¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?
EL ELEFANTE Guía de trabajo
© Equipo de Didáctica de CETR (www.otsiera.com)
Unidad 2: EL ELEFANTE
PRESENTACIÓN
Un pequeño relato nos ayudará a descubrir que la realidad muestra distintas caras, que nuestras aproximaciones son parciales, que la apertura y el diálogo nos invitan a ver más allá. Que siempre podemos ver más: porque la realidad es inagotable, porque podemos afinar nuestras capacidades y porque hay diferentes vías para explorar lo que aquí hay y se nos muestra. Como punto de partida proponemos alguna actividad que nos permita cuestionarnos sobre la percepción personal de la realidad. A continuación, un relato nos ayudará a profundizar sobre ello; proviene del Mathnawi, la obra magna de Rumi. En el apartado de Informaciones complementarias ofrecemos más información sobre este maestro musulmán, que vivió en Turquía, en el siglo XIII. Se trata de un cuento compartido por varias tradiciones que Rumi recoge del patrimonio de sabiduría oriental. Hemos elegido presentarlo a través de Rumi para establecer así contacto con el islam. Después de haber tomado conciencia de cómo el “ver” puede ampliarse y crecer, y de cómo la actitud personal de interrogación y apertura nos ayudan a ello, abordaremos un elemento de la naturaleza desde la palabra y el silencio, desde la mente y el sentir, desde la percepción, desde las distintas capacidades y lenguajes con que los seres humanos palpamos la realidad y comunicamos comprensiones y vivencias. En este caso, tomaremos el mar como punto de referencia y como muestra de una serie de actividades que podrían realizarse en relación a cualquier otro elemento de nuestro entorno. Algunas de las propuestas no se incluyen en el Cuaderno, sólo en la Guía, como “actividades complementarias”. Lo hacemos así, no porque pensemos que no son importantes, sino para facilitar una adaptación muy libre según sean las circunstancias de cada grupo y de cada itinerario. Sin olvidar que la invitación a abrir los ojos y despertar el interés, requiere tiempo y ocasiones para poder poner en movimiento todas las capacidades. Mar, bosque, campos, estaciones, nieve, sol, noche, el cuerpo, actividades humanas, colores, etc., las posibilidades son infinitas. De lo que se trata es de invitar a gozar del conocimiento y reconocimiento de la realidad, escogiendo un elemento, para ponernos en contacto con él desde una actitud indagadora, que se interroga, atiende, mira, escucha, prueba y… aprende -por propia experiencia- ¡que siempre habrá más por descubrir! Finalmente, sugerimos alguna actividad de síntesis que deje en evidencia que crecer por dentro amplía nuestro mundo, ¡el interior y el exterior! En definitiva, un conjunto de propuestas que con seguridad superan el número de sesiones que podamos dedicarle al tema en un período determinado. Pero si las tenemos recogidas en nuestro saco particular de historias e ideas, ya se presentarán otros momentos en los que podamos adaptar y cocinar, aprovechando lo que las circunstancias nos ofrezcan.
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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?
OBJETIVOS • Tomar contacto con nuestra mirada. Comprender que hay distintas formas de mirar, que se puede aprender a mirar e ir más allá de una mirada superficial. • Descubrir, darse cuenta de las distintas caras de la realidad • Explorar la realidad desde varios lenguajes, desde vías de indagación y comunicación diversas. • Conocer algunos aspectos y aportaciones del islam.
CONTENIDOS • El conocimiento como proceso de indagación que se enriquece desde la pluralidad de puntos de vista. • Comprensión desde diferentes perspectivas: siempre “hay más”. • Reflexión sobre: las partes no hacen que entendamos el todo (elefante, mar). • Distintos aspectos de la religión musulmana: la mezquita, la actitud de búsqueda… • Conocimiento de espacios o lugares que favorecen el silencio y el recogimiento: naturales o construidos.
