Luis Eduardo Barón Bienvenidos al Módulo N.° 12 de Internet Para Emprendedores. Álvaro, ¿cómo estás? Álvaro Mendoza Muy bien, Luis Eduardo. Muy pero muy bien. Ya módulo 12. Cómo vamos avanzando de rápido, ¿no? Luis Eduardo Barón Este es uno de los módulos más esperados por todos, porque es el módulo de creación de productos. Recuerden que este módulo viene acompañado con un bono de creación de productos también para que sea complementario y les ayude a ustedes muchísimo en este proceso, que es uno de los más importantes porque todos lo están esperando para saber cómo, después de todo lo que hemos visto de generar tráfico al sitio web, etcétera, voy a capitalizar todo este esfuerzo con mis propios productos. Así que vamos a empezar por el principio, Álvaro, porque la primera parte es como una especie de recapitulación de todo lo que hemos visto en el sentido de que, si tú estás acá en este curso, es porque tienes un mensaje que quieres distribuirle al mundo. Quiero que pienses en este momento en qué eres tú experto o en qué puedes ser tú experto; cuál es esa área que manejas tú muy bien por encima de cualquier otra persona en este momento en tu nicho de mercado; cuál es tu pasión, qué te gusta hacer a ti, qué te apasiona, qué harías tú sin que te pagaran un peso. Al contrario, tú pagarías porque te dejaran hacer algo. ¿Qué es eso por ejemplo que tú haces que toda la gente que está alrededor tuyo te dice: “Cómo lo haces tú de bien, tú deberías compartir esa información”? ¿Cómo puedes tú ayudar a alguien? Eso es lo que hemos visto durante el curso pero es, digamos así, la herramienta fundamental para que tú puedas empezar a crear productos. El siguiente punto es definir cuál es el nicho. Ese mensaje que tú tienes, ¿le va a llegar a quién? 1
Recuerda que lo que nosotros habíamos hablado era que en el pasado siempre decíamos que sacábamos los productos y después buscábamos a quién vendérselos. Ahora, en el presente y en el futuro, lo que hacemos es ver cuáles son las necesidades de ese nicho de mercado en el cual nos queremos enfocar, qué es lo que esa gente está necesitando, cuáles son sus problemas y después vamos a empezar a distribuir sus soluciones, que es lo que nosotros llamamos creación de productos para dar una solución. Álvaro Mendoza Luis Eduardo, me gustaría súper reenfatizar lo que tú acabas de decir porque mi experiencia cuando yo escuché esto por primera vez hace muchos años fue que a mí me entró por acá, me salió por acá, se me olvidó y, hasta muchos años después, no caí yo en cuenta de lo que tú acabas de decir, que ya lo hemos dicho en otros módulos previamente. Realmente es oro puro. El hecho es que la pregunta que usualmente los emprendedores se hacen es qué producto van a vender, cuando realmente la pregunta que deberían estarse haciendo es a qué mercado van a servir. Eso es más o menos lo que tú acabas de decir en otras palabras. Cuando tú sabes a qué nicho vas a servir y has hecho el ejercicio del avatar y todas las cosas que hemos dicho con anterioridad, tú vas a saber cuáles son sus necesidades y, cuando sabes sus necesidades y estás creando productos que le solucionen los problemas o aquellas cosas que lo están trasnochando —acuérdate del ejercicio que hicimos del avatar—, la gente te lo va a comprar porque eso es lo que está buscando. Tu misión es descubrir qué es lo que la gente está comprando y se lo das, o qué es lo que la gente está necesitando y se lo suples. Ese es todo el secreto del marketing y así la venta no es una venta forzada, es una venta completamente natural y el mismo mercado es el que te va a decir cuál es la dirección que tú debes tomar. Luis Eduardo Barón 2
Y tú lo acabas de comentar y mencionaste algo que hemos trabajado en este curso que es el avatar: saber exactamente cuál es tu cliente, cuál es el cliente potencial y cuáles son esas necesidades del cliente, qué fue lo que no lo dejó dormir anoche. ¿Recuerdas el ejercicio de la carta? Si ese cliente potencial te estaba escribiendo a ti cómo lo haría, cuáles eran sus palabras. Cuando tú has hecho todos estos ejercicios, defines muy bien tu nicho, sabes exactamente quién es la persona que te va a comprar, vas a encontrar tres cosas interesantes —si me regalas acá, Álvaro— para que ustedes puedan definir muy bien cómo van a crear sus productos. Lo primero que tú tienes que hacer es diagnosticar el dolor. Esto es lo más importante, diagnosticar el dolor. El dos es diferenciar el valor que le vas a dar al cliente, como esa esperanza que tú le vas a dar al cliente. El tercero es demostrar la ganancia que va a tener acá. Básicamente tú tienes que llegar y pensar cuál es el dolor del cliente, qué es lo que al cliente le duele, qué fue lo que no lo dejó dormir anoche. Cómo puedes tú diferenciarte de