¡SEAN HUMILDES! Por Jaime Bouchillon ... - ObreroFiel

primogenitura? ¡Voy a morir si no como ahora mismo!” Jacob entonces le hizo jurar a Esaú que iba a pagarle por el plato de guisado con su primogenitura.
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¡SEAN HUMILDES! Por Jaime Bouchillon INTRODUCCIÓN Unos de los vecinos nuestros, Martín y Carolina, tienen dos hijos varones chiquitos de 3 años y 1 año. Martín me dijo esta semana que su esposa estaba embarazada otra vez y que iba a tener dos hijas gemelas. Carolina deseaba tener una hija y Dios le ha dado dos. Génesis 25 habla de otra pareja que tenía gemelos. Génesis 25:21 dice que Isaac oró a Dios Jehová por su esposa Rebeca porque ella era estéril. Ellos querían tener hijos, pero no podían. Sin embargo, Dios aceptó la petición de Isaac y le ayudó a concebir a Rebeca, quien concibió a hijos varones gemelos. Génesis 25:22 dice que los gemelos luchaban dentro del vientre de Rebeca tanto que ella se desesperó y le rogó a Dios que le dijera lo que pasaba. Dios le explicó que ella iba a dar a luz dos hijos varones que iban a llegar a ser padres de dos naciones distintas. Los hijos de Isaac y Rebeca, Esaú y Jacob, eran ambos líderes. Los dos deseaban ser el número uno. Egoístamente luchaban en el vientre de su mamá para la posición más cómoda y cuando Rebeca les dio a luz, la mano de Jacob estaba trabando el calcañar de Esaú, como si Jacob le hubiera dicho a Esaú, “No, tú no puedes salir primero. ¡Ven acá! Yo quiero ser el primogénito”. A través de los años de su niñez, adolescencia y los siguientes años como adultos jóvenes, Esaú y Jacob continuaron peleándose. Jacob nunca perdonó a su hermano por haber nacido primeramente. Un día, ya siendo hombres jóvenes, Esaú regresó de haber estado en el campo todo el día cazando y tenía mucho hambre. Jacob tenía listo en ese momento un guisado que él había cocinado. Al ver el guisado, Esaú le pidió a Jacob que le sirviera un plato. Jacob respondió diciéndole a Esaú, “Te lo venderé por tu primogenitura”. Esaú entonces respondió preguntando, “¿Para qué me servirá la primogenitura? ¡Voy a morir si no como ahora mismo!” Jacob entonces le hizo jurar a Esaú que iba a pagarle por el plato de guisado con su primogenitura. Así menospreció Esaú la primogenitura y Jacob formó la idea de que la primogenitura ya era suya. La primogenitura era importante por dos razones: (1) le daba al hijo que la tenía la posición de preferencia sobre sus hermanos y (2) le aseguraba una doble porción de la herencia del padre. Era posible que el primogénito perdiera su primogenitura si cometiera un pecado serio como en el caso de Rubén que cometió fornicación con la concubina de su papá. La primogenitura entonces se le traspasaría a otro hijo. Al pasar los años, Isaac se envejeció y se quedó ciego. La ceguera le hizo concluir que ya era tiempo para bendecir a su primogénito Esaú y darles su herencia a sus hijos. Cuando Isaac le dijo a Esaú que cazara animal y que cocinara guisado de su carne porque quería comer con él y darle la bendición del primogénito, Rebeca oyó y le avisó a Jacob. Rebeca entonces le dijo a Jacob que buscara dos cabritos porque ella iba a cocinar guisado de la carne de ellos para que su padre pudiera comer con él y darle la bendición del primogénito. Jacob entonces le llevó a su papá el guisado, habiéndose vestido con la ropa de Esaú y habiéndose puesto las pieles de los cabritos en los brazos porque su hermano era velloso y él era lampiño. Así en estas maneras Jacob engañó a su papá aunque Isaac sabía que la voz que le hablaba no era la voz de Esaú, sino la voz de Jacob. Isaac, siendo engañado, comió y le dio la bendición del primogénito a Jacob. Cuando Esaú por fin le lleva a su papá el guisado que él cocinó con la carne del animal que cazó, Isaac tristemente se dio cuenta que su hijo menor le había engañado y que él le había dado a Jacob la bendición del primogénito que él quería darle a su hijo Esaú. Este hecho le hizo enojarse muchísimo a Esaú y llegó a aborrecer a su hermano Jacob por haber robado la bendición del primogénito. Esaú entonces decidió asesinar a su hermano Jacob cuando su papá falleciera. Esaú decidió devolverle mal por mal a su hermano Jacob.

TRANSICIÓN El plan de Esaú de esperar los pocos días que su papá iba a vivir y entonces asesinar a su hermano Jacob después del fallecimiento de su papá es una de dos maneras incorrectas que la gente soberbia responde a ofensas fuertes. Esta manera es la manera de la gente incrédula, la gente que no conoce a Dios y que no conoce los mandamientos de Dios o que no vive según los mandamientos de Dios. Uno de los mandamientos de Dios que encontramos en 1 Pedro 3:8 es “¡Sed todos amigables!” Esaú y Jacob no eran amigables en su manera de tratarse. Los dos eran egoístas y soberbios. Los dos querían ser el primogénito y querían recibir la bendición del primogénito. Se peleaban para ser el primero, aun para ser el primero para nacer. La palabra griega traducida “amigables” significa también ser “humildes de espíritu.” Si uno es humilde de espíritu, él cede lugar a la persona egoísta. La persona soberbia no cede lugar a otra persona, sino pelea para mantenerse en primer lugar. Se puede pelear con engaño, mentiras y falsedades porque a la persona soberbia le importa solamente ser número uno. Dios conoce bien la maldad del corazón del ser humano; por esto, él nos manda que seamos humildes de espíritu y como dice 1 Pedro 3:9-12, “no devolviendo mal por mal, . . . . . . . .” I.

