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espectáculos
| Sábado 16 de agoSto de 2014
La década eterna el negocio de la nostalgia. Los 80 han sobrevivido gracias a esos
millones de espectadores que los consideran sinónimo de su infancia y a los muchos cineastas obsesionados con revivir sus éxitos y estrellas
Viene de tapa
Ahora, ese grupo de soñadores para los que la década del 80 es la tierra de su infancia y primera adolescencia –una época que los marcó tanto que se niegan a dejarla atrás– tienen embajadores en el corazón de Hollywood. Los más destacados y exitosos son los directores James Gunn (Guardianes de la galaxia), Jonathan Liebesman (Las tortugas ninja) y hasta J.J. Abrams (Star Wars: Episodio VII). Ellos crecieron con las películas y los objetos de la cultura popular que ahora homenajean en sus propios films para deleite de sus compañeros de ruta, ávidos de esos proustianos bocados cinematográficos que evocan un tiempo con menos responsabilidades, en el que el futuro quedaba muy lejos. Escuchando a miles de adultos rugir de entusiasmo en Comic-Con por un adelanto de la película de Las tortugas ninja, estrenada esta semana en la Argentina –ya un éxito de taquilla que le garantizó una segunda parte–, y enterados de que la banda de sonido de Guardianes de la galaxia quedó primera en los rankings, los estudios comprobaron que hicieron bien en apostar sus dólares en los inmortales años 80. Los chicos que se criaron durante esos años no sólo no se olvidaron de las películas o las series con las que crecieron, sino que están dispuestos a sostener su nostalgia con mucho dinero gastado en entradas, memorabilia y lo que sea que el mercado tenga para ofrecerles. Que será mucho, teniendo en cuenta la cantidad de proyectos ochentosos en marcha. La máquina del tiempo “Las películas que más me inspiraron para hacer Guardianes de la galaxia son aquellas que amé de chico. Entre ellas, estaban Los cazadores del arca perdida, Star Wars y Volver al futuro. No quise copiarlas, pero sí busqué hacer un film que hiciera sentir al público lo que esas películas me hicieron sentir cuando era un niño”, decía Gunn al tiempo del estreno del film de Marvel, que no sólo logró reproducir ese espíritu sino que está lleno de referencias explícitas a esa época. Los compilados en casete, Footloose y su protagonista, Kevin Bacon, y hasta Howard, el pato protagonista de una de las más extrañas historietas de Marvel y personaje central de la película Howard, el súper héroe, un fracaso de crítica y taquilla producido por George Lucas en 1986, que una vez pasado cierto tiempo se transformó en raro objeto de culto con un fiel grupo de fanáticos que piden su retorno. Hay quienes creen que la nueva versión de Howard podría ser la primera película de Pixar para Marvel, ambas propiedad de los estudios Disney. Si los seguidores se salen con la suya se tratará de una especie de justicia poética, ya que en 1986 el desastre en la taquilla de la película casi provoca la quiebra de su
compañía productora, LucasFilm, que tuvo que vender uno de sus emprendimientos menos rentables en aquellos tiempos, una pequeña empresa conocida como Pixar. Claro que mientras esperan la nueva aventura del pato mujeriego y borracho, sus seguidores podrán entretenerse con otro par de bizarreadas: los viejos capítulos de Alf, que emite DirecTV por estos días, y la nueva versión de Manimal, que ya está en proceso de preproducción. Los más memoriosos recordarán que esta serie de 1983 contaba la historia de su protagonista, que conocía “los secretos que dividen al hombre del animal y al animal del hombre”, un millonario médico que luchaba contra el crimen transformándose en distintos animales. La premisa y la realización de todo el asunto eran tan absurdas como suenan y el programa fue levantado después de ocho episodios. Ocho capítulos que ahora Will Ferrell y su socio, el director Adam McKay (Anchorman), usarán como base para una comedia para la pantalla grande. “Como El guardián entre el centeno o El ruido y la furia, Manimal siempre fue uno de esos proyectos difíciles que todos los productores sueñan con poder llevar al cine. Sé que la película será graciosa y entretenida, pero ¿será el primer film en ganar un Premio Pulitzer? Ya veremos”, bromeó McKay hace unos días cuando se confirmó que efectivamente, a pesar de la incredulidad de muchos, empezaría a trabajar en la película. Otros proyectos en marcha que provocaron bastante sorpresa a los poco familiarizados con los fetiches culturales ochentosos fueron las nuevas versiones de Jem y Los Hologramas, una serie animada protagonizada por una cantante de rock defensora de la paz que se transforma con la ayuda de unos hologramas (que parecían de otro planeta en 1985) y Los cazafantasmas, cuya tercera parte empieza a tomar forma. Que será aparentemente femenina. El director Paul Feig, responsable de las brillantes Damas en guerra y Chicas armadas y peligrosas estaría trabajando en una historia protagonizada por mujeres. Una estrategia para incluir al público femenino en una tendencia que parece más dirigida a los varones, con la saga de Los indestructibles, de Sylvester Stallone, a la cabeza. Claro que, a poco del estreno de la tercera parte del film de acción encabezado por glorias ochentosas como Harrison Ford, Mel Gibson, Dolph Lundgren y el propio Stallone (se estrena aquí el 28), sus productores ya anunciaron su intención de ampliar la marca con The ExpendaBelles (un juego de palabras con el título original, The Expendables). En el nuevo film ya no serán los mus-
