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El cine, el deporte y el hombre

3 abr. 2014 - El cine, el deporte y el hombre sportivo bafici. Una nueva ..... circuito independiente y empezó a cosechar sus propios fanáticos. Destreza y ...
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espectáculos

| Jueves 3 de abril de 2014

El cine, el deporte y el hombre sportivo bafici. Una nueva sección explora

esos vínculos desde la ficción y el documental Marcelo Stiletano LA NACION

La excusa es el cercano comienzo del Mundial. Pero en verdad, la feliz idea de sumar este año una nueva sección de temática deportiva al Bafici tiene todas las características de lo que (esperamos) quede para siempre. Por supuesto, la mención a Brasil 2014 (doble, en este caso) aparece a la cabeza de la selección de Sportivo Bafici, que incluye obras clásicas y modernas, ficciones y documentales. Especialmente estos últimos. De Brasil hablan Santos, 100 anos de futebol arte (Lina Charnie, 2012) desde la historia, y Temple of Emotions-The Maracana Stadium in Rio de Janeiro (Gerhard Schick, 2014), mezclando pasado y presente. Tan importante asoma el deporte en el Bafici 2014 que el cierre (con la película rumana The Second Game, de Corneliu Porumboiu) alude al fútbol y, más precisamente, a los árbitros. Como The Referee (Mattias Low, 2010), corto dedicado al sueco Martin Hansson, el que ignoró una mano grosera del jugador francés

Agenda del día 11.30

La gran iLusión, de jean renoir (114’)

Village Recoleta 9 14.10

aPoLiTiCaL roManCe, de hsieh Chun-yi (90’)

Atlas Belgrano 1 19.40

yo nena, yo PrinCesa, de María araMburú y vaLeria Pavan (46’)

Village Recoleta 3 22.25

aTLánTida, de inés María barrionuevo (88’).

Village Recoleta 7 22.55

afTernoon deLighT, de jiLL soLoway (99’)

Village Recoleta 4

Thierry Henry en una jugada que dejó afuera de Sudáfrica 2010 a Irlanda y clasificó al equipo galo. Entre los clásicos que el programa rescata aparecen maravillas como El campo de los sueños (Phil Alden Robinson, 1989); Ciudad dorada (John Huston, 1972); The Jericho Mile, (Michael Mann, 1979), y la mucho más reciente (y a esta altura no menos clásica) Rush, pasión y gloria, de Ron Howard. No menos atrayente es la recuperación de Match en el infierno (Zoltan Fabri, 1962), crónica de un partido en que los húngaros les ganan al fútbol a los nazis en un campo de concentración. A propósito de automovilismo, valdrá la pena recuperar un memorable encuentro de 1971 entre el campeón de Fórmula 1 Jackie Stewart y el director Roman Polanski, reconstruido en Weekend of a Champion, de Frank Simon (2012). Y a la vez comprobar que la fascinante capacidad de observación de Frederick Wiseman también se extiende al mundo del entrenamiento pugilístico en Boxing Gym (2010). Más cerca aún aparece la extraordinaria The Armstrong Lie (Alex Gibney, 2013), retrato de la debacle del ciclista estadounidense. Por el lado argentino, Sportivo Bafici recupera El crack (José Martínez Suárez, 1960) y Paula contra la mitad más uno (Néstor Paternostro, 1971), con la participación de auténticos jugadores de Boca Juniors en ese tiempo, junto a testimonios flamantes como Soy Ringo (José Luis Nacci, 2014), dedicado a ese mito del boxeo local llamado Oscar Bonavena.ß

La húngara Match en el infierno se verá hoy, a las 17, en el Village Recoleta 9

teatro

teatro

El amor en tiempos del horror

Una delirante farsa civilizadora

buena .

libro: Cecilia Propato. intérprete: Ma-

rina Cohen. diseño de espacio y escenografía :

sergio Cucchiara. vestuario:

Marina Cohen. asistente de dirección: germán Marteau. dirección: Cecilia Propato. duración: 50 minutos. sala: Teatro del abasto.

