Las fotos ahora son un recuerdo en vivo y el álbum, un

comparten por mensaje de texto o. WhatsApp, y ahí quedan, ... para llevar registro gráfico de la vi- da familiar. ..... frutando de los videojuegos”, vaca- .... Estilo. Ygnacio Cervio participará del próximo mundial de barbas. Tomás Mc Dowell.
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SÁBADO

Será una antigüedad, pero es lo que yo quiero testimonio Pablo Sirvén LA NACioN

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iPad en mano, Maribel Caamaño Rial toma una foto de sus hijos, Federico, Agustín e Ignacio

gustavo bosco

Hogar

Las fotos ahora son un recuerdo en vivo y el álbum, un objeto del pasado

a mejor secuencia fotográfica de mi vida, en varias placas en blanco y negro, es de hace 55 años, a meses de haber nacido. En mi vida personal y profesional he estado infinidad de veces frente a una cámara fotográfica, pero lamento que a medida que la vida ha ido pasando, cada vez fueron menos los momentos que conservo de esos flashazos. Ni siquiera puedo decir que estén traspapelados, porque la tonelada de instantáneas familiares que se han empeñado en tomarme jamás llegó a ese soporte. Nunca fueron más que un puñado de inestables bytes que, vaya a saber, si quedaron en un viejo celular, en el disco roto de alguna computadora fuera de servicio o en un cruce de mails. La primera vez que tuve conciencia de esta situación fue en 1999, cuando estaba cerrando la edición de un libro sobre la historia de la TV argentina. Cuanto más atrás iba en el tiempo, es cierto que había menor cantidad de fotos para recolectar, pero, al menos, las pocas que se conseguían eran muy cuidadas, hechas en estudio, con esmerada iluminación y montadas sobre un delicado paspartú, con una funda transparente adelante

para protegerla y una tapa más dura. Pero cuanto más nos acercábamos en el tiempo a esta época había más fotos... perdidas o difíciles de ubicar, porque habían quedado en algún servidor inhallable o en un CD estropeado. No fue de un día para el otro. Mucho antes de las fotos digitales llegaron las Kodak Fiesta y las Polaroid. La foto anual en estudio fue quedando de lado y todos nos fuimos convirtiendo en fotógrafos amateurs, pero sin que se nos fuera la mano porque era muy caro revelar y bajar esas imágenes al papel. La explosión fotográfica se potenció por la convergencia de cámaras digitales con la avidez de las redes sociales de mostrarlo todo. Desde entonces, las reuniones familiares o de amigos agregaron un nuevo costado insoportable: las fotos en continuado, una detrás de otra, casi sin parar. Antes se posaba para la posteridad. Las fotos pasaban de generación en generación. Ahora duran un rato. Se las ve en la pantalla chiquita de un celular hasta que éste se tilde para siempre, como me pasó hace poco. Nunca me arrepentí tanto de no haber bajado a tiempo tantas imágenes queridas. Por eso, ahora que se viene mi cumple, he pedido un regalo muy especial a mis hijas: un álbum de fotos familiares a la vieja usanza. Bien concreto y palpable.ß

Estilo

El regreso de la barba tupida, una forma de reafirmar la masculinidad Para diferenciarse de la estética metrosexual que se impuso en los últimos años, los hombres argentinos dejan de afeitarse Franco Varise LA NACION

El hombre con barba va y viene. Pero convengamos que siempre se las arregla para reaparecer. A lo largo de la historia se le atribuyó cierto aire de sabiduría, potencia sexual o un estatus social de clase alta. También pasó por la etapa de asociarse a la falta de higiene y al descuido personal, una observación un tanto prejuiciosa y bastante extendida entre el género femenino. Esta vez, el regreso de la barba está más emparentado con las primeras acepciones: son barbas prolijas, completas y que se combinan con trajes y anteojos de marco. Es una barba un poco melancólica, algo misteriosa entre lo intelectual y lo ejecutivo, sin dejar de lado el toque de bohemia sutil al combinarla con tatuajes. Podría definirse como algo entre la montaña, el skate y la biblio-