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Unidad 2: EL ELEFANTE
ACTIVIDADES ACTIVIDADES PREVIAS El objetivo de las actividades previas es tomar conciencia de -y contacto con- nuestra mirada, con el hecho de que no siempre vemos cuando miramos; que nos pasan por alto muchas cosas, que hemos adoptado el hábito de mirar esto o aquello de una forma determinada y ya no vemos más allá. Una serie de actividades previas para predisponer a afinar nuestra forma de “mirar”. Aparte de las dos propuestas que presentamos podemos ampliar la actividad (en este momento o en otros) recordando, por ejemplo, cómo son algunos espacios concretos del centro, describiéndolos de memoria y visitándolos a continuación. O con algún juego de atención. Por ejemplo: dos grupos, en cada grupo hay algún intercambio de ropa, después cada grupo ha de descubrir los cambios que han hecho en el otro grupo. No olvidemos que no se trata de un concurso, que lo que importa es poder llegar a la reflexión posterior: la comprobación de que todos nos fijamos más en unas cosas que en otras, que resulta más fácil recordar si atendemos, si usamos la atención; que la suma de puntos de vista y de aspectos enriquece las realidades. Como actividades previas, dos propuestas:
Cuando miramos, ¿qué recordamos? Peonza, libro, cometa, bocadillo, móvil, zapatilla de deportes, gato, tulipán, cepillo de dientes, despertador, kiwi, alicates, escalera, escarabajo, linterna, alcachofa, guitarra…
Sin mucha introducción, tan sólo diciéndoles que miren lo que se les va a enseñar, mostrar despacio y con buena visibilidad para todo el grupo unas 16-20 imágenes de objetos familiares. Ver el anexo. Se pueden hacer servir los cartoncitos de aprendizaje de lectoescritura. Tras haber observado, escribirán en un papelito los objetos que recuerdan. Dejar el tiempo que nos parezca oportuno. Cuando hayan acabado, contar cuántas palabras han escrito y apuntar dentro de un redondel en una esquina del papelito. Recoger los papeles, o que se los guarden en el cajón o en el bolsillo. De nuevo, volver a enseñar con tranquilidad las mismas imágenes, pero esta vez insistiendo en que observen bien, que presten mucha atención. Y repetiremos otra vez lo de apuntar lo que recuerdan, sin mirar la lista anterior; aclarar que deben escribir todo lo que recuerdan, también los objetos que ya habían apuntado antes. Dejar el tiempo necesario; a continuación, cuentan las palabras que han escrito y escriben el número en la esquina. Haremos una tabla en la pizarra con dos columnas anotando de forma anónima, el número que figura en el primer papelito y el del segundo. Y, en una tercera columna indicaremos si ha habido aumento o disminución.
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Conversando sobre ello, podemos comentar: ----
¿Qué observamos en esta tabla? ¿Por qué cree que ha sucedido esto? ¿Qué elementos han incidido para que la segunda vez hayan aparecido, mayoritariamente, más palabras? ( Si la conversación lo permite resaltar qué incidencia puede tener el hecho de poner más atención, o de saber lo que nos proponemos, el hecho de focalizar la mirada más conscientemente, etc.) Pegar los papelitos en una hoja con el título: CUANDO MIRAMOS, ¿QUÉ RECORDAMOS?
Cuando miramos, ¿qué vemos? Distribuyendo la clase en pequeños grupos, repartir trozos de un póster, recortado previamente como piezas de un rompecabezas (cada grupo un fragmento). Se trataría de elegir un póster que en su totalidad se viera claramente lo que es, pero que cada una de las partes no fuera muy obvia.
Véase un ejemplo en el anexo. La imagen corresponde al libro de Yann-Arthus-Bertrand, La Tierra vista desde el cielo (Lunwerg editores). Se han hecho posters de esta obra, pero puede valer cualquier otra imagen. La consulta “tierra desde el cielo” desde cualquier buscador de imágenes en Internet ofrece muchas posibilidades). Aunque estén en grupo, pedir que escriban individualmente, todo lo que les sugiera que pueda ser lo que están viendo. Al cabo de un rato, poner en común dentro del grupo lo que se ha escrito, explicando los motivos. Consensuar alguna de las posibilidades, escribirla y, luego, exponer al conjunto de la clase lo que se ha elegido y el porqué. Si se han dado cuenta de que todas las imágenes forman parte de un mismo póster, consensuar entre todos lo que podría ser, justificándolo, y escribirlo. A continuación, montar el rompecabezas y ver qué aparece. Conversando, comentar las siguientes preguntas: ---
¿Qué os parece que ha sucedido? ¿Os ha costado reconocer lo que era? ¿Cuándo lo habéis logrado? ¿Por qué?
