EE.UU. enviará más tropas a Europa por la crisis de Ucrania

20 abr. 2014 - Europa por la crisis de Ucrania. WASHINGTON. ... aire y mar en Europa”, confirmó el vocero del ... depende de nuestros socios”.ß. Silvia Pisani.
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el mundo

| Domingo 20 De abril De 2014

De Suecia para el mundo: irrumpe la jornada laboral de seis horas cambios. Bajo la mirada de otros países y de empresas, una ciudad sueca comenzó a testear la productividad de ese horario

Luisa Corradini

CORRESPONSAL EN FRANCIA

Manifestantes prorrusos, ayer, en una barricada en la ciudad ucraniana de Slaviansk

EFE

EE.UU. enviará más tropas a Europa por la crisis de Ucrania tensión. En un mensaje a Rusia, Obama ordenó desplegar soldados en Polonia

y tal vez en Estonia; es para reforzar la capacidad de respuesta ante una agresión Silvia Pisani

CORRESPONSAL EN EE.UU.

WASHINGTON.– Las puertas a la diplomacia no se cerraron aún para el intento de bajar la temperatura al conflicto de Ucrania y el acuerdo firmado el jueves entre las potencias sigue por ahora en pie. En esa negociación de Ginebra, Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y Ucrania acordaron la desarticulación de las milicias prorrusas instaladas en diez ciudades. Pero esos activistas mantienen su desafío, en tanto Moscú confesó anteayer que tiene tropas movilizadas en la frontera debido a la “situación” de Ucrania. Pero lo que sí cambió es que, simultáneamente a las conversaciones entre sus enviados y los de Moscú, el gobierno de Barack Obama anunció ayer un modesto pero sugestivo refuerzo de tropas en la frontera oriental de Europa. “Se trata de medidas para reforzar la capacidad de respuesta en tierra, aire y mar en Europa”, confirmó el vocero del Pentágono, el contralmirante John Kirby. En una primera etapa, se contempla un refuerzo de presencia militar norteamericana en Polonia y en la zona del mar Báltico, posiblemente en Estonia, en un movimiento destinado a contrarrestar el desafío soviético en la zona. Según trascendió aquí, tal vez el mensaje no sea solamente para Rusia. Ocurre que esta semana Obama inicia una gira por países asiáticos que enfrentan tensiones territoriales con China. En ese contexto, no sería extraña la intención de disipar cualquier

intención territorial por parte de Pekín, ante la relativa facilidad y celeridad con que Moscú arrebató la península de Crimea a Ucrania. Lo que sí está claro es que el anunciado movimiento de tropas constituye todo un cambio en la estrategia militar de Estados Unidos en la zona. Hasta ahora, había sido más bien cauto a la hora de desplegar efectivos en países que habían sido parte de la órbita soviética. La noticia sobre el alcance real de las maniobras se conoció en principio por vías ajenas a Washington. Eso hizo que la confirmación llegara luego por cuentagotas y con escasas precisiones. El primero en dar la alerta fue el diario The Washington Post, con declaraciones del ministro de Defensa polaco, Tomasz Siemoniak, en las que habló del despliegue de tropas de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN) en su territorio. “Polonia jugará un papel clave en eso, con el apoyo de Estados Unidos”, dijo el funcionario. El Pentágono confirmó la noticia y precisó que habrá tanto operaciones dentro del marco de la OTAN como “de carácter individual, de países miembros” de la Alianza. El despliegue de tropas norteamericanas en Polonia entraría en esa categoría. Otras voces apuntaron a que se trataría de un movimiento, en principio, de modesto alcance. “Se está hablando de 150 efectivos, con una presencia no mayor a dos semanas”, sostuvo The New York Times. De todas formas, mientras se mueven los soldados de uno y otro lado, Washington sigue hablando con el lenguaje de la diplomacia. “Estas medidas no van encaminadas a

La batalla de los patriarcas ^b^b^ Los patriarcas ortodoxos de Kiev y de Moscú se enzarzaron ayer en una guerra de plegarias, con la que reprodujeron a nivel del clero la disputa por las regiones orientales de Ucrania. En Kiev, durante su mensaje pascual al pueblo ucraniano, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa de ese país, Fileret, denunció a Rusia “que nos había garantizado la integridad territorial”, pero que “cometió una agresión”. “Dios no puede estar del lado del mal, por eso el enemigo del pueblo ucraniano está destinado a fracasar”, afirmó. En la catedral del Cristo Salvador en Moscú, en tanto, el patriarca Cirilo dijo que “tenemos que rezar hoy por el pueblo ruso que vive en Ucrania, para que el Señor instaure la paz sobre la tierra ucraniana, que deshaga los designios de aquellos que quieren destruir a la Santa Rusia”. Luego matizó la arenga señalando que Rusia y Ucrania son “un solo pueblo ante Dios”.

