Una comedia sobre el tiempo recobrado

mico Mutante Diatómico que el jo- ven y entusiasta protagonista, Flint. Lockwood, creó en la primera en- trega. Chester –el malvado de tur- no– engaña a Flint ...
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espectáculos

| Viernes 8 de noViembre de 2013

cine

Una comedia sobre el tiempo recobrado cuestión de tiempo (about time , R eino unido/2013). ★★★★★ excelente. dirección y guión: Richard Curtis.

elenco :

Domhnall

Gleeson, Rachel McAdams, Bill Nighy, Lydia Wilson, Lindsay Duncan, Mar-

Un desopilante derrotero fantasmal

got Robbie, Will Merrick, Vanessa Kirby. duración: 123 min. distribuido ra :

cine

UIP. calificación: apta para todo

Viaje alucinado e incorrecto

público.

C

omo si se tratara de una celebración, a 20 años de la obra maestra Hechizo del tiempo (Groundhog Day) llega lo más parecido a una secuela de esa película que se haya hecho hasta este momento. No son los mismos personajes, no está el meteorólogo interpretado por Bill Murray, no es la misma historia, pero hay lazos innegables. En Cuestión de tiempo, los hombres de una familia reciben, al cumplir 21 años, la noticia de que tienen un don: viajar en el tiempo, pero solamente hacia su propio pasado, con lo que pueden modificar su presente. De esta manera, o mediante este punto de partida argumental, Cuestión de tiempo vuelve sobre algunos temas de Hechizo: ¿qué hacer con el tiempo (el “extra” es la clave de ambas películas) que nos es dado? ¿Cómo aprovechar la posibilidad del “ensayo” en la vida real? Este extraordinario film escrito y dirigido por Richard Curtis dialoga con el sublime film de Harold Ramis. En Hechizo, el protagonista se ubicaba solo y el núcleo del relato era la llegada del amor mediante el mejoramiento individual. En Cuestión se amplía el arco temporal y el arco de relaciones. La historia romántica no marca el final aquí. Hay más: ser novios, ser padres, ser hijos, ser hermanos. Tim (Domhnall Gleeson), como

alfa films

las bRujas (las bRujas de z u g a R R a m u R d i , e s paña/2013. ★★★★ muy buena. direcDomhall Gleeson y Rachel McAdams, el dúo protagónico del film de Curtis buen protagonista de comedia romántica, no tiene todo claro. Su don lo ayudará a resolver algunas cosas; otras tendrá que aceptarlas con otras maduraciones, otras resignaciones, otras sabidurías, otras alegrías. Mary está interpretada por Rachel McAdams, una de esas actrices que por ser demasiado bella no recibe todos los premios que merece. El padre de Tim es Bill Nighy (siempre presente en las películas del director), experto en ese humor sin énfasis que disimula las emociones hasta que éstas llegan y se hacen especialmente fuertes. La película de Richard Curtis, además de tener decenas de situaciones plenas de gracia, timing perfecto y sutiles implicancias que se derivan de una escritura fluida a todo nivel, es enormemente ambiciosa: apunta a emociones universales y a muchas

de ellas. Y con pliegues en el tiempo. Es verdad que hay desajustes lógicos o detalles no del todo claros, pero el objetivo de Curtis no es el de hacer una película con rigor científico; en ese sentido, el film es como el personaje del tío Edmond: está pensando en otra cosa y tal vez se hace el distraído ante lo que no le importa. Los viajes en el tiempo le sirven a Curtis –guionista de Cuatro bodas y un funeral y Notting Hill; director y guionista de Realmente amor– para abarcar el arco temático y emocional que busca. Curtis se anima, y si ha tenido el coraje de remitir a Hechizo del tiempo no rehuirá de la reflexión intensa acerca del amor y del tiempo (la vida). Quiere saber y quiere contar, y quiere emocionar y divertir, nobles propósitos a los que llega con una forma que está clara desde el inicio.

uip

Padres amables y amantes y con sentido del humor, hermana y tío excéntricos, una casa a la que llamar idílica es quedarse corto, la costumbre del té en la playa todos (pero todos) los días: desde la primera secuencia es evidente que estamos ante un cuento de hadas y uno múltiple, que va más allá de la parejita. Éste es un cuento de hadas familiar con viajes en el tiempo. Cuestión de tiempo no es una película perfecta: hay diálogos que podrían ser menos explícitos, hay alguna música que sobra, hay zonas no del todo claras en la lógica temporal. Pero esas objeciones menores se hacen irrelevantes ante la grandeza vital de esta película y su apuesta máxima de usar el cine, arte del tiempo, para resaltar las maravillas cercanas de cada nuevo día.ß Javier Porta Fouz

ción:

Alex de la Iglesia. guion: Alex

de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría. con: Hugo Silva, Mario Casas, Jaime Ordóñez, Carmen Maura. duración :

115 min. calificación: apta

para mayores de 13 años.

