Un símbolo del horror.A pesar de todo, Guantánamo

avanzar con el cierre de la prisión, y algunos funcionarios del Pentágo- no, que dicen compartir el mismo anhelo, pero que parecen menos convencidos de la ...
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el mundo

| Martes 2 de septieMbre de 2014

Cuba puso más restricciones en el equipaje de los viajeros norma. Aplicó nuevos límites a productos que muchas familias obtienen del extranjero LA HABANA (AP).– Cargando bolsos llenos de jabón, medias, juguetes, artículos de tocador y otros bienes de consumo difíciles de obtener en Cuba, los viajeros a la isla se quejaban ayer de que las nuevas restricciones de La Habana a sus importaciones causarán penurias a sus familias. Los pasajeros en los primeros vuelos del día desde Miami protestaron ante las tarifas más altas y los límites a la cantidad de artículos que podían llevar a sus parientes cubanos, furiosos por los precios elevados y la falta de productos de calidad. En el aeropuerto internacional de La Habana parecía haber menos bicicletas, LCD y otros artículos que suelen convertir las cintas de equipajes en algo parecido a las estanterías de una tienda de Walmart. “En el piso ya no hay maletines”, dijo Arnaldo Roa, un trabajador de Miami que visitaba a su familia. Tenía un bolso lleno de juguetes y ropa para su hija, pero no los artículos que solía llevar a otros familiares. “Me molesta –dijo–. Algunos familiares se van a poner bravos porque normalmente les traigo [cosas].” La flexibilización de las normas de viaje por parte de Washington y La Habana en los últimos cinco años les permite a los viajeros llevar productos por valor de casi 2000 millones de dólares anuales. El gobierno de la isla puso en vigor ayer una serie de normas que limitan la cantidad de bienes que se pueden llevar y elevan las tarifas aduaneras sobre muchos artículos permitidos. El gobierno dice que intenta poner coto a los abusos que han convertido los vuelos en un medio para que “mulas” profesionales importen ilegalmente tanto bienes para el mercado negro como insumos para empresas privadas que deberían adquirirlos a través del Estado. Ana María Pérez, trabajadora de

Florida, dijo que había pagado 95 dólares en tarifas, más que lo habitual. “Ya nosotros tenemos que pagar bastante. No entendí nada de lo que dijeron, pero pagué”, señaló. Las normas están detalladas en 41 páginas y dan una idea de la cantidad y diversidad de los productos comerciales que llegan en el equipaje registrado. Los viajeros ahora sólo podrán llevar 10 kilos de detergente en lugar de 44; un conjunto de herramientas de mano en lugar de dos, y 24 sujetadores en lugar de 48. Aún se permiten cuatro neumáticos para auto, al igual que dos piezas de muebles para bebes y dos LCD. La aduana cubana también prohíbe a los pasajeros llevar artículos por un valor superior a 1000 dólares. En lugar de examinar los recibos, los agentes de aduanas tienen una larga lista para asignar valores preestablecidos a ciertos bienes. Esos precios aumentan considerablemente con las nuevas reglas, de modo que es mucho más fácil alcanzar el límite de 1000 dólares. Bienes por entre 1700 y 1900 millones de dólares fueron ingresados a Cuba en el equipaje de los viajeros el año pasado, y el pasajero promedio llevó mercancías por valor de 3551 dólares, según un sondeo de 2013 a 1154 viajeros cubanos y cubano-estadounidenses, realizado por The Havana Consulting Group, una consultora de Florida que estudia la economía cubana. Si bien el estudio no indagó en el destino final de los bienes, el 60% iba a las familias, y el resto, al mercado negro. Con la fuerte caída de las reservas en los últimos dos años, a medida que Cuba trata de reducir su deuda soberana y atraer inversiones extranjeras, el gobierno necesita desesperadamente que los parientes en el extranjero reduzcan los envíos de bienes y aumenten las remesas en efectivo, sujetas a tarifas elevadas.ß

Para Fidel, el dólar y el euro serán “papel mojado” LA HABANA (ANSA).– El ex dictador cubano Fidel Castro pronosticó ayer que tanto el euro como el dólar se convertirán pronto en “papel mojado” y serán sustituidos por el yuan y los rublos, gracias a las fortalezas de las economías de China y Rusia. En un extenso artículo publicado por el diario oficial Granma, titulado “Triunfarán las ideas justas o triunfará el desastre”, Castro subrayó que “la sociedad mundial no conoce tregua en los últimos años, particularmente desde que la Comunidad Económica Europea, bajo la dirección férrea e incondicional de Estados Unidos, consideró que había llegado la hora de ajustar cuentas con lo que restaba de dos grandes naciones [Rusia y China] que (...) habían llevado a cabo la proeza de poner fin al orden colonial e imperialista impuesto al mundo por Europa y Estados Unidos”.