provocar o amenazar a Rusia sino a demostrar que la OTAN se mantiene como una herramienta de defensa colectiva”, matizó el secretario de Defensa, Chuck Hagel. Entre quienes siguen la política militar norteamericana existe una línea convencida de que la administración de Obama ha mostrado falencias a la hora de sostener sus posiciones públicas. La crítica se hizo más aguda luego de que, meses atrás, la Casa Blanca se retractó de su intención inicial de apelar al uso de la fuerza para hacer valer su rechazo al uso de armas químicas contra civiles en Siria. Algo en lo que luego avanzó por la vía diplomática, si bien no pudo doblegar la exigencia rusa de mantener en el poder a su aliado, el presidente Bashar al-Assad. La duda recurrente en Washington es que Obama sea percibido como “blando” en lo militar. De allí que este modesto movimiento de tropas en la región suscita todo tipo de conjeturas. Hasta ahora, las encuestas de opinión en Estados Unidos son claras respecto de la preocupación por el creciente papel de Moscú. Pero son más contundentes aún en cuanto al rechazo a involucrarse “demasiado” en un conflicto exterior. Estados Unidos y la Unión Europea impusieron sanciones limitadas a funcionarios rusos por la anexión de Crimea, pero luchan para encontrar un enfoque común para frenar lo que ven como una campaña de Moscú para recuperar el control de su antiguo imperio. Vladimir Putin dijo ayer que creía en una normalización de las relaciones, aunque aclaró: “Eso también depende de nuestros socios”.ß

PARÍS.– ¿Trabajar seis horas por día y cobrar como si fueran ocho o nueve? ¿Quién podría decir que no? El atractivo proyecto responde a la iniciativa del intendente de la ciudad sueca de Gotemburgo, para crear puestos de trabajo y aumentar la productividad de sus empleados. Mats Philem, responsable de esa urbe de 500.000 habitantes, la segunda entre las más grandes de Suecia, propuso a comienzos de abril a su consejo municipal reducir el tiempo de trabajo a la mitad de sus empleados durante un año. En ese período, la otra mitad continuará trabajando con el mismo horario; todos recibirán el mismo salario. “Al término de la experiencia, compararemos ambos grupos. Esperamos constatar menos ausencias por enfermedad entre quienes trabajaron menos y que los asalariados se sientan mejor mental y físicamente”, explicó Philem. Convencido de que la productividad es menor cuando las jornadas laborales son más largas, el intendente del Partido de Izquierda espera también aumentar la eficiencia de su administración. Su experimento convirtió a Gotemburgo en un laboratorio que, desde comienzo de mes, está bajo la lupa y es tema de conversación de las grandes empresas multinacionales y de otros gobiernos. Philem se apoya en numerosos estudios que demuestran, en efecto, que una jornada de trabajo más corta influye positivamente en la productividad. Basándose en cifras publicadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el instituto Policy Mic confirma: “Mientras más se trabaja, menor es la productividad”. Actualmente, los suecos trabajan un promedio de 36,5 horas por semana. Suecia está entre los países de la OCDE que tienen las semanas de trabajo más cortas. En Francia, que hace 14 años adoptó un régimen similar, el horario semanal oficial es de 35 horas, pero los franceses trabajan un promedio de 38 horas. El resultado no es el mismo cuando se comparan ambos países en términos anualizados. Allí, los franceses trabajan menos que los suecos: 1482 horas por año contra 1636. No obstante, Francia mantiene una competitividad superior a la sueca y a muchos otros países. Los turcos, por ejemplo, se acercan a las 49 horas semanales, pero en términos de competitividad están muy lejos de Francia, de Noruega (33,9 horas) o Luxemburgo (37 horas). En todo caso, todos los estudios demuestran que Francia es el país donde menos se trabaja en el mundo. Según el sitio económico Business Insider, los franceses se ubican justo delante de Alemania, Luxemburgo y Bélgica. Un gráfico

