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Los carteristas. Tipologías y sus “modus operandi” El perfil del carterista

r ¡Me han robado la cartera! En Barcelona la policía tiene censados más de un millar de carterista en activo cada día, cifra parecida a la que existe en las grandes ciudades europeas. Son delincuentes que actúan en grupo preferentemente en aglomeraciones. No suelen ser violentos y sus “modus operandi” varían según la especialidad de cada grupo. Se trata de un tipo de actividad delictiva que mayoritariamente se tipifica como falta por hurto, cuya condena suele ser una multa. Según diferentes estudios dichos delincuentes suelen conseguir con el carterismo unos ingresos anuales de unos 60.000 euros libres de impuestos. Es un delito que va en aumento.

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javier MORENO OLIVER

Son hombres o mujeres cuyo sustento económico se centra en el robo o el hurto. Un porcentaje importante son menores de edad que actúan en pequeños grupos organizados. Sus acciones se caracterizan por la meticulosidad. Conocen la legislación vigente que afecta su actividad delictiva, por lo que sus actuaciones siempre suelen encontrase dentro de un margen de seguridad legal, con la finalidad de que en caso de ser detenidos, su imputación sea por una falta de hurto, evitando el delito por robo. Para ello, suelen evitar la violencia o la fuerza, e intentan que cada hurto no supere los 400 euros, ya que el hurto de una cantidad superior es considerado delito a nivel judicial. El hecho de incorporar en los grupos de carteristas menores de edad, es otra astucia legal de estos delincuentes, con ello buscan que quien realiza el hurto, por su limitación de edad, no esté sometido a las leyes penales. A todo ello añadir que los carteristas saben que sus actos delictivos normalmente no son denunciados por sus víctimas, actualmente sólo el 5% de estos hurtos terminan en denuncia. Y en caso de tener problemas con la justicia tienen a su servicio un colectivo habitual de abogados especializados en este tipo de delitos para su defensa. El perfil del carterista ha ido variado a través del tiempo, hoy, está especializado. Antaño el carterismo era considerado en los ambientes delincuenciales, penitenciarios e incluso policiales, como un arte reconocido y valorado que sólo unos pocos podían ejercer por el aprendizaje y pericia que dicha actividad suponía. En los ambientes del hampa existían escuelas de carteristas donde mediante maniquíes vestidos con americanas que tenían cosidos cascabeles entrenaban a sus alumnos para el robo de las carteras con la finalidad de que sus víctimas futuras no se percataran del hurto. Hoy el carterismo ha ampliado su campo de acción y además se ha especializado, los móviles de alta gama, bolsos, maletas, y por supuesto carteras forman parte de los artículos de

Las mujeres con buen aspecto físico, vestidas con minifaldas y escotes amplios también son utilizadas como recurso por los carteristas. Las víctimas elegidas siempre son hombres de mediana edad.

hurto de los carteristas. Últimamente, algunos de estos delincuentes también tienen tratos con el crimen organizado, a quienes les suministran los DNI, pasaportes, tarjetas bancarias y otros documentos que encuentran en sus hurtos para su posterior manipulación y falsificación por parte de estas mafias.

Los diferentes “modus operandi” Los mercadillos, los transportes públicos, los acontecimientos deportivos, los festejos populares y las aglomeraciones en general son los contextos de lección de este tipo de delincuentes. Incluso en ocasiones se trasladan a otros lugares, de su zona de acción, donde se celebren eventos que supongan gran magnitud de población como los San Fermines, las Fallas valencianas, campeonatos deportivos con asistencia masiva de público, entre otras efemérides, por la facilidad que estos actos suponen para sus fines delictivos. Las víctimas de elección son los ancianos y los turistas. Pero cualquier persona, en estado de distracción es un buen objetivo para el carterista. El “modus operandi” del carterista varía según su especialidad y lugar donde, en argot de estos delincuentes, tenga que “picar la mercancía”. Habitualmente trabajan en grupo, uno es el encargado de hurtar el objeto, acto seguido pasa el mismo a otro que se lo lleva rápidamente,

de esta forma en caso de que la víctima acuse a quien le ha quitado la cartera, si es cacheado por la policía, no se la encontrarán, quedando exento de toda acusación.

