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POLÍTICA

Rajoy y Fernández engrasan el acercamiento PP-PSOE

De la abstención al pacto

Del ‘no es no’ a pactar el techo de gasto o la subida del salario mínimo. Los recientes acuerdos de PSOE y PP, impensables hace unos meses, son sólo el principio de lo que podría estar por llegar. Lo más inmediato, una aprobación de Presupuestos que garantizaría al Gobierno una legislatura de al menos tres años. Mientras Ciudadanos trata de buscar su sitio una vez perdido el papel de socio preferente y Podemos ejercita su singularidad en la oposición, socialistas y populares han encontrado en su recién estrenada alianza una herramienta de apoyo mutuo; los primeros se presentan como un partido útil antes de que unas elecciones los pille descabezados y los segundos intentan evitar la caída de aquéllos para frenar el ascenso de la formación morada. La claridad de objetivos ayuda a su consecución. Y la buena relación entre Mariano Rajoy y Javier Fernández, también. García-Escudero y Pastor, saludando a Fernández y Antonio Hernando en

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Por Virginia Miranda

ablan más veces de las que nos han dicho”. Mariano Rajoy y Javier Fernández, dice una fuente conocedora de los contactos entre PP y PSOE que han alumbrado los pactos recientes entre las dos formaciones, mantienen una relación “buena y discreta”. El propio jefe del Ejecutivo, desde que el presidente de la gestora socialista se situara al frente de Ferraz de forma interina, no se cansa de describirle como un hombre “con sentido común”. El pasado martes, tras la celebración del 38 aniversario de la Constitución española, el líder conservador publicó en su perfil de Twitter una foto en la que aparece con el también presidente de Asturias acompañada del siguiente texto: “Con mesura, diálogo y anteponiendo los intereses de los españoles, podemos lograr acuerdos que beneficien a todos”. Esos acuerdos se habían alcanzado ha8

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cía tan sólo unos días; el Gobierno ha subido el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) un 8 por ciento para el próximo año –de los 655 euros al mes actuales a los 707 euros, cifra inferior a la demandada por los sindicatos pero la mayor registrada en 30 años– a cambio de que los socialistas res-

Rajoy y Fernández “hablan más veces de las que nos han dicho” Antonio y Rafael Hernando, Batet, Bermúdez de Castro y Ayllón son interlocutores de segundo nivel

paldaran el techo de gasto, paso previo y necesario para que el Gobierno pudiera enviar a Bruselas los Presupuestos. También ha apoyado el PSOE incrementar la recaudación impositiva en 8.000 millones de euros en 2017 a través de la modificación del Impuesto de Sociedades y la subida de impuestos especiales del tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas. Esta nueva estrategia socialista, que en verano aún se aferraba al “no es no” de Pedro Sánchez y que a finales de octubre aseguraba que su apoyo a la investidura de Rajoy empezaba y acababa con la abstención de sus diputados, ha requerido de aclaración por parte de Javier Fernández, quien negó en la recepción del Congreso que exista un pacto de legislatura y que vayan a apoyar los Presupuestos Generales del Estado (PGE). “Eso es un imposible medieval”, declaró. En el Gobierno, sin embargo, no dan la batalla por perdida. Incluso podría hablarse de moderado optimismo en el gabinete de

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EUROPA PRESS

do en la celebración del aniversario de la Constitución.

El principio de una gran amistad Lo que ya han pactado n Eliminación de las reválidas n Fijación del techo de gasto para 2017 n Pacto del objetivo de déficit de las comunidades autónomas n Subida del Salario Mínimo Interprofesional n Incremento de los impuestos especiales (tabaco, alcohol y bebidas azucaradas) Rajoy. El ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, declaró en el mismo acto y en distintos corrillos de periodistas que después de lograr lo más difícil como era aprobar el techo de gasto, y si el Ejecutivo era capaz de seguir pactando y creciendo como en el último año, “vamos a ser los reyes del mambo en Europa”. Con Italia recién salida de un referéndum fa-

