Información general

Jueves 4 de enero de 2007

LA NACION/Página 17

Queja de un grupo de padres

En Palermo

Reclaman por la falta de aire acondicionado en el hospital Garrahan

Manoseó a una joven y lo condenan a prisión

Con ventiladores, en terapia intensiva La comisión de delegados del hospital Juan Garrahan, junto a un grupo de padres, denunció ayer el riesgo que corren los niños internados en la unidad de terapia intensiva ante la falta de equipos de aire acondicionado y al exponerse a los efectos nocivos que puede producirles el uso de ventiladores. El delegado general de la junta interna del hospital, Gustavo Lerer, dijo en conferencia de prensa que lo que está haciendo la dirección es aplicar un remedio que es peor que la enfermedad. “En lugar de aire acondicionado, ponen ventiladores que mueven los microbios y así se contagian los niños”. Y destacó que “los ventiladores en terapia o sectores de oncología y trasplantados ponen en riesgo la salud de los niños”. LA NACION recorrió ayer al mediodía las habitaciones del primer piso del hospital, cuando la temperatura alcanzaba los 25 grados. Los ventiladores en las salas no daban abasto y el aire acondicionado no funcionaba. “Esto es un Tupper, el aire no funciona y los ventiladores no alcanzan”, comentó un enfermero del piso. El delegado gremial señaló que el problema de la refrigeración no era de ahora, sino que había sido denunciado en varias oportunidades, pero que hasta el momento no habían recibido ninguna respuesta. Sin embargo, la dirección del hospital informó que el sistema central de aire se encontraba en condiciones normales y que los pacientes no habían requerido medidas de tratamiento derivadas de las extremas temperaturas vividas en la ciudad el 1° de enero, cuando la sensación térmica alcanzó los 43° 9. María Eugenia González Gardenia es la mamá de Noelia, una niña de 8 años que está internada, desde hace un mes, en la sala de terapia del Garrahan por un problema oncológico. “El 24 de diciembre tuvieron que llevar a mi hija a terapia porque tenía una bacteria que no sabemos de dónde salió y desde entonces está con un respirador”. La mamá de Noelia dice

Breves LA RIOJA

Murió una joven que pesaba 250 kilos ■ LA RIOJA (Télam).– Una joven que padecía de obesidad mórbida y pesaba más de 250 kilogramos falleció en el hospital público de la ciudad riojana de Chilecito, donde estaba internada, informaron ayer autoridades sanitarias. La joven, identificada como Amanda, tenía 30 años, y la degeneración de su metabolismo y el peso acumulado le inutilizaron funciones esenciales de su organismo hasta poner fin a su vida. “No hay un servicio organizado de obesidad en toda la provincia”, dijo la directora del hospital, Marta Sigampa. La médica comentó que Amanda fue encontrada en una vivienda de esa localidad del oeste riojano a partir de una llamada a la línea de emergencias 107, ya que su familia nunca había avisado a las autoridades sanitarias. MISIONES

Una mujer, atacada por un Rottweiler ■ POSADAS (DyN).– Una mujer sufrió heridas profundas y desgarramiento en brazos y piernas al ser atacada por un perro de raza Rottweiler. La víctima, identificada como Carlina, fue mordida en brazos y piernas y, apenas, fue rescatada por un operario de una empresa de energía de Misiones, que le abrió las puertas de la camioneta que conducía para que escapara del can, bautizado “Tyson”. Sin embargo, a pesar de que la mujer ya había ascendido al vehículo, el perro siguió aferrado con sus dientes a uno de sus brazos. ROSARIO

Otro caso de anorexia abre la polémica ■ Los familiares de Alicia Lepka, enferma de anorexia, denunciaron en Rosario que los hospitales y las clínicas no pudieron otorgarle un tratamiento a su cuadro, según público el diario La Capital. Otros le dieron turno para el mes próximo. En tanto, la especialista en bulimia y anorexia Tita Florio, que integra la Fundación Hecho con Arte de Rosario –una entidad que se ocupa de tratar patologías como la bulimia y la anorexia–, destacó que en el caso de Alicia Lepka “hay que actuar rápido” y recomendó a los familiares que acudieran a la Justicia y presentaran un recurso de amparo.

que la falta de aire acondicionado es lo que provocó el ingreso de la bacteria en el cuerpo de su hija. Así como ella, son varios los padres que reclamaron ayer en la puerta del hospital por la falta de equipos de refrigeración, tanto en las salas de terapia intensiva como en las de internación. Florencia tiene diez años y está internada desde el 22 de diciembre por dermatitis muscular. Viviana de Rosas, su mamá, expresó: “El aire no funciona, estamos con ventiladores pero llega un momento en que no alcanzan y en la habitación hace mucho calor”.

“Insoportable” En las habitaciones, los familiares confirmaron que el aire no funciona y dijeron que por la noche el calor se acentúa. Claudia Avila, mamá de Emanuel, de diez años, que tiene leucemia, contó que desde el 25 de diciembre están sólo con ventiladores. “Pasamos mucho calor, sobre todo a la noche. El calor es insoportable, no se aguanta”. El jefe del departamento de termomecánica, Gustavo Navarro, indicó que las altas temperaturas del lunes pasado habían excedido la temperatura de cualquier sistema de aire y que por eso los rendimientos de los equipos habían bajado. Navarro aseguró que “los equipos están funcionando en perfectas condiciones y que hay más de 690 equipos de refrigeración en funcionamiento”. Pero, a pesar de lo confirmado por Navarro, un empleado del área de electricidad dijo que “los aires no funcionan. Los padres que reclaman tienen razón”. El médico infectólogo Eduardo López dijo a LA NACION que la falta de aire en las salas no necesariamente aumenta las infecciones. “Lo que sí es cierto es que los niños al estar en ambientes sofocantes pierden líquido y eso produce riesgos de deshidratación”.