teca. Lo que sorprende, sin meterse mucho en el tema de la moda, es que la barba logró reinventarse cuando nadie lo esperaba. ¿O sí? Cuando aparecieron las primeras campañas publicitarias internacionales con hombres de barba, como Cristian Göran, Ryan Burns y Johnny Harrington, o cuando actores tipo George Clooney, Brad Pitt y Daniel Day-Lewis lucieron vello en su cara muchos dejaron de afeitarse. Pero en realidad, la barba ya estaba en las calles, entre nosotros, los ciudadanos normales: “Hay una tendencia a usar barba desde el año último y para el invierno próximo se va a notar mucho más”, dice Oscar Fernández, creador de la peluquería Roho, una de las primeras en estilizar tanto hombres y mujeres según un momento de época. “De hecho, para la próxima campaña de Roho tenemos pensado incluir a un modelo con barba. Se dan dos

Tablets y smartphones obligan hoy a un hábito distinto en el registro fotográfico de la vida Viene de tapa

Este escenario implica un cambio de costumbres. La velada familiar en la que, aprovechando un día nublado, se echaba mano a los álbumes de fotos es ahora una costumbre del pasado; también lo es el encuentro posvacaciones para mostrar a amigos y parientes los paisajes visitados. En tiempo real, todos vemos lo que están haciendo nuestros seres queridos aquí, allá y en todas partes. Para algunos, el saldo es negativo. “Se han perdido millones de imágenes, millones de recuerdos”, opina Gabriel Callejas, uno de los propietarios de la casa de fotografía Buenos Aires Color. “Hoy se imprime un 50% de lo que se imprimía hace 10 años, cuando había comenzado a reducirse el volumen de impresión por la fotografía digital. La gente saca fotos con sus teléfonos y las comparten por mensaje de texto o WhatsApp, y ahí quedan, hasta que un día se muere el teléfono o se borra la tarjeta de memoria y la imagen se pierde.” “Un gran problema es que los celulares no tienen papelera de reciclaje –se lamenta Marysol Antón, de 35 años–. Mi hija más chiquita siempre quiere ver las fotos que saco con el celular, y muchas veces entra a mirar y las borra sin querer”, agrega esta periodista, mamá de Trinidad, de 2 años, y de Amparo, de 5. Su solución es bajar las fotos a la PC y hacer copias en CD.

“Debo tener como 30 CD con fotos, pero sólo imprimo alguna que me gusta demasiado o cuando quiero cambiar las fotos de los portarretratos”, dice y confiesa que baja las fotos del celular cuando se llena la memoria. “Se necesita mucho tiempo para organizar las fotos –admite Maribel Caamaño Rial, contadora de 42 años–. Saco con el celular, con una cámara pocket y con una semiprofesional, y también con el iPad”, cuenta y precisa: “La semiprofesional la uso para viajes y eventos importantes, como los cumpleaños; la pocket en los actos de colegio, porque la puedo llevar en la cartera; con el celu saco fotos cuando salimos a comer o a pasear, y el iPad lo uso más en vacaciones, porque lo llevan los chicos para jugar”. Un pendiente, dice Maribel, es organizar todas las fotos almacenadas en computadoras y celulares, e imprimir las de los eventos importantes. “Las últimas que imprimí fueron las de las vacaciones de 2009; me encanta tener los álbumes impresos de las vacaciones o los eventos importantes, pero no siempre se tiene el tiempo para organizar las fotos.” Recuerdos del presente “Con los cambios tecnológicos de hoy creemos estar muy lejos de nuestros abuelos y bisabuelos, pero en realidad parecería que nos sigue interesando el registro de los mismos eventos: nacimientos, niños ju-

