Espectáculos

Sábado 1º de diciembre de 2007

LA NACION/Sección 4/Página 5

El creador de Lazy Town, en Buenos Aires

El incansable Magnus Scheving El multifacético islandés adelantó que piensa llevar al cine su exitoso ciclo de TV Es casi imposible seguirle el ritmo al incansable Magnus Scheving. Y más difícil aún es no entusiasmarse o permanecer indiferente ante la entusiasta consigna que lleva adelante sin que haya diferencias entre lo que hace ante las cámaras como el atlético y heroico Sportacus y fuera de ellas, en la vida cotidiana. Con 43 años recién cumplidos, una energía envidiable y una sonrisa espontánea para saludar por igual a niños y adultos, el creador y protagonista de la exitosa serie infantil Lazy Town pasó fugazmente por la Argentina con el mismo mensaje con el que recorre el mundo: estimular a los chicos para que tengan una vida sana, pero sin mencionar expresamente el adjetivo que parece guiar su vida: saludable. En vez de hablar, prefiere crear iniciativas y acciones que se correspondan a esa aspiración. Así nació un programa que hoy se ve en más de 100 países y que promete reproducirse y recrearse de aquí en adelante a través de nuevos formatos. Escritor, reconocido deportista, hombre de negocios y productor televisivo, Scheving explica que “después de los géiseres, Lazy Town es la única marca genuinamente islandesa que salió al mundo y pudo afirmarse en los últimos 2000 años” durante un encuentro con LA NACION en el hotel en el que pasó su tan breve como intensa estada porteña, durante la cual mantuvo varias reuniones con empresarios locales y licenciatarios de la marca. Scheving anticipó que ya está trabajando con la idea de llevar muy pronto al cine los personajes del ciclo infantil que hoy puede verse a través de la señal de cable Discovery Kids, entre los cuales se destacan Stephanie (la niña de cabellera rojiza que acompaña a Sportacus en sus aventuras) y el eterno villano Robbie Rotten. “Estoy también en otros dos proyectos: una cadena de restaurantes con el nombre de Lazy Town, de la que no puedo adelantar nada más, aunque creo que es una idea brillante, y otros 36 episodios de la serie televisiva”, dice Scheving, sin el uniforme y el mostacho que caracterizan a Sportacus, pero con la misma decisión para mostrar su destreza física ante las cámaras, en este caso fotográficas. “En mi ciudad construimos un estudio que orgullosamente es el de mayor tecnología en todo el mundo.

Un año con directores argentinos El calendario del Museo del Cine Como ya es tradicional todos los años, el Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken presentó en las instalaciones de Cinecolor la edición 2008 de su almanaque en cuya portada aparece Eduardo Mignogna en un momento del rodaje de Cleopatra. El almanaque, dedicado en cada mes a los más importantes realizadores de la cinematografía nacional, tiene como título “Fabricantes de ilusiones” parafraseando a dos entrañables films: Se rematan ilusiones, de Mario C. Lugones, y Fabricante de estrellas, de Manuel Romero. Asistieron al acto Gracie-

Oscar Rovito y Duilio Marzio la Aguirre, viuda de Eduardo Mignogna, que recibió una lata de película que contenía en su interior uno de los primeros almanaques que se entregaron en la ceremonia; la esposa de Fabián Bielinsky, que también fue obsequiada con uno de los almanaques; Héctor Olivera, al que se le entregó el calendario en nombre de su amigo y compañero de Aries Cinematográfica, Fernando Ayala, y David Blaustein, ex director del Museo del Cine, que recibió el primer almanaque de manos de su sucesora María del Carmen Vieytes. Asistieron al acto, además, Oscar Rovito, Duilio Marzio, Víctor Laplace, Mimí Ardú, Paula Hernández, Rodolfo Hermida y Graciela Maglie, entre otras prestigiosas figuras de la pantalla nacional.

Adolfo C. Martínez

Pura sonrisa y energía, habló de su campaña por una niñez sana ANDREA KNIGHT

“Después de los géiseres, Lazy Town es la única marca genuinamente islandesa que salió al mundo en 2000 años”

Allí uno puede ver, por ejemplo, que no hay pisos y que las situaciones pueden registrarse casi en el aire. Además, creo que otra característica de la serie es que está más allá del tiempo, no se sabe si las aventuras ocurren en el pasado, en el presente o en el futuro. Pero lo que más me agrada es que Lazy Town puede ser visto por toda la familia, desde