Si la conversación lo permite resaltar que ver una “parte”, sugiere, nos da pistas... pero no nos ofrece la misma información que el “todo”; que sólo viendo una “parte” podemos estar muy alejados del “todo” aunque, a la vez, las partes pueden ofrecernos pistas. Reunir los escritos en una hoja bajo el título: CUANDO MIRAMOS, ¿QUÉ VEMOS? Una alternativa a esta propuesta podría ser mirar fotografías de objetos fotografiados desde distintas perspectivas. Conversando, comentar: -- ¿Qué es? -- Cuesta identificarlo, ¿sí? ¿no? ¿por qué? En la conversación, además de las pistas anteriores, podemos destacar que cuando nos habituamos a mirar las cosas de una manera, si nos las muestran de otra, nos resulta difícil. 4
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ACTIVIDADES A PARTIR DE LA NARRACIÓN Comenzaremos explicando una pequeña historia (en versión ilustrada en el Cuaderno).
¿CÓMO ES EL ELEFANTE? Unos discípulos de Rumí, el derviche, discutían sobre quién llevaba razón. Y Rumí les dijo: Os pensáis que sabéis mirar las cosas pero no es así. Vuestras disputas me recuerdan aquella historia del elefante. ¿La conocéis? Una noche, unos viajeros llegaron a un poblado con un animal nunca visto por aquellas tierras. Era un elefante, un elefante enorme. Los viajeros lo encerraron en el establo de la posada y se fueron a dormir. Pero corrió rápidamente la voz. Todo el mundo quería ver al animal desconocido. Estaba todo a oscuras, pero ya no cabía ni una aguja en el establo, y los que lo habían podido tocar se lo explicaban a los que todavía permanecían fuera. - ¿Sabéis cómo es el elefante? Es un animal con forma de cañería –decía el que había tocado la trompa. - ¡Qué va! Te equivocas –le contestó una chica que había alcanzado la oreja-. Se parece a un abanico. - ¡Uy, no! El elefante es como una columna muy sólida –aseguró el que se había acercado a una de sus patas. - Pues a mí me ha parecido una roca redondeada –añadió el que le había tocado la panza. Cada persona salía del establo con una opinión distinta sobre el elefante y, en un abrir y cerrar de ojos, se extendieron por la comarca un montón de ideas disparatadas. (del Mathnawi, de Jalal-ud-din-Rumi)
Hablemos del cuento Conversando, comentar: ---------
¿Quién cuenta la historia? Presentar a Rumi como un derviche de Turquía, un gran maestro y poeta musulmán. Véase el apartado de Información complementaria. ¿Por qué les explica esta historia? ¿Qué les quiere hacer ver? ¿Qué hacían los que querían conocer al animal? ¿Qué tocaban? ¿Qué explicaban? ¿Qué pensáis de las descripciones que hacían? ¿Por qué lo describen así? ¿Qué podrían hacer para saber cómo es el elefante?
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Conviene que sean los propios niños y niñas los que destaquen lo que les parezca más importante y si la conversación lo permite, sacar a la luz cómo a veces confundimos la “parte” por el “todo” y no nos fijamos mucho en las cosas; ver cómo esta confusión puede generar enredos, malentendidos, incluso verdaderos problemas; cómo podemos ofuscarnos defendiendo un aspecto cuando, cambiando de perspectiva, quizás podrían aparecer nuevas visiones o puntos de vista; cómo puede resultar más interesante compartir las ideas e intentar relacionarlas, que quedarse con la propia visión; cómo la “oscuridad” (la escena ocurre de noche) no siempre nos permite ver con “claridad”, etc.