Para no perder ninguna imagen Ser metódico No esperar a que se llene la memoria del celular, el iPad o la cámara para bajar las fotos Guardar a salvo Los discos rígidos externos son una buena opción para almacenar las fotos Cada tanto, imprimir El fotolibro es una opción para mantener un registro impreso de eventos como cumpleaños, vacaciones y otros momentos gando, bodas, primeros días de clase –opina Paula Salischiker, que junto a Florencia Daniel llevó adelante el proyecto Encontradas, a partir de una convocatoria para reunir y proyectar fotos anónimas y antiguas (www.facebook.com/encontradas)–. Las fotos viejas, al ser tan parecidas a nuestras propias fotos actuales, dicen mucho de nosotros.” “Uno piensa que su álbum no se parece a ningún otro, pero en realidad son muy estereotipados”, dice Natalia Fortuny, investigadora del Conicet, que abordó el rol del álbum familiar como elemento cons-

tructor de la identidad familiar. “El álbum familiar construye un pasado en común, es un resguardo identitario que permite la confirmación de los lazos –afirma–. Lo que es interesante es preguntarse cuáles de los mandatos de la fotografía analógica sobreviven hoy en lo digital”, comenta Natalia, y aporta un ejemplo: “Ni antes ni ahora nadie sacaría una foto de una discusión familiar...” Pero si aquello sobre lo que se hace foco sigue siendo lo mismo, ¿qué cambió? “Quizá lo que haya desaparecido es el momento fotográfico como tal, al tener la posibilidad digital de fotografiarlo todo y mostrárselo al mundo sin demoras –postula Paula–. Hoy ya no esperamos al familiar que llega tarde ni organizamos a los primos y hermanos de mayor a menor, ubicando a los abuelos en el centro de la foto: de una reunión quedan miles de imágenes a modo de instantáneas y ya no una o dos que resuman, como un ícono, el día vivido.” Lo abrumador del volumen de imágenes conspira contra su organización en un soporte físico, y señala a las redes sociales como el medio para llevar registro gráfico de la vida familiar. “Creo que hoy Facebook cumple esa función de álbum familiar, aunque un aspecto diferente es su instantaneidad: antes uno volvía al trabajo con fotos para mostrar, ahora las fotos se comparten en forma virtual –concluye Natalia–. Son recuerdos en vivo”.ß

Salidas

Opciones gourmet para festejar el Día de la Madre En esta fecha, hoteles y restaurantes ofrecen menús especiales; una lista con ocho recomendaciones imperdibles Clarisa Herrera PARA LA NACióN

Madre hay una sola, pero modos de agasajarla, varios. La oferta gastronómica en el Día de la Madre se extiende en propuestas que apuntan a todas las edades y estilos. ¿La idea? Que el homenaje se celebre con variadas opciones para el paladar.

por una estación con frutos de mar y otra de sushi, platos fríos y calientes, y una selección de postres. Por la tarde, el Jardin D’Hiver de L’orangerie se viste de lujo con el Alvear Afternoon Tea, con ambientación y música en vivo, en el que se destaca la pâtisserie. El precio por persona es de $ 240. Avenida Alvear 1891, Recoleta, 4808-2145.

7 A la vera del río

Quienes quieran reunirse con un cambio de paisaje tienen una propuesta a media hora de la Capital. il Novo María del Luján es una casona reconvertida en la zona de Tigre que data de 1880, sobre el Paseo Victorica, que culmina en el edificio del Museo de Arte de Tigre. Cuenta con una espectacular vista al río Luján. La propuesta culinaria tiene aires mediterráneos, desde las pastas artesanales hasta los pescados y mariscos. Como regalo para las mamás ofrecen las gift cards: uno las compra y ella las usa cuando desee. Los valores del cubierto arrancan en $ 100. Paseo Victorica 611, Tigre, 4731-9613.

1 Sabores de la madre patria 3 En un jardín escondido Para un festejo con sabor español y mucha historia, un clásico es el restaurante del Centro Vasco Laurak Bat –el más antiguo de América del Sur– que acuña un pedazo de historia. Un retoño del roble sagrado del País Vasco le da una impronta épica al salón principal. El menú a la carta incluye tortilla española, mejillones a la provenzal, rabas, chipirones, abadejo y arroz con vieiras, hongos y jamón crudo. Para los postres, peras al azafrán o la tradicional natilla. El cubierto promedio cuesta $ 150, con bebida. Belgrano 1144, Monserrat, 4381-0682.

