El perfil del violador:
Una parafilia reincidente La reciente derogación de la “doctrina Parot” ha provocado la excarcelación de numerosos delincuentes peligrosos, entre los que se encuentran varios violadores. Por el momento, siete agresores sexuales han sido puestos en libertad, pero están pendientes nuevas excarcelaciones. Ante esta situación jurídica, son muchas las incógnitas que quedan sin responder en el pensamiento de muchos ciudadanos, aunque una es la recurrente: ¿Volverán a violar? En este reportaje daremos respuesta a estas preguntas analizando detalladamente el perfil del violador.
¿Qué se entiende por violación sexual? Para ello debemos centrarnos en la literalidad de nuestro Código Penal que describe en su artículo 179 dicho delito indicando: “Cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado como reo de violación con la pena de prisión de seis a 12 años”. Si bien el delito de violación no es específico del género masculino, el 98% de 44 | vs21 · febrer, 2014
las violaciones sexuales son perpetradas por hombres, según las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio del Interior. Actualmente, por delitos contra la libertad sexual se encuentran en prisión un total de 2947 reclusos, de los cuales, 2.886 son hombres y 61, según la Secretaría General de Asuntos Penitenciarios, son mujeres.
El perfil criminológico de los violadores Se trata mayoritariamente de hombres y mujeres de eda-
miriam wickett
francisco javier Moreno Oliver
des comprendidas entre los 18 y 30 años, aunque no quedan descartados los otros rangos de edad. Como ejemplo, en el último año en España, se perpetraron 19 violaciones por sujetos con edad superior a los 64 años y 60 violaciones por parte de menores de edad. Según los datos del último anuario estadístico del Ministerio del Interior, en un año se realizaron un total de 938 detenciones por delito de violación, de un total de 1280 casos conocidos. Hay que destacar en este sentido que en muchas ocasiones los delitos de violación son desconocidos al no ser denunciados. Según
un reciente estudio realizado por la Universidad de Barcelona, entre el 50% y el 55% de estas agresiones sexuales no se denuncian. De las citadas detenciones un 40% pertenecen a población extranjera. Como hemos indicado anteriormente, el género predominante en el delito de violación es el masculino, con un 2% de violaciones perpetradas por mujeres. No hay estudios concluyentes que permitan realizar un perfil sociocultural del violador atendiendo a variables de cultura, grupo étnico, nivel social, nivel educativo y profesional. Los diferentes estudios realizados nos muestran
un perfil heterogéneo en este ámbito. Tampoco se ha encontrado un perfil característico de las mujeres violadas, no obstante el rango de edad más frecuente de mujeres violadas es de los 17 a los 28 años. Debemos añadir a este dato que numerosos estudios demuestran que una de cada siete mujeres casadas ha sido violada o agredida sexualmente por sus maridos. Cataluña es la comunidad autónoma con mayor número de imputados por violación, seguida de Andalucía. En España cada 8 horas se produce una violación sexual.
La mente del violador Fue en el siglo XIX cuando Richard von Krafft-Ebing publica su famosa “Psychopathia Sexualis “en 1886 ofreciendo a la comunidad científica el primer perfil psicológico del violador. El violador es un enfermo, como lo es el pirómano, el psicópata, el cleptómano y tantas otras patologías cuyas conductas atentan contra las personas o la propiedad y que deben ser analizadas desde la óptica clínica. Visión esta controvertida ante la opinión pública, por el rechazo social que generan las conductas de estos enfermos. El violador padece un tras-
torno psicológico que algunos autores colocan en el gran cajón de sastre de las parafilias. Son sujetos con un alto grado de agresividad y que habitualmente presentan conductas violentas que desplazan a través de su sexualidad de forma sádica a la víctima. Necesitan demostrar poder y control sobre la misma. Sus fantasías sexuales, por las que logran excitarse, responden a pensamientos distorsionados. Sus acciones son compulsivas, que exceden sus capacidades de autocontrol: la violación tiene más que ver con el autocontrol del violador que con su apetencia sexual. En ocasiones son consumidores de drogas, principalmente de alcohol. Un porcentaje importante de estos sujetos sufrieron abusos sexuales en su infancia. En un estudio realizado por el CEJFE del Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya se concluyó que el índice de reincidencia de los violadores es de un 20% En definitiva, el violador no es más que un enfermo cuya patología lo convierte en un depredador sexual de su propia especie.
El “modus operandi” del violador En los diversos estudios donde se han analizado los “modus operandi” de
los violadores detenidos se han encontrado variables que permiten establecer las diferentes formas de actuar del violador. Los espacios donde perpetran las violaciones son zonas poco iluminadas y solitarias. Los violadores no suelen mostrar su rostro a las víctimas y normalmente utilizan un arma blanca para intimidarlas. El móvil de las violaciones suele ser de tres tipos: Un 55% de violaciones responden a conductas coléricas donde la agresión sexual es un medio para expresar y descargar sentimientos de cólera. El violador emplea más violencia de la necesaria para dominar a la víctima. La violación sexual es una consecuencia sobrevenida no inicialmente prevista, derivada de una situación de frustración. En el otro 40% de las violaciones, el agresor quiere poseer sexualmente a la mujer y no infligir otro daño adicional. Su objetivo es el sexo, así que la violencia es instrumental: para conseguir “cooperación”. En un 20% de estas violaciones, se realizan utilizando el método de la insumisión química, siendo la droga de preferencia la escopolamina, denominada en el argot delincuencial “Burundanga”. Finalmente un 5% de las violaciones restantes tienen componentes sexuales y agresivos. El violador busca un perfil de víctima que tenga semejanza a algún tipo de mujer que odia. Este tipo de violadores suele actuar con rituales, torturas y vejaciones en la violación. La degradación y el abuso es lo que les proporciona enorme satisfacción. Añadir que un 30% de los violadores son individuos desconocidos por la víctima en Dave Dyet
contraposición a un 70% que suelen ser violadores conocidos por la persona que ha sufrido la agresión sexual.