RECORDANDO EL CUENTO Quienes tocan las partes del elefante dicen: -- La trompa es como una cañería -- La oreja es como un abanico -- La pata es como una columna -- La panza es como una roca redondeada En la hoja que tienen preparada para ello (del Cuaderno) se puede proponer que hagan los dibujos de las correspondientes partes y de aquello con lo que se las asocia, y ampliar la lista. A continuación (por detrás) pueden dibujar un elefante, o tal como sería si sumaran todas aquellas impresiones imaginarias.
EL ISLAM Nos detendremos un poco en el contexto de la narración, la tradición musulmana.
(véase el apartado de Información complementaria) ¿QUÉ NOS CUENTAN HASSAN Y FÁTIMA? Somos Hassan y Fátima y vivimos en Marruecos. Somos musulmanes como la mayoría de las personas que viven aquí. La religión de la gente musulmana es el islam. Las personas musulmanas cuando nos queremos reunir para rezar, vamos a la mezquita. ¿Sabes cómo es una mezquita? ¿Has visto alguna? Es importante que sea un espacio donde podamos caber todos bien, sin obstáculos ni cosas que distraigan. Antes de entrar dejamos los zapatos en la puerta y nos lavamos la cara, las manos y los pies. Porque queremos dejar fuera el ruido y las ocupaciones y entrar frescos y limpios, tanto por dentro como por fuera. Desde lo alto del minarete la voz del muecín nos invita a rezar:
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Dios es grande, venid a rezar –nos dice.
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Conversando, comentar las siguientes preguntas. Tener en cuenta que si hay niños o niñas musulmanes quizás podrán explicar más cosas y hacer otras aportaciones de interés. -----
¿Sabéis donde está Marruecos? (Situarlo en un mapa del mundo de Peters) ¿Habíais oído hablar del islam? ¿Qué sabéis de las mezquitas? ¿Habéis visto alguna vez alguna? ¿Dónde? ¿Por qué os parece que dice que se lavan “para dejar fuera el ruido y las ocupaciones y entrar frescos y limpios, tanto por dentro como por fuera”?
Comentar en la conversación la relación entre el agua y el lavarse y el enfoque simbólico del lavarse antes de entrar, la necesidad de entrar en un espacio de silencio con tranquilidad interior…
IMÁGENES Para la próxima sesión, pedir que traigan fotografías de mezquitas con el nombre de la mezquita y el lugar donde está ubicada. Ya en la clase, con el mapa del mundo de Peters, que cada uno sitúe las suyas en el lugar donde están y, por grupos, clasificarlas por continentes. Pueden realizar un mural con las fotografías agrupadas por continentes. Una vez el mural esté hecho, observar en qué continentes abundan más y comentarlo.
APRENDEMOS MÁS COSAS
El Profeta Mahoma nos enseñó que es muy importante estudiar a fondo las cosas. Recoge la tradición que un día dijo: “el sabio que pone su sabiduría al servicio de los demás, vale más que cien personas adorando a Dios”. La historia del elefante se encuentra en un libro que escribió Rumí. Rumí era un derviche y las personas mayores que nos quieren nos enseñan sus palabras. A mí me gustan mucho estas: Sólo encuentra las perlas el que se tira al mar a buscarlas.
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¿Qué nos quiere decir con esto?
Con Hassan y Fátima nos acercamos un poco más a la tradición musulmana. Las palabras del profeta Mahoma haciendo mención de la sabiduría nos permiten entrar en contacto con el fundador del islam, introduciendo el concepto de sabiduría que trabajaremos a partir de la figura de Rumi, como derviche. --
¿Habíais oído hablar del profeta Mahoma?
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DERVICHE ¿Qué es un derviche? El derviche quiere comprender las cosas a fondo. Es sabio. El derviche busca a Dios. Las personas que quieren crecer interiormente saben que el derviche les puede dar buenas pistas, por eso van a su encuentro y le piden consejo. El derviche sabe que crecer por dentro no es fácil, por eso procura ayudar a los que quieren aprender. Por fuera, la casa del derviche no tiene nada de especial; tampoco es especial ni su trabajo ni su familia. Una persona no es derviche por fuera sino por dentro. Es derviche porque trabaja, ama y busca con todo su corazón.