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Sofisticación y glam

La elegancia del Alvear Palace Hotel no pasa de moda. Para el mediodía, el salón del restaurante L’orangerie será el espacio perfecto para un brunch en familia. Allí, se podrá degustar un buffet compuesto

El Pasaje Coco Marie seduce desde la entrada: una tienda de ropa y trajes de baño funciona como preludio a un jardín donde, según su dueña, Emily Weston, “vienen mamás jóvenes en bici y con nenes chiquitos”. Así, las agasajadas que quieran elegirse el regalo en su día pueden resolver todo ahí. La propuesta de brunch incluye sándwiches de todo tipo y ensaladas varias, además de cosas dulces. Para acompañar, café italiano y limonada marroquí. Armenia 1764, Palermo, 4833-0950.

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Sano y natural

Artemisa ofrece un ambiente luminoso y bien descontracturado, apto para quienes buscan tranquilidad y amplitud. “Es la mejor opción para una celebración tranquila y a pura comida natural”, destacan sus dueños. En efecto, la oferta gastronómica de este lugar incluye desde

se prepara en el momento. incluye mesa fría, rincón de ensaladas, selección de quesos, pastas, fileteado, guarniciones y postres. El precio por persona es de $ 550 con vino, y $ 350 para los más chicos. Posadas 1086, Recoleta, 4321-1728.

8 Sabores asiáticos El Centro Vasco Laurak Bat, un clásico para celebrar con sabores de España tapas latinoamericanas (traen, entre otras cosas, bastoncitos de polenta crocante, con guacamole y ceviche vegetal) hasta unas deliciosas peras asadas con queso de cabra, lasagña de polenta rellena de pimientos rojos asados, tomates y champignones, o una variedad de verduras al wok. Gorriti 5996, Palermo, 47765484.

5 Día de la “mamma”

En el marco de un espacio más bien íntimo, con mesas vestidas de manteles blancos, sillas de cuero y cocina a la vista, L’Adesso tiene un menú de 5 pasos que revela el espíritu de la verdadera cucina italiana. incluye degustación de antipastos, pasta rellena de ricota con jamón crudo, semifrío de limoncello y café

martin felipe/afv

con petit fours. Precio por persona: $ 260. Bulnes 1248, Palermo, 48643189.

6 Estaciones en vivo

El restaurante Elena, en el Four Seasons, invita al Sunday Brunch: una experiencia de estaciones en vivo de cocina urbana, donde se puede interactuar con los chefs y todo

Tras su reapertura en Martínez, Captain Cook ofrece un festejo en familia degustando platos del sudeste asiático, tanto en la intimidad de su salón como en la terraza al aire libre. El salmón en cocción al vacío sobre ñoquis soufflé de calabaza o el clásico curry rojo tailandés de carne vacuna y vegetales servido con arroz largo fino son algunas de las propuestas con las que agasajarán a las madres. Como broche, habrá regalos sorpresas para ellas. Libertador 13652, Martínez, 4898-9070.ß

SÁBADO | 7

| Sábado 19 de octubre de 2013

| Sábado 19 de octubre de 2013

ideas y personas Julieta Sopeña

Los museos se acercan a los jóvenes

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a semana última ocurrió un hecho interesantísimo: se celebró el final de obra del Museo del Arte Contemporáneo en Mar del Plata. En un evento exclusivo para artistas e importantes personalidades de la cultura, se le dio apertura oficial a un museo de impresionantes dimensiones (7000 metros cuadrados cubiertos frente al mar), aunque sin obra aún expuesta (en diciembre se inaugurará la primera muestra Arte=Vida. La revolución pop). El arte, como entidad, importa, y no puedo evitar pensar en cómo será la relación entre semejante polo cultural y la cantidad de jóvenes que frecuentan Mar del Plata durante el verano. Fascinante sería que el museo conociera la misma afluencia y entusiasmo de jóvenes que todas las noches de enero y febrero se dan cita en la calle Alem. Habrá que esperar un par de meses para descubrirlo. Pero mientras tanto asoma un panorama positivo. ¿Por qué? Cuando arteBA creó, primero, el Barrio Joven y luego, la Comisión