los demás que están ofreciendo una solución. Este valor es lo que llamaríamos nosotros la solución, cuál es la solución que tú le estás dando a este cliente y qué es lo que va a lograr el cliente, cuál es ese resultado básicamente. Esto es lo que tú tienes que mirar: establecer cuál es el dolor del cliente, cuál es ese problema que no lo deja dormir, cómo tú le puedes dar una solución y qué va a lograr el cliente cuando tú le das esa solución; o sea, cuál es la ganancia. Álvaro Mendoza Te falta el cuadrito de problema ahí en dolor. Cuadrito, problema. Luis Eduardo Barón Vamos a colocar acá que sería el problema y, sobre todo, ese problema grande que tiene el cliente. Es el problema, la solución que le vas a dar y cuál es el resultado que va a obtener. Este es el principio fundamental de cualquier ejercicio de marketing. O sea, si vas a crear un producto, tiene que estar regido dentro de esto mismo, dentro 3
de estos mismos parámetros. Es decir, básicamente cualquier cosa que hagas tiene que estar enmarcada en lo mismo. Es decir, si ya conoces cuál es el nicho de mercado en el cual te vas a enfocar, si ya conoces muy bien tu avatar, vas a saber muy fácilmente cuál es el dolor de ese cliente, cuál es el problema fundamental, qué es lo que no lo deja dormir, cuál es la angustia, cuál es su preocupación y cuál es su deseo porque muchas veces el cliente el dolor lo expresa en forma de deseo. A ese cliente le vas a dar entonces una solución a un problema. Esa solución es el valor que tú le vas a dar al cliente y que lo va a llevar de un punto donde está a otro punto donde tú lo quieres llevar. Esa solución es de lo que vamos a hablar en el día de hoy que es ese producto que tú le estás dando a ese cliente para poder lograr terminar su dolor, sus problemas. Álvaro Mendoza Efectivamente, Luis Eduardo, pero vamos a hacer un ejercicio mnemotécnico para que no se nos olvide esta fórmula que hemos desarrollado para Internet Para Emprendedores. Es lo que nosotros llamamos D3, el factor D3. ¿Qué es el factor D3? Diagnosticar, Diferenciar, Demostrar. Entonces, no se te olvide: factor D3. Diagnosticar, Diferenciar, Demostrar. La segunda parte de los cuadritos, para que nunca se te olvide, es: identificas el problema, creas una solución que genere algún tipo de resultados. O sea, le tienes que mostrar a tu cliente ideal el resultado que le das, la solución, al problema que está teniendo. Luis Eduardo Barón Perfecto. En inglés era más fácil porque los siguientes puntos, que son el dolor, el valor y la ganancia, están representados en pain, claim y gain. Entonces, es mucho más fácil. Pero básicamente es una fórmula que se ha usado por años y que funciona. Funciona y, en el momento en que tú vas a hacer tu producto, tienes que tener muy claro cuál es el dolor de tu cliente, cuál es la solución que tú le estás dando a ese dolor, 4
a ese problema, y ese es el producto que tú le vas a distribuir. Después viene qué es lo que el cliente va a ganar para que tú le puedas demostrar a ese cliente exactamente la ganancia, cómo tu producto o tu servicio le logró solucionar un problema. Acá viene la siguiente pregunta y es: ¿cómo voy a distribuir esa solución? Hay muchas formas y cada tema o producto tiene formas diferentes de distribución. Esto es muy importante para la creación de productos: cuando estamos hablando de que tú vas a distribuir un mensaje, ese mensaje lo puedes distribuir de muchas formas: lo puedes distribuir en un audio, lo puedes distribuir en un reporte, en un e-‐book, en un curso, en un evento presencial, en un coaching, y es de lo que vamos a hablar en estos cuatro módulos que vienen partiendo del día de hoy. Por eso era tan importante este primer segmento, porque no importa cuál es el sistema, lo importante es que tú puedas identificar de acuerdo a la forma como consume tu cliente los productos. En estos cuatro módulos nos vamos a divertir mucho porque vamos a hablar de cómo hemos creado nosotros productos. Tú, desde la edad de piedra, cómo los creabas, ahora en la época de… Álvaro Mendoza De los dinosaurios, ¿no? Luis Eduardo Barón En la época de los dinosaurios cómo se creaban los productos y ahora también, pero el principio es el mismo básicamente. Ahora, en ese punto —por ejemplo distribución— la gente llega y dice, que es lo que vamos a empezar a ver en el módulo del día de hoy: “¿Pero por dónde empiezo? ¿Será que hago un reporte? ¿Será que hago un e-‐book?”. Eso lo vamos a ver después de este segmento. Lo importante es que tú tienes que aprender a escuchar al cliente para saber cómo quiere él su producto. Tú has tenido varias experiencias referentes a esto, Álvaro. Cuéntanos un poquito sobre eso, que hay clientes por ejemplo que dicen: “Yo prefiero audios”, por ejemplo en el tema motivacional prefiere los audios. Hay gente que prefiere los videos, sobre todo en temas de mostrar cosas, o los tutoriales que son otra forma de videos, 5