la abuela hasta el más chico. Fíjese que en Islandia vamos en el horario central, los viernes a las 20, y en los ratings primero están las noticias, después Lost, después nosotros, y cuarto Amas de casa desesperadas”, dice el incansable Scheving, nacido en Reykjavik, donde vive con su esposa y sus tres hijos. “Este programa –agrega– nació a partir de la certeza de que había una brecha en el mercado de producciones pensadas ante todo para los chicos, porque nadie se planteaba la necesidad de pensar y trazar estrategias con el fin de darles a los chicos la idea de que pueden vivir una vida más sana.” Para Scheving, personajes como Popeye –cuya fuerza nace de alimentos tan irreprochables a primera vista como las espinacas– pueden parecer simpáticos, pero no podrían constituir un modelo a imitar por su agresividad. “La actitud saludable tiene que ser natural, espontánea. Saludable y equilibrado son sinónimos y factores que facilitan, por ejemplo, la toma de decisiones. Una persona enferma o encarcelada no podría hacerlo. Y si uno se queda en algún confín en vez de estar en medio de las cosas, tampoco podría decidir. Lo más importante es crear desde el origen las condiciones para que cada uno pueda comprometerse y adoptar una actitud activa. Lo opuesto a lo que hago es despreocuparse, tomar distancia, mantenerse indiferente”, precisa Scheving, cuyo lema se reduce a tres verbos y otras tantas acciones: pensar, moverse y actuar. Con este propósito escribió libros y puso en marcha 16 años atrás su exitoso programa de TV, que en sus primeras temporadas debió costear de su bolsillo a partir de la venta de las casas que construía desde su condición de carpintero. Desde allí nacieron múltiples iniciativas que lo llevaron a ser consagrado, sucesivamente, como el deportista y el empresario del año en su país, aunque con tantas giras y viajes se siente casi como un artista de circo. “Yo crecí en una ciudad de 500 personas –concluye– y en mi clase éramos ocho. A veces pienso que si uno se propone hacer algo extraordinario debe haber afrontado previamente alguna encrucijada fuerte en su propia vida. Algo así me ocurrió y aquí estoy.”

Marcelo Stiletano

Jorge Rial y la imagen de sí mismo, 17 años atrás TELEFE

Una sonrisa para jugar con el recuerdo Bueno

pectáculo (algunas de las cuales estaban en aquel momento en edad escolar, como Julieta Díaz) para jugar a la Acordate... de 1990, programa dedicado a la nostalgia con una sonrisa. evocación. Dirección y producción general: La impronta visual de esta realizaEsteban Farfan. Producción ejecutiva: ción estuvo a tono con la idea, ya que los Nicolás del Federico. Por Telefé. Estreno, recursos empleados parecían pasados jueves 28, minutos antes de la medianoche. de moda o largamente superados por Acordate... de 1990 se suma a la serie los avances tecnológicos. La fórmula aparentemente interminable de pro- preferida consistió en mostrar la figura puestas televisivas apoyadas en el uso recortada del invitado moviéndose por intensivo de imágenes de archivo. En todo el cuadro, delante de imágenes de este caso, el programa presentado an- archivo que podían ser las suyas, mienteanoche por Telefé está alentado por tras desgranaba sus recuerdos. un espíritu liviano y juguetón, a parComo suele ocurrir en estos casos, hutir del cual se pone en marcha la evo- bo de todo: instancias atractivas y hascación de un año no muy lejano en ta sorprendentes (como las alusiones a nuestras vidas, pero arduo de recu- fenómenos tan presentes en su tiempo perar en detalle cuando vamos de lo como el Italpark y la cadena de comidas general a lo particular y el recuerdo rápidas Pumper Nic), alguna añoranza exige mayores precisiones. apoyada en innecesarias expresiones de La invitación a hacer memal gusto, risueñas autocrímoria y recordar qué ocurrió ticas y la sensación, en más en 1990 se encuentra también de un tramo, que la rememoen el origen de otra idea teleración resultaba más selectiva que guiada por criterios visiva reciente como ¿Dónde estabas?, que Canal 9 lanzó en de sentido común: por caso, puntos junio último, pero con un eshubo más de una ironía hacia ■ No superó píritu documental e informaMarcelo Tinelli, hoy en Cael rating de tivo que no está presente en el nal 13, cuyo VideoMatch nasu antecesor eje central de la propuesta de ció precisamente en 1990 y en en el horario, Telefé. En Acordate... de 1990 Telefé, y silencio casi total a Pecados capitodo es ligero, como si estuviéla programación (ciertamenramos ante la manifestación te alicaída, pero con algunos tales éxitos dignos de recuerdo) televisiva de algún juego de salón que propone a sus participantes que ese año ofrecía el 13. pasar el rato a partir de los recuerdos De todos modos, el objetivo buscado se cumplió y los invitados lograron compartidos. Tal propósito explica y de alguna provocar una suerte de efecto interacmanera justifica el hecho de que cues- tivo, desde el cual el televidente paretiones puramente mediáticas como los cía alentado a poner en movimiento programas más vistos, los discos más sus propios recuerdos. Lo que resulescuchados y las películas más vis- ta inadmisible, una vez más, es que tas de ese año ocupen aquí un espacio la promesa de iniciar el programa a igual o mayor que hechos políticos y las 23.15 de anteayer se haya burlado: económicos muchísimo más trascen- Acordate... de 1990 comenzó casi a la dentes en términos personales, socia- medianoche, después del impresenles e institucionales. La estrategia se table Viaje de locos. completa con la decisión de convocar casi exclusivamente a figuras del esMarcelo Stiletano

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9,9