Joven, presidida por Pía Mancini, estaba dejando algo en claro: que los jóvenes tienen una participación cada vez más comprometida con las artes plásticas. Mariano Gilmore, coordinador ejecutivo del Departamento de Educación del Mamba, lo explicó de la siguiente manera: “Tratamos

Las visitas son guiadas por músicos como Pablo Dacal o Palo Pandolfo de que se rompa la barrera de que el arte es para aquellos pocos que lo entienden”. Y le adjudicó a esta tesis dos factores: “Por un lado, hubo un recambio generacional en las cúpulas de los museos. Atrás quedaron las instituciones personalistas donde una persona bajaba la línea. Ahora se forman equipos de personas que le hablan a sus contemporáneos. Y, por el otro, surgieron carreras nuevas como

situaciones, el que usa barba y tiene que verse presentable en la oficina o el más joven que también va a empezar a dejarse crecer el pelo...; vuelve el pelo largo”, opina Fernández. Para el estilista, los hombres llegaron hasta el punto de compartir demasiados gustos con las mujeres y la barba reapareció para distinguirse. También, Fernández nota un influjo retrómano de cierto aire de la costa oeste americana de los 60 y 70. “Pero la moda ya no se ordena por géneros o escenas, sino que hay como combinaciones”, agrega. La primera señal de que algo estaba ocurriendo llegó cuando la multinacional Procter & Gamble, propietaria de la marca Gillete, anunció el año último que sus ventas de productos para afeitarse habían caído en los mercados desarrollados (algo poco usual). La segunda indicación fue cuando Schick, la afeitadora de Energizer, también registró una caída del 10% de sus ventas en 2012. Y la confirmación llegó a nivel mundial cuando la firma de investigación de mercados Euromonitor Internacional predijo que los productos para afeitarse perderían a partir de este año su posición dominante entre los artículos de cuidado personal entre los hombres. A esta altura de la investigación sobre barbas, la opinión de Ygnacio Cervio puede echar un poco de luz sobre el asunto. Es argentino, de Adrogué, tiene 35 años, vive en Auckland, Nueva Zelanda, desde hace 10, y en tres semanas participará en la ciudad de Leinfelden-Echterdingen, Alemania, del campeonato mundial de barbas en la categoría barba natural con bigote estilizado. Es el acontecimiento más importante para los cultores de este tipo de estética. “Soy cineasta independiente y cultivador profesional de barba– se define en conversación con la nacion–. Cuando terminé el colegio a los 17 años me dejé la barba y sólo la afeité contadas veces. No me afeito al ras desde agosto de 2004; increíblemente mi santo padre no se afeita desde el 30 de diciembre de 1971, aunque la lleva en estado normal, nada de excentricidades”, comenta Ygnacio. Y agrega: “Durante siglos fue un signo de masculinidad y virilidad. Hoy, donde los géneros se encuentran muy mezclados –y eso no es ninguna declaración homofóbica de mi parte–, el uso de barba nos recuerda que somos hombres. Desde siempre ha sido uno de los signos que nos diferencian con el género femenino y no hay dudas de que está retomando esa connotación”. Consultado acerca de qué opina sobre la moda de la barba expresa: “Ese tema me genera una gran contradicción, ya que si bien soy parti-

gestión o producción cultural que están constantemente formando nuevos y frescos académicos”. Causa o consecuencia, cada vez más, los museos intentan dialogar con los jóvenes en su idioma y con sus códigos. “En el Mamba decidimos lanzar un programa que vincule la música con las artes visuales. Porque entendimos que para mucha gente joven la música es menos pudorosa que la plástica”, agrega Gilmore. Entonces desarrollaron un ciclo (que comenzará mañana y se extenderá hasta el 15 de diciembre) en el que las visitas por el museo no son guiadas por empleados que conocen hasta el último detalle de la historia de las artes, sino por músicos nacionales como Pablo Dacal, Palo Pandolfo o Rosario Bléfari, todas eminencias del rock. Ellos pasaron el último mes estudiando en profundidad las exhibiciones del museo como para poder brindar su propia visión del recorrido con erudición. Pero siempre dentro del marco que los define: accesibles para el joven común. Queda claro que instituciones de menos de 20 años como el Malba o Proa (versus el Museo de Bellas Artes o el de Arte Decorativo) lideran el mercado juvenil en tanto entendieron que es clave tener un programa interdisciplinario, con la posibilidad para el visitante de vivenciar muestras y ser parte de la obra (caso Yayoi Kusama) y, como dice Gilmore, “lograr una estructura de continuidad en el diálogo con las nuevas generaciones, y no programas aislados”. En otras palabras, crear hábitos.ß