De lo que están hablando n Acuerdos puntuales en los Presupuestos n Pacto educativo n Reforma de las pensiones n Cambios en la Ley de Enjuiciamiento Criminal n Pacto contra la violencia de género

llido sobre la reforma constitucional, Francia sumida en un auge de la ultraderecha y el Reino Unido preparando su salida de la UE, los altos cargos de la Administración apenas pudieron disimular su satisfacción en la puesta de largo de las Cortes del pasado martes. El pacto más urgente, más trabajado y más importante por las consecuencias que

de él se extraen es el de Presupuestos. Desde el Ejecutivo hablan de “intensidad de diálogo”. Incluso se ha facilitado información previa de cómo podrían ser las partidas presupuestarias a los grupos con los que vienen hablando –PSOE, Ciudadanos o PNV–. Pero son conscientes de que todos ellos están viendo el efecto político y mediático que podría tener su apoyo a los Presupuestos. En el caso de los socialistas, la necesidad de recuperar el espacio de la izquierda mientras Podemos se erige en garante de la oposición al PP les obliga a ser muy cautos y a defender ante sus electores la utilidad de los acuerdos alcanzados. La estrategia de Ciudadanos pasa por ser un partido que ni es Gobierno ni oposición y los conservadores no son capaces de hacer previsiones con sus socios de investidura. Y el PNV ha de valorar la repercusión interna que pueda tener un apoyo a las cuentas del Estado sobre un Gobierno en Euskadi apoyado por el PSE. nº 1180. 12–18 de diciembre de 2016

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Así las cosas, en el Ejecutivo tienen un plan A y un plan B. Teniendo en cuenta que la fijación del techo de gasto para el año próximo y del objetivo de déficit de las comunidades autónomas es el primer paso para pactar los Presupuestos, el plan A pasaría por los socialistas, si bien son conscientes de la dificultad de sumar al PSOE –aunque hay quien no descarta la posibilidad– que en el trámite parlamentario sí negociaría enmiendas parciales. El plan B trataría de sumar a Ciudadanos, PNV y otros diputados del Grupo Mixto quedando relegados, nuevamente, frente al socio preferente en que se ha convertido el principal partido de la oposición. Las negociaciones de los Presupuestos

Rivera tendrá que pelear su pacto con Rajoy para defender sus 32 escaños.

Ciudadanos busca su sitio El camino hacia la investidura de Mariano Rajoy comenzó con el acuerdo de 150 reformas alcanzado este verano entre el PP y Ciudadanos. Ahora, la formación naranja se ha visto relegada a un segundo plano mientras populares y socialistas pactaban el techo de gasto, la subida de impuestos o el incremento del salario mínimo interprofesional porque, dice el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, “es preferible entendernos con los que suman y no el voto marginal”. Tras las elecciones del 20D primero y las del 26-J después, Mariano Rajoy siempre dijo que su socio preferente era el PSOE y, si estaba dispuesto, Rivera podría sumarse a su coalición. Después, en las negociaciones, los populares siempre han buscado el apoyo de los socialistas porque los votos de Ciudadanos no son suficientes y porque, en el fondo, no acaban de fiarse de este partido. Ponen de ejemplo la Comunidad 10

de Madrid, donde Cristina Cifuentes gobierna gracias a un pacto de investidura con la formación naranja que, sin embargo, llega indistintamente a acuerdos con el PP o con el resto de partidos de la oposición en la Asamblea de Madrid. Esa estrategia, seña de identidad de la formación naranja, no gusta a los conservadores, que buscan mayor estabilidad. Sin embargo, Rajoy ha lanzado un salvavidas a Rivera, a quien no quiere menospreciar a pesar de que “peca de exceso de protagonismo”, dicen fuentes populares. Tras los acuerdos suscritos entre PP y PSOE, el líder de Ciudadanos fue informado por el presidente en conversación telefónica de que destinaría 3.850 millones de euros a gasto social –con medidas como la implementación de una tarifa plana para los autónomos, el incremento de dos semanas del permiso de paternidad, un complemento salarial pa-

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ra los jóvenes o un cheque de formación para los parados–. Rivera celebró que el pacto “avanza a buen ritmo”, pero la partida anunciada por el jefe del Ejecutivo ha sufrido un recorte de 1.150 millones de euros respecto a la comprometida en el pacto con C’s para los presupuestos de 2017. Además, el acuerdo para luchar contra el fraude fiscal contenido en el documento firmado el pasado verano ha quedado aparcado mientras socialistas y populares pactaban una subida de impuestos especiales que los diputados de la formación naranja dicen que no apoyarán. Ciudadanos trata de contrarrestar su papel secundario subrayando la vigencia del pacto de investidura y poniendo en valor los pasos ya dados, por ejemplo, con una ley de autónomos. Pero parece que va a tener que pelearse cada una de sus 150 medidas para defender sus propios escaños.

