Acida comedia sobre la política norteamericana

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Espectáculos

Página 6/Sección 4/LA NACION

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Jueves 24 de enero de 2008

CINE

Acida comedia sobre la política norteamericana

Polémico

Tom Hanks, Julia Roberts y un gran elenco protagonizan esta película inteligente, que sabe alejarse de la solemnidad y los lugares comunes Muy buena

★★★★

Juego de poder (Charlie Wilson’s War, Estados Unidos/2007). Dirección: Mike Nichols. Con Tom Hanks, Julia Roberts, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams, Ned Beatty, Emily Blunt y Om Puri. Guión: Aaron Sorkin, basado en el libro de George Crile. Fotografía: Stephen Goldblatt. Música: James Newton Howard. Edición: John Bloom y Antonia van Drimmelen. Diseño de producción: Victor Kempster. Producción hablada en inglés con subtítulos en castellano y presentada por UIP. Duración: 97 minutos. Apta para mayores de 13 años con reservas.

En la primera escena del film, vemos al diputado demócrata Charlie Wilson (Tom Hanks) siendo condecorado, con una enorme bandera estadounidense de fondo y poco después de la caída del Muro de Berlín, por sus logros en la lucha contra el desmoronado régimen comunista. Si alguien se quedara con esa sola imagen podría pensar que este film del veterano director Mike Nichols es una oda nacionalista, una mera exaltación de ese patriotismo tan caro a la sociedad norteamericana. Pero Juego de poder es otra cosa: se trata de una explosiva combinación entre el cine político de denuncia, la biopic (en este caso, el acercamiento biográfico a un legislador lleno de excesos y contradicciones) y la comedia más ácida y negra que pueda imaginarse dentro del Hollywood contemporáneo. La segunda escena muestra al propio Wilson, pero nueve años antes (1980) y en una situación bastante menos protocolar: bebiendo y consumiendo drogas junto a varias strippers en un jacuzzi de Las Vegas. Mientras tanto, a pocos metros, las cadenas televisivas muestran imágenes del arrasador avance de las tropas soviéticas en Afganistán. Un cartel significativo acompaña las imágenes del comienzo del film: basado en hechos reales. Es que no sólo este diputado texano, famoso entre sus colegas por ser un mujeriego patológico, un borracho, un libertino, un interesado, un cínico y un hipócrita sin demasiadas luces intelectuales, existió sino que además se convirtió, sin que muchos lo supieran, en la pieza clave para que los Estados Unidos pudieran armar de forma secreta a los mujahiddines afganos que luego derrotarían al ejército soviético. Dirigida con buen pulso y mucha audacia por el realizador de El gra-

AP

El cineasta eligió a Josh Brolin para el papel

Oliver Stone dirigirá una película sobre George Bush El director promete un retrato “justo y verdadero”

Tom Hanks y Julia Roberts interpretan al diputado y a la dama de sociedad unidos en la lucha contra los soviéticos UIP

duado y Colores primarios (aunque la narración tiene algunos baches dramáticos), escrita con absoluto desparpajo por el prestigioso Aaron Sorkin (responsable de la serie The West Wing) a partir de la aclamada novela que en 2003 publicó el fallecido George Crile (ex integrante del ciclo periodístico 60 minutos) e interpretada y producida por un Hanks que logra la extraña proeza de resultar tan fascinante como desagradable, tan patético como irresistible, Juego de poder es una mirada impiadosa, implacable y descar-

nada sobre cómo se hace política en la mayor potencia del mundo.

Lejos del lugar común Lejos de la solemnidad, de esa aura de película “importante” que buena parte del cine político norteamericano asume como propia (y que, precisamente por eso, suele espantar a buena parte del público), Juego de poder apuesta, en cambio, por un tono burlón, mordaz, pero su predilección por la comedia negra, casi satírica, no evita que diga unas cuantas verdades

sobre las contradicciones y vaivenes de un país que entonces decidió ayudar a los sectores más reaccionarios de Afganistán, país al que pocos años después terminaría invadiendo. Con una fotografía que remite a la estética de los años 80, con unos papeles secundarios bien trabajados (Julia Roberts está correcta como una dama de la alta sociedad texana experta en la manipulación de políticos, Ned Beatty construye con su habitual solvencia a un veterano diputado, Amy Adams –la revelación de la reciente

Encantada– se luce como la minuciosa asistente personal del protagonista y el talentoso Philip Seymour Hoffman ofrece otro gran trabajo como un indomable agente de la CIA) y, especialmente, con inteligencia y sin caer en los lugares comunes del cine político reciente, Juego de poder termina siendo una de las películas más inteligentes y menos convencionales que Hollywood ha concebido en los últimos años.

Diego Batlle

Las películas de Oliver Stone, con su particular mirada sobre las vidas de personajes reales, como Richard Nixon, Jim Morrison, Fidel Castro y Alejandro Magno, han generado más de una controversia. Ahora, después de participar en Colombia de la Operación Emmanuel, organizada por Chávez, Stone vuelve al ruedo con una película sobre George Bush. El director de Pelotón y JFK, entre otras, dijo a la revista especializada Variety que la película tendrá un acercamiento al detrás de escena, tal como lo hizo en Nixon, que intentará dar una idea de lo que se siente estar en la piel del presidente norteamericano. Aunque es un crítico acérrimo de Bush, a quien llamó “el líder equivocado en el momento incorrecto”, Stone comentó que siente empatía con él como ser humano y aseguró que la película será un “retrato justo y verdadero” del presidente norteamericano. Para interpretar a Bush, Stone eligió a Josh Brolin, uno de los protagonistas de Sin lugar para los débiles. Según el director, Brolin tiene la misma energía y carisma que los norteamericanos ven en su presidente texano. La película comenzaría a rodarse en abril y se estrenaría para cuando Bush termine su mandato.

