TESTIMONIO EN EL TIEMPO DE ESPERA Por Luis ... - ObreroFiel

Caemos en desorden con nuestra vida, no vemos lo que Dios nos brinda a cada instante y nos olvidamos de nuestros seres queridos. A veces pasan los años y ...
24KB Größe 11 Downloads 78 vistas
TESTIMONIO EN EL TIEMPO DE ESPERA Por Luis Gustavo Ramírez M. Usado con permiso

La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará (1 Corintios 3:13). Cada día, cada instante nuestro corazón es probado con situaciones que se nos presentan: una dificultad, un resultado negativo en tareas o exámenes, una discusión, escasez. Las cosas se complican y personas nos dan la espalda cuando menos lo esperamos. Vamos a la iglesia y después de motivarnos y salir llenos de fe llegamos a nuestra casa y encontramos las cosas iguales o peores que como las dejamos. Adjunto a todo lo anterior el estrés de la vida diaria hace que nos entristezcamos, nos deprimamos o resintamos a otras personas lo que hacen y hasta empezamos a achacarnos a nosotros mismos decisiones que tomamos o no en un momento determinado. Y, sin saberlo, nos empezamos a odiar y a hasta nos viene a la mente el querer terminar con nuestra vida. Todo esto sucede en el tiempo de espera, desierto; o como se llamaría en oriente proceso de iluminación. Sin embargo, en nuestro camino de penas nos enfocamos y enfrascamos a tal punto en nuestra escasez y en lo que esperamos que Dios haga con nosotros, que nos olvidamos de los detalles que están a nuestro alrededor. Caemos en desorden con nuestra vida, no vemos lo que Dios nos brinda a cada instante y nos olvidamos de nuestros seres queridos. A veces pasan los años y vemos cómo han crecido nuestros hijos e hijas, cómo nos hemos alejado de nuestros seres queridos y cómo perdimos oportunidades que estuvieron a nuestro lado. Cuando nos percatamos, en nuestra mente perdimos momentos de felicidad tan valiosos que nunca volverán, convivimos a medias y nos negamos a nosotros mismos y les negamos a los demás las bendiciones que el Señor nos entregó para ser luz. Es precisamente nuestra forma de ser, de hablar, de actuar, de escuchar y de tomar decisiones en momentos de presión, de escasez, o de oscuridad lo que constituye nuestro testimonio en el tiempo de espera; tiempo que usa Dios para probarnos, prepararnos y entregarnos en el tiempo preciso las bendiciones y complacer los nobles deseos de nuestro corazón. Es nuestro testimonio que muestra nuestros frutos, que muestra de qué estamos hechos, quién es nuestro Dios y la confianza que tenemos en él. Es nuestro testimonio que lleva a nuestros hermanos a los pies de Cristo. Es cambiar nuestra forma de pensar para que cambie nuestra forma de hablar y así nuestra forma de actuar (Efesios 4:22). "Señor Jesús, vive tu vida en nosotros y danos la fortaleza para resistir en el tiempo de espera; mirar con tus ojos, tener tu mente y ser testimonio tuyo para ser luz y ser la sal que da sabor al mundo y valorar lo que ya nos has entregado y nos rodea. Amén." Sensei Luis Gustavo Ramírez M. Cartago Costa Rica [email protected] ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.