sin que tenga que salir la persona en pantalla. O simplemente los reportes y los primeros que surgieron en todo esto, que fueron los que lograron la revolución de Internet, que eran los famosos e-‐books. Álvaro Mendoza Sí, efectivamente, Luis Eduardo, ahí es donde entra la importancia de lo que hablamos en los primeros módulos de conocer el avatar. Cuando uno conoce el avatar, uno sabe exactamente con precisión láser cuál es el formato que a nuestro público objetivo, a nuestro avatar, le gusta más. Es muy posible que, dependiendo de tu temática, a la gente le guste más consumir contenidos en formato de audio, en otros nichos de mercado seguramente que se necesita más la parte visual. Digamos que yo estoy enseñando a hacer un procedimiento que requiere gráficos o la parte visual. Ese tipo de contenidos se deben generar de esa forma. Hay gente que prefiere leer, hay gente a la que le gusta leer y escuchar al mismo tiempo. Entonces, uno tiene que conocer las necesidades de su mercado, cuál es la forma en la que están acostumbrados mejor a consumir los productos y simplemente se los damos o hacemos una experiencia donde el tipo de productos sea no solamente en un formato sino en varios. Les das a los auditivos la parte auditiva, a los visuales la parte visual y a los que prefieren leer, les estás entregando los tres formatos. Hay otras personas a las que no les gustan los cursos digitales donde no hay interacción con al coach o el mentor. Entonces tú puedes tener relaciones de coach uno a uno. Hay gente que no le gusta tener coach uno a uno porque quizás es demasiado íntimo, demasiado personal, pero sí se apuntan a un coaching grupal. Entonces, son muy diferentes las formas en que a la gente le gusta consumir contenidos y, obviamente, la forma en que tú lo vas a hacer depende de las necesidades de ellos y además del tópico que estás tratando de hacer. Ahora, hay gente a la que no le gustan los formatos digitales, seguramente le gustan los formatos físicos, le gusta leer un libro por ejemplo en papel. Hay otros que
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prefieren tenerlo en Kindle y hay otros, como Luis Eduardo, que lo tiene en papel y lo tiene en Kindle. Entonces, esa es la importancia de hacer el ejercicio y ver cómo es que a la gente le gusta consumir. Pero yo creo que el punto al que queremos llegar, para redondear esta idea, es que, si bien existen formas 100% virtuales de entregar contenidos, también pueden ser productos físicos, pero lo ideal y la clave del Internet, que a mi juicio es uno de los atractivos mayores, es que uno está utilizando el Internet no solamente para prospectar, buscar clientes y demás, sino también para ser el mismo canal de distribución. Cuando está vendiendo uno un audio, un reporte, un libro, un curso digital, un curso como este, un teleseminario, un webinario —hay muchas de las formas que vamos a ver en los próximos módulos comenzando en el próximo segmento— básicamente tú estás vendiendo electrones. Tus costos de producción tienden a cero. Si tú antes tenías ibas a escribir por ejemplo un libro e ibas a imprimirlo, tenías que pagar tinta, papel, arte, costos postales, y eso iba quitándote un pedazo de las potenciales utilidades. Si tú lo haces 100% digital, básicamente te estás ahorrando todos esos costos de un proceso físico y el costo de producción tiende a cero porque, entre más vendas, va disminuyendo. Eso es lo que hace que el Internet para nosotros, emprendedores, sea el medio ideal, no solamente de creación, difusión, sino también de entrega de productos. Luis Eduardo Barón Perfecto, Álvaro. Cuando ya la gente de pronto tiene identificado cuál es ese canal por el cual se va a comunicar con su prospecto, con su avatar, para darle esa solución bien sea a través de un audio, a través de un video, un libro, etcétera, tanto físico como digital, pues tiene que empezar a mirar cómo va a crear ese producto, cómo lo va a estructurar. Hay una palabra en inglés que resume muchísimo todo esto que es “framing”. A nosotros nos ha encantado la palabra “framing” que es como “enmarcar”. Si tú