El carterismo y sus especialidades Los más habituales son los denominados “descuideros” que actúan en los mercadillos, centros comerciales, restaurantes, cafeterías, salas de espera de transportes públicos, etc. La técnica del hurto al descuido es la habitual. Un móvil encima de una mesa, un bolso colgado en el respaldo de una silla, una maleta depositada junto a un asiento, un monedero a la vista dentro de un bolso, son los objetos que suelen llevarse estos carteritas en un momento

Los carteristas suelen evitar la violencia o la fuerza, e intentan que cada hurto no supere los 400 euros, ya que una cantidad superior es considerado delito.

de descuido de la víctima. Para ello, suelen utilizar lo que ellos denominan una “muleta” que habitualmente suele ser una prenda de ropa colgada en el brazo o un bolso grande que se utiliza para tapar el artículo que han hurtado. Normalmente estos delincuentes lleven gafas de sol, gorras, pelucas con la finalidad de no poder ser identificados por las cámaras de seguridad de los establecimientos o de la vía pública. También es frecuente que después de cada hurto se cambien el color y tipo de prenda de vestir externa. Los “carpeteros” es otra modalidad de los carteristas parecida a la anterior. Su “modus operandi” está protagonizado por chicos o chicas jóvenes que aparentemente recogen firmas por una causa justa. Suelen hurtar móviles de alta gama en espacios de restauración, buscan víctimas que tengan depositado su móvil encima de la mesa, se acercan a ellas para explicarles la causa por la que recogen firmas a la vez que solicitan su colaboración, acto seguido colocan la carpeta encima del móvil y al retirarla también se llevan el teléfono. Los denominados “ratas de metro” en su gran mayoría son mujeres. Su forma de actuar es el denominado “tapón”. Consiste en aprovechar cualquier situación, como la entrada o salida de los vagones del metro o tren, de las escaleras mecánicas o de las barreras de control de los vestíbulos de las estaciones, donde una carterista se sitúa unas cuantas personas por delante de la víctima y otra justo detrás de la misma. La primera, se para con cualquier subterfugio y tapona el tránsito de los usuarios provocando pequeños choques entre ellos, momento donde la carterista de atrás con el contacto físico aprovecha para hurtar la cartera de la persona escogida. Otra tipología de carteristas son los “chinaores” utilizan una cuchilla de afeitar para cortar el bolsillo, bolso o la correa donde va colgado para llevarse los artículos de su interior. Estos

delincuentes suelen actuar en las salas de espera de estaciones de tren, aeropuertos o dentro de los propios transportes públicos sentándose junto a la víctima por el lado donde tienen el bolsillo o bolso a “chinar”, estos carteristas suelen elegir preferentemente aquellos viajeros que duermen durante el trayecto. Los llamados “lanceros” utilizan, para sacar del interior de los bolsos o bolsillos las carteras u otros objetos, pinzas de cirujano o de hielo. Como en el caso anterior las salas de espera y los transportes públicos son los lugares habituales de estos carteristas. En las zonas turísticas es donde actúan las “claveteras” las cuales ofrecen a sus víctimas un clavel a cambio de la voluntad. Cuando el turista saca la cartera para darles el donativo, con la excusa de explicarle el valor de las monedas, acercan la mano a la cartera de la víctima y mientras con los dedos índice y pulgar le señalan las monedas con los dedos meñique y anular rodeados por una goma elástica, para hacer una pinza, hurtan del monedero otras monedas o billetes al descuido. Otra modalidad es cuando el carterista hace de turista debidamente disfrazado. El “modus operandi” consiste en acercarse a la víctima con un mapa turístico para pedirle información para ir a un punto concreto del lugar, mientras la persona elegida está distraída dando indicaciones al supuesto turista, uno de sus acompañantes aprovecha para llevarse del bolso o de los bolsillos de la citada víctima sus permanencias. Las goteras, son mujeres que ejercen la prostitución a la vez que roban a sus clientes. Utilizan la técnica del “beso del amor” que consiste en administrarle a su acompañante un hipnótico en la bebida. Cuando este se queda dormido se le llevan sus pertenencias. Estas víctimas no suelen denunciar estos robos por motivos de vergüenza al tener que explicar a la policía y en el juzgado los hechos ocurridos. La pareja de falsos operarios de telefónica, de la compañía del gas, electricidad entre vs21 · NOVEMBRE, 2013 | 35

| ¡Me han robado la cartera!