Rajoy ha celebrado en Twitter la consecución de acuerdos.

entre el PP y el PSOE las encabezan, del lado de los populares, Cristóbal Montoro, y del lado del PSOE, el portavoz de Economía en el Congreso, Pedro Saura, y el exministro de Trabajo, Valeriano Gómez, recuperado por la gestora para asuntos económicos. De hecho, es Ferraz la que se encarga de nombrar a los interlocutores del Gobierno. Y, en alguno de los acuerdos ya alcanzados, se ha “desbloqueado desde arriba”. Para los temas generales y trasversales, la interlocución está representada por Antonio Hernando y Meritxell Batet en el

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PSOE, por Rafael Hernando y José Antonio Bermúdez de Castro en el PP y por José Luis Ayllón en el Gobierno. Los portavoces de los grupos socialista y popular mantienen una buena relación que facilita el entendimiento. Y el papel del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes permite que no haya descoordinación entre el Ejecutivo y el grupo parlamentario a la hora de trasladar las condiciones, objeciones o cesiones en cada negociación. Por otra parte, la posibilidad de seguir enumerando pactos a la lista de Rajoy dependerá de lo que se prolongue la legislatura, cuya duración estará precisamente en manos de los Presupuestos. Si se pactan unas nuevas cuentas públicas –no antes del primer trimestre del próximo año–, las perspectivas serán favorables para el Ejecutivo. De no lograrlo, la opción de una segunda prórroga se considera inviable. Así las cosas, en el Gobierno se barajan dos escenarios; un periodo de sesiones de un año y otro de tres. Porque aprobadas unas nuevas cuentas para el año próximo, éstas sí podrían prorrogarse en 2018. Siendo los PGE lo más urgente, hay otras vías de negociación abiertas. Cada ministro tiene, de hecho, una línea de diálogo sectorial. La más avanzada es la del pacto educativo, que cuenta ya con una subcomisión en el Congreso. Méndez de Vigo es optimista; asegura que se han puesto los mimbres para el acuerdo y considera que se trata de una buena señal. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ya se ha reunido con la comisión del Pacto de Toledo para emprender la reforma del sistema de pensiones; el de Justicia, Rafael Catalá, también mantiene un diálogo para la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal –parte de un proyecto de ley elaborado por Francisco Caamaño siendo ministro de Zapatero–; el titular de

El acuerdo que se hace de rogar La celebración del 38 aniversario de la Constitución se ha convertido en el momento propicio para hablar de su reforma y en la no menos oportuna ocasión para que Mariano Rajoy atemperara los ánimos de los partidos que, por muy distintas razones, abogan por un cambio que exige mucha negociación y acuerdo parlamentario –aprobarlo requiere el voto a favor de al menos dos tercios del Congreso–. Desde Ciudadanos, que apuesta por modernizarla con la supresión de los aforamientos, la reforma de la justicia o la eliminación de la preeminencia del varón sobre la mujer en la sucesión de la Corona, hasta Podemos, que quiere blindar los derechos sociales o abordar el encaje de Cataluña y el País Vasco, pasando por el PSOE, que plantea un cambio hacia

un modelo federal del Estado, todos están dispuestos a dar el paso, si bien los llamados ‘constitucionalistas’ –PP, PSOE y C’s– recelan de la convocatoria de un referéndum que la formación morada y los nacionalistas, partidarios del derecho a decidir, podrían exigir según señala la propia Carta Magna. “Los referéndums los carga el diablo”, dijo coloquialmente durante una entrevista el secretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, vistos los casos del Reino Unido y el más reciente en Italia. Y Rajoy, que se vería sometido a un escrutinio popular como sus ya excolegas europeos, señaló que la reforma “no es un asunto para ocurrencias ni para frivolizar”. Los días previos a la recepción en el Congreso con motivo del aniversario de la

Constitución, varios medios apuntaron que el PP prefería esperar a que los socialistas celebren su Congreso Federal antes de abordar los cambios. Los socialistas, sin embargo, hablan ya de crear una subcomisión en la Cámara baja para iniciar los trabajos antes de elegir a su Ejecutiva en un cónclave que, como anunció el presidente de la gestora, Javier Fernández, se celebrará antes del verano. El también presidente de Asturias señaló que reformar la Carta Magna “es la mejor forma de defenderla”, si bien no planteó nada que vaya a poner en riesgo la línea que ha venido siguiendo hasta ahora con el PP; antes de plantear su reforma buscará el consenso y no plantearán ningún cambio sobre el artículo 2 sobre la “indisoluble unidad de la nación española”.