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enmarcas tu curso en algo, es mucho más fácil que tu prospecto lo pueda digerir, que lo pueda consumir. ¿De qué estamos nosotros hablando con framing por ejemplo? Cuando decimos nosotros: “Este curso tiene 12 módulos”, ya la gente sabe que son 12 módulos, que hay un formato que la gente va a seguir. Son 12 módulos semanales o 28 módulos, como en el caso de Internet Para Emprendedores. Hay otros cursos que son un solo módulo o son cuatro sesiones o cuatro horas, etcétera. Es importantísimo que tú tengas esto claro porque a nosotros, casi desde niños, nos han acostumbrado a seguir como patrones. Es decir, cuando estábamos en el colegio, sabíamos que empezábamos en kínder, después a primero, a segundo, tercero, etcétera. Cuando leemos un libro, capítulo uno, capítulo dos, así haya gente que empiece por el final. O cuando vemos una película, uno ve como una secuencia. Esa parte del enmarcamiento es importante pero también es importante para que tú puedas crear tus productos porque, cuando tú vas a comenzar a crear un producto, tienes que saber más o menos cuál es la estructura que vas a seguir. Es decir, dices tú: “Voy a hacer un curso de cocina”, que era una de las formas de las que estabas hablando ahora. Diría uno: “Fabuloso que fuera visual, que tengamos unos videos acompañando la información de las recetas”, para que la gente pueda imprimirlas y, cuando vaya a hacer la receta, sacar la información, pero tiene el curso de cocina en video. ¿Cómo lo voy a organizar? Lo primero que tienes que hacer es como un mapa de cómo va a ser tu curso. Es decir, lo que nosotros llamamos planear el curso, estructurar el curso, cuál es esa estructura que va a tener el curso. “Van a ser tantos módulos de tantos minutos cada módulo o de tantos segmentos cada módulo o más o menos lo voy a organizar de esta forma.” Haces ese mapa. Tomas un papel y creas ese esquema de cómo va a ser el mapa. Qué tanto es depende de cuánto necesitas para entregar esa solución al cliente. Hay personas que dicen: “Yo solo necesito una hora, en una hora le entrego la solución”. “En dos horas, este curso es de dos horas, es un audio de dos horas y ahí está entregada la solución.”
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Hay otros cursos como este curso, que lo iremos a ver en el siguiente módulo, que son cursos de estudio que ya son un poco más largos porque tienen más información y van entregando la información semanalmente por ejemplo para que la gente la vayan consumiendo. Imagínense ustedes este curso de Internet Para Emprendedores en un solo módulo. Álvaro Mendoza Imposible. Luis Eduardo Barón Imposible. Entonces, dependiendo de cuál es la solución que tú estás dando, de qué tan compleja es la solución, viene cómo estructuras el curso. A ver si está claro: tú estructuras el curso de acuerdo a cómo puedes darle tú la información clara a tu prospecto, a tu cliente que tiene una necesidad, un problema, y cuál es la mejor manera de hacerlo. Es decir, tú tienes que llegar y decir: “Este cliente no tiene suficiente tiempo. Voy a hacer unos módulos que sean más cortos y prefiero hacer más módulos y que semanalmente me consuma quince minutos porque es una persona demasiado ocupada que no me puede ver más de quince minutos”. Siempre tienes que hacer las cosas pensando en tu cliente, no pensando en ti; no qué es lo mejor para ti, por ejemplo en la forma de grabar o lo que sea, sino cuál es la mejor manera para ayudar a tu cliente a buscar esa solución. Hay personas que necesitan por ejemplo la solución inmediata. Entonces, puede ser un solo módulo donde le das esa solución inmediata a tu cliente. Por ejemplo estamos hablando de casos de deportes o golf por ejemplo, que dices: “Necesito una solución inmediata. Quiero aprender a jugar golf en un fin de semana”. En alguna oportunidad, en alguno de los módulos, hablábamos de que ese podía ser uno de los dolores de la gente: “No sé jugar golf. Quiero aprender a jugar golf”. Hay un curso que dice: “Aprender golf en un fin de semana”, y llega uno a aprender golf en el fin de semana y son veinte módulos. 9
Entonces, no tiene lógica. Aprender a jugar golf en un fin de semana de una vez en un módulo que se pueda ver en un fin de semana, en un día o en dos días. Álvaro Mendoza Y esto que estás diciendo, Luis Eduardo, es supremamente crucial porque fíjate que con todas las analogías y todos los ejemplos que acabas de dar, hay una cosa que es supremamente clara y es que el costo de venta de un producto no depende ni del número de páginas ni del número de módulos ni del número de semanas. Nada de esto, todo esto es absolutamente secundario porque realmente el costo que le vas a colocar a estos productos va a depender de lo grande que sea el problema y de lo sencillo, rápido o complejo… O sea, de la solución que les estés aportando. Entre más grande sea el problema, más te van a pagar por la solución. A veces, para resolver un problema, lo puede resolver uno en quince minutos como lo puede resolver en una hora o lo puede resolver en un curso de 28 semanas y la gente va a pagar por resolver todo ese problema y no depende del número de hojas, del número de CD, del número de DVD ni de las horas ni del formato ni del color ni de la pasta. Nada, uno puede llegar a cobrar lo que quiera cobrar dependiendo del tamaño del problema que está uno solucionando. Luis Eduardo Barón Creo que lo que tú acabas de decir es fantástico porque mucha gente llega y dice: “¿Pero entonces cuántos módulos debe incluir mi curso para que yo lo pueda vender en tanto dinero?”. O: “¿Cuántas páginas debe tener el libro para que me lo compren?”. Tú has mencionado en otras oportunidades que tú tienes libros de 32 páginas. Álvaro Mendoza Tengo un libro que tiene 27 páginas y lo vendo por 37 dólares y estoy contando la portada y los derechos de autor y todo ese tipo de cosas y la gente lo paga porque lo que contienen esas 27 páginas vale mucho más que lo que pagaron. 10