(Cine al día) Café de los maestros, en Berlín

ga para la celebración de la gala de los Grammy, informó EFE. Además, hoy comenzarán las conversaciones informales con los productores con intenciones de poner fin a la huelga que mantienen los escritores desde noviembre último. Según ambas partes, estas charlas son un primer paso para llegar a negociaciones formales que, se espera, puedan desembocar en un acuerdo para levantar las medidas de fuerza antes de la gala de los Oscar, que será el 24 de febrero en Los Angeles.

El documental Café de los maestros, del argentino Miguel Kohan, producido por Gustavo Santaolalla, participará del próximo Festival Internacional de Cine de Berlín, según informó DPA. En la película –que permanece inédita en nuestro país– se retrata a los grandes cantantes, músicos y bailarines de tango argentinos, como Virginia Luque y Mariano Mores, reunidos en un gran acontecimiento único: un concierto en el Teatro Colón. Café de los maestros será parte de la sección Panorama de la muestra de cine, dedicada a los documentales.

Ingmar Bergman, en estampillas

Johnny Depp, adicto a la TV LONDRES (ANSA).– Johnny Depp admitió que se volvió adicto a la serie británica Los asesinatos de Midsomer. El protagonista de Piratas del Caribe y Sweeney Todd afirmó que se ha obsesionado con el programa –que en la Argentina se ve por Hallmark– protagonizado por John Nettles y dijo que le gustaría participar de la serie. En Los asesinatos de Midsomer, un detective trata de resolver varios crímenes misteriosos en un típico pueblo inglés ru-

ARCHIVO

Gustavo Santaolalla y Virginia Luque

ral. “Es un gran programa. Pero ¿quién puede vivir en un lugar así? Uno termina siempre muriendo”, declaró Depp, de 44 años.

Tregua de los guionistas Los guionistas de televisión y cine de Estados Unidos han pactado una huel-

El fallecido director de cine sueco Ingmar Bergman será honrado en su país natal con dos sellos postales, anunció hoy el correo sueco. Una de las estampillas que serán lanzadas este jueves se basa en un retrato de Bergman y la otra muestra una escena del cineasta en acción durante el rodaje de la película Fanny y Alexander. Además de su trabajo en cine, Bergman dirigió numerosas obras de teatro. El autor de El séptimo sello, Persona y Escenas de la vida conyugal falleció el 30 de julio último a los 89 años.

Charlotte Gainsbourg y Alain Chabat, protagonistas de un elaborado engaño con consecuencias inesperadas ALFA FILMS

Enredos y romance a la francesa Mi novia Emma trata sobre los dilemas del amor y los compromisos sociales Buena

★★★

Mi novia Emma (Prete-Moi Ta Main, Francia/ 2006). Dirección: Eric Lartigau. Con Alain Chabat, Charlotte Gainsbourg, Grégoire Oestermann, Katia Lewkowicz y otros. Guión: Laurent Zeitoun, Philippe Mechelen y Laurent Tirard. Fotografía: Régis Blondeau. Música: Erwan Kermorvant. Presentada por Alfa Films. Duración: 90 minutos. Calificación: apta para todo público.

Solterón empedernido al que le encanta su trabajo de especialista en perfumes, Luis vive amparado por su madre y por seis hermanas que le hacen la vida cómoda y feliz. Sin embargo, un día, ellas caen en la cuenta de que él se ha convertido en una especie de tirano al que hay que atenderlo como si fuese un niño y concederle todos sus caprichos. En una especie de juicio familiar lo emplazan a que, finalmente, se case, a pesar de que Luis sigue profesando una fobia mayúscula al matrimonio. Dispuesto a aferrarse a su soltería, el hombre urde un plan que conformará a los suyos: contratará

a una muchacha lo más parecida a lo que su familia se imagina como la perfección femenina para iniciar un supuesto noviazgo que podría terminar en casamiento. Para ello elige a Emmanuelle, hija de su mejor amigo, joven desenfadada y dispuesta a todo con el fin de lograr una abultada suma de dinero que le permitirá transitar cómodamente su estilo de vida. El engaño parece conveniente para ambos y todo transcurre, al principio, sin mayores problemas, pero la convivencia entre Luis y Emmanuelle tendrá una inesperada vuelta de tuerca para ambos.

Un dúo ideal Mi novia Emma se ubica dentro de esos films típicamente franceses en los que la comedia se asocia con el romance y la sátira se anuda con las aventuras y desventuras de sus protagonistas. Sobre la base de un guión hábilmente construido, el director Eric Lartigau logró convertir a la trama, entre absurdas situaciones, en una fábula acerca de los inexorables dilemas del amor, de la familia y de los compromisos

sociales. Este resultado permite seguir con entretenimiento los devenires de esa pareja que, cada uno por su lado, tratará de sacar ventajas a una situación que les conviene desde el punto de vista de la tranquilidad y del dinero, aunque ambos no contaban con que el amor aparecería de pronto en sus vidas. El dúo envuelto en tantas idas y venidas halló en Alain Chabat y en Charlotte Gainsbourg a los intérpretes ideales que juegan a enredarse en sentimientos tan briosos como candentes, en tanto que el resto del elenco apoya con calidad esta historia atravesada por un delicado encanto que no desfallece nunca. No menos atractivos son los rubros técnicos –una impecable fotografía y una música que resalta el clima de la comedia–, que juegan a servir a esos personajes dispuestos a convertirse, entre excentricidades y acertados gags, en simuladores del amor que, finalmente, se transformará en algo que ninguno de los dos esperaba.

Adolfo C. Martínez