Conversar respecto el texto presentando el Derviche como un maestro especial, explicando que se trata de una palabra persa que significa “sabio”; como una persona que explica cosas importantes que pueden ayudar a otras personas a crecer por dentro. También podemos preguntar a los niños y niñas si alguna vez alguien les ha dicho algo, les ha dado alguna pista, que les haya podido ayudar a crecer de esa manera. Invitarles a hacer un rato de silencio, para poder pensar qué sugiere la cita de Rumi. Hablarlo por grupos y poner en común lo que han pensado.
SÍNTESIS Como resumen del trabajo realizado proponer llenar estas frases con las siguientes palabras: musulmanas / minarete / muecín / Mahoma / islam / mezquita El ……….............……… es la religión de las personas ……...........….…………. . Nació gracias a las enseñanzas del Profeta …………………. . Su lugar de reunión y plegaria es la ……………... . Desde lo alto del ………………… , el ……………… invita a rezar.
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¡ TÚ TAMBIÉN PUEDES DESCUBRIR MÁS COSAS!
(Actividad complementaria)
Retomamos el hilo del ver y el mirar. Leemos las siguientes adivinanzas. Podemos aumentar el reto presentándolas divididas y, sólo si relacionan bien las partes, podrán saber de qué animal se trata (ver ficha en el Anexo).
Alas de muchos colores se pierden entre las flores.
Llevo pijama a diario sin guardarlo en el armario.
Es tan grande mi fortuna, que estreno todos los años un vestido sin costura, de colores salpicado.
De cierto animal di el nombre: es quien vigila la casa, quien avisa si alguien pasa, y es fiel amigo del hombre.
¿De qué animales nos hablan estas adivinanzas? Se pueden colgar en la clase y proponer que se aprendan alguna. Otra posible actividad sería la observación de alguna imagen que pueda dar pie a más de una lectura, desde una imagen de la Gestalt (véase una muestra en el anexo) a un cuadro de Miró, Kandinsky, Gris... Si se trata de una actividad complementaria aprovechando un espacio breve de tiempo, será más adecuada la imagen de la Gestalt. En cambio, si disponemos de más tiempo, de tiempo suficiente como para contemplar una obra, disfrutarla, generar las condiciones para realizar un dibujo desde el propio silenciamiento, comentar todo ello... entonces puede ser una buena oportunidad para ponerse en contacto con otra forma de explorar la realidad y de expresarla. En la siguiente actividad los lenguajes artísticos tendrán un lugar destacado al abordar una realidad –el mar– desde distintas vías por las que aproximarse a esa realidad y “hablar” de ella.
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EL MAR, CON TODOS LOS SENTIDOS, CON TODAS NUESTRAS CAPACIDADES Presentar el mar como una realidad que puede dar lugar a distintas percepciones, dependiendo de los intereses o de las capacidades de las personas; el mar como una realidad, en cierto modo, inagotable. Sin mucha introducción y sin explicar lo que vamos a escuchar, hacer un rato de silencio, atentos a los sonidos marinos. A partir de algún CD, o también: http://www.youtube.com/watch?v=GEl-Qu7ApGQ, o http://www.youtube.com/watch?v=jeIQmL017_s (¡y otras muchas posibilidades!) Al acabar comentar la audición con todo el grupo poniendo especial atención a los diferentes matices que cada niño o niña haya podido percibir, lo que les ha sugerido, lo que hayan podido imaginar. Darnos cuenta de que las interpretaciones no son todas iguales. Individualmente, salir a la pizarra e ir escribiendo palabras que relacionamos con el mar, tratando de no repetirlas. Cuando ya estén, leerlas atentamente y comentarlas, valorando si son todas del mismo orden, si todas hacen referencia a los mismos aspectos del mar, si nos parece que ya las hemos escrito todas, si estas palabras lo son todo el mar... Buscar una (o más de una) definición del mar. Escribirlas.