culosos de siempre los que lleguen al rescate, sino sus mujeres, lideradas –si Stallone se sale con la suya– por la heroína de todas las heroínas del cine: Sigourney Weaver, la inolvidable sargento Ripley de Alien, el octavo pasajero. Inmortales Cada vez está más claro que los ochenta son eternos para el cine, pero también parecen serlo sus personajes y los actores que los encarnaron. Así, cuando parecía que ya no había pirueta del guión que justificara su regreso, un trío de clásicos están listos para volver al ruedo. Por un lado, para festejar los treinta años del estreno de la primera Terminator, Schwarzenegger volvió a convertirse en el cyborg que lo transformó en una estrella alrededor del planeta para el film Terminator: Genisys, que se estrenará en 2015, cuando el Governator probablemente esté ocupado rodando La leyenda de Conan. Sí, aunque usted no lo crea –y a pesar de que transcurrieron más de treinta años desde la primera vez que interpretó al mencionado bárbaro– Schwarzenegger volverá a calzarse las pocas ropas del papel que lo puso en el mapa de Hollywood y en el inconsciente colectivo de una generación que no lo olvida. Algo similar ocurre con Rambo, que también prepara la vuelta para el año que viene (sería la quinta entrega). Ese público que nunca dejó de recordarlos en esos años ochenta que están siempre presentes en sus cabezas y en su corazón.ß
Alf –amante de la mala TV y los gatos jugosos– volvió gracias a una campaña de DirecTV; mientras Schwarzenegger volverá a Terminator, la heroína de Alien, Sigourney Weaver, podría encabezar una versión femenina de Los indestructibles, algo que también se hará para Los cazafantasmas 3
cine
Personaje de película gabor (españa, 2013). ★★★
buena. dirección:
Sebastián Alfie. guión:
Sebastián Alfie, Albert Soler y Pedro Loeb. fotografía: Angel Amorós. edición: Javier Laffaille. música: Fernando Polaino y Orquesta Pinha. distribuidora :
Independiente. duración: 70 minutos. calificación: apta para todo
público. En el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, los jueves, a las 19.
S
ebastián Alfie, un director freelance argentino radicado en España, recibe un encargo: filmar un institucional en Bolivia para una ONG, Ojos del mundo, sobre gente que ha perdido la visión y es operada para volver a ver. Para eso necesita una cámara con gran definición: hay al-
guien que la alquila en Barcelona. El que la alquila es Gabor Bene, ciego, pero no de nacimiento. Antes supo ser nada menos que director de fotografía. Alfie encuentra un personaje digno de una película, y la hace. Gabor es un film sobre su relación con Gabor, al que le ofrece ser el director de fotogra-
Gabor Bene, el director de fotografía no vidente
Lo nuevo de lo viejo No sólo las remakes y continuaciones mantienen encendida la llama de los ochenta. También hay proyectos nuevos que miran hacia atrás para buscar en ese pasado ya no tan reciente las historias que contar hoy. Así ocurre en la serie Halt & Catch Fire, ambientada en los primeros años ochenta y en la Texas de los albores de la revolución de las computadoras que cambiaría el mundo, y ése es también el material con el que trabaja Pixels, el film protagonizado por Adam Sandler, que se estrenará el último fin de semana de julio de 2015, el mismo día que la remake de Poltergeist, aquel clásico del terror de la época. La trama de Pixels imagina que unos extraterrestres interpretan que las batallas intergalácticas de los viejos videojuegos arcade son en realidad una amenaza para su planeta, por lo que atacan la Tierra usando los juegos como modelo. Para salvar al país, el presidente de los Estados Unidos decide armar una defensa encabezada por su mejor amigo de la infancia, el campeón de videojuegos de los 80 que interpreta Sandler. Así, el antes ídolo de los fichines hará equipo con otros jugadores expertos de su tiempo, interpretados por Josh Gad y Peter Dinklage. El film tiene como director a Chris Columbus, cuya obra como guionista de Los goonies y Gremlins –que ahora lo tiene como productor de una posible remake– alcanza para ponerlo en el podio de la década no tan dorada, pero siempre revisada.
fía del institucional en Bolivia. Gabor es un personaje fascinante, y así se lo presenta en una breve secuencia animada. Multifacético, húngaro de origen, viajero, contrabandista de zapatillas: claro que merece una película. Además es un hombre de esos que exhiben una calma sabiduría en sus respuestas, un sentido del humor asordinado siempre presente. Luego se ven unos fragmentos de Tierra en trance, de Glauber Rocha, y Gabor explica, de memoria, detalles de la fotografía de esa película fundamental. Gabor, película y personaje, prometen un documentalretrato de amplio alcance. Alfie comienza a hablar y a pedirle consejos a su madre, que ha trabajado –en Argentina– con no videntes. Llega el viaje a Bolivia, el rodaje, los problemas cotidianos de producción, los detalles locales,
alguna discusión leve, etc. La película se decide por un tono medio, por una amabilidad a prueba de errores. Hay música que sobra, que achata a la película, que le da un aspecto más televisivo que cinematográfico. Las respuestas de Bene siguen afiladas, con una entereza a toda prueba, y su rostro soporta el exceso de planos sobre el final, cuando se compara por montaje su ceguera con un paciente que recupera la visión. Gabor se decide más por ser la crónica –desde la primera persona del director– del rodaje en Bolivia, y no se juega más por el fascinante personaje que ha encontrado. Así, permanece como un documental agradable, breve, cercano, ameno. Una buena crónica de rodaje que pudo haber sido realmente grande como retrato.ß Javier Porta Fouz