Cómo evitar que le quiten la cartera Evitar llevar la cartera donde guarda el dinero y la documentación en el bolsillo trasero del pantalón. No deje en ningún momento a la vista el interior del bolso, mochilas, carteras, etc., donde lleve sus pertenencias. Es importante que el cierre de bolsos, mochilas y carteras sea de cremallera con sistema de bloqueo de la misma, o colóquele un pequeño candado. Cuando acuda a lugares con aglomeración de personas (mercadillos, eventos culturales o deportivos, etc.), es conveniente colocar en el interior del bolso, mochila etc. un sistema de alarma de abertura no deseada. En caso de transitar por aglomeraciones de personas, colóquese el bolso o mochila, etc. en la parte delantera de su cuerpo debidamente cerrado y sujeto No deje nunca el bolso, mochila, cámaras etc., colgados en el respaldo de la silla de un lugar público, manténgalos siempre a la vista y busque la manera de que no puedan llevárselos por el sistema del tirón. En bares o restaurantes no deje los móviles u otras pertenencias encima de la mesa para evitar que se lo puedan llevar por el sistema del descuido. Cuando utilice en un espacio público su cartera para pagar, al guardarla hágalo en un lugar seguro, por si algún carterista ha controlado donde lleva la misma. Al sacar dinero de un cajero automático elija los interiores de la sucursal. No guarde todo el dinero en el mismo lugar. Cuando alguien se le acerque para informarle de una campaña o para pedirle alguna información intente guardar con dicha persona la distancia de seguridad que es la longitud entera de un brazo con la mano extendida alrededor de toda su cuerpo.

otras es otro método de hurto. Suelen escoger personas mayores que viven solas, acuden a sus domicilios y les indican la urgencia de poder entrar en la vivienda para revisar la existencia de una importante avería detectada por su compañía. Una vez dentro uno se encarga de distraer al propietario mientras la otra se lleva las joyas, dinero u otros artículos de valor que encuentra en el domicilio. En las zonas de ocio nocturno los carteristas buscan víctimas que estén en estado de embriaguez. Actúan en parejas, el “modus operandi” consiste en simular que están jugando al futbol con una lata de refresco que le lanzan a quien han visto ebrio, y mientras le hacen un regate, uno de ellos aprovecha para quitarle la cartera, móvil u otros objetos de valor. A estos carteristas les llaman Ronaldinhos. Las mujeres con buen aspecto físico, vestidas con minifaldas y escotes amplios también son utilizadas como recurso por los carteristas. Las víctimas elegidas siempre son hombres de mediana edad. El “modus operandi” suele realizarse en cafeterías, y consiste en que la mujer que hace de gancho lleva un café en la mano y de forma torpe mancha a la víctima con el contenido de la taza, acto seguido se ofrece a limpiarle la mancha con un pañuelo mientras centra la mirada del hombre en su escote, paralelamente otro compinche aprovecha para quitarle la cartera del bolsillo del pantalón. La creatividad de los carteristas es ilimitada, se trata de buscar maneras diversas de como distraer a sus víctimas para acto seguido quitarle sus pertenencias, un choque accidental con el cuerpo de quien le van a quitar la cartera, simular una discusión matrimonial violenta para cen-

trar la atención de sus potenciales objetivos, aprovechar los espectáculos callejeros, cualquier elemento distractor es bueno para hurtar. Si no saben donde guardan sus potenciales víctimas la cartera, uno de los carteristas gritará fuerte ¡Me han robado la cartera! Con ello conseguirá que la gente que le rodea busque la suya para saber que no le han robado, de esta forma ya sabe donde se la tienen que quitar. Como ya hemos indicado anteriormente, la distracción es el mejor aliado de los carteristas. ¡Me han robado la cartera! Si ha sido víctima de un carterista, lo más importante es tranquilizarse e intentar actuar de forma estructurada. En primer lugar es recomendable bloquear las tarjetas bancarias y si también le han quitado el móvil, llamar inmediatamente a la compañía para darlo de baja del servicio. Seguidamente presente una denuncia ante la policía, de esta manera, si se ha quedado sin documentación podrá acreditarlo en caso de necesidad. Cambie todas las contraseñas de sus documentos vinculados a la red y presente la denuncia del hurto a todas las entidades relacionadas con la documentación que le han quitado a efectos de gestionar sus duplicados. Un recurso que le será muy útil es contactar con el Servicio de Prevención del Fraude (SEPFRA) para que le den de alta en el Servicio de Documentos Extraviados y Robados (DER), que permite poner los datos de sus documentos bajo vigilancia. En el caso de que hubiera sufrido algún tipo de agresión física durante el robo, situación inusual en el caso de los carteristas, acuda a un centro médico para que le hagan un parte de lesiones, que deberá presentar en la denuncia ante la policía.

Los carteristas más habituales son los denominados “descuideros” que actúan en los mercadillos, centros comerciales, restaurantes, cafeterías, salas de espera de transportes públicos... 36 | vs21 · novemBRE, 2013