Gabriela Oprandi

GENTILEZA DIARIO EL MUNDO

Alejandra De Vicenti, Ramón Comin Rodríguez y la pequeña Mar Azucena, en una foto familiar

Denuncia contra una nieta de Azucena Villaflor Un español la acusa de haber sustraído a la hija de ambos Por Gabriel Di Nicola De la Redacción de LA NACION Un ciudadano español denunció a una de las nietas de Azucena Villaflor, una de las fundadoras de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y víctima de la última dictadura militar, por sustracción de menores. Rafael Comin Rodríguez, de 27 años, denunció en un juzgado de Madrid que Alejandra De Vicenti, de 29 años y nieta de Villaflor, viajó a la Argentina sin su consentimiento con la hija de ambos, una beba que el 18 del mes próximo cumplirá un año. Comin Rodríguez, en una charla telefónica desde España con LA NACION, dijo que la última vez que vio a su hija, de nombre Mar Azucena, fue el 29 de noviembre pasado. Ese día, según explicó el ciudadano español, acompañó a De Vicenti y a Mar Azucena a la estación de Atocha, donde, supuestamente, iba a tomar un tren hacia la ciudad de Cuenca, a unos 100 kilómetros de Madrid. Pero la nieta de Villaflor,

según denunció Comin Rodríguez, voló a la Argentina con su beba. “Estoy desesperado. No quiero estar ni un solo día sin mi hija”, dijo, entre llantos, Comin Rodríguez. LA NACION intentó comunicarse con la madre de Mar Azucena, pero el padre de la joven, Pedro De Vicenti, dijo que por el momento su hija no iba a contestar públicamente las denuncias de Comin Rodríguez. De Vicenti y Comin Rodríguez se conocieron hace casi dos años. Trabajaban juntos en la misma empresa crediticia. Al poco tiempo se fueron a vivir juntos.

“Hermosa noticia” “Cuando recibimos la hermosa noticia de que íbamos a tener un hijo, decidimos comprar un piso [por departamento]. Sacamos una hipoteca. Con nosotros vino a vivir Silvana, una hermana de Alejandra”, dijo el padre de Mar Azucena. Según el relato de Comin Rodríguez, los problemas de la pareja comenzaron después de la última

visita del presidente Néstor Kirchner a España. El hombre dijo que Alejandra y Silvana le pidieron al Presidente un trabajo para el padre de ambas, pero en agosto la que consiguió trabajo en la Argentina fue la hermana de su pareja. “Desde que se fue su hermana, Alejandra comenzó a extrañar, decía que quería volver a su país. Sacamos pasajes y los tres [por él, Mar Azucena y De Vicenti] íbamos a viajar a la Argentina el 30 de diciembre, pero ella se fue antes.” Comin Rodríguez dijo que en algún momento hubo planes de casamiento, pero después las peleas los distanciaron. “Nunca me imaginé que ella se iba a ir a la Argentina con la beba. Yo no creía que podía hacer esto con Mar Azucena ”, sostuvo. El ciudadano español contó que habló telefónicamente con Alejandra, que vive con su beba en Sarandí, partido de Avellaneda, y que ella le dijo que viniera él para la Argentina. “Yo tengo miedo de ir. El padre de ella tiene una muy buena relación con el presidente Kirchner”, dijo.

Se confió en sus dotes de galán y quiso invitar a una joven a su casa. Pero la muchacha, que esperaba para cruzar la calle en la avenida Santa Fe y Borges, en Palermo, lo rechazó. Su ego no aguantó y entonces el hombre le manoseó los glúteos al grito de “¡ahora vas a ser una buena nena y te vas a portar bien!”. La joven, indignada, lo denunció a los gritos, lo que alertó a un policía, que lo detuvo. Ese fue el fin de la libertad del “seductor”, que fue condenado a dos años y un mes de prisión de cumplimiento efectivo, pues el “picaflor” tenía antecedentes penales y dos condenas por robo en suspenso. La nueva condena fue impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 25, integrado por Alfredo Imbrogno, Carlos Binda y Rodolfo Bustos Lambert, tras un juicio abreviado, donde el imputado reconoce su culpa y pacta una pena con el fiscal, que luego debe ser aprobada por el tribunal. La condena recayó sobre un ciudadano boliviano imputado de haberle tocado desde atrás, por encima de sus ropas y contra su voluntad, uno de los glúteos a una mujer el 20 de julio de 2006 cerca de plaza Italia. El hombre fue detenido en la estación de servicio de Thames y Charcas. Según reconoció el ahora condenado, se acercó a la mujer y, tras elogiarla, la invitó a concurrir a su casa, pero ante la negativa que recibió por respuesta intentó forzarla. La mujer consiguió huir y alertar a la policía, que poco después, tras una recorrida por la zona, logró apresar al agresor. Llegado el juicio oral, el acusado pactó con el fiscal general Horacio Michero la condena de un año de prisión efectiva por el delito de abuso sexual simple. Pero como tenía otras dos condenas previas, una a nueve meses de prisión en suspenso por robo simple en grado de tentativa y otra a cinco meses también en suspenso por robo simple, la condena fue unificada a dos años y un mes de cárcel, que el condenado deberá purgar.