SEAN HUMILDES DE ESPÍRITU, NO DEVOLVIENDO MAL POR MAL, SINO BENDICIENDO PORQUE FUIMOS LLAMADOS PARA HEREDAR BENDICIÓN. A.

Los soberbios devuelven mal por mal; los humildes de espíritu devuelven bendición.

B. La primera manera incorrecta para responder a la maldad que otra persona te hace es hacerle maldad también. Es incorrecto tomar venganza y devolverle mal por mal porque la respuesta de la persona soberbia es más fuerte que la ofensa que provocó la ira. Ejemplo: Génesis 34:1-31 - La respuesta soberbia de los hermanos de Dina, la hija de Jacob. 1. Siquem violó a Dina, una señorita menor de edad. 2. Simeón y Leví, unos de los hermanos mayores de Dina, toman venganza fuertemente. Ejemplo de la actualidad: Nuestro vecino de Guadalajara se enojaba cuando los hijos patearon la pelota de fútbol a su jardín. C.

II.

Dios les manda a sus hijos que sean humildes de espíritu porque no quiere que tomemos venganza fuertemente. Proverbios 29:22 dice que “el hombre iracundo levanta contiendas y el furioso muchas veces peca.” SEAN HUMILDES DE ESPÍRITU, NO DEVOLVIENDO MALDICIÓN POR MALDICIÓN, SINO BENDICIENDO PORQUE FUIMOS LLAMADOS PARA HEREDAR BENDICIÓN.

A. B. C. D. E. F. G. H. I.

Devolver maldad es algo que hacemos. Devolver maldición es algo que decimos. Devolver maldición por maldición es la manera incorrecta del creyente en la palabra de Dios, de la persona que tiene conocimiento de la ley de Dios: No matarás. No robarás. Devolver maldición por maldición es incorrecta porque las palabras groseras que decimos estando enojados también mata amistades y relaciones familiares. Proverbios 29:22 dice que la persona furiosa muchas veces peca. Santiago 3:6 dice que la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Santiago 3:8 dice que la lengua está llena de veneno mortal. El mal uso de la lengua mata el respeto, el amor, la confianza, la amistad, el deseo, el ánimo. Santiago 3:10-12 dice que los hijos de Dios no han de maldecir, sino bendecir. Si el hijo de Dios maldice, hay algo corrupto en su corazón que ha de sacar y crucificar porque del corazón la boca habla. Mateo 12:33-37 “Porque de la abundancia del corazón habla la boca.”

III.

DIOS NOS MANDA QUE SEAMOS HUMILDES DE CORAZÓN PORQUE FUIMOS LLAMADOS PARA HEREDAR BENDICIÓN. A. B. C. D.

B.

Si uno quiere amar la vida y ver días buenos, ha de refrenar su lengua de maldad. Es mejor no decir nada que decir algo con tanta emoción que empiezas una discusión. Muchas veces por responder rápidamente, hablamos mal: (1) tono de voz de enojo, de exasperación, de falta de paciencia, (2) palabras insensatas o groseras, (3) burla, (4) sarcasmo No vamos a amar la vida nuestra ni considerar buena nuestra situación si no refrenamos nuestra lengua de maldad. 1. Tenemos que hacer más lenta nuestra respuesta. 2. Tenemos que pensar más antes de responder. 3. Tenemos que hacer más preguntas para no llegar a conclusiones rápidas equivocadamente.

Si uno quiere amar la vida y ver días buenos, ha de apartarse del mal y hacer el bien. 1. En vez de pelearse y tomar venganza o guardar rencor, uno ha de buscar la paz y seguir la paz. 2. ¿Por qué? Porque Dios ve lo que hacemos y se pone en contra del que hace el mal. Ejemplo: Caín asesinó a su hermano Abel. Dios maldijo todo lo que Caín sembraba. Génesis 4:11-12 Caín no sería aceptable por nadie. Él sería como extranjero. Caín no encajaría en ningún lugar.

CONCLUSIÓN ¿Qué deseas recibir de Dios? ¿Deseas tener la bendición de Dios o deseas tener la mano fuerte de Dios contra todo lo que haces? Para tener la bendición de Dios, ver días buenos y amar la vida, tenemos que ser humildes de espíritu, tenemos que refrenar nuestra lengua del mal. tenemos que apartarnos del mal. tenemos que hacer el bien. tenemos que buscar la paz y seguirla No hemos de devolver mal por mal, ni maldición por maldición. No hemos de ser soberbios, sino humildes de espíritu porque, después de todo, aquí en la tierra, nuestra herencia en el cielo será bendición. Oremos. Usado con permiso

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