Luis Eduardo Barón Ese es un punto importante que ustedes entiendan en el módulo del día de hoy porque la creación de productos siempre está atada al contenido que tú vas a dar. Es decir, ese contenido tiene que ser de valor para solucionar un problema. Recuerden ustedes las tres D de diagnosticar cuál es ese dolor que tiene el cliente, diferenciar por qué te tienen que comprar a ti, cuál es el valor que tú estás dando y después demostrar el resultado, esa ganancia que obtiene el cliente o ese prospecto cuando compra tu producto. Entre mayor sea el resultado, entre más grande sea la solución a un problema gigante, más vas a cobrar. Básicamente esa es la relación: a mayor dolor, mejor solución y mejores resultados, desde luego el precio es más alto. Sobre todo si hay especialización, eso también influye. Es decir, si estás en un nicho muy segmentado, muy importante para determinadas personas, que tienen valor adquisitivo, desde luego vas a poder cobrar muchísimo más. Por ejemplo si estás en un nicho de ejecutivos y les estás dando una solución a un problema que vale 25 000 dólares, la proporción de la solución la paga perfectamente nuestro prospecto con un trabajo que haga. Entonces, tú puedes cobrar un poco más, desde luego, que una persona que por ejemplo está dando una solución a un problema que no es de tanto valor económico o por ejemplo que es algo masivo, que es solamente porque la gente quiere aprender a cocinar, etcétera. Pero cosa diferente es que estés haciendo un curso para chefs que van a ganar dinero por aprender algo que tú sabes y que ellos no saben. Entonces, puedes cobrar un poco más porque eso representa un mayor ingreso para la persona que está recibiendo el curso. Eso también es importante que tú lo puedas ver a la hora de crear un producto pero, como tú comentas, no es el número de páginas, no es el número de minutos, no es si tienes más o menos, aunque el valor percibido es importante. Es el contenido y, sobre todo, la calidad de la solución que estás dando y la magnitud del problema que estás solucionando. 11
Álvaro Mendoza
Por ejemplo en el caso específico de Internet Para Emprendedores con Luis Eduardo lo hemos discutido más de una vez. El precio que ustedes pagaron por este curso realmente es infinitamente minúsculo con relación al valor que están obteniendo y esta es otra cosa bien importante para mostrar. Una cosa es lo que pagas en relación con lo que estás obteniendo y el valor que le estás entregando a tu mercado tiene que superar con creces el precio que ellos han pagado y eso es clave para poder vender. Ahora, yo estoy absolutamente seguro de que este curso, por su calidad, lo podríamos haber vendido al menos en 2000 dólares. Luis Eduardo Barón Hemos visto módulos que de por sí tienen el valor del curso. Álvaro Mendoza Tienen el valor del curso. ¿Por qué no lo hemos hecho? Por muchas razones. Entre otras cosas porque tenemos otros cursos donde cobramos 2000 dólares y la gente habría pagado 5000 porque solamente un módulo, un pedacito de lo que tratamos, valía mucho más que eso. Entonces, esa es la diferencia entre precio y valor. Ahora, para contestar a la pregunta de por qué decidimos colocar el precio de este curso muy por debajo de lo que muchos habrían estado dispuestos a pagar, la razón es muy sencilla: porque, cuando uno crea la solución a un problema, está creando una solución en base a un avatar, a un segmento de mercado que uno quiere conocer. ¿Cuál es el público ideal de este curso de Internet Para Emprendedores? Son emprendedores como tú que no tienen ni idea de Internet o muy poca experiencia en Internet o muy poca experiencia en tener su propio negocio, no saben qué es emprender un negocio, no saben cómo utilizar el Internet. Quizás los frena la parte tecnológica, la parte de que no saben qué hacer y entonces es una inversión que, entre
