Documento no encontrado! Por favor, inténtelo de nuevo

Scioli acusó a activistas por la pueblada

de Miguel Portugal y Giuliana Gi- ménez, ambos de 16 .... cuestionamientos en la sociedad de. Baradero. ... Los amigos más cercanos de la chica y de “Portu” ...
1MB Größe 7 Downloads 50 vistas
INFORMACION GENERAL

Martes 23 de marzo de 2010

I

11

REBELION EN BARADERO s LA MUERTE DE DOS CHICOS EN UN CONFUSO ACCIDENTE

Fue masiva la presencia de vecinos en el entierro de los jóvenes

Otra marcha renovó ayer, en calma, el reclamo de justicia

El intendente Carossi acusó a “infiltrados” por los incidentes FOTOS DE TELAM Y FERNANDO MASSOBRIO / ENVIADO ESPECIAL

Scioli acusó a activistas por la pueblada El gobernador afirmó que hay pruebas de la presencia de infiltrados; quedó imputado el inspector que conducía la camioneta El día después de la violenta rebelión popular que anteayer conmocionó a Baradero, tras la muerte de dos adolescentes en un confuso accidente con una camioneta conducida por inspectores de Tránsito, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, denunció la actuación de activistas políticos en la pueblada. Así, se metió de lleno en la polémica desatada en esa ciudad, ubicado a 150 kilómetros de la Capital, donde ayer fueron sepultados en medio de grandes escenas de dolor los restos de Miguel Portugal y Giuliana Giménez, ambos de 16 años. El gobernador atribuyó la magnitud de la rebelión de anteayer a la presencia de “agitadores políticos” en la protesta de los vecinos, respaldó la acción de la policía durante la violenta manifestación (que derivó en el incendio del palacio municipal y de otros edificios)

y se mostró en favor de la continuidad institucional del municipio. Además, prometió que el caso “no va a quedar así”. Scioli hizo esas apreciaciones en diálogo con LA NACION, mientras el Concejo Deliberante de Baradero debatía la continuidad del intendente, Aldo Carossi, del Frente para la Victoria. Los concejales optaron por no suspender al jefe comunal y decidieron formar una comisión investigadora sobre los hechos. El gobernador, de todas formas, consideró que la iniciativa opositora para removerlo “es una prueba de la crispación” suscitada en el distrito y dijo que “Baradero es una comunidad pacífica”. Scioli recalcó que la policía no reprimió la protesta por expresa orden suya: “Yo dí la orden de no reprimir. Somos un gobierno responsable que actúa con cuidado en

una situación donde hay chicos y la gente está tan sensibilizada”, explicó el gobernador. En ese sentido, fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense desmintieron anoche que se hubiera pasado a disponibilidad a los comisarios Oscar Gómez y Raúl Franzia. Consultado por la actitud que adoptará si una pueblada se repite en ése u otros distritos, Scioli dijo que el ministerio conducido por Carlos Stornelli “evaluará cada circunstancia” puntualmente. Y se comprometió a aportar a la Justicia videos y otras pruebas que, según dijo, demuestran el accionar de activistas que incentivaron la violencia en las manifestaciones. Un pensamiento similar difundió el intendente Carossi. “En las filmaciones se ve a gente que tiene causas judiciales”, indicó en declaraciones a la prensa. “Tengo que pensar en

una maniobra orquestada, porque no se puede pensar que de forma espontánea aparezca un camión lleno de gomas. Parece que hay gente a la que le conviene el caos. Ahora la Justicia intenta individualizar a quienes cometieron actos vandálicos”, indicó el intendente. También dijo que no pensó en renunciar. “No corresponde eso”, aseveró. Fue una constante en Baradero colocar el foco en la presencia de “agitadores políticos” mezclados entre las personas que reclamaron por la muerte de los jóvenes. Para el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Elmer, “habría que investigar a fondo si hay algún interés particular de algún grupo político, ya que lo que pasó no se condice con el accionar de los habitantes del lugar, un pueblo muy tranquilo”. Mientras los políticos buscaban responsables para explicar la explo-

sión de violencia que vivió Baradero, la Justicia comenzó a investigar las causas del accidente que derivó en los fallecimientos de Portugal y Giménez.

Imputado, pero en libertad El fiscal Marcelo Manso tomó testimonio a una veintena de jóvenes que presenciaron el incidente entre la motocicleta en la que circulaban Portugal y Giménez y la camioneta de control de tránsito. Por el momento, imputó al inspector Jorge Minucci por “doble homicidio culposo”, mientras que no encontró razones para acusar a Luciana Romero, que acompañaba al conductor del vehículo municipal. De todos modos, todavía no se tomó declaración a Minucci, quien quedó en libertad. El fiscal envió a La Plata muestras de sangre y orina para determinar la condición

física del inspector de tránsito. La cuestionada repartición de inspectores municipales perdió ayer a su director, ya que renunció Pablo Scarfoni, uno de los funcionarios que más enojo despertaban entre los vecinos. Una vivienda de su propiedad fue quemada durante la revuelta de anteayer. “Tengo que dar un paso al costado para que Carossi pueda oxigenar su gabinete. Tengo que dejar el cargo de Inspección General, si eso contribuye a garantizar la paz social”, expresó a radios locales. La prensa de Baradero recibió también el golpe de la pueblada, ya que la FM Tiempo anunció ayer que cerrará sus puertas definitivamente tras resultar con su local destruido en los incidentes.

