Buenos Aires querible Proyecto anacrónico y demagógico

11 ago. 2008 - drome de Moebius, una enfermedad que le genera problemas craneofacia- les y no puede sonreír, pero piensa y siente como los demás.
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Opinión

Página 16/LA NACION

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Lunes 11 de agosto de 2008

Cartas de lectores Bicentenario Buenos Aires, lunes 11 de agosto de 2008

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 “LA NACION será una tribuna de doctrina” (Núm. 1, Año 1) Director: BARTOLOMÉ MITRE

Proyecto anacrónico y demagógico

L

A ley 13.246 de arrendamientos rurales rigió en nuestro país durante 25 años. Sancionada en 1942 y reformada en 1967, tuvo un solo aspecto positivo y muchos nocivos. Hoy, se propone un proyecto de 95 artículos que invoca proteger al pequeño productor, pero en realidad encubre un ataque a la producción agropecuaria, probadamente exitosa en los últimos 40 años. La medida ocasionará un retraso para el país. En el pasado, los plazos extendidos de los alquileres, sus sucesivas prórrogas más allá del plazo contractual y los congelamientos de los precios de los arriendos, que signaron la trayectoria de la antigua ley de arrendamientos rurales, fueron la causa principal del atraso del campo argentino durante muchos años. Es verdad que se logró el asentamiento de los arrendatarios y la virtual expropiación de numerosas propiedades, cuyos dueños sin ingresos vendían a muy bajo precio, funcionando casi como una reforma agraria. Pero también es cierto que, a causa de esa norma, cesó la inversión, la tecnología se detuvo, los suelos se degradaron por el monocultivo y la falta de adecuada rotación y de fertilizantes, no se desarrolló la agroindustria y el campo se estancó. La eliminación del inexistente orden público que la vieja ley consagraba, la liberación de los plazos, en especial al permitir los contratos por cosecha, o pastoreo por un año, la supresión de la trampa oculta que significaba la “tácita reconducción” que es la renovación automática del contrato a su vencimiento, devolvieron la seguridad jurídica a los propietarios que habían podido conservar sus campos, y permitieron el retorno de la inversión y de metodologías de producción moderna, multiplicando la producción. Surgió entonces una legión de contratistas, verdaderos emprendedores, de la mano de la creciente industria de máquinas para el agro, y nuevos pequeños propietarios (ex arrendatarios muchos de ellos), que cambiaron por completo la forma de explotar la tierra en el país. Tractores, sembradoras, cosechadoras, fertilizadoras, etcétera, a menudo eran más valiosas económicamente que la tierra misma y se transformaron en actores principalísimos del nuevo sistema de explotación. En las zonas agrícolas del país, ya no se volvió al arrendamiento prolongado y sólo se trabajó por cosecha, mayormente con contratistas externos. Y el campo se transformó y comenzó su lenta e incesante evolución, que se acelera y se potencia con la aparición de varios factores, como la siembra directa, los transgénicos y el desarrollo de la soja, en cuyo cultivo estábamos muy atrasados, por ejemplo respecto de Brasil. Ello produjo la revolución productiva que hemos visto y que nos permitió salir de la crisis de 2001 y recuperar el país. Volver a plazos obligatorios de cinco años, como propone el proyecto, o aún de dos o tres, con lo cambiante que es la realidad económica, es impensable. Significa la muerte del contrato de arrendamiento rural, que hoy sólo se entiende libre y a plazos cortos. La sola idea de volver a las inconstitucionales Cámaras de Aparcerías o Arrendamientos,