Las redes sociales, una puerta de agresión sexual Uno de los principales desencadenantes es el “sexting”, que consiste en la difusión o publicación de contenidos (principalmente fotografías o vídeos) de tipo erótico o sexual, producidos por el propio remitente, utilizando para ello las redes sociales. Normalmente quien envía las imágenes confía en la reserva y confidencialidad del receptor, aunque en numerosos casos dichas imágenes acaban distribuyéndose en las redes sociales, provocando el deseo y las fantasías sexuales de violadores que buscan a sus víctimas a través de las redes sociales de Internet.
El violador en prisión En el entorno penitenciario la violación es un delito muy repudiado por los reclusos. El violador normalmente suele ser protegido del resto de los internos por la administración penitenciaria para evitar que sufra agresiones que en ocasiones pueden ser de muerte. Actualmente existen programas de rehabilitación de agresores sexuales para los presos que han ingresado en prisión por delito de violación. Son programas de tratamiento penitenciario voluntarios que según recientes estudios reducen al 4,1% el nivel de reincidencia de los violadores que han seguido íntegramente dicho tratamiento. Otra opción vovs21 · febrer, 2014 | 45
| El perfil del violador
Prevención de la violación luntaria a la que pueden optar los violadores que han cumplido la pena de prisión, es la denominada “castración química”. Uno de los fármacos más empleados para este fin es la Depo-Provera, que es inyectada a dichos delincuentes con el fin de reducir su libido. Consiste en un tratamiento reversible, cuyo resultado desaparecerá si el violador decide suspender la medicación. Se trata de una medida rechazada mayoritariamente por los violadores. Otra medida voluntaria son las pulseras electrónicas, medida de control también rechazada mayoritariamente por la población reclusa.
Cómo actuar ante una violación Si ha sufrido una violación, acuda inmediatamente a un centro hospitalario y explique lo ocurrido al personal facultativo. No se lave ni se cambie de ropa, con la finalidad de que la policía científica pueda determinar el ADN y otros rastros del agresor. Intente recordar y anotar aquellos datos que puedan facilitar la identificación del agresor, tipo de vestimenta y complementos, lengua en la que se expresa, características fonéticas, timbre de voz, olor, características físicas, etc. Su denuncia puede evitar otra violación. Con la finalidad de poder tratar adecuadamente la situación vital estresante sufrida, inicie una terapia psicológica que le ayude a restablecerse de la agresión psicológica sufrida. Es recomendable ponerse en contacto con alguna asociación de mujeres violadas donde le podrán orientar de forma especializada sobre los recursos y derechos existentes ante la agresión padecida. 46 | vs21 · febrer, 2014
El Ministerio del Interior realiza las siguientes recomendaciones para prevenir la violación sexual:
• No haga auto-stop ni recoja en su coche a desconocidos. • Por la noche, evite las paradas solitarias de autobuses. Si el autobús no está muy concurrido, procure sentarse cerca del conductor. • No pasee por descampados ni calles solitarias, sobre todo de noche, ni sola ni acompañada. • Si se ve obligada a transitar habitualmente por zonas oscuras y solitarias, procure cambiar su itinerario. En otros países se utilizan silbatos para ahuyentar al delincuente. Considere la posibilidad de adquirir uno. • Evite permanecer de noche en un vehículo estacionado en descampados, parques, extrarradios, etc. • Antes de aparcar su vehículo mire a su alrededor, por si percibiera la presencia de personas sospechosas. Haga lo mismo cuando se disponga a utilizar su coche. Antes de entrar, observe su interior. Podría encontrarse algún intruso agazapado en la parte trasera. • Si vive usted sola, no ponga su nombre de pila en el buzón de correos, sólo la inicial. Eche las cortinas al anochecer para evitar miradas indiscretas. Tenga encendidas las luces de dos o más habitaciones para aparentar la presencia de dos o más personas en el domicilio. • Evite entrar en el ascensor cuando esté ocupado por un extraño, especialmente en edificios de apartamentos. De cualquier modo, sitúese lo más cerca posible del pulsador de alarma. • Ante un intento de violación, trate de huir y pedir socorro. Si no puede escapar, procure entablar conversación con el presunto violador con objeto de disuadirle y ganar tiempo en espera de una circunstancia que pueda favorecer la llegada de auxilio o permitir su huida. Todo ello, mientras observa los rasgos físicos de su agresor, en la medida de lo posible.