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más alto sea su precio, menos lo vas a creer, no vas a estar dispuesto a pagarlo porque estás como en aquella etapa inicial. Aunque yo sé que muchos de los alumnos aquí —no me malentiendan— son intermedios e incluso algunos están avanzados, el grueso de la gente es lo que yo acabo de describir y, cuando tú conoces a tu público objetivo, nosotros lo que realmente queremos con Internet, con este curso de Internet Para Emprendedores, es tener más casos de éxito como tú, gente que empezó de cero y que aplica todo lo que aprende en el curso y se convierte en un caso de éxito por muchas razones: porque consideramos nosotros que tenemos, sí o sí, que hacer crecer el mercado y la mejor forma de hacerlo crecer es entregando material de calidad como el que te estamos entregando en este curso. Segundo, porque sabemos que, una vez tú entres a nuestro embudo de marketing por esta vía de Internet Para Emprendedores, nos vas a estar acompañando por un largo tiempo porque nos vas a seguir comprando muchos productos y muchos otros servicios, vas a asistir a Los Maestros de Internet. Luis Eduardo Barón Este es un curso semilla porque básicamente de lo que nosotros nos hemos dado cuenta es que el mercado necesitaba de un curso de formación como este. Este es un curso de formación completo precisamente para llevarlos a ustedes desde la tercera D, de mostrar ese resultado completo desde que empiezan hasta que terminan. Por eso es lo que tú decías: acá hay gente principiante, hay gente intermedia pero también hay gente avanzada que quiere ver lo último porque quiere mejorar su negocio y no está de más repasar un poco desde el principio cómo se hacen las cosas. Álvaro Mendoza Para resumir este último pedacito, lo que nosotros quisimos hacer con este curso fue crear un curso de todas aquellas cosas que a nosotros nos habría gustado tener cuando nosotros estábamos en el mismo punto en que tú estás, cuando estábamos empezando y ese es el problema que estamos tratando de solucionar con este curso. 13
Luis Eduardo Barón Sí, básicamente lo que dices tú: si estamos hablando de la primera D el dolor es ese. El dolor es que muchas personas han querido aprender de Internet, quieren tener su propio negocio en Internet o quieren llevar su negocio a Internet y no tienen ni idea de cómo. Así que lo que nosotros hicimos fue hacer un curso que nosotros habríamos querido tener cuando empezamos, a pesar de que yo tuve un muy buen maestro que me ayudó a adelantarme muchísimo en el curso, es ese curso que todas las personas quieren tener. Yo diría que esto es como una universidad de Internet completa, desde el paso cero hasta llegar adonde van a llegar ustedes, al final y, sobre todo, la cantidad de casos de éxito que ya, de una u otra manera, estamos teniendo con los primeros módulos. Álvaro Mendoza ¿Cuántas letras tiene el abecedario? Luis Eduardo Barón ¿24? Álvaro Mendoza Bueno, digamos que eran 28, las 28 semanas. Luis Eduardo Barón Listo, vamos a continuar entonces con lo que acaba de comentar Álvaro que es clave porque el propósito fundamental de este curso precisamente es tener más emprendedores haciendo negocios por Internet. El último punto cuando vas a crear un producto, para terminar ya este segmento y comenzar ya la creación de productos, es: ¿cómo se va a llamar la criatura? ¿Cómo la voy a bautizar? Tengo mi producto, ya sé a quién está dirigido, ya sé el nicho, ya sé el dolor, sé cuál es la solución, ya sé cómo lo voy a distribuir y ahora cómo lo bautizo, cómo se va a 14
llamar mi producto. Ese es uno de los puntos más interesantes porque muchas veces, dependiendo del nombre de tu producto, está el éxito del mismo. El nombre de tu producto debe estar relacionado con la solución al problema o con la ambición que tiene el cliente o el deseo que tiene el cliente de solucionar un problema o tener una ganancia. Por ejemplo, tú tienes el curso “Flujo ilimitado de clientes”. ¿Quién no quiere tener un flujo ilimitado de clientes? Entonces, es un nombre concreto, pensando en un deseo que tiene la gente. O por ejemplo yo tengo uno que se llama “Dobla tu productividad”. Es claro, tiene la promesa ahí incluida. “Dobla tu productividad”, y tiene un subtítulo, “Trabaja menos y gana más”. Es decir, juega uno también con el subtítulo. Tú tienes uno que se llama “Triplique sus ganancias sin necesidad de más clientes”. O sea, todos queremos triplicar las ganancias sin necesidad de más clientes. Álvaro Mendoza Más atractivo aun. Luis Eduardo Barón Más atractivo. Ese tipo de cosas son las que tú tienes que hacer: cocina fácil sin usar elementos transgénicos. ¿Se llama así? Álvaro Mendoza No sé si será eso. Esa no es mi especialidad, la cocina. Luis Eduardo Barón O cocina fácil vegetariana para que la gente sepa pero que tengan nombres atractivos; es decir, que la sepa que aquí hay una solución: cocinar fácil con comida vegetariana o con la dieta que esté de moda en ese momento, dieta palio por ejemplo.