(ver la ficha en el anexo, con los poemas y espacio para escribir las definiciones) Podemos leer los siguientes poemas. ¿Qué nos dicen del mar? ¿La ola no tiene forma? En un instante se esculpe y en otro se desmorona en la que emerge, redonda. Su movimiento es su forma.
(“Frente al mar”, fragmento. Octavio Paz)
Sentado en estas rocas, mar, te escucho. No entiendo tus palabras pero adivino a ciegas que algo quieres decirme mas no puedes llevarme adonde yo quisiera, ¡oh inmensidad sin centro! (“Hablo con el mar”, fragmento. Gabriel Celaya)
¿Qué personaje lo podría decir o pensar? A partir de una imagen que reúne a personas de perfiles distintos (página 8 del Cuaderno), propondremos una actividad individual donde relacionaremos algunas frases con los personajes que aparecen en las fotografías, numerando las frases y las fotografías. -- ¿Todos lo miran de la misma manera? -- ¿En qué se fija cada persona? -- ¿Qué ve cada una? Podemos mostrar alguna fotografía y/o alguna pintura del mar. Nolde, Sorolla, Van Gogh, Rembrandt... ¡hay tantos y tantos exploradores del mar en el mundo del arte! Contemplar la imagen un
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rato y recoger las informaciones que recibimos (la hora, el momento, la situación); la experiencia que se nos comunica a través de los colores, la luz... También la música se ha adentrado en el mar. Posible audición, por ejemplo, de algún fragmento de El mar de Claude Debussy. ----
Las pinturas, las adivinanzas, los poemas, la música, la definición… ¿nos hablan del mar? ¿Qué nos muestran? ¿Nos ayudan a descubrir aspectos distintos del mar? Comentadlo entre vosotros.
El objetivo de todo este conjunto de actividades es familiarizarse con formas muy distintas de interesarse por el mar (el mar, en este caso, pero vale para cualquier otra realidad). Darse cuenta de que las cosas las podemos ver desde diferentes puntos de vista y que pueden ser exploradas y explicadas, o comunicadas, de distintas maneras, sin que ello suponga que unas formas de acercarse sean más ciertas que otras, o se ajusten más “la realidad”. Remarcar como todas y cada una responden a esfuerzos por poner de relieve aspectos de la realidad y las experiencias personales que nos han llevado hasta ello. Lo que nos muestra la música ¿queda sustituido por la información que nos ofrece una definición? Las distintas pinturas, poemas, lo que cada niño y cada niña ha escrito, el dibujo o manualidad que haya hecho, ¿no nos descubren más y más aspectos? ¿No ponen de relieve distintas capas, distintas perspectivas, distintas experiencias? Ayudar a tomar consciencia del proceso que nos ha permitido llegar hasta el descubrimiento de más significados. Para terminar este trabajo proponemos que realicen en casa un trabajo manual libre sobre el mar (daremos pistas de la variedad de material que pueden utilizar: barro, pinturas, diferentes tipos de papel... En este caso no haremos murales, en cambio podemos dejar la puerta abierta a si alguien quiere mostrar algún experimento). Dos semanas después, presentaremos los trabajos y los comentaremos. Se podría realizar una exposición para toda la escuela, reuniendo los trabajos manuales, los poemas, alguno de sus escritos… Destacar de nuevo, con la variedad de trabajos que pueda haber, las diferentes interpretaciones y visiones que se pueden tener del mar. Como hemos dicho al inicio de esta Guía, la actividad del mar podría ocupar varios días y momentos. Es como una muestra de una exploración que podríamos llevar a cabo en relación a cualquier elemento de la realidad, y en condiciones de trabajo bien distintas. Una indagación que sabe que sólo cuando en el acto de conocimiento participan todas las capacidades, puede despertarse el interés, vivenciar la aportación de cada lenguaje y constatar que la realidad… ¡sigue siendo inagotable!