tribunales administrativos al servicio de la política de turno, o los organismos que los reemplacen, que recalificaban los contratos vigentes, constituye un retorno al pasado que resultará inaceptable, pues están muy frescos los recuerdos del régimen anterior. Nadie querrá alquilar los campos, y esto dejará sin trabajo a miles de contratistas y pequeños propietarios que trabajan para sí y para terceros, pues los propietarios volverán a trabajar por cuenta propia, aunque resulte antieconómico por temor a los plazos de la ley de arrendamientos. El capital de máquinas y el trabajo de miles de contratistas y pequeños propietarios-contratistas serán desperdiciados, o vendidos por monedas, y la agroindustria se detendrá. Pero además, aquel hombre que vivía en el campo con su familia, básicamente inmigrante, “gringo”, que hizo parte de la patria argentina, no existe más. Ese hombre, o sus hijos y nietos, son hoy propietarios de campos, o de máquinas para el agro, cuando no profesionales de las distintas ramas del saber. Esas formas de colonización que fueron las sucesivas prórrogas de los contratos y congelamiento de los precios pauperizaron a los propietarios, estancaron el campo y crearon una nueva generación de pequeños propietarios. Pero los arrendatarios desaparecieron. Nunca más se explotó el campo agrícola o ganadero de invernada con arrendamientos a plazo prolongados. Sólo subsistieron algunos contratos largos para el negocio de cría, que es de por sí mucho más largo. Volver, pues, a lo que no existe, se parece a ciertas ideologizaciones tan en boga en los últimos tiempos, totalmente alejadas de la realidad de los negocios agrarios actuales. Una cosa es intentar combatir la competencia que generan a los contratistas pequeños, los grandes pools de siembra, que manejan sus costos con economías de escala y los abaratan de ese modo, y otra muy distinta es tratar de reimplantar un sistema de trabajo que no existe más y que no necesita de reforma alguna. Téngase presente que cuando la realidad indica que son necesarias inversiones que no se recuperan en un año (por ejemplo, la cría, las forestales, y otras) aparecen de inmediato los contratos más largos, que de ningún modo están prohibidos, y se hacen sin dificultad alguna. Si se piensa que se puede coartar la libertad de comercio y limitar la cantidad de campo que puede trabajar una empresa, lo cual es dudosamente constitucional, se ha elegido el camino equivocado. La senda es la de la cooperativa, la de las distintas formas de asociación, la del crédito para los fertilizantes, la de la acción de fomento de los bancos de la Nación y Provincias, con tasas de fomento, desgravaciones y todas aquellas herramientas de las que un Estado que realmente piensa en el pequeño productor, no ya arrendatario, sino productor, dispone ampliamente. El proyecto es irreal y anacrónico, tiene intencionalidad política basada en el reciente enfrentamiento y esconde, en su demagógica presentación, una promesa de atraso para el agro argentino.

Buenos Aires querible

N

O es novedoso que la ciudad de Buenos Aires tiene millones de adeptos, porteños, provincianos y visitantes extranjeros. Al margen de la innegable existencia de minoritarios detractores, Buenos Aires atrapa y seduce. Pero sería aún mucho más atractiva si ese sentimiento positivo se viese traducido en acciones cuya ausencia, mal que pese, conspira contra la fisonomía y el carácter urbanos. Hace pocos días, el Ministerio de Cultura porteño concretó por primera vez una singular iniciativa denominada “Mi Buenos Aires Querible”. Novedosa y ágil –se la repetiría anualmente–, consistió en la realización de paseos por lugares característicos de la urbe, de manera tal que los participantes se instruyesen en sus características y peculiaridades. Esos nuevos conocimientos servían para responder las preguntas contenidas en un cuadernillo publicado por LA NACION y también difundidas mediante un “sitio” especial. En definitiva, el éxito coronó la propuesta porque muchísima gente siente enorme afecto por la ciudad, pero no la conoce a fondo. Conocerla es aprender a quererla, se podría decir. Pero ¿basta conocerla? ¿O al margen de pregonar ese amor suscitado por el cono-

cimiento, habría que demostrarlo mediante actitudes y conductas renovadas y hasta, si se quiere, un tanto audaces? Buenos Aires necesita con urgencia que la limpien, porque está sucia y deberían ser sus enamorados los primeros en sentar ejemplo de estar dispuestos a preservar y hacer preservar el aseo urbano, sin temores o vergüenzas. También sería deseable que ese apasionamiento se manifestase por vía del indeclinable acatamiento de las reglamentaciones de tránsito (ahora letra muerta), ya fuese en calidad de conductores de cualquier clase de vehículos o ciclistas o motociclistas o peatones. Y que todos nos uniésemos en defensa de las paredes y los monumentos ultrajados por las pintadas o de los espacios verdes mancillados por descastados pisoteos. Apenas unos pocos “botones de muestra” de un cajón repleto de ellos. Acertado es que se enseñe por qué es querible Buenos Aires. Pero de poco servirá el esfuerzo empeñado para hacerlo si no despierta la imprescindible convicción de que no basta amar a Buenos Aires si no estamos dispuestos a demostrar con nuestro ejemplo que la queremos contribuyendo a protegerla y mejorarla.