Informe de Marina Marianetti y Sebastián Lalaurette

El intendente alertó sobre el robo de motocicletas

Está grave un motociclista que no usaba casco y chocó

Justificó la presión de los inspectores

El joven se accidentó ayer en Baradero

BARADERO (De una enviada especial).– El intendente Aldo Carossi mantuvo ayer la posición de considerar “un accidente” las muertes de los jóvenes Miguel Portugal y Giuliana Giménez. Pero fue más allá en sus consideraciones y especuló sobre las causas que llevaron a esos fallecimientos, que ocasionaron una pueblada. “Hay un problema sociológico que no sé cómo se va a resolver, y que es la aceptación de las leyes por parte de la gente”, dijo, en declaraciones a medios periodísticos. El jefe comunal expuso una realidad que, a su criterio, une la proliferación de motos en la zona con una red de venta de rodados ilegales. “Hay 10.000 motos en Baradero. Y ya tenemos 500 motos secuestradas desde hace mucho tiempo sin que nadie las retire porque circulan sin papeles. El tema de las motos se presta a una cuestión delictiva importante: roban motos en otro pueblo para venderlas aquí. Roban motos en Ramallo y las venden en Baradero, o roban en Baradero y las venden en Ramallo. Esto lo maneja la marginalidad, la delincuencia”, afirmó. El padre de uno de los chicos muertos, Hugo Portugal, aceptó que la moto que usaba su hijo tenía pedido de captura. Y los jóvenes que acompañaron con sus ciclomotores al cortejo fúnebre reconocieron que quitan las patentes de las motos para evitar multas y, en algunos casos, para que no se verifique si el rodado está dentro de la legalidad o no. Carossi defendió con esa explicación la actitud del cuerpo de agentes de tránsito, que recibió fuertes cuestionamientos en la sociedad de Baradero. El jefe de la Inspección General, Pablo Scarfoni, tuvo que presentar ayer la renuncia frente a la fuerte presión social en su contra. Un día después de los incidentes, otro accidente de tránsito terminó con un joven motociclista internado en grave estado. Al igual que la pareja muerta el domingo, no usaba casco (ver aparte). Carossi manifestó que cambiar la cultura de vulnerar las leyes de tránsito es un punto a conseguir. “Los jóvenes creen que si quieren usan casco y si no quieren, no lo usan, porque total no dañan a nadie. Nosotros lo que queremos es proteger su vida, y usar casco implica tener el 60 por ciento de posibilidades de tener menores consecuencias en un accidente”, afirmó. El intendente Carossi, en tanto, firmó ayer un decreto por el cual declaró “zona de desastre” el incendiado edificio municipal y las restantes dependencias afectadas por la turba.

Un joven resultó gravemente herido ayer por la tarde al chocar la motocicleta que conducía con un auto en la ciudad de Baradero, en el mismo momento en que se realizaba una marcha en reclamo de justicia por la muerte de los dos adolescentes que habrían sido embestidos por una camioneta del municipio local. Según confirmaron fuentes policiales, el nuevo accidente se produjo por la tarde en la esquina de Saavedra y Carranza, en Baradero, y la víctima sufrió gravísimos golpes en la cabeza como consecuencia del impacto. Según los investigadores, al momento del accidente, el motociclista se hallaba sin casco y sufrió politraumatismos, especialmente en el cráneo. Según la prensa de Baradero, el choque fue protagonizado por un auto de marca Chevrolet, conducido por una mujer de apellido Gorosito, mientras que la moto –de 125 centímetros cúbicos de cilindrada– era manejada por un joven identificado como Ariel Lacuadra. El joven fue auxiliado por vecinos que alertaron a la policía y a los médicos, tras lo cual fue trasladado de urgencia a un centro asistencial de la zona. Luego, las autoridades médicas decidieron derivar a la víctima al Hospital de San Pedro para someterla a una tomografía computada, ya que presentaba graves lesiones en el cráneo y su estado es delicado. Anoche no se habían podido determinar todavía los motivos ni la responsabilidad de la colisión, aunque el intendente, Aldo Carossi, informó que el joven que resultó internado en terapia intensiva no llevaba el casco puesto. El accidente se produjo casi al mismo tiempo en que se realizaba una marcha en el centro de la ciudad en reclamo del esclarecimiento de las muertes de Giuliana Giménez y de Miguel Portugal (ver aparte).