C

uriosamente, la mayoría de las propuestas que ponen al descubierto las atrocidades cometidas por los nazis tienen como protagonistas, salvo algunas excepciones, a los hombres. Es una forma de resaltar el grado de perversión que anida en el género masculino. Sin embargo, es sabido el grado de participación que han tenido las mujeres. Como ejemplo sirva Los niños del Brasil, en la que una estupenda Uta Hagen interpreta a una guardia de un campo de concentración nazi: Frieda Maloney. Con otro enfoque se filmó La caída, basada en las memorias de Traudl Junge, una de las secretarias de Hitler. Cecilia Propato, en Bildungsroman, escribió un díptico unipersonal que presenta a una jefa de vigilancia de un pabellón de mujeres prisioneras, en Birkenau, Alemania, en los años 40, que expone en sus parlamentos dos estados anímicos. Díptico porque presenta dos momentos de María: uno en el que se prepara para hablar con el médico para exponerle su situación frente a un embarazo que resultó de una relación con su amante Henrich, un jerarca de la Nsdap (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán) y de la SS (organización militar, policial, política, penitenciaria y de seguridad de la Alemania nazi), que está escribiendo Bildungsroman (novela que retrata la transición desde la niñez hasta la vida adulta). Es un momento de debilidad que la deja vulnerable por un sentimiento amoroso: “Yo sé que a una jefa de vigilancia no le puede pasar esto –dice la protagonista–, yo lo sé, pero nadie me avisó de los peligros del amor. Me dijeron que el comunismo era peligroso, que los judíos eran peligrosos, pero no el amor”. Pero luego su discurso va cambiando para exponer su verdadera naturaleza: la satisfacción de pertenecer a un sistema represivo que permite a personajes menores tener cierto grado de poder a partir de su relación con las prisioneras, donde da a entender que posee sentimientos de ternura, amor y compasión, para desenmascararse en la segunda parte para demostrar su perversión y confesar su necesidad de dominar, resumiendo en sí misma todo el horror que demostró tener el régimen nazi. Convincente es el trabajo de Marina Cohen, en el que va revelando acertadamente las diversas facetas de su personaje con matices y contrafiguras muy elocuentes, dirigida por la autora con una mano firme y resuelta a la hora de exponer todas las emociones y contradicciones de esa mujer torturada más por la decadencia de un sistema que por el horror de sus actos.ß Susana Freire

intérpretes:

Pablo

galimberti, julián Cabrera, jorge eiro, Cristina Lamothe y eugenio schcolnicov. telón : Paola sigal y Marina gabor.

vestuario :

Paola

delgado. iluminación: Claudio del

alacrán o la ceremonia

bianco. música: ariel obregón. coreografía: Carolina borca. sala: La

Unipersonal del actor español José Antonio Lucía, dirigido por Román Podolsky. Domingos, a las 18.30, en el Teatro del Abasto, Humahuaca 3549. $ 80.

Casona iluminada, Corrientes 1979. funciones:

viernes, a las 23. dura-

ción: 50 minutos.

N

ada más entrar en la sala y sentarse frente a un escenario triangular cuyo foro ofrece un punto de fuga en ángulo recto lleva al espectador a correrse de la perspectiva habitual desde la que suele verse teatro. Si a esta premeditada elección se suma la visión de un telón prolijamente pintado que evoca pinturas del siglo XIX en la línea de Blanes o Della Valle, referidas a la Conquista del Desierto con su horizonte de lejanía sin fin, todo realzado por una tenue luz dorada, ya no caben dudas de que se está por asistir a un espectáculo inusitado. Y así sucede, afortunadamente: Piedra sentada…, del (realmente) joven dramaturgo y director Ignacio Bartolone, se sale de cauces conocidos o previsibles para hablar –desde un enfoque contemporáneo y aggiornado, posrevisionista pero no revisionista– de una etapa fundante de nuestra identidad, de la subestimación y negación de la otredad (la indiada), del conflicto de culturas arbitrado desde el etnocentrismo occidental europeo, de la orfandad y el despojo que afectaron a los pueblos originarios. Pero apartándose de toda

legado de autora

Juan Carlos Galimberti, destacable, como el perro de la historia intención didáctica, de cualquier ensayo de reconstrucción arqueológica de la época, Bartolone elige el camino regocijante de la farsa. Es decir, ese género cómico popular que le procura todas las libertades para infiltrar alusiones históricas, políticas, literarias; crear un lenguaje en la correntada del neobarroco o neobarroso rioplatense, incorporando fragmentariedad, arcaísmos, neologismos, citas y desbordes en una elaborada fusión que, sin embargo, se va diferenciando, según los hablantes y las situaciones. Porque, claro, no es lo mismo una india vieja que cuida ciertas tradiciones que un indio que se ha merendado a un blanco y depone su lenguaje, o un viajero de origen español retozando en inciertos territorios pampeanos... Episodio de la historia de una tribu en extinción, especie de patrulla perdida errante en el desierto, la obra pone en ese escenario

alegórico a tres indios y una india autodenominados lechiguangos, que llevan nombres tan disparatados como Olorá-Potro o DuglasCanejo. Esta fracción araucana es acompañada por el perro Faustino, comentarista que en los sueños del cacique se desdobla en divinidad suprema, El Gran Peludo. Cerca del final se les suma el tilingo Luciano Cevallos, representante de la “civilización” que va escribiendo sus impresiones a un íntimo amigo, contándole su intención de educar a los nativos, por ejemplo, mediante lecturas de El Contrato Social de Rousseau. Empero, la entrada de este personaje no queda ceñida a sus desopilantes ideas ocurrencias en esta pieza que, en distintos planos, toca el tema de la identidad: el desatinado viajero encontrará la suya sometido y travestido de cautiva. Se trasluce que Bartolone trabajó con mucho esmero tanto la investigación previa como en la