Otras opiniones: cifras alarmantes y reveladoras CORDOBA.– Córdoba no sólo está a la cabeza en el consumo de sustancias tóxicas, sino que su índice triplica la media general del país. Así lo señala una investigación que realizan en conjunto cada dos años el Observatorio Argentino de Drogas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) y la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba. Es preocupante que los índices cordobeses sean tan altos, lo

que permite sospechar que también hay una fuerte presencia de drogas excluidas del circuito legal y que circulan a través de lo que genéricamente se denomina narcotráfico. En este marco, ya no se discute en los sectores especializados que Córdoba, hace rato, dejó de ser una ruta de paso del narcotráfico para establecerse como una de las sedes nacionales del procesamiento, la distribución y la comercializa-

ción de distintos tipos de estupefacientes. Pero pese a los números de Sedronar y a las denuncias de los vecinos, el tema del crecimiento del narcotráfico no figura en los discursos oficiales ni tampoco parece quitarle el sueño a la Justicia Federal cordobesa. Un panorama desolador, sin duda, facilitado por la omisión cómplice de los responsables políticos, técnicos y judiciales, para combatir un fenómeno que carcome las bases de la sociedad.

Señor Director: “Más que el acuerdo, parecería que estamos tras el desacuerdo del Bicentenario para festejarlo con fuegos no artificiales. Es permanente la búsqueda del desencuentro entre la sociedad, los militares, la Iglesia y el campo. “Desde 1810, el territorio que hoy ocupa nuestra Patria fue conquistado por un pueblo de «milicos», curas y gauchos. Nos guste o no, nuestras raíces están allí. Dijo Nicolás Avellaneda: «Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos y los que se apoyan sobre sus tumbas gloriosas son los que mejor preparan el porvenir». “Debemos festejar 2010 sin resentimientos. «Saber olvidar lo malo también es tener memoria», dice Martín Fierro. Hagamos el esfuerzo. Qué triste sería sólo llegar con un acuerdo de precios y salarios, llenos de odio.” Ricardo Gutiérrez Arana Paraguay 749, Capital

agujero negro en la sociedad argentina. Una reforma penal se vuelve más que nunca impostergable. Una reforma donde los derechos humanos de todos estén comprendidos y entre ellos los de las víctimas: hombres, mujeres y niños, y en la que, además de participar los más brillantes teóricos sobre la temática, participe la sociedad y deje de ser meramente el objeto de políticas para ser sujetos creadores de las políticas necesarias, aportando el sentido común, que a veces parece no existir en ciertas resoluciones. “El deber del Estado, hoy más que nunca, es cumplir con ese mandato constitucional incumplido desde hace más de 150 años, el artículo 24: «El Congreso promoverá la reforma actual de la legislación en todos sus ramos, y el establecimiento del juicio por jurados». “Tal vez la institución del juicio por jurados en una sociedad madurada como la nuestra, a golpes de terror y espanto, se torne necesaria para pasar de ser potenciales víctimas a protagonistas del deber ciudadano de afianzar la justicia.”

Zenón J. Santillán Ex juez de Cámara de la ex Justicia Municipal de Faltas de la Munic. de la Ciudad de Bs.As. [email protected]

Dr. Pablo Angel Calvo [email protected]

Exabruptos Señor Director: “Espero que su prestigioso matutino tenga las mismas palabras de condena para Cecilia Pando que para tantos condenados a diario por exabruptos infinitamente menos graves que los expuestos en el tribunal de la provincia de Corrientes, al final de la lectura de la sentencia. “Esta señora se atribuye el derecho de ejercer justicia por mano propia y amenaza de viva voz a funcionarios intachables de la democracia. ¿No estamos en presencia de una conducta delictiva?”