Hugo Portugal, padre de Miguel, se despidió de su hijo con una pintada en el lugar donde ocurrió el choque FERNANDO MASSOBRIO/ENVIADO ESPECIAL

Despidieron a los adolescentes con una marcha en reclamo de justicia Los familiares de las dos víctimas mortales pidieron que la manifestación fuera pacífica y apolítica MARINA MARIANETTI ENVIADA ESPECIAL BARADERO.– Tras la furia del domingo, el dolor se apoderó ayer de la gente de esta ciudad. Luego del velatorio y el entierro de los cuerpos de Giuliana Giménez y Miguel Portugal, gran parte del pueblo marchó en silencio para reclamar justicia. La peregrinación partió y terminó en las ruinas de lo que hasta este fin de semana había sido la municipalidad. Desde la escuela técnica a la que concurrían las dos víctimas, de 16 años, unas trescientas personas se movilizaron hacia el cementerio local para darles el último adiós. Lo sorprendente fue que el cortejo se realizó en moto. Sólo un par de personas usaban casco y en varios rodados iban hasta cuatro pasajeros. En el cementerio, Roxana Sandoval, madre de Giuliana, no podía mantenerse en pie. Varios familiares tuvieron que ayudarla y llevarla a su casa antes del final de la ceremonia. Los amigos más cercanos de la chica y de “Portu”, como le decían a Miguel, estaban desconsolados. Muchos de ellos, a las 15, se sumaron a la concentración en la plaza Mitre. “Miguel fue el chico más feliz que conocí; siempre estaba riéndose. Todos lo querían, y eso se nota acá.

No vamos a olvidarlo y tampoco olvidaremos lo que pasó”, contó Fiorella, de 15 años. Puntualmente, a las 15, comenzaron a marchar más de mil personas por las calles del centro de la ciudad. De la rabia y el fuego a las lágrimas pasó un pueblo que, mientras marchó, reclamó justicia y pidió, con intermitentes aplausos, la renuncia del intendente, Aldo Carossi. La parada obligada fue en la intersección de las calles Anchorena y Gallo, donde se produjo el mortal accidente que desató la iracunda respuesta. Allí, Hugo Portugal, padre de Miguel, rindió su último homenaje, y con un aerosol verde escribió entre lágrimas en el asfalto: “Hijo, te amo. Papi”.

Pedido de calma Los familiares y amigos de las víctimas recorrieron las calles de Baradero sosteniendo una pancarta que rezaba: “Giuliana y Miguel. Justicia. Dos ángeles más en el cielo”. Más atrás, acompañaba en silencio una muchedumbre de vecinos y allegados que ocupaba dos cuadras. Antes de comenzar a andar, los familiares aclararon que la marcha a la que habían convocado debía ser pacífica y se mostraron su preocupación por los mensajes de texto que recibían muchas personas en el lugar, en los

que les decían que no se plegaran a la marcha porque iba a haber “piqueteros” infiltrados con la intención de destituir al intendente. “Esta no es una marcha política”, no se cansaba de repetir uno de los tíos de Miguel. “Nosotros queremos pedir justicia, pero no queremos violencia”, manifestó, en clara referencia a los hechos del día anterior. Sin embargo, una vez que regresaron al municipio, se alzó una pancarta justo frente al edificio que decía: “Ca-

“Que Scarfoni haya renunciado es un alivio, por todos esos chicos que ahora van a poder andar tranquilos” rossi, tu capricho se cobró dos vidas. ¡Justicia!”. La demanda despertó un aplauso similar al que reciben las estrellas de rock justo en el momento de salir al escenario, sólo que en vez de gritar “¡Olé, olé!”, gritaban: “¡Que se vaya! ¡Que se vaya!”. El llanto volvió a dejarle paso a la bronca cuando terminó el acto. Allí, Hugo Portugal, el único padre que accedió a hablar con la prensa, dijo a LA NACION: “Si el intendente no

hubiera tenido a esos «gansos» alrededor, capaz que su gestión hubiera sido buena; pero ahora se va a tener que ir. Su padre [por Pedro Carossi, que estuvo a cargo de la intendencia durante 10 años] era un señor. El fue el que me dio mi primer trabajo, en 1993, y nunca me falló”. Antes de despedirse, Portugal, en relación con la renuncia que por la mañana presentó el director de tránsito Pedro Scarfoni, deslizó: “Por el momento, que Scarfoni haya renunciado es un alivio, por todos esos chicos que ahora van a poder andar tranquilos por la calle sin que los tiren de la moto. Gracias a esa renuncia, a partir de ahora se van a salvar muchas vidas”. Amigos de los jóvenes fallecidos seguían impactados por la tragedia e insistían en echar culpas contra los “zorros”, como llaman a los agentes de tránsito, con los que parecen tener un especial enfrentamiento. De hecho, a pesar de las muertes recientes, mantenían la costumbre de ir en moto sin casco, y también muchos reconocían que suelen quitar las chapas patente de los ciclomotores para evitar las multas.

      

                      

Fotogalería. Marcha en reclamo de justicia en Baradero. www.lanacion.com.ar/fotos/