escritura y resolución escénica de esta obra (que forma un díptico con La piel del poema, mención en los Premios Rozenmacher). Supo convocar a colaboradores ideales para ese vestuario conceptual hecho de retazos y esas coreografías de danzas ceremoniales que han de resonar en el imaginario del público; también para la creación de ese maravilloso ñandú onírico que se incendia en vivos colores, la música y el diseño de las luces. Los actores y la actriz entran desenfadadamente en código, con mención especial para Juan Pablo Galimberti (el perro, en enterito de peluche) y Julián Cabrera, inefable aventurero relamido. Amén de los múltiples referentes que se cuelan como quien no quiere la cosa (Mansilla, Sarmiento, Echeverrría, Zeballos, quizás Agustín Cuzzani…), sobrevuela aquí el espíritu travieso e irreverente del gran Ricardo Zelarayán.ß Moira Soto

teatro

Divertida y exquisita fuera! ★★★★

muy buena . libro e interpretación:

pervisión artística :

vestuario: natalia fandiño. iluminación: Thyl benies. producción: Cia. Ma-

ría Peligro Project y Paloma Lipovetzky. coproducción: espace Catastrophe (bélgica). sala: Teatro beckett (guardia vieja 3556). funciones: jueves, a

Una creación de Periplo Compañía Teatral (Andrea Ojeda, Hugo de Bernardi y Julieta Fassone), dirigida por Diego Cazabat. Viernes, a las 20, en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543.

barrilete cósmico

De Rubén de la Torre, con Mariangeles Bonello, Francisco Civit, Alfredo Rizo y Jorge Vigetti, sobre unos amigos que se reúnen a ver un partido crucial en el Mundial 86. Sábados, a las 23, en Boedo XXI, Boedo 853 (49571400). $ 80.

brisas heladas

Gustavo Postiglione escribió la versión teatral de su propia novela. Con María Celia Ferrero, Juan Nemirovsky, Adriana Frodella y María Eugenia Solana. Viernes, a las 20.30, en El Cubo, Zelaya 3053.

giácomo

las 22. duración: 60 minutos.

T

ensayo sobre lo artificial

Comedia con tango, humor y baile, dirigida por Leandro Rosati, con Mirta Katz, Antonio Aversano, Daniel Cruz y Eliana Mola. Sábados, a las 20.30, en La Scala de San Telmo, Pje. Giuffra 371. $ 70.

Leticia vetrano. su-

por el orden y la pulcritud absolutos. En clave de comedia, se asiste a la intimidad de un ser que ama y busca ser amado y que transforma su dolor en alegría. Con dulzura, inocencia e ingenio, esta criatura rompe la cuarta pared tantas veces como para dejar de modo explícito e implícito su objetivo: abrazar al espectador. Este es un espectáculo inminentemente físico. Vetrano es una clown completísima. Son pocas las palabras que apenas se advierten (balbuceos, murmullos). Tampoco son necesarias. Ella es capaz de representar con histrionismo a María Peligro, en el día de su cumpleaños. No hay invitados a aquella fiesta, pero el público asiste a una auténtica celebración. ß Laura Ventura

Propuesta poética musical sobre la obra de María Elena Walsh, dirigida por Eduardo Caballero, con Paola Corti, Gabriel Apromiano, Sebastián Blanco y él mismo. Sábados, a las 19.15, en The Cavern, La Plaza, Corrientes 1660. $ 100.

un diván de dos plazas

Micheline vanderpoel. coaching: Kevin brooking.

odavía no conocen a Leticia Vetrano? Clown y actriz, protagoniza un fenómeno en el circuito independiente y empezó a cosechar sus propios fanáticos. Destreza y plasticidad (sólo con este dominio puede crear a una criatura tan torpe), su trabajo en el unipersonal Fuera! es impecable y magnético. No se develará el misterio, pero su química con el público es tan inmensa que, de repente, el auditorio se encontrará a sí mismo aullando en la oscuridad. Vetrano es una gran comediante y creó a un adorable personaje: María Peligro. Aniñada, por momentos, desenfadada, en otros, vive sumergida en una soledad atroz, huérfana y sin pareja en un mundo signado

las novedades de la semana

Un matrimonio adulto, en una historia de humor y ternura. De Steve Russo, dirigida por Alejandro Genes, con Emma Rivera, Félix Tornquist y Cecilia De Paoli. Domingos, a las 19, en Pata de Ganso, Pje. Zelaya 3122. $ 50 y 80.

ción y dramaturgia: ignacio barto-

bildungsroman. ★★★

Estrenos el vestido azul

piedra sentada. pata corrida. ★★★★ muy buena. direclone.

bafici

De Armando Discépolo, dirigida por Raúl Serrano, con Jorge Ochoa, Lourdes Cerdán, Annie Fink, Noelia Torregiani, Xristian Grilli, Hugo Gregorini y Johanna Chiefo. Sábados, a las 21, en el Teatro del Artefacto, Sarandí 760. $ 70.

y el hdp no se quiere ir

Unipersonal musical con Laura Santos, dirigida por Javier Delgado. Sábados, a las 21.30, en Eloísa, Lavalleja 1145.

¡fast joker!

Leticia Vetrano es María Peligro

caroline frank

En una hora, Pablo Angeli improvisa a toda velocidad lo que propone el público. Sábados, a las 23.15, en The Cavern, Paseo La Plaza, Corrientes 1660. $ 80.