitro Wilmar Roldán, de Colombia, informó a los 22 jugadores que protagonizaron los incidentes que incluyeron a golpes de puños y patadas. También a los técnicos. Más allá de las provocaciones que pudieron surgir del plantel brasileño, está claro que el fútbol argentino no sabe perder y se hizo común que cada eliminación sea acompañada de una postal violenta. Pedro Troglio, DT de Argentinos, opinó después del partido: “Hubo un gesto de provocación de un jugador, pero igual nada justifica la violencia. Lo que pasó fue una

El último acto se dio el martes, en Huracán, cuando Roberto Pompei tuvo que separar a Claudio Guerra y Guillermo Roffes, ambos delanteros del Globo que se cruzaron en un entrenamiento. Todo comenzó con una infracción de Roffes que Guerra entendió imprudente y... Si bien históricamente siempre existieron esta clase de choques entre futbolistas del mismo equipo por tensiones acumuladas o temas personales, en los últimos tiempos los incidentes se potenciaron y también se transformaron en moneda corriente para que suceda en cualquier club y a toda hora. Y se computaron varios episodios conocidos: las trompadas entre el arquero Mauro Dobler y Teófilo Gutiérrez en Racing (foto), la patada de

Gum y Sergio Escudero

// REUT E RS

locura. Estuvimos mal. No puede ser este final, fue una locura”. Lo mismo dijo Sergio Escudero, defensor del Bicho que estuvo involucrado en las agresiones.

// T É L A M

Dobler y Teo Gutiérrez (Racing)

Juan Insaurralde a Jesús Méndez en Boca y la agresión de Matías Almeyda a Mauro Díaz en River. Estas son las que... tuvieron conocimiento público.