Rafael y Antonio Hernando mantienen una buena relación. nº 1180. 12–18 de diciembre de 2016

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TRIBUNA Por Miguel Ángel Aguilar

Turquía sin preguntas

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or fin en España, donde cada periódico da su premio de periodismo, tomando en consideración la afinidad como máximo merecimiento, aparece uno distinto otorgado por la Universidad de Málaga. La iniciativa es de la Cátedra de Libertad de Prensa de la Unesco que dirige el profesor Bernardo Díaz-Nosty y el jurado lo forman representantes de las Facultades de Ciencias de la Información de toda España. Este año era la séptima edición y su ganador ha sido el periodista turco Dogan Tiliç, corresponsal de la Agencia Efe en Turquía, quien, al recibirlo el jueves, día 1, ha querido dedicárselo “a todos los colegas que no bajan la cabeza ante las presiones y se enfrentan valientemente a los riesgos para decir la verdad”. El premiado ha insistido en que “sólo las personas valientes y con coraje pueden hacer preguntas, y en que el periodismo es una profesión que conlleva el arte de hacer preguntas”. El periodista turco ha lamentado que, en los últimos años, el periodismo en Turquía “se haya distanciado de la capacidad de hacer preguntas”. Para él, “Turquía está en el preámbulo de un cambio de régimen con la reforma de su Carta Magna, y a pesar de la importancia de esto, “es imposible ver en los medios de comunicación programas donde los líderes debatan ante la opinión pública este asunto y los periodistas puedan formular preguntas a los políticos”. Dogan Tiliç ha subrayado que “nunca en la historia del periodismo en Turquía se había vivido un momento como éste, en el que “algunos periodistas denuncian a sus propios colegas para que sean detenidos, mientras los favorables al Gobierno linchan a los críticos a través de las redes sociales”. La entrega del premio en Málaga permitió recordar que en Turquía, tras el golpe del pasado 15 de julio, se decre-

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tó el Estado de Emergencia, que una decena de medios de comunicación fueron clausurados, que hay más 200 periodistas detenidos diez de los cuales son del diario Cumhuriyet, donde trabaja el propio Dogan Tiliç. Sabemos que los poderes siempre han querido someter a los medios y que su independencia se ha visto debilitado, cuando la propiedad ha pasado de las familias fundadoras donde se sucedían las generaciones a holdings que actúan en diversos ámbitos económicos y en especial en el de la construcción, la energía, la minería o el turismo. El galardonado ha señalado que “los periodistas son más débiles al alejarse de las organizaciones que les unen”, y que en su país ni siquiera el 2 por ciento de los periodistas están sindicados”. En su opinión “organizarse es la palabra clave para enfrentarse a los problemas”. Después del premiado intervino el profesor Bernardo Díaz Nosty quien dirigiéndose a los estudiantes del Grado de Periodismo que había presentes, como también a los profesores de la facultad de Ciencias de la Comunicación lamentó que “en las clases de la Licenciatura de Periodismo parecen interesar sólo los modelos de negocio, cuando desde el principio y con mayor intensidad se deberían enseñar cuáles son los deberes a cumplir por un buen periodista para poder ser considerado como tal”. Desde alguna institución como la Unesco debería organizarse una fuerza de intervención rápida periodística en condiciones de desplazarse a las áreas donde la libertad de prensa se encuentre en peligro para actuar en su defensa de manera inmediata. Mientras tanto, en el país que tenemos más cerca, España, la denuncia de la represión de las libertades de expresión y prensa en Turquía debería tomar estado parlamentario. Continuará. l

Industria, Álvaro Nadal, espera alcanzar un acuerdo de mínimos con los grupos sobre el bono social; o la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, espera alcanzar un pacto de Estado contra la violencia de género después de que el Congreso apoyara por unanimidad la creación de una subcomisión a iniciativa de un texto transaccional pactado por PP y PSOE. Cada una de estas vías lleva diferente ritmo y presenta distinto grado de dificultad. A ello hay que sumar las circunstancias particulares de los socialistas, interesados en que la legislatura dure lo suficiente como para rearmarse ideológica y electoralmente y en que cale su mensaje de oposición útil frente al de oposición re-

Existe un moderado optimismo en el Gobierno sobre el avance de la legislatura Tras la de Presupuestos, la línea de negociación más avanzada es la de Educación al que quiere imponer Podemos. Mientras, al PP también le interesa que el PSOE siga siendo un partido de Gobierno y no se vea arrasado por la formación de Pablo Iglesias, añorando un bipartidismo que con esta búsqueda de pactos parece querer rescatar. El Ejecutivo ha podido presentar a Bruselas su techo de gasto y el Partido Socialista ha logrado ofrecerle al votante de izquierda una subida del salario mínimo. “Ha habido un toma y daca” entre los dos partidos mayoritarios y “eso es lo que va a haber a partir de ahora”, opinan fuentes parlamentarias. Por el camino se ha quedado el “no es no” y la abstención vergonzante del PSOE en la votación a Rajoy. Lo dicho y oído hasta ahora queda para el archivo de las hemerotecas. l