Tomás Mc Dowell

Dirk Kurbs

Ygnacio Cervio participará del próximo mundial de barbas

El modelo Cristian Göran Fotos de G.Bosco y J.sucklinG

dario del uso del vello facial, no puedo aceptar que se tome como una moda. El uso de barba no corresponde a un período determinado ni a cuestiones económicas, sociales ni religiosas. El uso de la barba es una decisión mucho mayor que todos esos temas y se transforma en un estilo de vida”. –¿Qué le dirías a alguien que piensa que la barba es un signo de descuido o poca higiene? –Es un error que se comete comúnmente. El uso de barba no significa descuido o falta de higiene, aunque es verdad que una barba mal llevada y desprolija puede generar resultados adversos en la sociedad. Llevar una barba implica una gran responsabilidad, uno necesita cuidarla periódicamente, lavarla, cortarla, acomodarla. Por culpa de una persona que no cuida su barba, todos podemos ser mal juzgados. En Buenos Aires, los jóvenes barbudos ya abundan. Tomás Mc Dowell, de 28 años, es profesor universitario y utiliza la barba completa desde hace algunos meses. Dice que usó diferentes estilos, pero que la decisión de dejársela crecer tiene que ver con un hito particular. “Mi mujer quedó embarazada y entonces quise mostrar el desarrollo de mi hijo a través de la barba: me saco todos los meses una foto para mostrar cómo crece. va a ser un álbum de nueve fotos de mi barba”, comen-

ta Tomás a la nacion. Como puede notarse, las razones para dejarse la barba no sólo son estéticas, sino que los hombres apelan a ella para mostrar algo más. “Creo que hoy la barba convive con todas las situaciones normales de la vida y de relaciones sociales; es un símbolo de virilidad y me parece que está bueno que conviva bien con otras estéticas y con el género femenino”, dice. Al preguntarle qué opina su mujer sobre su barba tupida, Tomás le consulta: “Dice mi mujer que le encanta y que me queda muy sexy”. Para algunos hombres, hacer crecer una barba no se trata sólo de dejar de lado la afeitada, sino que se transforma en un procedimiento con mucha cosmética, y con productos y cuidados para mantener una estética. Incluso el diario británico Daily Mail consultó a varios especialistas por el número creciente de jóvenes que optaron en el último año por los trasplantes de barba. En esa nota, el doctor Bessam Farjo, fundador de la Farjo Hair Institute, que realizó el primer trasplante de vello facial en el mundo en 1996, comenta que el trasplante de pelo facial aumentó seis veces en los últimos cinco años. En 2012 su empresa realizó 4500 procedimientos para colocar vello en el rostro de los hombres. Dirk Kurbs, de 24 años que vive en San Isidro, no tiene ese problema.

en algún lugar del mundo Hernán Iglesias Illa

El mundo no admitirá más empates

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NUEvA YORK

n el mundo están los optimistas, quienes creen que las cosas de a poco van mejorando, a pesar de momentáneos traspiés; y están los pesimistas, para quienes la humanidad avanza por un camino sin retorno hacia la desigualdad, el caos climático y la idiotez cultural. Después está Tyler Cowen, que es un optimista-pesimista: cree que el futuro traerá malas noticias para casi todo el mundo, pero esas noticias le parecen excitantes, casi indispensables, y le sacan una media sonrisa de villano. En su último libro, Average is Over (El fin del promedio), argumenta exactamente eso: que las nuevas tecnologías y los robots irán dividiendo a los trabajadores de todo el mundo en dos categorías, una más chica de súper ganadores y otra más amplia de perdedores. Ya no habrá promedios ni clase media. En estos últimos días de griterío por el shutdown y el casi default del gobierno, las ideas de Cowen, que es economista y profesor de la George Mason University, se suma-