S

e ha hablado mucho y no muy bien de Las brujas desde su estreno en España, en septiembre pasado. La nueva película del bilbaíno Alex de la Iglesia –exhibida primero en la sección Midnight Madness del último Festival de Toronto y luego, fuera de competencia, en el de San Sebastián– recibió más palazos que elogios, casi todos con el mismo argumento: se le reconoce una gran primera mitad y se le señala con mucha saña un derrumbe posterior que desdibuja ese inicio poderoso, de ritmo trepidante. Inspirado en la historia de cuarenta mujeres procesadas por la Inquisición española en el pequeño pueblito de Navarra del título original (doce de ellas terminaron en la hoguera acusadas de brujería), el film marca el reencuentro de De la Iglesia con Jorge Guerricaechevarría, su colaborador habitual hasta que decidieron tomar caminos separados tras el estreno de Los crímenes de Oxford, otra película muy discutida del ex director de la Academia de Cine española. El film arranca con un desopilante robo a una joyería en pleno centro de Madrid protagonizado por un par de presuntas estatuas vivientes, un grupo de secuaces camuflados con disfraces de personajes célebres de series de dibujos animados y un niño de 8 años armado hasta los dientes y muy

sagaz a la hora de disparar. Toda esa secuencia de apertura combina acción con humor de manera ejemplar y está resuelta cinematográficamente de manera notable. Cercado por la policía, el grupo que encabeza el golpe –un padre divorciado que pretende llevar a su hijo a Disneylandia París, el amigo mujeriego y no muy lúcido que lo secunda y el niño pistolero– termina escapando rumbo a Francia junto con un taxista casualmente involucrado en la huida y un pasajero aterrorizado y obsesionado con llegar a Badajoz. Y justamente cuando llega a Zugarramurdi, la pequeña villa vasca presentada como el fantasmal centro de operaciones de un grupo de malévolas brujas, empieza un raid aún más delirante, donde De la Iglesia da rienda suelta a su pirotécnica imaginación visual. Es cierto que la historia se desmelena por completo en ese segundo tramo, pero también que la película conserva la gracia para los gags y las escenas de acción, además de sostener un atrapante ritmo narrativo. Calificado ligeramente de misógino, el nuevo trabajo del director de la celebrada El día de la bestia respondió la acusación al declarar que “las mujeres son malas y buenas, son lo mejor y lo peor de la vida”, y confesó que el principal motor de la historia fue su proverbial incapacidad para relacionarse con el sexo opuesto. Si hay una lectura que no aplica para esta comedia negra y disparatada es la de la corrección política. Conviene, como admite uno de los protagonistas, insólitamente entusiasmado en una situación límite cuando las brujas lo toman como rehén, dejarse llevar, entregarse al viaje alucinado y excesivo que propone un De la Iglesia menos reprimido que nunca.ß Alejandro Lingenti

Los alimentos buscan venganza

uip

cine

Continuación que no desentona lluvia de hambuRguesas 2 (cloudy with a chance of meatballs 2, ee.uu./2013) ★★★ buena. dirección: Cody Cameron y Kris Pearn. guión: Judi Barrett, Ron Barrett, John Francis Daley y Jonathan M. Goldstein. música: Mark Mothersbaugh. edición: Robert Fisher Jr. y Stan Webb. diseño de producción: Justin Thompson. distribuidora: UIP/Sony Pictures. duración: 95

minutos. calificación: apta para todo público. producción animada en salas normales y 3d.

L

luvia de hamburguesas fue hace cuatro años no sólo un inmenso éxito comercial, sino también una gran sorpresa artística (tanto a nivel de inventiva visual como de irreverencia narrativa). La secuela, por lo tanto, era inevitable en una industria como la de Hollywood –y más aún en el negocio de la animación–, siempre proclive a explotar sagas que funcionan bien en ambos terrenos. Ya sin Phil Lord ni Chris Miller en la dirección (optaron por incursionar en la ficción con Comando especial y regresar luego a la animación con la inminente Lego: La gran aventura), esta segunda entrega encuentra a dos realizadores sin tanto renombre (Cody Cameron y Kris Pearn), aunque con un resultado final más que digno. Este nuevo film arranca exactamente donde había terminado el anterior. Luego de la devastadora tormenta de alimentos que arrasó la isla Swallow Falls, llega al lugar el famoso inventor Chester V con la excusa de que la corporación de su

propiedad está encargada de limpiar el lugar. El veterano científico quiere, en verdad, quedarse con el Súper Duplicador de Comida Dinámico Mutante Diatómico que el joven y entusiasta protagonista, Flint Lockwood, creó en la primera entrega. Chester –el malvado de turno– engaña a Flint convocándolo para trabajar en un laboratorio que reúne a las mentes más brillantes del planeta. Flint, prototípico antihéroe lleno de inocencia y buenas intenciones, cree haber tocado el cielo con las manos, pero –claro– la decepción será dura cuando empiece a descubrir la trama oculta pergeñada por su hasta entonces ídolo. En la segunda parte (de esta segunda parte), Flint y sus amigos deberán regresar a la isla para asegurarse de que Chester no se haga del Súper Duplicador de Comida, pero allí tendrán que enfrentarse también con unas hambrientas y exóticas criaturas. La película decae un poco en la mitad final, aunque las referencias al género de zombis y mutantes o a films como Jurassic Park, sumados a los graciosos monstruos (mezclas de comida con animales) y a una estética –entre colorida y lisérgica– que por momentos remite al clásico Submarino Amarillo terminan compensando cierta sensación de fatiga que puede generar la acumulación de desventuras y el vértigo en el que ingresan los múltiples personajes. En definitiva, y aun cuando no alcanza los picos creativos de la película original, estamos ante una secuela que no desentona. Y eso, en un mercado que muchas veces trabaja sus productos en serie, no es un logro menor.ß Diego Batlle