CD 2542, CD 2550 y PA 6822 y dos BMW chapas CD 2769 y 2743. Ante tanta arbitrariedad o impunidad, tomé el número de las chapas para denunciar, que es lo que estoy haciendo, por el abuso de estos funcionarios que, sin duda, en su país cumplen rigurosamente con las normas de tránsito. Además, constaté que los días 22 y 23 había estacionados 15 y 11 automóviles, respectivamente. “Pregunté a mis amigos diplomáticos argentinos cómo se actúa en los paises europeos en estos casos y me respondieron que no hay tolerancia, y que en algunos de ellos, por cortesía, no le cobran el remolque pero sí la multa por la infracción cometida. “Cabe una pregunta: ¿qué pasa en nuestro país? ¿Tiene que ver con la inmunidad diplomática? ¿O es impunidad, privilegio o corrupción? Espero la respuesta del funcionario responsable del área del gobierno de la ciudad.”

Teatro Cervantes

Incomunicada Señor Director: “Desde hace seis meses me encuentro incomunicada. A pesar de mis reiterados reclamos al 114 (Reparaciones) nunca obtuve una respuesta ni solución de la prestataria Línea Control 0, de Telefónica, servicio por el cual

Señor Director: “Hace dos años se instaló en la vereda del teatro Cervantes una estructura metálica comúnmente utilizada para trabajos en frentes, sin actividad hasta hoy. “Para aventar aquello de obras inconclusas sine die, parecería conveniente que la autoridad competente (Secretaría de Cultura de la Nación), hiciera conocer a la comunidad el programa de trabajos por realizar y cuánto debe oblar el erario nacional por la inmovilidad de la estructura.”

Lic. Diana Margulis [email protected]

Luis José Forno Libertad 745, Capital

Exabruptos (II)

Alcoholemia

Señor Director: “He oído y visto en casi todos los medios hacer la comparación de la señora Cecilia Pando con Hebe de Bonafini. Sabiendo que las comparaciones son odiosas, me parece que la diferencia está en que la primera es joven, inexperta e impulsiva y todos la critican; mientras que la segunda es una mujer grande, con experiencia y premiada todos los meses, diga lo que diga y haga lo que haga, con importantes sumas de dinero.”

Señor Director: “Coincido con el señor Manuel Marangón, quien mencionó en su carta la alta velocidad de un camión en la avenida Madero. Me desespera ver a diario los camiones con contenedores y ómnibus de larga distancia, que no sólo van a velocidades increíbles y en medio de las avenidas y autopistas, en lugar de ir por la derecha, como corresponde, con el consiguiente peligro para los conductores de automóviles y peatones. “¿Podría algún funcionario correspondiente ocuparse de un tema tan vital?”

he abonado puntualmente todos esos meses. “Esto me perjudica no sólo en lo laboral, sino que también me causa serios inconvenientes en el orden familiar.” Nora Quispe [email protected]

Mercedes Campos [email protected]

Alemania Desregular el cielo Señor Director: “En un país serio se desregularían los cielos, se liberarían a la competencia las tarifas aéreas y, si quiebra Aerolíneas, el gobierno se limitaría a tratar de acelerar su liquidación para que sus activos y personal sean rápidamente absorbidos por algún competidor. Así se hizo en Brasil cuando quebró Varig. Nada pasó y TAM, GOL, Nueva Varig y otras cubren los servicios. “Con la demagógica excusa de defender a los «pobres», se nos propone a los contribuyentes asumir cientos de millones de dólares de la deuda de Aerolíneas y pasar a administrar desde el Estado, lo que ya se demostró no sabe hacer. “No hace falta copiar las recetas de alguno de los países «imperialistas» para aprender a manejar el problema del servicio de transporte aéreo; basta invitar a los funcionarios competentes de Chile y de Brasil. “Con propuestas como el tren bala y la estatización de Aerolíneas se aprecia el grado de fantasía que debe circunvalar los cielos del Poder Ejecutivo. Dios quiera que nuestro Congreso defienda nuestros bolsillos.” Guillermo R. Hoter J. Mermoz 2080 Escobar (Bs.As.)

