EL TESTIMONIO DE PABLO Hechos 21:17-22:29 Por Bryan Smith Usado con permiso Introducción: Un padre e hijo y su burro estaban viajando de una aldea a otra. El niño caminaba mientras el hombre montaba el burro. El padre escuchó a un espectador decir, “¡QuÉ pena! Mira cómo ese hombre está forzando a ese pobre niño caminar mientras él va cómodamente montado en el burro.” No queriendo ser criticado, el padre y el hijo cambiaron de lugar. El niño montó el burro y el hombre caminó. Entonces escuchó a una señora comentar, “¡Mira cómo ese niño sobre ese burro está haciendo que ese pobre hombre camine!” Entonces tanto padre como hijo se treparon al burro. Mientras viajaban por el camino alguien dijo, “¡Mira cómo ese hombre y niño están haciendo sufrir a ese pobre burro!” Entonces los dos se bajaron y caminaron. La gente se burló, “¡Mira ese hombre y ese niño tan tontos! Están caminando cuando pudieran estar montados sobre su burro.” Cuando entraron a la próxima aldea, el niño estaba caminando y ¡el hombre estaba cargando al burro! Hagamos lo que hagamos, alguien siempre hallará alguna falla. ¡Siempre habrá la crítica! ¿Qué piensa otra gente acerca de mí? ¿Cómo es mi testimonio ante las personas que me rodean? ¿Qué estoy dispuesto a hacer para cambiar su opinión de mí? En nuestro texto hoy vamos a ver cómo Pablo fue criticado y tratado. Muchos tenían una falsa opinión acerca de él en diferentes maneras. ¿Cómo lo manejó Pablo? Veremos que aunque podemos, y debemos a veces, hacer algunas cosas para cambiar la falsa opinión de la gente, no siempre funcionará y a fin de cuentas sólo podemos agradar a Dios. De hecho, debemos vivir nuestras vidas para agradar a Dios, y no para agradar a los hombres: Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Gálatas 1:10 Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño, sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. 1 Tesalonicenses 2:3-4 Cuando estamos agradando a Dios, entonces si agradamos o no a los hombres ya no es tanto nuestra preocupación. Aun así, veremos el ejemplo de Pablo y como él no quería ser piedra de tropiezo para nadie. Él intentó cambiar la opinión de la gente. Veremos cómo funcionó. Mi esperanza hoy es que cada uno de nosotros evaluemos nuestro testimonio ante la gente que nos rodea, y que hagamos los cambios necesarios para agradar a Dios y, en lo que sea posible, también a los hombres. Habrá tiempos en nuestras vidas que, como el apóstol Pablo, por agradar a Dios, ofenderemos a los hombres. Entonces debemos encomendarnos a Dios y saber que él tiene el control aunque sea necesario nuestro sufrimiento. Un bosquejo general del libro de los Hechos: *Tomado del comentario “El conocimiento bíblico” Nuevo Testamento tomo 2 y basado en Hechos 1:8 I. Testimonio en Jerusalén – 1:1-6:7 II. Testimonio en toda Judea y Samaria – 6:8-9:31 III. Testimonio hasta lo último de la tierra – 9:32-28:31 I.
El testimonio de Pablo ante los judíos creyentes (21:17-26) A. Lo que Dios había hecho por medio de Pablo (21:17-20) 1. Cuando Pablo compartió acerca de la obra, le dio la gloria a Dios:
…les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio. v. 19 2. Los ancianos glorificaron a Dios por lo que escucharon: Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios… v. 20 3. Cuando hay algo bueno en nuestras vidas, ¿a quién le damos la gloria? Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16 B. Lo que los judíos creyentes creían acerca de Pablo (21:20-21) 1. Muchos de los judíos creyentes habían escuchado y creído unas falsedades acerca de Pablo: Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres. v. 21 2. Habían juzgado falsamente por algo que habían escuchado: …no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley. v. 24 3. Cuando nosotros escuchamos algo de otra persona, ¿lo creemos y juzgamos sin saber si realmente es la verdad o no? ¡Debemos tener cuidado con esto! C. Lo que Pablo hizo para cambiar la opinión de los judíos creyentes (21:22-26) 1. Jacobo y los otros ancianos le dieron una sugerencia para tratar de cambiar la opinión de estos judíos (v. 23-26) a. Probablemente estos hermanos iban a cumplir el voto Nazareno de compromiso, dedicación, y servicio a Dios (Números capítulo 6) b. Requería unos ritos de purificación y unos sacrificios, los cuales pagó Pablo c. Todo marchaba bien hasta el último día cuando Pablo fue al templo para ofrecer los sacrificios y sucedió el alboroto 2. Esto le costo tiempo, dinero, y casi la vida a Pablo, pero estaba dispuesto a tratar de aclarar este asunto con sus hermanos en Cristo. 3. ¿Qué tal nosotros cuando un hermano tiene información falsa acerca de nosotros? ¿Estamos dispuestos a hacer lo necesario para aclararlo? II. El testimonio de Pablo ante los judíos inconversos (21:27-36 y 21:40-22:23) A. Lo que los judíos inconversos creían acerca de Pablo (21:27-36) 1. Unos judíos de Asia fueron los culpables de empezar el alboroto (v. 27-29) a. Es posible que estos judíos fueran de la ciudad Efeso porque reconocieron a Trófimo de Efeso (v. 29) b. Sus acusaciones eran similares a los que hicieron los judíos en contra de Jesús y en contra de Esteban – que enseñaba en contra de la ley de Moisés y el templo (v. 28) c. Además lo acusaban de profanar el templo con la presencia de un gentil, lo cual no era cierto (v. 28-29) 2. Toda la ciudad fue alborotada (v. 30-36) a. Agarraron a Pablo, lo sacaron del templo, y lo pretendían matar (v. 30-31) b. El tribuno y los soldados romanos lo salvaron de la muerte en ese momento (v. 31-36) c. El fuerte de Antonia estaba al lado norte del templo, y pudieron ver el alboroto