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Inmediatamente la gente que esté interesada en ese nicho va a saber y está también esa promesa que tú estás diciendo: flujo ilimitado. Estás diciendo que hay un flujo ilimitado y, fuera de eso, sin necesidad de aumentar tu número de clientes. Álvaro Mendoza Sí, hay muchas historias relacionadas con eso pero hay un libro muy famoso que, si no lo has leído, te lo recomiendo. Se llama Piense y hágase rico de Napoleon Hill. Pues resulta que el nombre original de este libro no era ese. La verdad no me acuerdo… ¿Tú te acuerdas cuál era el nombre? Luis Eduardo Barón No. Álvaro Mendoza Tenía un nombre que era muy poco vendedor. No se vendió, fue un completo desastre cuando recién publicaron por primera vez este libro pero, cuando le cambiaron el nombre por Piense y hágase rico, todo cambió. Esa es la importancia de un buen título, esa es la importancia de un titular en todas las piezas que tú hagas pero, en el caso concreto de la creación de productos, el título puede ser el factor que… Luis Eduardo Barón Sí, hemos visto varios casos de mismo producto, un nombre diferente, ventas completamente diferentes. El mismo producto con un mal título puede ser un fracaso y ustedes lo han visto en la vida diaria, lo han visto con muchos libros y esto es aplicable perfectamente a nuestros productos. Así que bautizar un producto es una ciencia. Tienes que pensar muy bien en la necesidad insatisfecha de tu cliente, cómo ese producto puede contener en el nombre o en el subtítulo esa solución a ese problema o, por lo menos, a ese deseo que tiene la
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gente. Así que el nombre de la criatura tiene que ser suficientemente atractivo para que la gente esté interesada en comprarlo o en tenerlo. Otro punto muy importante, para rematar este segmento, es lo que tú comentabas ahora: el valor percibido del curso tiene que ser mayor que el que la gente espera y el valor real del curso tiene que superar por lo menos diez veces el valor que tú estás dando. Es decir, dos cosas: el valor percibido es cuando la gente ve el curso y dice: “Esto es bastante”, lo percibe uno como algo grandioso, buenísimo, porque tiene mucho contenido, por los bonos que trae, etc. Pero, cuando empieza a ver el curso, dice: “Guau, pagué muy poco por todo lo que me acaban de dar”. Ese es el principio fundamental que comentó Álvaro pero quería recalcar que tú siempre tienes que dar, en cualquiera de tus productos, muchísimo más de lo que ofreciste. Siempre tiene que sobrepasar el valor. Ese es el principio básico de Internet. Internet tiene una abundancia digital. En Internet las cosas no tienen el mismo precio que en el mundo físico. Distribuir un curso no nos vale a nosotros mucho más que hacer un clic o por ejemplo, cuando nuestro curso está empaquetado en formato de electrones, como dices tú, no nos vale la distribución como en el mundo físico donde cada papelito de estos tiene un costo. Entonces da más porque no te va a costar absolutamente nada generar más información y dar más de lo que prometiste. Ese es el principio fundamental en Internet, el Internet es un medio donde ronda la abundancia, no la escasez. Así que siempre que hagas un curso, cualquier valor que tenga, así sea un curso de 7 dólares, uno de 17 o uno de 2000, da más valor del que te pagaron. Álvaro Mendoza Y este tema es muy importante. Muy seguramente lo podremos tratar más adelante, todo lo que tiene que ver con precios, con valor percibido, valor real, valor entregado, porque realmente es un tema apasionante de marketing y yo creo que vale la pena tratar este tema, la flexibilidad de los precios y todo esto.