ACTIVIDAD DE SÍNTESIS Concluir con algunas preguntas que ayuden a recapitular: ---
La pintura, las adivinanzas, la definición, los poemas… ¿qué nos muestran? ¿Nos ayudan a descubrir distintos aspectos del mar? ¿Os parece que la historia del elefante tiene algo que ver con lo que hemos estado trabajando del mar?
Esta reflexión final nos ayudará a repasar y relacionar los pasos del itinerario realizado. --
Piensa, recuerda, repasa…, todo lo que has trabajado estos días. ¿Qué has descubierto? ¿Qué recuerdas? Escribe lo que para ti haya sido lo más importante. 11
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INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA En este primer contacto con el islam nos familiarizaremos con el nombre del profeta Muhammad, o Mahoma (ambas formas son correctas en castellano, la primera más cercana a la pronunciación del nombre en árabe que la segunda), y con los términos “islam”, “musulmanes/as” y con las mezquitas. En el texto se dice que las palabras del profeta Mahoma las recoge la tradición. Se trata pues de un hadiz (“tradición”). La gente que le acompañaba memorizó sus consejos, dichos, anécdotas y situaciones, y todo estos recuerdos se fueron transmitiendo. Son las colecciones de hadices, la segunda fuente textual del islam, después del Corán (la palabra revelada). La vida musulmana bebe de ambas fuentes, del Corán y de los hadices. Como primer contacto con la figura del profeta hemos elegido un dicho que subraya la importancia del conocimiento y del estudio, una de sus ideas centrales y en sintonía con el trabajo en torno a la “sabiduría” que llevamos a cabo a lo largo de la unidad. En la presentación del islam no hay que olvidar que, aunque una proporción elevada de los musulmanes que viven en la península son originarios de los países árabes, hay musulmanes de otras zonas de África, y también asiáticos, americanos y europeos. Las imágenes que deberían ayudar a mostrar el islam como la tradición religiosa universal que es, una comunidad que traspasa fronteras geográficas y culturales.
La MEZQUITA y la oración Presentamos la mezquita teniendo que cuenta que puede establecerse el paralelo con lo trabajado en la primera unidad en relación a la ermita y a la iglesia. Así como Otsiera se retiraba a la inipi en actitud de silencio atento y de respeto, así los musulmanes lo hacen en las mezquitas. “Creé la Tierra como una mezquita, como un espacio sagrado muy puro” –recoge un dicho del profeta Mahoma-. Cualquier lugar es un buen lugar, la Tierra entera es un espacio sagrado, pero la mezquita es el recinto específico que facilita poder reunirse para rezar. En concreto, hay un día en el que se procura que la plegaria sea en común. Es el viernes, para la primera oración de la tarde. La palabra “mezquita” –masjid- deriva del verbo “inclinarse”: el lugar donde inclinarse, lugar de reunión para rezar. Desde lejos destaca el minarete, la torre desde la que el muecín avisa para la oración.
Dios es grande, venir a orar. Venid, ¡recordad cuán grande es!
Pueden encontrarse muchas grabaciones de la llamada del muecín, por ejemplo: http://www.youtube.com/watch?v=WqbBYZlM-q4&feature=related
Hoy, en las poblaciones musulmanas, se utilizan altavoces para que la llamada pueda oírse a pesar del ruido de las grandes ciudades. En las ciudades europeas (o poblaciones no mayoritariamente musulmanas) no se realiza la llamada. Los zapatos quedan fuera. En algún lugar cerca de la entrada se están los grifos para llevar a cabo las abluciones. En el interior, las alfombras cubren el suelo. Hay un sector para hombres y otro para