Gracias Señor Director: “Deberíamos darle las gracias a la Unión Europea, ya que en el tren bala no vamos a poner un peso y, al parecer, según declaraciones del señor Jaime, en Aerolíneas Argentinas tampoco. “Es admirable tanta generosidad.” Mabel Alvarez Camino Real 1550 Boulogne (Bs.As.)

Reforma penal Señor Director: “Otra vez un hecho horroroso. Otra familia diezmada salvajemente. Otro

Señor Director: “Alemania es el país que más exporta en el mundo, superando también a China. Que nuestra Presidenta pondere esto como imitable es entendible y elogiable, porque muestra una capacidad de aprender lo positivo de los otros. “Para lograrlo es imprescindible el uso de los métodos, de la política exportadora de Estado que aplica Alemania. Mientras el gobierno nuestro use una política exportadora totalmente contraria a la de Alemania, va a «cosechar» también resultados contrarios los de ese país.” Lic. Peter Koderer [email protected]

Gabriela Heineberg [email protected]

Arbol peligroso Señor Director: “Desde hace mucho tiempo, infructuosamente la administración de mi edificio llama insistentemente al gobierno de la ciudad para que saquen un ficus, que está llegando hasta el 3º piso. Es realmente peligroso, porque debido a la constante presencia de cartoneros a su costado, que dejan desperdicios, suben las ratas, además de haber sido usado en un intento de robo en el primer piso. Aparte, la vereda se está levantando debido al tamaño de las raíces.” Fernando José Fondevila [email protected]

Autos invisibles Señor Director: “La noticia que publicó LA NACION el 22/7, expresando que el gobierno de la ciudad «triplicará la cantidad de grúas», por cuanto el mal estacionamiento reduce en un 30% la capacidad de las vías de circulación, hizo que por un imperativo de conciencia me decidiera a escribir esta carta. “Vivo a poco más de una cuadra de la sede de la embajada de Rusia y hace aproximadamente 20 días fui testigo involuntario de la remoción de un pequeño automóvil estacionado sobre la acera derecha, en horario prohibido, en la calle Guido entre Rodríguez Peña y Montevideo por una grúa de la empresa Servicio de Tránsito Ordenado (STO). “Lo expuesto hasta aquí a nadie le llamaría la atención por tratarse de un hecho cotidiano. Lo que me indignó fue la discriminación que hizo el personal de la grúa, que en vez de comenzar por uno de los siete automóviles que estaban estacionados sobre la acera izquierda, cuya prohibición de estacionar rige las 24 horas, levantó el único automóvil estacionado sobre la acera derecha. “La existencia de los siete automóviles, invisibles a los del conductor de la grúa, tenían chapas diplomáticas y consulares: eran un Peugeot CD 2813, cuatro Mercedes-Benz CD 2604,

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Agradecimiento Señor Director: “Quiero agradecer al sitio Hacer Comunidad (www.hacercomunidad.org) de la Fundación LA NACION, por todo lo que hicieron para que mi hijo Maximito pudiese sonreír. Fueron los únicos que escucharon mi pedido desesperado de madre. “Mi hijo, de dos años, padece el síndrome de Moebius, una enfermedad que le genera problemas craneofaciales y no puede sonreír, pero piensa y siente como los demás. Por este motivo necesitaba ir a ver al doctor Ronald Zuker a los Estados Unidos, pionero e inventor de la operación smile surgery. “Gracias al sitio conseguí que una persona me donase los pasajes que estaba necesitando para ir a Miami a consultar a este especialista. Como resultado del viaje, el doctor Zuker se comprometió a que una persona de su equipo operase a Máximo en 2010 para que pueda tener expresiones en su cara. “Infinitamente gracias, y que Dios bendiga a toda la gente que hizo posible este milagro.” Alejandra Alegre [email protected]

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