Castro denunció además a la Unión Europea (UE) y a Estados Unidos por promover guerras en terceros países por medio de la OTAN, a la que acusó de tener voceros que se expresan como “las SS nazis”. “Muchas personas se asombran al escuchar las declaraciones de algunos voceros europeos de la OTAN cuando se expresan con el estilo y el rostro de las SS nazis”, indicó Castro, para quien “el imperio de Adolf Hitler inspirado en la codicia pasó a la historia sin más gloria que el aliento aportado a los gobiernos burgueses y agresivos de la OTAN, que los convierte en el hazmerreír de Europa y el mundo”. Alejado del poder desde 2006 por una crisis de salud, Castro se dedica desde entonces a escribir libros y artículos de prensa, así como a recibir en su casa a personalidades internacionales.ß

Parte del complejo original Camp X-Ray, hoy abandonado e invadido por la vegetación

nyt

Un símbolo del horror. A pesar de todo, Guantánamo se resiste al cierre Obama no logra cumplir su promesa de cerrar el controvertido penal, que sufre una decadencia edilicia; mantenerlo cuesta US$ 443 millones al año Viene de tapa

“Falta mucho para el cierre de Guantánamo”, dijo el general John Kelly, líder del Comando Sur de Estados Unidos, que supervisa la Fuerza de Tarea Conjunta Guantánamo. “Obviamente, el presidente está haciendo todo lo que puede. Tiene gente dedicada a buscar países que los acepten, pero tarde o temprano hará falta la intervención del Congreso” para revocar la prohibición de los traslados. Más de 12 años después de que el gobierno de George W. Bush enviara a los primeros prisioneros a este lugar, la tensión aumenta y todos se preguntan si Obama podrá cerrar la prisión antes del final de su mandato, según revelaron más de 20 funcionarios del gobierno, el Congreso y las fuerzas militares. Y está surgiendo una fractura entre los funcionarios del Departamento de Estado, que parecen deseosos de avanzar con el cierre de la prisión, y algunos funcionarios del Pentágono, que dicen compartir el mismo anhelo, pero que parecen menos convencidos de la perspectiva de liberar a los detenidos de baja peligrosidad. Obama dijo que Guantánamo debería cerrar debido a sus altos costos operativos –cerca de tres millones de dólares al año por cada detenido–, y porque pone en riesgo la seguridad nacional. Guantánamo se ha convertido en un símbolo antinorteamericano, por las torturas y los abusos contra los detenidos que se cometieron en el pasado. “Cada mes cuenta”, dijo Cliff Sloan, enviado del Departamento de Estado para la transferencia de detenidos. “El lapso entre hoy y fin de año es crucial, porque para avanzar en el cierre de Guantánamo primero hay que avanzar con el traslado de los detenidos.” En medio de este paisaje árido y polvoriento bajo un sol abrasador, las instalaciones de la prisión se extendieron, por más que la población de internos se achicó. En 2003, había cerca de 680 prisioneros en Camp Delta, un extenso complejo con tres