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Pero para el efecto de este módulo en concreto de creación de productos, queríamos enfatizar esto último que dijimos a partir del valor porque, cuando uno crea productos con esa premisa de entregarle más valor al mercado de lo que el mercado le pagó a uno por ese producto, esa es la fórmula ganadora. Tú aquí no estás creando productos por crear productos, no estás creando ni libros ni webinarios; todo lo que vamos a ver en los siguientes módulos no lo estás creando porque sí sino que lo estás creando porque obedece a una necesidad fundamentada y solicitada directamente por tu mercado y tu mercado está dispuesto a pagar sumas incluso exorbitantes de dinero por resolver ese problema que están teniendo o por tener lo que quieren tener. Entonces, no descuentes el hecho de la importancia de la creación de productos. No es crear por crear, es aportarle valor al mercado. Cuando tú logras cambiarte esa mentalidad, todo tu negocio va a cambiar. Yo te voy a ser muy franco y muy honesto: cuando yo empecé a hacer estos negocios, este concepto para mí no era muy claro. Yo conocía muy bien la importancia de dar bonos pero a veces en los primeros productos que yo lanzaba, yo daba bonos porque sabía que tocaba dar bonos y daba unos bonos de relleno que nada que ver, no eran realmente complementarios. Entonces, ahí se percibe una desconexión. Sin embargo, los bonos que tú has recibido por ejemplo con este curso o con algún otro curso que le hayas comprado a Luis Eduardo o que me hayas comprado a mí o algún otro producto de los dos, tú has visto que hay una constante y es que todos los diferentes componentes de ese producto componen la oferta y es lo que la hace irresistible y lo que hace que tu mercado la compre porque tiene que tenerlo. De hecho, en muchas ocasiones tu público no te va a comprar el producto sino que te va a comprar la oferta pero lo que más le llamó la atención de esa oferta fue quizás un bono, no por lo que tú estabas vendiendo, aunque no le viene mal. Entonces, todo este tipo de cosas que estamos tratando en este punto son para que cambies tu mentalidad con respecto a la creación de productos. No estás creando productos, estás creando soluciones a los problemas de tu público objetivo. 18
Luis Eduardo Barón Para terminar, Álvaro, se me quedó un puntico y tú eres muy bueno en esto. Cuando estábamos hablando del nombre del producto, la gente siempre piensa: “¿Y qué pasa con el dominio?”. Porque a veces uno tiene el nombre, DoblaTuProductividad.com o FlujoIlimitadoDeClientes.com, pero a veces no consigue la solución, por ejemplo ya está tomado ese dominio y no está disponible. ¿Cuál es el consejo por ejemplo que tú le darías a una persona que tiene un nombre de un producto que es fabuloso porque es precisamente la palabra clave o tiene las palabras clave de la solución que necesitamos para el cliente pero el dominio ya está tomado. Álvaro Mendoza Pues no hay nada sentado en piedra. De hecho, hay muchas empresas que son supremamente exitosas y su nombre no dice mucho como por ejemplo Apple. Pues una manzana, ¿qué va a saber uno que tiene que ver con computadores? O Amazon, no tiene nada que ver con la tienda de Amazon. Luis Eduardo Barón Pero ya para el caso de productos. Álvaro Mendoza Para el caso de productos mi consejo es: primero, si es para vender un producto, tiene que terminar en .com necesaria y obligatoriamente. Pero, entre más relacionado con el problema que estés solucionando, mejor. O, si no es concretamente el título del producto, algo que tenga que ver con la promesa de tu producto o con el nicho de mercado al que te estás dedicando o algo por el estilo. Por ejemplo, Internet Para Emprendedores. No estamos hablando ahí en el nombre de la promesa pero estamos dejando muy claro a quién va dirigido el curso Internet Para Emprendedores. Por ejemplo, tu dominio de Instituto de Negocios. Es 19
como una sombrilla que da la posibilidad de vender muchas cosas relacionadas con educación en temas empresariales. Entonces, trata de darle más o menos ese ángulo. Aprovecha por ejemplo la investigación del mercado que hagas de tu cliente ideal y quizás haya algunas palabras que para ti no son tan obvias pero que pueden ser el complemento ideal para un buen nombre de dominio. Básicamente es investigación. Luis Eduardo Barón Y en algunas oportunidades, por ejemplo, digamos que si tu solución ya está tomada, el dominio ya está tomado, a lo mejor le puedes agregar al dominio algo complementario como para hacerlo diferente. Por ejemplo, si era Cocina Fácil Italiana, le puedes agregar algo. O Cocina Vegetariana Fácil. Algo que le puedas agregar para hacerlo diferente y que no se salga de la solución que tú estás dando. Básicamente esos son como los trucos que puedes tener en el dominio pero lo que dice Álvaro es fundamental: trata en lo posible de que sea un .com porque es mucho más efectivo cuando es el tema de dominios. Ahora, hay países por ejemplo en los cuales el .com no es tan relevante. Conocíamos el caso de Brasil donde el .com.br es más importante que el mismo .com o en el caso de España. Álvaro Mendoza Sin el .com incluso. O sea, es dominio.br. Luis Eduardo Barón O .com.br también, o por ejemplo el caso de España .es, son dominios que son ya extremadamente fuertes y en los cuales es más importante incluso el dominio regional que el dominio .com tradicional, así que eso también depende de tu mercado pero, en lo posible, lo importante es que ese dominio tenga una relación con esa solución que tú le estás dando al cliente. 20
Álvaro Mendoza
Lo has dicho perfecto. Excelente. Luis Eduardo Barón Vamos ahora, en el próximo segmento, a comenzar por los productos de bajo precio que es, llamémosle así, el comienzo de estos cuatro módulos donde vamos a hablar de creación de productos que son bien importantes para ti. Pero queríamos comenzar con este módulo que estructura un poco cómo tienes que empezar a crear tus productos pensando siempre en tu cliente y no en ti. Ya regresamos.
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