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mujeres; cada cual ocupa su lugar, en dirección al mihrab. El mihrab es una zona bellamente decorada en una de las paredes, que indica cuál es la alquibla, la dirección de la Meca. Porque, en la mezquita o en cualquier otro lugar, la plegaria se realiza con el cuerpo orientado hacia la Meca. Un gesto que simboliza salir de sí mismo y vivir en unión con toda la comunidad. Los pies descalzos, el cuerpo dirigido hacia la Meca, hacia donde se orientan en aquel mismo momento millones de personas en todo el mundo, pronunciando en árabe las mismas alabanzas: alzamiento de manos, en pie, inclinaciones respetuosas, después de rodillas, inclinación hasta tocar el suelo con la frente, otra vez en pie, la cabeza gira a derecha e izquierda deseando la paz en todas direcciones… No es necesario ir hasta la mezquita, es suficiente con lavarse y convertir cualquier lugar en un espacio limpio, en espacio de oración. Un simple trozo de tela limpia o una alfombra sirven para “distinguir el territorio”. Para la oración de la tarde del viernes, los fieles acuden a la mezquita para rezar juntos. El imam (que significa “el que se pone delante”) dirige la plegaria. Y también pronuncia unas palabras, un sermón, desde el púlpito. El imam es un hombre que la comunidad ha elegido para este cargo porque le considera digno de respeto y conocedor del Libro, del Corán. Los estilos arquitectónicos de las mezquitas varían según el país y las épocas de construcción. Minaretes, cúpulas, columnas, luz, caligrafías y motivos geométricos se combinan armónicamente. En internet encontraremos infinidad de imágenes, también muchos esquemas indicando la ubicación de los distintos elementos. Si en una población no hay mezquita, se adecuan otros locales para reunirse para la plegaria. Son los oratorios. Viendo las imágenes podemos localizar el minarete y comparar el canto del muecín con las campanas de las iglesias cristianas, con los altavoces y las luces de las ferias, con los tambores en las procesiones o comparsas de las fiestas. Todos son sonidos que, en distintas situaciones, persiguen la misma finalidad: invitar a la gente a reunirse, a celebrar juntos alguna cosa. Si en nuestro lugar de residencia hay algún oratorio o mezquita, vale la pena mencionarlo. Es probable que sea un oratorio, y que no se alce ningún minarete. Sería entonces más exacto hablar de oratorios, pero, en este primer contacto probablemente no haga falta perderse en distinciones. Para explicarlo podemos comparar la iglesia de nuestro barrio o pueblo con una gran catedral. Para hacer evidente la diversidad, observaremos las fotografías que aportarán los alumnos (probablemente de construcciones bellas y amplias) y podemos complementarlas mostrando alguna de un espacio más reducido y sencillo, como suelen ser los oratorios de nuestros vecindarios.
RUMI y los derviches La narración del elefante aparece en el Mathnawi, la obra magna de Jalal-ud-din Rumi, escrita en persa. Rumi, gran maestro y poeta musulmán, nació en Balkh, en el Khorasan (hoy Afganistan) en 1207. La mayor parte de su vida transcurrió en Konya, Turquía, donde murió en 1273. Una imagen familiar en Occidente es la danza de los derviches giradores, iniciada por Rumi. Se trata de una danza-plegaria en la que los danzantes buscan compenetrarse con los movimientos de los planetas alrededor del sol, el movimiento del universo en torno a su eje, el Uno, Él, Alá. 13
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TÚ TAMBIÉN PUEDES DESCUBRIR MÁS COSAS Acopla las dos partes de cada adivinanza, a ver si sabes a qué animales se refieren.
Alas de muchos colores
De cierto animal di el nombre: es quien vigila la casa,
Llevo pijama a diario
Es tan grande mi fortuna, que estreno todos los años
sin guardarlo en el armario.
se pierden entre las flores.
un vestido sin costura, de colores salpicado.
quien avisa si alguien pasa, y es fiel amigo del hombre.
Copia la que más te guste para podértela aprender bien:
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Imagen: Vicente Valor. http://www.flickr.com/photos/vicent-valor/6615714535/lightbox
Sentado en estas rocas, mar, te escucho. No entiendo tus palabras pero adivino a ciegas que algo quieres decirme mas no puedes llevarme adonde yo quisiera, ¡oh inmensidad sin centro! “Hablo con el mar”, fragmento. Gabriel Celaya
La ola no tiene forma? En un instante se esculpe y en otro se desmorona en la que emerge, redonda. Su movimiento es su forma. “Frente al mar”, fragmento. Octavio Paz
• Busca y escribe alguna definición del mar
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• ¿Qué debe ser el mar para…?
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