China, en guerra contra su “ciudad del pecado” zona roja. La megaurbe de Dongguan, la meca de la prostitución del país, se convirtió en la punta de

lanza de un vasto operativo contra el comercio sexual, que se multiplicó con el boom económico

Guillermo Bravo CHINA FILES

PEKÍN.– Dongguan saltó a los medios del mundo en febrero pasado, y no lo hizo de la mejor manera. Fue al estallar un escándalo que la señaló como el burdel de China y “la ciudad del pecado”, y que la expuso como la prueba de un mal que se venía tapando desde hacía mucho tiempo. Era la señal de largada. Desde entonces, cuando se descubrió una extensa red de prostitución por un reportaje de la cadena oficial CCTV, se comenzaron a desmontar centenares de burdeles clandestinos. La depuración está en manos de 6000 agentes que se lanzaron a las calles y que, hasta ahora, cerraron 120 establecimientos. Al mismo tiempo, el jefe de la policía local y otros 30 oficiales fueron despedidos por “negligencia” y se cree que la ola arrastrará a muchos más. Dongguan es una ciudad de ocho millones de habitantes, ruidosa y oscura, a pesar de los múltiples neones del centro. Se ubica en la provincia costera de Guangdong, la zona productiva por excelencia, al sur de China. Es conocida por sus fábricas, pe-

ro desde la difusión del documental también por sus burdeles y por ser la “ciudad del pecado”. Su caída en desgracia hizo que comience además un enorme operativo en toda China. El reportaje de la CCTV se valió de un truco simple para descubrir los establecimientos clandestinos: cronistas con cámaras ocultas se hicieron pasar por clientes. Allí se comprobó lo que ya todos los chinos sabían: que la prostitución está al alcance de la mano de cualquiera que tenga unos cuantos yuanes. Pocas horas después de que se difundiera el trabajo de la CCTV se lanzó el inmenso operativo policial del Ministerio de Seguridad. Según informó el ministerio, en una semana investigaron 2000 establecimientos, dieron con 73 bandas dedicadas al negocio, eliminaron 2400 páginas web y detuvieron a 500 personas. Un negocio masivo y desigual Pero si quieren ir al fondo del problema aún hay mucho por investigar. Entre 500.000 y 800.000 personas estarían ligadas a este negocio sólo en Dongguan, según el diario South China Morning Post.

En China se dice que en donde surge un asentamiento de trabajadores inmigrantes, surge a la vez el negocio “amarillo”, el color con el que se designa la prostitución. Así sucedió en Dongguan, donde los operarios de las fábricas, muchos de ellos inmigrantes, y el negocio de la prostitución, se multiplicaron al ritmo del crecimiento económico del país. El enorme crecimiento que se dio en ciudades como la ahora vilipendiada Dongguan dio lugar a un mundo de trabajadores ilegales e inmigrantes, creando una enorme brecha social. Este crecimiento vertiginoso, que sacó a millones de personas de la pobreza en los últimos 30 años, también creó enormes desigualdades que incluso se reflejan en el negocio del sexo. Tanto que más que hablar de prostitución debería hablarse de prostituciones, para expresar la gama diferente que se oculta bajo la misma palabra. “Hay ricos que llaman a prostitutas o incluso las mantienen porque es un símbolo de estatus y porque buscan nuevas experiencias, otros no consiguen novia porque en China es difícil para los hombres adultos en zonas rurales y otros lo hacen

porque ya no tienen sexo en sus matrimonios”, explica a la nacion la sexóloga Li Yinhe. El reportaje de la CCTV se concentró en las prostitutas más costosas, que trabajan en establecimientos cerrados como salones de masajes o salones de canto. Sus precios arrancan en unos 600 yuanes (38 dólares). Sin embargo hay prostitutas en las calles que pueden llegar a cobrar 10 yuanes para tener sexo allí mismo. La brecha social “La enorme brecha social y el hecho de que el país acepte esas diferencias como algo natural lleva a que los que más tienen ni siquiera se pregunten qué pasa cuando pagan por sexo. Muchos de ellos las ofrecen a sus colegas en una reunión de trabajo o después de cerrar un negocio”, dijo a la nacion la escritora Zhang Lijia, que trabaja en un libro sobre la prostitución en China. El escándalo reavivó además el debate sobre la legalización de la prostitución. “He defendido durante mucho tiempo la legalización del comercio sexual, ahora es el momento”, escribió Wu Jiaxiang, uno de los pocos intelectuales en expresar su