ron al murmullo de insatisfacción que recorre Estados Unidos sobre el estado de ánimo del país. La economía ha vuelto a crecer después de la crisis, pero se han creado pocos empleos y el 60% de los que se crearon están en el segmento más básico del sector servicios. ¿Qué pasa? ¿Por qué no podemos crear empleos típicos de clase media? Eso se preguntaba Obama hace unas semanas en un discurso. Y se respondía con una lista de recetas: hay que innovar, mejorar la educación, tener empresas más dinámicas y exportadoras. Pero Cowen sacude la cabeza. Todo eso puede paliar la situación, demorar sus efectos, pero los dados tecnológicos ya están echados: quienes puedan complementar sus habilidades con las de las máquinas, triunfarán; quienes tengan habilidades que compitan con las máquinas, sufrirán. Las predicciones de Cowen engarzan bien con algunas de las conclusiones más recientes de los estudios sobre desigualdad. No es sólo el 1% más rico, el de los atletas, los CEO y los directores de fondos de

Por sus genes germanos, la barba viene incluida. “Uso barba desde hace tres o cuatro años. Surgió porque me la empecé a dejar crecer y me gustó. Igual tengo que cuidarla mucho para estar presentable en las entrevistas de trabajo”, cuenta. Respecto de la moda de la barba, Dirk sostiene que es muy positivo. “veo cada vez más gente con barba y está bueno. La verdad es que me molestaba esto de tener que afeitarme para ir a una entrevista para demostrar que puedo hacer bien el trabajo. Me parece que es una declaración de principios”, expresa. Bueno, las mujeres a quienes no les gustan los hombres con barba van a tener que acostumbrarse. Las apariciones como George Clooney, Brad Pitt y Daniel Day-Lewis, Johnny Depp y Joaquin Phoenix, entre otros, marcó una tendencia que llega lejos. La influencia de la barba fílmica que ubica a quien la usa automáticamente en un set de filmación, aunque se encuentre acomodando prendas en una vidriera de Palermo, resulta impactante. “Es increíble cómo pegó el pelo con un jopo peinado al costado, los tatuajes y la barba acompañada por camisas”, grafica Lucrecia, una vendedora de ropa del Soho palermitano. Y no está nada mal: podría interpretarse como un triunfo de la variedad, lo peculiar y la masculinidad, un poco golpeada en los últimos años.ß

inversión, el que se está despegando del resto. También se está despegando del resto, más visiblemente en Estados Unidos, pero también en otros países, el 20% o 30% más rico. Desde los años 60, la diferencia entre tener o no tener un título universitario se ha estirado en cada década. Hace medio siglo, la diferencia entre un oficinista y un operario no era tan grande, ni en remuneración ni en productividad. Pero así como el trabajo en oficina requiere cada vez más un título universitario y permite un complemento con las máquinas y con Internet, el operario, especialmente en los países ricos, ha perdido una batallas contra la tecnología y los colegas en países más baratos. Cowen quizá tenga razón y quizá no la tenga: predicciones basadas en el rumbo de la tecnología han fallado en el pasado y seguirán fallando en el futuro. Lo que me deprime un poco de su enfoque es la división tajante, casi moral, que hace entre los ganadores y los perdedores. A los perdedores les concede vidas materialmente agradables, “disfrutando de los videojuegos”, vacaciones ocasionales, una especie de purgatorio ni excitante ni doloroso. Lo que Cowen no parece encontrar es una manera de complementar sus ideas con la posibilidad de tener una vida decente sin ser un ganador, sin la ansiedad de pelear cada centímetro de terreno. Su única medida de felicidad, como la de muchos economistas, ortodoxos y de los otros, son el nivel de ingreso y el éxito profesional. Y debe de haber otras cosas. Yo no las conozco, pero seguro que las hay.ß