unidades de bloques de celdas a cielo abierto y otra zona de literas comunes. Actualmente, los 149 detenidos restantes viven en edificios nuevos, y Camp Delta está vacío. Hacia el Norte está el complejo original, Camp X-Ray –jaulas tipo perrera que fueron usadas durante cuatro meses, en 2002, mientras era construido el complejo Delta–, ahora convertido en una prisión fantasma, invadida por la vegetación y las ratas. A un kilómetro de la costa, escondido en las colinas, está el Camp 7, un centro de operaciones de inteligencia donde están prisioneros un grupo de sospechosos de terrorismo de alta peligrosidad, como Khalid Sheikh Mohammed, el autoproclamado cerebro de los ataques del 11 de Septiembre. El año pasado, el Comando Sur pidió alrededor de 200 millones de dólares para reconstruir esa estructura, para mejorar las viviendas de los 2000 soldados que forman parte de la fuerza de tareas de la prisión, y para reemplazar y reparar otras instalaciones, con el argumento de que el complejo no estaba diseñado para un uso a largo plazo, y de que emparchar los edificios existentes ya no representaba una solución. El Pentágono rechazó el pedido, pero el Congreso tal vez apruebe unos 23 millones de dólares para dos ítems de esa lista de deseos: reemplazar el edificio de la cocina y trasladar el centro médico más cerca de los Campos 5 y 6, estructuras de hormigón donde ahora viven la mayoría de los detenidos, rodeados de varios perímetros de alambre de púa. Además, los oficiales militares de este lugar dicen estar actualizando un “mapa de ruta” presupuestario que permita construir, eventualmente, alguno de sus otros requerimientos. La idea es derivar gradualmente algunos fondos generales para construcciones militares, y no buscar la aprobación de toda la lista de necesidades a través de una ley de gastos del Congreso. “Por lo menos, tenemos que prevenir, en caso de que este centro de detención siga abierto por dos años

más, 12 años más o 22 años más, para que pueda seguir cumpliendo con su misión”, dijo el contralmirante Kyle Cozad, a cargo de la fuerza de tareas de la prisión desde el mes de junio. En los Campos 5 y 6, los detenidos están alojados según su comportamiento. Los que cumplen con las reglas de la prisión pueden vivir comunitariamente, comiendo y rezando juntos. En cada bloque de celdas viven hasta 20 detenidos, y las puertas de las celdas permanecen abiertas durante la mayor parte del día, lo que les permite a los prisioneros socializar alrededor de una mesa o en el patio. Los detenidos que viven comunitariamente tienen mínimo contacto con los guardias, pero están bajo vigilancia constante a través de cámaras de seguridad y

Los detenidos que viven en comunidad tienen mínimo contacto con los guardias, pero están bajo vigilancia de las cámaras vidrios polarizados. Los periodistas que visitaron recientemente el lugar vieron a varios hombres de largas barbas y cabello corto, en uniforme penitenciario color marrón y blanco, hablando entre ellos en un espacio abierto, mientras otros dormían la siesta en sus celdas, tapándose la cara para protegerse de las luces. Unos pocos hombres estaban sentados en el interior en sillas blancas de plástico, mirando televisión con auriculares inalámbricos. Algunos bloques de celdas están diseñados para aquellos que quieren mirar televisión occidental o películas en DVD, mientras que hay otros preparados para quienes no quieren ver mujeres con el cuerpo descubierto. Más tarde, varios prisioneros pusieron sus alfombras sobre el piso

y rezaron en dirección a la Meca. Desde el techo del Camp 6, los periodistas pudieron ver a dos detenidos en otro patio recreativo, conversando bajo el tórrido sol. Un puñado de detenidos está intentando cultivar menta, tomates y arvejas en las clases de horticultura que imparte un docente contratado a través de la cerca perimetral. Los hablantes de árabe o pastún también pueden tomar clases de inglés y español. En su momento, también ofrecieron clases de habilidades sociales, en las que se enseñaba a elaborar un currículum, pero no hubo suficientes interesados, así que fueron reemplazadas por clases de manejo de Office, según relata un oficial a cargo del programa. Mohammed y otros cuatro acusados de colaborar con los atentados del 11 de Septiembre atravesaron prolongadas audiencias previas ante la comisión militar. El fiscal en jefe, brigadier general Mark S. Martins, renovó recientemente su mandato por tres años más en un intento por llegar al final del caso. Pero, según un informe de 2010 de un grupo intergubernamental, alrededor de la mitad de los detenidos eran apenas soldados rasos. Ese grupo de internos no violó ninguna ley y representa el grueso de los 79 elegidos para ser trasladados cuando estén dadas las condiciones de seguridad. El problema es que en su mayoría provienen de países demasiado inestables para que el Congreso habilite su traslado. Durante 2014, los contribuyentes norteamericanos habrán gastado 443 millones de dólares en la prisión de Guantánamo, incluidos los costos de vuelo de los equipos legales que deben venir para cada audiencia frente a la comisión. El alojamiento de un criminal federal en una prisión de máxima seguridad en el interior de Estados Unidos cuesta muchísimo menos: según la Oficina de Cárceles, en 2013 esa cifra fue de 30.280 dólares por detenido, aunque no incluye los costos judiciales.ß Traducción de Jaime Arrambide