inquietud por la represión contra la prostitución en Guangdong. “Creo que toda forma de hipocresía repercute en lo sexual. Es una hipocresía negar la prostitución. Legalizarla les daría a esas mujeres protección y derechos”, dice Li Yinhe. Cuando estalló el escándalo, escribió en su blog: “La represión no servirá de nada. Incluso si sacan hasta la última prostituta de Dongguan los clientes irán a otro lado. La única salida es la despenalización”. Sin embargo, no parece muy acompañada en su cruzada. Lejos de legalizar la prostitución, se intensificaron los controles. Desde febrero se cerraron en el país unos 300 establecimientos clandestinos. “Desde que sucedió lo de Dongguan estamos focalizados en la prostitución”, dice un policía que trabaja en la zona roja de Tianjin, a pocos kilómetros de Pekín. Junto a la redada para descubrir establecimientos, se lanzó una campaña en contra de la pornografía en Internet. Se rastrearán y castigarán las páginas que tengan enlaces a sitios pornográficos y los juegos en línea que tengan “implicaciones obscenas”.ß

demuestra que los países que más trabajan son Corea del Sur, México y Chile, mientras que Estados Unidos se encuentra en el promedio de los miembros de la OCDE. Ese récord francés no se debe únicamente al tiempo laboral semanal, también tiene en cuenta la edad de la jubilación. Hace 14 años, el gobierno socialista dirigido por el premier Lionel Jospin instauró en Francia la semana de 35 horas para crear puestos de trabajo. Desde entonces, una avalancha de críticas se abate sobre esa medida, acusada de haber derrumbado la competitividad de las empresas y la performance económica del país. Las cifras, sin embargo, parecen desmentirlo. Excluyendo del análisis la gran crisis financiera que golpeó a Europa a partir de 2007, un informe del Departamento de Análisis y Previsión del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas estima que la actividad en el sector privado francés experimentó un pico de crecimiento de 2,9% de promedio anual en el período de aplicación de la ley. “Entre cinco de los mejores años que conoció el sector privado en los últimos 30 años, tres se sitúan durante el período 1998-2002 –según un criterio de crecimiento económico– y cuatro si se retiene el de creación de puestos de trabajo”, anota el estudio. Para el organismo, tras la aplicación de las 35 horas, “los resultados franceses fueron mejores que los registrados en el resto de la eurozona, sobre todo comparados a Alemania e Italia. Durante el decenio 19982007, el crecimiento fue superior en un punto al de Italia y en 0,8 puntos al de Alemania”, afirma. Francia no fue el único país que decidió reducir el tiempo semanal de trabajo. Finlandia hizo la experiencia entre junio de 1996 y diciembre de 1998. Por la grave recesión, 20 municipalidades participaron en el proyecto “6 + 6”. Los empleados trabajaban seis horas, reemplazándose unos a otros. “La mayoría de los participantes afirmaban sentirse menos cansados y menos agotados emocionalmente al término de la jornada”, anotaba el instituto Dollars and Sense, en 2001. Los empleadores, sin embargo, decidieron poner fin a la experiencia, pues consideraron que el aumento de productividad, eficiencia y disponibilidad de los servicios no eran suficientes como para absorber los mayores costos del trabajo. Dejar a la gente trabajar en la forma que desee “sólo puede aumentar la productividad”, afirma Dharmesh Sha, cofundador y director técnico de la firma Hubspot. A su juicio, ese sistema permite a los empleados hacer su trabajo en el mejor momento para ellos y no en horarios convencionales. “Pero, sobre todo –afirma–, aumenta en forma exponencial el sentido de responsabilidad.”ß

La seductora capital del sexo industrial Dongguan atrae todo tipo de negocios y trabajadores

Pekín Xian Lhasa

CHINA

Shanghai

Dongguan VIETNAM

Hong Kong

TAILANDIA Bahía de Bengala

1000 km

LA NACION

Motor económico Con ocho millones de habitantes, Dongguan está ubicada en la provincia costera de Guangdong, la zona industrial por excelencia El gran burdel La cantidad de prostitutas para servir a trabajadores de todas las clases la hicieron “el burdel de China” Razias El gobierno desplegó 6000 policías para cerrar prostíbulos y extendió los operativos al resto del país