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B. Lo que Pablo compartió para tratar de cambiar la opinión de los judíos inconversos (21:40-22:21) 1. Después de obtener el permiso, Pablo habló con los judíos compartiendo su testimonio en defensa propia, pero también aprovechando para predicar el evangelio 2. Desde una perspectiva judía que ellos podían entender, y en su lengua hebrea, Pablo compartió su historia de cómo Cristo lo salvó y cambió su vida drásticamente 3. Algunos puntos importantes: a. Pablo compartió de una manera que los judíos podían apreciar y comprender – en su idioma hebrea, con muchas referencias a la ley, con tacto hacia sus oyentes b. Dio a entender que era totalmente una obra de Dios en su vida – el mismo Dios que ellos amaban y adoraban, aunque equivocadamente. C. Lo que los judíos inconversos seguían creyendo acerca de Pablo (22:22-23) 1. Escucharon a Pablo hasta el momento que mencionó que Dios lo había mandado para predicar a los gentiles. 2. Esto fue más de lo que podían soportar, y el alboroto empezó de nuevo. 3. Ellos siguieron creyendo lo que querían creer acerca de Pablo y su testimonio. 4. Siguiendo el ejemplo de Pablo, debemos ser fieles en compartir nuestro testimonio, crea lo que crea la gente. ¡No podemos quedarnos callados acerca de la obra de Dios! *Hace un tiempo vimos en Hechos el ejemplo de Pedro y Juan ante el concilio: Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. Hechos 4:18-20 Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre. Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos. Hechos 5:27-33 III. El testimonio de Pablo ante el tribuno (21:37-39 y 22:24-29) A. Lo que el tribuno creía acerca de Pablo (21:37-39) 1. El tribuno, en ese tiempo Claudio Lisias, era dirigente de mil soldados. Él estaba en la fortaleza de Antonia y bajó a la plaza del templo para ver qué estaba pasando. 2. Dios lo usó para salvarle la vida a Pablo porque los judíos lo iban a matar. 3. Después de tratar de averiguar con la gente y no poder entender nada, el tribuno pensaba que Pablo era un insurgente egipcio que había causado problemas en el pasado – otra opinión falsa 4. Pablo le aseguró que no era ese hombre sino que era judío de Tarso, una ciudad importante en el imperio romano. 5. Pablo después pidió permiso para hablar con la gente, y le fue dado. B. Pablo revela su ciudadanía romana (22:24-29) 1. El tribuno mandó que Pablo fuese examinado con azotes, lo cual hasta podía matar a un hombre – lo que también le hicieron a Jesús que fue gráficamente mostrado en la película de La Pasión de Cristo de Mel Gibson.
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2. Aún en estas circunstancias parece que Pablo trató de ser lo más amable posible, y simplemente le hizo una pregunta al centurión - ¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado? v. 25 3. El centurión lo reportó al tribuno, el cual de alguna manera no lo creyó, y fue a confirmarlo con Pablo – el tribuno había comprado su ciudadanía por gran precio, pero Pablo le dijo que él era ciudadano por nacimiento – su padre era ciudadano Romano 4. Cuando se dio cuenta de la ciudadanía romana de Pablo, el tribuno tuvo temor por haberlo atado con cadenas. Pablo lo podría haber demandado de alguna manera por lo que le habían hecho, pero no lo hizo – simplemente lo usó Dios en su vida para protegerlo en ese momento y cumplir su plan de mandarlo a Roma. 5. ¿Cómo reaccionaríamos nosotros en ese tipo de circunstancias? ¿Demandamos todos nuestros derechos ante el gobierno hasta lo máximo? o ¿somos pacificadores ante la sociedad y hacemos únicamente lo que Dios nos dicta en el momento adecuado? Aplicación y conclusión Podemos aprender mucho de este ejemplo del testimonio de Pablo en medio de la crítica y acusaciones falsas. Ayúdenme a repasar y sacar unas conclusiones y aplicaciones. ¿Qué quieres aplicar a tu vida? *Tenemos los ejemplos de Samuel y de Jesús: Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres. 1 Samuel 2:26 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. Lucas 2:52 ¡Siempre debemos agradar a Dios, y cuando nos es posible, también a los hombres!
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